Es que Barkley imagino que se daría cuenta de que jugando por dentro, su carrera iba a durar menos.meej escribió: Pero es que además los Suns no dejaron de buscar un cuatro, como diré más adelante se pasan toda la temporada intentando conseguir a Dennis Rodman de los Pistons. Es que Charles Barkley siempre pidió refuerzos interiores, antes en Sixers y ahora en Suns. Nunca pide bases o escoltas, pide reboteadores e intimidadores. En mi opinión, es muy evidente que desde muy pronto quería salirse al perímetro, al menos en ataque, y es posible que los Suns se comprometieran con él a favorecerlo.
Yo recuerdo perfectamente que el Ainge de los Celtics era considerado un buenisimo defensor, recuerdo incluso la anécdota de que en la final jugada contra los Houston en 1986 sus compañeros comentaban que le habían colgado el apodo de "el mosquito" por lo pegajoso y pesado que era defendiendo.crespo escribió:¿Ainge era mal defensor?.¿Habré soñado que el "Sweet Sixteen" céltico usaba a Johnson y Ainge para frenar el balón al rival con el Jefe de Stopper atrás, o es una referencia a que Danny se estaba haciendo viejo?
Hasta luego...
Genial los datos. No sabia lo de Rodman ni de Dudley. Estimo que el novato que dices era Byron Wilson un escolta chiquito que aca en Argentina fue un crack con todas las letras. Definitivamente era un jugador NBA con todas las letras.meej escribió:TIERNO VERANO DE LUJURIA Y AZOTEAS:
A pesar de la decepción final, los Suns parecían estar a un par de retoques del gran premio, y en 1993 tenían un plan definido para lograrlo. Empezaron suaves, con un draft en el que su buena temporada suponía que no tendrían elecciones relevantes. Cogieron en primera ronda a Malcolm Mackey, un pívot físico y luchador de Georgia Tech que se vendría para Cáceres cuando descubrió que con 2.05 iba corto para la NBA, y en segunda ronda a un base de Utah que cogió rumbo a Argentina sin llegar a debutar. Renovaron a Richard Dumas y Cedric Ceballos por cantidades muy similares, unos nueve millones por cinco temporadas, aunque el plan era quedarse sólo con uno y traspasar al otro.
Concretamente, el plan era traspasar a Richard Dumas y Mark West a Detroit a cambio de Dennis Rodman, aprovechando lo que se había revalorizado Dumas después de su buena final. Y luego ficharían como agente libre al pívot Chris Dudley de los Nets, para lo que tuvieron que cortar a Tom Chambers. De esa forma, los Suns afrontarían la temporada 93-94 con un frontcourt compuesto de Charles Barkley, Dennis Rodman y Cedric Ceballos como aleros, más Oliver Miller y Chris Dudley como pívots; conjuntando anotación, tiro exterior, penetraciones, defensa, rebotes e intimidación.
La cosa no salió como esperaban. Aprovechando el truco del almendruco de firmar un contrato con cláusula de salida al año siguiente, y luego renovar por una morterada gracias a los “Bird rights”, los Portland Trail Blazers les arrebataron a Dudley. Tuvieron que conformarse con Joe Kleine, un pívot que difícilmente aportaría la defensa e intimidación que estaban buscando.
Peor fue que se hiciera público que Richard Dumas había ingresado en una clínica de desintoxicación (en muchos sitios pone que fue sancionado por la NBA, pero creo que en realidad ingresó voluntariamente). Cuando se enteraron, los Pistons dieron marcha atrás en un traspaso que ya estaba acordado, y por segunda vez los Suns se quedaron con un palmo de narices. En este caso, la solución fue usar el mismo truco que habían empleado los Blazers y fichar a A.C. Green de los Lakers con lo de la cláusula de salida. Igual que en el caso de Dudley, la NBA recurrió a los tribunales, e igual que en el caso de Dudley el contrato de Green no fue anulado.
Más grave fue la investigación policial sobre el asesinato de la novia embarazada de Jerrod Mustaf, cometido por un familiar del jugador en lo que la policía sospechaba que podría tratarse de un crimen por encargo. Nunca llegó a haber pruebas suficientes para detener a Mustaf, que ya contaba con varios episodios previos de violencia doméstica, pero los indicios eran más que preocupantes y dieron pie a meses de investigación que en la práctica pusieron fin a su carrera en la NBA. Los Suns ya estaban bastante hartos del jugador, que había amenazado con no presentarse a la pretemporada si no le garantizaban más minutos de juego o un traspaso a otro equipo, pero la situación (y su elevado contrato) hacían imposible encontrarle equipo. Al final, se limitaron a enterrarlo al fondo del banquillo e intentaron olvidar su existencia.
Al fondo del banquillo, Tim Kempton siguió su plácida existencia en la lista de lesionados. Rod Higgins vino y se fue sin llegar a debutar. Joe Courtney ocupó la última plaza durante media temporada. El triste Negele Knight fue enviado a San Antonio a cambio de una elección de segunda ronda para el draft de 1994, y como tercer base llegó Duane Cooper, que procedía de la misma universidad que el entrenador Paul Westphal.
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