Sólo llevamos nueve jornadas de NBA, pero lo que ha hecho Vin Baker creo que no tiene parangón en la historia de la NBA.
A mediados de febrero del la pasada temporada, los Celtics decidieron apartarle de la plantilla y suspenderle de empleo y suelo (esto último no se hizo al final). Nada más se supo de él hasta que se publico una entrevista en el Boston Globe en la que se autodeclaraba como alcohólico.
Dese entonces se ha hablado mucho de él; si iba a ser el de antes, cuál iba a ser su papel en el equipo... incluso había quien se preguntaba si iba a jugar siquiera.
Pues bien, unos cuantos partidos de pretemporada y nueve partidos oficiales han bastado para demostrar al mundo de la NBA que Vin Baker ha vuelto, y de paso para callar unas cuantas bocas (había periodistas que dudaban de su fuerza de voluntad).
No en vano, hay que recordar que el otrora all-starsigue con su proceso de desintoxicación y visita un hospital especializado allá donde vaya con su equipo.
En estos momentos promedia 14,6 puntos y 7,2 rebotes en 31 minutos de juego y es una pieza clave en los Boston Celtics.