Los alicantinos hicieron un gran papel y estuvieron a un paso de la Copa
El Meridiano Alicante cumplió con creces sus objetivos para la primera vuelta. La intención de los alicantinos era estar en la zona tranquila, puesto que se trataba de un equipo nuevo y sin conjuntar. Esa meta se logró, e incluso el club rozó la clasificación para jugar la Copa del Rey.
La temporada comenzó con complicaciones, como se esperaba, y transcurridas cuatro jornadas sólo se había logrado un triunfo. Sin embargo, a partir de ahí el equipo cogió una racha fantástica, ganando 7 de los 10 encuentros siguientes.
Tras eso, en la jornada 15 el Meridiano perdió en Sevilla, pero acto seguido venció al Estudiantes por 82-66. Así pues, se llegaba a la última jornada con los alicantinos dependiendo de sí mismos. Si ganaban en casa del líder, el Barcelona, jugarían la Copa. El equipo plantó cara y luchó hasta el final, pero se quedó a dos puntos de la proeza (79-77).
Ahora el club afronta con ilusión la segunda vuelta, aunque con lo pies en el suelo: "El objetivo no ha cambiado, sigue siendo el de no sufrir, aunque si tenemos alguna opción de play off lucharemos por ello, claro". En las próximas horas se anunciarán, al menos, dos nuevas incorporaciones para la plantilla.
