El caso es que he tenido que interrumpir la colección nada más empezarla. No tenía ni idea de que no te puedes quedar con los décimos premiados, y cuando fui a cobrar un reintegro de seis euros, el vendedor del despacho de loterías me dijo que no me podía devolver el décimo. Tampoco me pudo devolver el dinero porque ya había pasado el billete por el lector de códigos...
O sea, que hay que elegir entre cobrar o hacer la colección. Habría agradecido una aclaración sobre este particular en las notas de prensa publicitarias de la ACB. Me queda el consuelo de que he gastado seis euros --dos semanas-- y los tengo de vuelta en el bolsillo. Pero me jode no poder terminar algo que había empezado, porque me he quedado sin el décimo del Valencia Basket.