por J_Bo »
20 Ago 2018, 19:47
Hace poco, de Rodríguez en un puticlub. Mi amigo, vamos a llamarlo Enrique, habla con una chica del local, vamos a llamarla Sofia, para subir a su habitación. Suben, pero la habitación donde pernocta a la vez que trabaja Sofía, está ocupada por otra chica del local y su cliente. Asi que se sientan ambos en un sofá situado al lado de unas escaleras, a esperar que se desocupe la habitación. Se cuentan sus respectivas vidas. "¿Falta mucho?" pregunta él. "Espera voy a ver" le responde ella. Sofia llama a la puerta de su habitación, sin resultado, puerta que se hallaba fuera del ángulo de visión del sofá donde continúa sentado Enrique, que desconoce cuantas veces golpea Sofía la puerta, si lo hace con mucha persistencia. Vuelve Sofia al sofá y continúan la charla.
Al poco sale alguien de la habitación, repito que la puerta estaba fuera del ángulo de visión del sofá. Pero por las voces era una mujer, bastante cabreada, que tras soltar unos cuantos improperios, entra de nuevo en la habitación de Sofía, cerrandola con un sonoro portazo, de esos que hacen temer por la integridad de la puerta.
Aquí no ha pasado nada, se sigue departiendo amigablemente en el sofá. Enrique ha vivido cosas mucho peores que unas palabras poco amigables entre dos señoritas, o un portazo. Está curtido, cree él, en muchas batallas. Al rato Sofía decide que es hora de volver a llamar a la puerta de su habitación, donde guarda sus cosas. De nuevo el resultado es negativo y vuelve a sentarse en el sofá. En menos de un minuto sale nuevamente la otra chica de su habitación, vestida y calzada, pero dirigiéndose directamente al sofá, con actitud amenazadora "tú me respetas" "llama sólo 3 veces a la puerta" "respeta mí trabajo, etc" a lo que Sofía replica con "eres una #@#@ amargada" "te han echado de Europa" entre otras cosas, pero la otra chica entra de nuevo a la habitación, donde continuaba su cliente.
Salen varias chicas de las habitaciones, otras suben por las escaleras, alarmadas por el jaleo. A Sofía varias chicas le ofrecen su habitación, desocupada por supuesto, pero Sofía insiste que quiere entrar a su habitación porque es donde están todas sus cosas, su ropa. Mi amigo empieza a ponerse un poco intranquilo. "Vengo en otro momento mejor" "No te preocupes, no pasa nada" le responde Sofía.
Pasan unos minutos y Sofía se levanta nuevamente a llamar a la puerta. Se masca la tragedia, aunque Ernesto permanece por el momento sentado en el sofá, fuera del ángulo de visión de lo que iba a suceder después. En cuanto se abre la puerta se suceden los insultos mezclados con ruidos secos, como de golpes. Más gritos, hasta el cliente que estaba en la habitación grita alarmado. Se acercan corriendo más chicas. Ernesto se acerca también para ver que es lo que está pasando, y entre el cliente y él logran separar un poco a las dos chicas, una de las cuales le estaba dando una soberana paliza a la otra, cogiendola por los pelos con una mano y con la otra dándole puñetazos en la cara. Llegan dos encargados del local y separan definitivamente a las dos pugiles. Se encierran con Sofía en la habitación. Se escuchan más gritos y golpes a las paredes de rabia de Sofía, que parece más encendida aún tras la trifulca. Hablan con ella, la tranquilizan, y a continuación le dicen a Ernesto que entre con ella en su habitación para hacer lo que había venido a hacer. Que no había ningún problema.
Una vez solos en la habitacion Ernesto intenta también tranquilizar a Sofía, le lava con agua una herida pequeña encima de una ceja, que echaba un hilillo de sangre, le dice que se puede ir en ese momento si ella quiere, que no hace falta que hagan nada. Al poco Sofía asiente y se prepara para bajar nuevamente al local. Pero no estaba tranquila. Busca entre sus cosas un cuchillo de cortar carne y se lo guarda en el bolso. Ernesto nuevamente intenta tranquilizarla, devuelve el cuchillo a su sitio y se preparan los dos para bajar. Ernesto sale primero, Sofía cierra la puerta tras él. Salen por el pasillo y bajan las escaleras hacía la barra del club. De pronto Ernesto se percata de que Sofía llevaba el cuchillo bajo el pantalón, a la altura de la cintura. "Espera, vamos a hablar con el encargado, no hagas ninguna tonteria" a lo que Sofía asiente, pero al poner el pie en la sala, sale como un toro a por la otra chica.
Ernesto, sin soltar de la cintura a Sofía para evitar males mayores, pide ayuda a los camareros, salen de nuevo los encargados y se llevan a Sofía a alguna parte. Ernesto se queda al lado de la barra, de pié, reflexionando que debe hacer, mientras las chicas de la sala clavan su mirada en él, y sale con paso rápido fuera del local, hacia su coche. Quizás algún día se acerque para interesarse por la chica, si todavía continúa en el local.
Esto es lo que me ha contado mí amigo, más o menos, y yo buenamente, como he podido, he intentado relatar a continuación. Espero no haber incumplido ninguna norma del foro, y si es así, se puede eliminar el hilo. Un saludo.