bajo mi punto de vista, uno de los mas grandes compositores pop de la historia. muchos no sabran quien es, sin embargo, si hicieramos un recopilatorio con sus 30 mejores canciones, probablemente conocerian todas.
El compositor norteamericano Burt Bacharach es una figura difícil de definir; sinónimo de kitsch durante mucho tiempo, en la década del '90 su música comenzó a ser apreciada más seriamente, y esa nueva aproximación descubrió a un prolífico y fascinante creador, que ha escrito una pasmosa cantidad de canciones pop ejemplares en su compleja belleza, y en su capacidad para imprimirse en la memoria del oyente de manera pacífica pero definitiva.
Como sucede también en el caso de Abba, es difícil admitir que nos gusta una música tan celestial y hermosa; y no importa cuánto hablemos de la complejidad de las composiciones de Bacharach -su elevada belleza es mucho más evidente; finalmente se convierte en un placer culpable, y se queda siempre acechando para atacar en cualquier momento nuestra dignidad criada en el punk, el post-punk y otras formas más crudas de la música -más acordes, seguramente, con nuestra vida diaria. Pero basta con dejar la culpa a un costado para ser un poco feliz, de manera inocua, en la vida. A fin de cuentas, el escapismo no tiene nada de malo. En todo caso, la música de Bacharach es una de las formas más exquisitas del escapismo musical. Como escribió Bill Kohlhaase, "Mientras que el movimiento del rock representaba mejor la turbulencia y el cambio social, la música de Bacharach hizo de banda sonora a nuestras vidas personales a un costado de la revolución". Ni la música ni la biografía de Bacharach son las de un rebelde, pero eso no quita la realidad de sus logros.
Un artículo que se le dedica en una enciclopedia del rock reza: "Burt Bacharach es, simplemente, uno de los compositores más dotados del siglo XX. En los '60 y '70, fue una figura dominante en la música popular, escribiendo unos asombrosos 52 hits del Top 40. Sus composiciones se diferenciaban de la música popular de la época gracias a su sofisticación musical y emocional. Las canciones de Bacharach se jactan típicamente de sus melodías elevadas, de tiempos no convencionales y de sorprendentes cambios de acordes. El letrista Hal David, su principal colaborador, proveyó a los charts pop con sus conocimientos del melodrama y de Tin Pan Alley, creando letras agridulces que a menudo contrastaban con las melodías movedizas de Bacharach. Mientras que el nombre de este último se convirtió en sinónimo de música para ascensores en los '70, debido en parte a su familiaridad, una escucha más atenta sugiere que su música es cualquier cosa menos easy listening."
Burt Bacharach nació en Kansas City, Montana, el 12 de mayo de 1928. Hijo del columnista Bert Bacharach, Burt creció en Nueva York y -gracias a la insistencia de su madre- estudió cello, batería, y luego piano a la edad de 12 años. Pero Burt odiaba las clases de piano. Su sueño era ser jugador profesional de fútbol americano, pero su físico le impidió hacer carrera en ese campo.
Siendo un adolescente, Bacharach se enamoró del jazz y se creó una cédula de identidad falsa para poder entrar en los clubes nocturnos de la calle 52 para ver actuar a los grandes del bebop, como Dizzy Gillespie y Charlie Parker. Las extrañas armonías y melodías del bebop fueron una influencia mayor en el joven compositor, tanto como ciertas creaciones de Debussy y Ravel.
Sus primeros trabajos en el mundo de la música consistieron en tocar en un resort de Catskills y en bases militares. Por entonces se inscribió en el programa de estudios musicales de la Universidad McGill en Montreal. Allí escribió su primera canción.
Más tarde estudió teoría y composición en la Mannes School of Music de Nueva York, el Berkshire Music Center, y en la New School for Social Research junto a Darius Milhaud (cuya influencia en el estilo de Burt es evidente en su obra), Bohuslav Martinu y Henry Cowell. También recibió una beca de la Academia de Música del Oeste en Santa Barbara.
"Me gustaba Berg y me gustaba Webern...," recuerda. "En Nueva York iba a ver a Cage y a Lou Harrison. Era consciente del lado filoso de la música pero también me gustaban las melodías. Eramos cinco en la clase de Milhaud y para un examen teníamos que escribir una pieza y yo escribí una sonatina para oboe, violín y piano que tenía un movimiento en particular que era altamente melódico y bastante diferente de lo que todo el mundo estaba escribiendo. Y me sentí avergonzado o incómodo por haber escrito algo tan obviamente con el corazón en la mano. Pero Milhaud me dijo, 'Que nunca te avergüence escribir algo que la gente pueda silbar.' Aprendí eso de él, y cómo comer comida mexicana. Era un hombre muy bueno."
Desde 1950 hasta 1952, Bacharach sirvió en el ejército, tocando el piano en el club de oficiales de Governor Island y dando conciertos en Fort Dix; sus actuaciones allí consistían principalmente en improvisaciones y en un popurrí de temas pop de la época, aunque aparecía promocionado como concertista.
Mientras se desempeñaba como arreglador con el ejército en Alemania, conoció a Vic Damone. Cuando fue dado de baja, a los 24, se convirtió en su pianista. También trabajó en clubes nocturnos, restaurantes y como pianista de cantantes como Ames Brothers, Imogene Coca, Polly Bergen, Joel Grey, Georgia Gibbs, Steve Lawrence y Paula Stewart. Su primera canción fue grabada por Patti Page, y era 'tan horrible', según su autor, que ha borrado el nombre de su memoria. Debemos agradecer que el fracaso no lo detuviera: estaba a punto de escribir algunas de las canciones más entrañables de la historia del pop mainstream norteamericano.
En 1957, Burt se unió al letrista Hal David, a quien había conocido en la Famous Paramount Music Company, y el dúo consiguió rápidamente sendos hits con Marty Robbins ("The Story of My Life", 1957) y Perry Como ("Magic Moments", 1958).
De 1958 a 1961, Burt giró a través de Europa y América como director musical de Marlene Dietrich, y continuó componiendo para diferentes cantantes.
Regresó de Europa en 1961, y trabajó extensamente con los Drifters, arreglando partes de vientos y cuerdas y colaborando con el letrista Bob Hilliard en los singles de 1961 "Mexican Divorce" y "Please Stay". En una sesión con el grupo conoció a Dionne Warwick, miembro del grupo vocal the Gospelaires y sobrina de la cantante Cissy Houston. Bacharach describiría más tarde la voz de Warwick como "perfecta". Pronto se dio cuenta de que la joven cantante no hallaba mucha dificultad para interpretar sus poco convencionales melodías, ni sus fraseos y tiempos.
En 1962, Bacharach y Hal escribieron "Don't Make Me Over"; el single pronto se convirtió en un hit y Warwick fue incluida en una gira de rhythm and blues junto a grupos como the Impressions.
"Fue un hit fantástico en el norte," recordaba el músico soul recientemente fallecido Curtis Mayfield. "La agregaron a la gira cuando estábamos tocando en el sur. El suyo era un estilo muy ligero comparado con lo que estaba escuchando el público en el sur. Y eso me dolió mucho. Salió a hacer 'Don't Make Me Over' y no aceptaban la música. Recuerdo a Dionne llorando y todos le hacían saber, 'Ey, no te preocupes. Vas a alcanzar el cielo'. Y, por supuesto, lo hizo. Pero la música era tan distinta para esa época y esa región".
En lugar de modificarla para permanecer en los charts, Bacharach usó a Warwick como un vehículo para estirar los límites de la música pop. "Tiene una voz perfecta," declaró Bacharach, "y cuanto más escribíamos, más me daba cuenta de que podía seguir yendo más lejos."
El resultado fueron canciones como "Anyone who had a heart" y "Say a Little Prayer", que se tomaban toda clase de libertades con el ritmo y la armonía. Los tiempos cambiaban, armonías bitonales sostenían pegadizas melodías pop, y Warwick lograba una docena de singles en el Top 40. Muchos aspirantes a músicos se aprendían fielmente estas intrincadas canciones, que se convirtieron en clásicos del repertorio de los '60. El baterista Joey Baron se hallaba entre ellos: "Me aprendí esas canciones de acuerdo a cómo las frases respiran", explica Baron. "No era un ejercicio intelectual. Era extraño comparado con la forma de ocho compases simétricos, pero nunca te complicaba. Eso era lo genial."
Las composiciones de Bacharach son fácilmente identificables, aunque el propio autor desconoce la razón. El hace las canciones y las arregla, sin pensar demasiado en términos extra-musicales. "Tal vez sea genético, no lo sé," comenta. "Es cierto que expreso las cosas de una manera reconocible. Tal vez sea que tengo... un vocabulario musical más extenso que algunos. Simplemente sería incapaz de escribir una canción de tres acordes, con sol mayor y ese tipo de cosas. ¿Qué, ninguna suspensión en la quinta, ninguna séptima? No podría hacerlo.
"Adivino que se refieren a eso cuando hablan del sonido Bacharach... o a algo referido a la orquestación o al fluir del ritmo. Nunca lo entendí realmente porque 'Walk On By' es tan distinta de 'What's New Pussycat', y 'Wives And Lovers' no se parece en nada a 'Anyone Who Had a Heart'. Lo que pasa conmigo es que trabajo mucho en las canciones, nunca se me apareció una completa en un momento de inspiración. Si sale demasiado fácil no me parece que sea nada bueno. Así que la pongo de cabeza y la observo en mitad de la noche. Es una forma corta, 3 minutos y medio, así que todo cuenta. Podés hacer trampa en una pieza de 40 minutos pero no en tres minutos y medio. Algunas canciones, ¿sabés?, te derrotan. Tienen demasiadas notas, demasiadas palabras: demasiado. Pensás, no quiero volver a oír eso apurado."
Corrían unos años '60 bastante complacientes en el escenario del pop comercial. Bacharach desarrollaría sus composiciones en ese terreno, pero aquellos atentos notaron que no todo era lo mismo.
"Es el compositor favorito de Brian Wilson," escribió Skip Heller en un ensayo sobre su obra. "Frank Zappa lo alabó por la sofisticación que trajo al Top 40 en los '60. Y John Zorn insultó a un prominente crítico de jazz porque le cuestionó el hecho de haber interpretado una de sus canciones.
"Su nombre es Burt Bacharach, y es un verdadero subversivo, un diferente que desafió las convenciones de una generación entera de compositores del pop. En una época en la que la tonada pop de tres o cuatro acordes era la regla, Bacharach estaba empleando una progresión de acordes más sofisticada, generalmente asociada con el jazz. Para complicar las cosas, sus melodías eran a menudo asimétricas y simplemente no cabían en los ritmos convencionales de 4/4. Es normal oír una canción de Bacharach que se mueve en una variedad de tiempos inusuales: 5/4, 7/8, 3/4. Lo que suena como una fórmula para el suicidio comercial, pero Bacharach -junto a su compañero, el letrista Hal David- reinó en los charts a través de los '60. Su sofisticación técnica es en sí una maravilla. Que haya podido ejercitarla con una musicalidad tan versátil es un milagro menor. [...] Como compositor del círculo del Brill Building de Nueva York, de alguna manera Bacharach se diferenció de los otros escritores que firmaban clásicos allí, como los equipos que formaban Gerry Goffin y Carole King, y Jeff Barry y Ellie Greenwich. En 1960, Phil Spector instaló su tiendita en upper Broadway para sacar ventaja de la concentración de talento compositivo de la zona. "Spanish Harlem", "He's a Rebel" y "Up on the Roof" fueron parte de la producción del Brill. Era la época de las "little symphonies for the kids" de Spector. Hal David poseía un punto de vista más adulto que los otros letristas del Brill; sus letras lacónicas, nada sentimentales, hubieran sonado más apropiadas viniendo de George Jones que de Lesley Gore. Y, por supuesto, estaba acompañado por Bacharach que -como adolescente en los '40 en Manhattan- se vio expuesto al bebop.
"La dosis de bebop contribuye a explicar los complejos acordes que marcan su estilo. Rítmicamente, sin embargo, sus composiciones se alejan considerablemente del swing de 4/4. Bacharach había estudiado composición moderna con Darius Milhaud, cuya música acentuaba la polirritmia y frases asimétricas inusuales. 'No puedo decir realmente si lo saqué de Milhaud,' explica Bacharach. 'Lo importante que aprendí de él era no preocuparme por dejar que la melodía brille. Me dijo, 'Jamás te preocupes por algo que la gente puede recordar, silbar o cantar.'
"Previsiblemente, las 'irregularidades' de Bacharach fueron recibidas con resistencia, lo que lo llevó a tomar una actitud mucho más fuerte en cuanto a la presentación de sus canciones. 'Me convertí en productor y en arreglador en defensa propia," explica. 'Escribía una canción, y la compañía discográfica se comunicaba con mi editor y le decía, 'Nos gusta, pero Burt va a tener que cambiar esta frase de tres compases a cuatro compases. Si la cambia, vamos a darle a tal persona para que lo grabe.' Y nosotros queríamos grabarlo, así que nos comprometíamos. Pero salía algo horrible."
Bacharach no deseaba simplificar su música, y decidió no hacerlo -pronto tomó las riendas de su producción. No le costó mucho probarle a los jefes de las compañías discográficas que sus sofisticadas canciones también podían ser atractivas para el gran público.
A principios de los '60, fueron grabadas, entre otras, las composiciones de Bacharach "Tower of Strength", por Gene McDaniel (con letra de Bob Hilliard) y "Baby It's You" por the Shirelles (con letra de Mack David y Barney Williams).
En el año 1962, el cantante de soul Chuck Jackson, que había registrado ya "I Wake Up Crying", grabó "Any Day Now" (Bacharach/Hilliard). Ese mismo año Gene Pitney registró "The Man Who Shot Liberty Valance", una canción inspirada en la película protagonizada por John Wayne y James Stewart. El mismo intérprete grabó en septiembre "Only Love Can Break a Heart".
Debutando en 1962 con "Don't Make Me Over", el equipo de Bacharach y David proveyó a Warwick con 39 éxitos de chart en 10 años, ocho de ellos hits Top Ten: "Walk on By", "Anyone Who Had a Heart", "I Say a Little Prayer", "You'll Never Get to Heaven", "Message to Michael", "Trains and Boats and Planes", "Do You Know the Way to San Jose?" y "Promises, Promises". En 1963, fue editado su disco Presenting Dionne Warwick. Ese mismo año, los Beatles editaron su Please please me, que contenía una versión de "Baby It's You", y Gene Pitney se encargó de "Twenty Four Hours From Tulsa".
La mayoría de las canciones de Bacharach eran y son principalmente baladas -no es algo premeditado, sino su tendencia natural; según explica el compositor, "No podés ponerte a escribir una canción 'que resuene en el corazón'. Como compositor, el estilo que siempre me atrajo significa que no verás muchas tonadas alegres. Muchas de las canciones son baladas. Creo que tienen lo que yo puedo tocar, o quiero tocar. Siempre he intentado crear en una forma cancionística que pueda traducirse en un disco. Hacerla como una película de cuatro minutos con altos y bajos."
Uno de los secretos de Bacharach en cuanto a la composición reside en escribir lejos del piano: "Cuando estás sentado frente al piano," explica, "tendés a ir a lo que es familiar y te pueden atrapar los acordes lindos. Y te guiás por el pulso, por el ritmo. Para mí es muy difícil sentarme y, mientras escribo en el piano, percibir esto como una canción entera, saber si es buena o no tan buena. Se mueve por pulgadas. Si te alejás del piano y oís el contorno melódico tanto como la armonización en tu cabeza, estás oyendo una larga línea vertical. Me gusta echarle un largo vistazo a la canción. También hago eso cuando estoy orquestando. Tengo que tener una imagen de largo rango de toda la pieza. Obtengo un sentido del equilibrio que no podría obtener si estuviera sentado en el piano. Tus manos tienden a ir a ciertos lugares porque ya han estado allí. Vas a escribir lo que tus manos pueden tocar en lugar de lo que puede tocar una orquestación."
En 1964, Dionne Warwick editó su disco de composiciones de Bacharach Anyone Who Had a Heart. Ese mismo año, la brillante intérprete inglesa Dusty Springfield grabó tanto "Wishing and Hoping" como "I Just Don't Know What to do With Myself". Dionne Warwick continuó interpretando composiciones de Bacharach & David, y grabó otro disco, Make Way for Dionne Warwick, que contiene temas como "In the Land of Make-Believe" (que sería grabado por Dusty Springfield en el clásico Dusty in Memphis) y "A House Is Not a Home".
Para 1965, Bacharach estaba en la cima. Con Hal David escribió algo así como la primera ópera-rock, On the Flip Side; Burt no recuerda mucho de ese show ahora, aunque declara: "No creo que fuera muy bueno".
En 1965, editó, a través de Kapp, su primer single solista, "Saturday Sunshine". Unos meses más tarde apareció "Don't Go Breaking My Heart", su segundo sencillo, cuyo lado B era "Trains and boats and planes".
Por entonces, Jackie DeShannon le dio su voz a otro de los clásicos de la dupla Bacharach/David: "What the World Needs Now is Love".
Bacharach ya había comenzado a escribir música para films (había compuesto una canción para The Blob, de 1958), y continuó haciéndolo durante toda la década creando hits como "My Little Red Book" y "The Look of Love". "After the Fox" fue compuesta para el film del mismo nombre de Peter Sellers; coproducida por Bacharach y George Martin, la canción es una de las mejores que haya realizado Bacharach para el cine.
En 1965, el compositor editó dos LPs en Kapp (Hit Maker, The Man! Burt Bacharach and His Songs, relanzado como Burt Bacharach Plays His Hits!), y un single en Liberty, "Juanita's Place".
En 1966, Dionne Warwick editó el LP Here Where There Is Love, que contiene, entre otros, los temas de Bacharach "What the World Needs Now is Love", "I just Don't Now What to do With Myself" y "Trains and Boats and Planes". En 1967, fue lanzado The Windows of the World, en el que aparece el clásico "I Say a Little Prayer".
En 1967, Stan Getz interpretó por primera vez canciones de Bacharach en vena jazzera en su disco What the World Needs Now.
Ese mismo año, Bacharach firmó para A&M y grabó Reach Out. Los temas consistían en nuevos arreglos de antiguos hits, pero las melodías sufrieron varios cambios, cambios que a menudo cambiaron el carácter del material. "Fue intencional," confirma Bacharach. "Cantaba sólo una parte de la canción. Temía hacer más. Después las chicas cantaban el resto. O no tenía un instrumental completo. Si había una línea principal, entonces usaba las voces de manera dramática. O tal vez un cuerno inglés, que intentaba usar tan juiciosamente como fuera posible. Luego tal vez dos flugelhorns. Solamente vas a obtener una cierta cantidad de expresión de un instrumento principal, así que intentaba mantenerlo interesante."
Según Heller, "El particular sentido orquestal de Bacharach hace de Reach Out (y de su sucesor, Make it Easy on Yourself) algo así como el eslabón perdido entre Pet Sounds de los Beach Boys y Sail Away, el disco que Randy Newman editó en 1972. Es el puente entre 'las sinfonías adolescentes para Dios' que creó Brian Wilson, y la ética más adulta del compositor como autor, que diferenció a Newman de sus contemporáneos en el sur de California."
A través de su mujer, la actriz Angie Dickinson (con quien se casó en 1966), Bacharach comenzó a escribir más profusamente música de películas. Entre sus trabajos se encuentran el tema principal de Alfie (que fue un hit para Dionne Warwick), What's New, Pussycat?, (interpretada exitosamente por Tom Jones en 1965), Casino Royale, y Butch Cassidy and the Sundance Kid, que presentaba "Raindrops Keep Falling on My Head", un increíble hit del año 1969. Su trabajo le valió a Bacharach dos Oscars (por Mejor Score y Mejor Tema) así como un Grammy por mejor música de película.
A fines de los '60, Bacharach y David se unieron para crear un musical de Broadway, Promises, Promises, estrenado en 1968. La canción que da título a la obra fue un hit en la voz de Warwick, y Promises, Promises fue presentada durante tres años y 1.281 funciones. El musical estaba basado en el film "The Apartment", escrito por Neil Simon y protagonizado por Jack Lemmon y Shirley McLaine. La obra ganó un Tony y un Grammy.
Sobre el tema principal del show, Bacharach recuerda: "'Promises, Promises' era una canción difícil. Cuando la escribí, me di cuenta de que cambiaba de tiempo en casi cada compás. La razón por la cual fue escrita así es por la urgencia de lo que estaba pasando sobre el escenario. Pero cuando la escribí la sentí como algo natural. Ahora intento hacer las cosas con más simplicidad."
Un crítico da una idea más clara de la sensación que provoca oír "Promises, Promises": "Es una canción cuya melodía trae reminiscencias de subir las escaleras en la oscuridad y encontrar escaleras extra que no están ahí".
En 1968, Warwick grabó "Do You Know the Way to San José?", Herb Alpert registró el ultra exitoso "This Guy's in Love With You" y Aretha Franklin editó el single "I Say A Little Prayer". Según recuerda Bacharach, "Cuando Aretha grabó 'Say a Little Prayer', cambió la melodía un poco, y algunas otras cosas, y pensé, 'Hmmmmmm.' Pero cuando me acostumbré -y ella es tan increíble- me pareció bien. Ese tipo de cosas le dan a tu tema una existencia que está más allá de su ser original."
En 1969, Isaac Hayes grabó "Walk on By", y Elvis Presley hizo lo propio con "Any Day Now". Ese mismo año, Bacharach y David compusieron el tema de la película "The April Fools", que fue cantado por Dionne Warwick y se convirtió en un hit.
Los '70 se veían brillantes para Burt Bacharach cuando a principios de la década los Carpenters tomaron su "(They Long to Be) Close to You" y lo llevaron al primer puesto de los rankings en los Estados Unidos. Pero la predicción se probó prematura cuando perdió a tres de sus principales compañeros -Hal David (en parte debido al rotundo fracaso de la película en la que colaboraron, Lost Horizon), Dionne Warwick y Angie Dickinson. Fue alabado gracias a su disco epónimo de 1971, que presentaba nuevas versiones de sus hits, pero sus siguientes álbumes serían decepcionantes comercialmente.
El primer disco solista de Bacharach había sido editado en 1965, el segundo fue lanzado dos años más tarde, y su sucesor (Make it Easy on Yourself, coproducido junto a Phil Ramone) en 1969. En 1971, salió a la venta Burt Bacharach (también coproducido junto a Phil Ramone, como todos sus discos de estudio de la década), en 1973, Living Together, y un año más tarde el disco en vivo Live in Japan, y Burt Bacharach's Greatest Hits. Otros dos discos solistas, Futures y Woman, salieron a la venta en 1977 y 1979 respectivamente, pero su interés musical era escaso y hoy en día apenas son mencionados cuando se habla de la obra de Bacharach.
"Es su legado solista, los discos que grabó entre 1968 y 1974, los que forman la base del Culto de Burt," escribió Cliff Jones en 1995. "Hendrix, los Beatles y los Who pueden haber estado violentando las consciencias adolescentes, pero Burt proveyó la ribera alternativa del pop, usando el estudio, ritmos complejos y lujosas orquestaciones e integrándolos con sonidos provenientes del rock, a medida que reinterpretaba las canciones clásicas que había escrito para otras personas. El resultado fue un viaje para la clase de gente que no viaja. Y como la gente ahora está redescubriendo a músicos como Herb Alpert, Sergio Mendes, Mike Love y muchos otros proveedores menos interesantes de 'easy listening', es inevitable que el trabajo de Bacharach sea buscado. Alguna vez fácilmente encontrados en ferias de usados, Reach Out y Make it Easy on Yourself son ahora ítems de coleccionistas. Pero Bacharach no debería ser visto como otro músico sin rostro en la moda del easy listening. Sus canciones inteligentes y emotivas y sus arreglos innovadores proveyeron una nueva perspectiva que alteró de manera sutil pero vital, el estilo y el sonido de la música popular. Bacharach es un genio que se merece una reevaluación libre de ironía."
Bacharach, Carole Bayer Sager, Peter Allen y Christopher Cross coescribieron el tema principal del film Arthur, en 1981. Grabado por Christopher Cross, "Arthur's Theme (Best That You Can Do)" ganó un Oscar como Mejor Canción. En 1982, Bacharach compuso la música del film de Ron Howard Night Shift, que presentó por primera vez "That's What Friends Are For" (que se convertiría en un hit), y, en 1988, compuso la música para la segunda parte de Arthur, Arthur 2: On the Rocks. En abril de 1982, Bacharach se casó con Sager; la pareja se divorciaría a principios de los '90.
A fines de los '80, Bacharach emergió de un período relativamente calmo, musicalmente hablando, con una buena cantidad de proyectos, entre ellos una reunión con Dionne Warwick y David para el tema "Sunny Weather Love", incluido en su disco Friends Can Be Lovers.
La colaboración, nada notable, fue también una reconciliación, ya que Bacharach, Warwick y Hal estaban enemistados desde hacía muchos años. Durante el alejamiento, que duró casi dos décadas, los tres músicos se comunicaron sólo a través de abogados.
"Fue una situación muy enredada -y una época desafortunada", explica Bacharach. "No tiene sentido extenderse sobre todos los detalles macabros. Ya se terminó. Tuve una pelea con Dionne y luego se involucró Hal. Y si tuviera que hacerlo de nuevo -nunca, nunca lo haría de la misma manera.
"Cualquiera sea la razón, sucedió. Pero finalmente llegamos a un acuerdo, Dionne y yo estamos de gira nuevamente, y Hal y yo encontramos un toque de la vieja chispa cuando escribimos 'Sunny Weather Lover". Fue la primera canción que escribimos juntos en 17 años."
A Bacharach no le faltaron palabras de elogio hacia Warwick: "Era fantástica con las letras -una gran traductora. Y tan musical, tanto con las palabras como con la música. [...] Cuanto más ella nos demostraba que podía hacer musicalmente, más lejos íbamos. Y lo hacía casi sin esfuerzo. El rango no importaba, la dificultad no importaba. No creo que hubiese otra cantante que pudiera haber escuchado, tomado una dirección y cantado de la forma en que lo hizo Dionne."
El mismo año de la edición del disco de Warwick, Bacharach y David recibieron el prestigioso Founders Award, que entrega la Sociedad de Compositores de los Estados Unidos. "Usamos este premio," explicó el presidente de la Sociedad, Morton Gould, "para celebrar a los fundadores de la sociedad honrando a los compositores contemporáneos más dotados. Y no puedo pensar en nadie que merezca más ese honor que Burt y Hal."
1995 fue el año más nutrido en lo que concierne al regreso de la figura de Bacharach al centro de la escena. Ese año la BBC transmitió un importante documental sobre su vida, y fueron editados dos álbumes retrospectivos. También por entonces Bacharach colaboró con Elvis Costello (vía fax y contestadores) en la composición "God Give Me Strength", para el film "Grace of My Heart". Inspirados por el éxito, ambos compositores se unieron para escribir las canciones del disco Painted From Memory, de 1998.
Costello se encargó de las palabras y de la música, mientras Bacharach se concentró en el desarrollo de las melodías; durante la grabación, Costello contribuyó con su talento de crooner, Bacharach tocó el piano, y una orquesta de 40 músicos se encargó del resto. Costello señaló que el hecho de unirse a Bacharach le permitió perseguir aspectos más sutiles de la música, fuera del alcance del rock de guitarras. "Burt es mucho más aventurero armónicamente. Su uso del ritmo es muy suave, pero fuera de esa sutileza están unas explosiones de poder que ninguna banda de rock puede igualar."
"Es un compositor maravilloso, un músico maravilloso, y yo tuve la fortuna de ser un joven en los años durante los cuales él se estaba haciendo un nombre. Siempre ha sido un guardián de la buena composición. Hacer un álbum juntos es un viaje muy interesante."
Costello tocó a Bacharach en una época, los '70, en la que la música del norteamericano era considerada extremadamente blanda y no tenía una buena reputación, menos aún en la escena punk de la que emergió el inglés. "Nunca me importó demasiado lo que otra gente piensa," explica, "solamente me interesa lo que siento hacia las canciones que amo. Aprendí muchísimo escuchando sus discos. Pienso en el hecho de que las canciones de Burt Bacharach han sido grabadas por gente tan diversa como Marlene Dietrich, Rita Franklin. Cuenta la historia del viaje que hizo la música. No tenés que preocuparte por lo que piensa el creador de tendencias.
"Pienso que, ciertamente, fue una sorpresa cuando en 1977 mi banda y yo tocamos una canción de Bacharach. He tocado estas canciones durante 20 años y ahora tengo la oportunidad de trabajar con el hombre. Me parece que es realmente una música con alma. Etiquetas como 'complaciente' o 'lounge', son sólo modas pasajeras. 'The Rockies may crumble, Gibraltar may tumble, they're only made of clay...' como dijo alguien muy sabio.
"Esas cosas son sólo tendencias pasajeras. Al final, la gente va a sentir la emoción de las canciones de Burt. Creo que ha escrito canciones que no van muy profundo, pero las que me gustan tienen un sentimiento realmente profundo, y eso es lo que buscamos con nuestro disco".
Bacharach continúa en la actualidad componiendo e interpretando su música. "Estoy escribiendo, he estado escribiendo siempre, a lo largo de los años," declara. "Parece que sigue una curva, sube y baja. No es más difícil escribir ahora, pero pienso que es más difícil encontrar cantantes, más difícil encontrar el vehículo apropiado para la música. Hace diez años, había artistas en los que se podía confiar para interpretar una sólida balada: Gladys Knight, Aretha Franklin, Patti LaBelle, Dionne. Ahora, con la forma en la que ha cambiado la radio, no hay nada seguro. No podés contar con la difusión sólo por el artista. Tu ventana de exposición es menor y auto-contenida."
En estos últimos años la figura de Bacharach ha visto un resurgimiento de su popularidad entre los oyentes, especialmente entre músicos de rock como Pizzicato Five, Oasis, Massive Attack, REM, Stereolab, Eric Matthews, Grenadine, Urge Overkill, Combustible Edison y muchos otros que le rinden homenaje tanto en entrevistas como en múltiples grabaciones.
"Me gusta que la gente redescubra mis canciones", declara. "Les da una vida renovada. Fueron escritas con el concepto de que sólo era apropiadas para un único artista, hechas con ese artista en mente. Oís a Dionne cantando en tu cabeza, y es así como hacés la canción. Pero los covers demuestran que las canciones pueden ser interpretadas de otra manera. Simplemente me he tenido que acostumbrar a que la gente le haga cambios radicales a mis temas, he tenido que relajarme y observar y ver si me gusta lo que han hecho."
En 1996 fue editada por A&M The Look of Love: The Classic Songs of Burt Bacharach, una notable recopilación de canciones de Bacharach/David interpretadas por músicos de diversas extracciones.
Por entonces, Bacharach declaró: "Me encanta, ¿sabés? Es genial que sean redescubiertas estas canciones. ¿Cómo podrías sentirte de otra manera? Nunca he sido bueno para ver las razones por las cuales ciertas canciones son hits. Lo único que se me ocurre es que hay un anhelo por la melodía. Y estas son las melodías más simples del mundo. Aunque me deja perplejo que las llamen 'easy listening'. Algunas de estas canciones no son tan fáciles -'Promises, Promises' difícilmente sea una canción simple. 'Anyone Who Had a Heart' cambia de líneas por compás en casi cada compás, pero se siente simple. No te podés proponer hacer eso, como no te podés proponer escribir un hit".
En 1998, fueron editados tres álbumes tributo a la obra de Bacharach: Great Jewish Music: Burt Bacharach (Tzadik), What the World Needs Now . . . (Big Deal), y un disco de McCoy Tyner en Verve. Varèse publicó The Burt Bacharach Songbook y Broadway Sings Burt Bacharach. MCA reeditó Burt Bacharach Plays His Hits, y Rhino Records editó una antología en tres discos de su repertorio, llamada The Look of Love: The Burt Bacharach Collection.
Más allá del, a esta altura, insoslayable aprovechamiento comercial, la música de Bacharach está repleta de atractivos -sólo hay que dejar los prejuicios en la puerta, y entrar.