2. República (509 a.C-27 a.C)
Tras la expulsión en esa fecha del último rey, el modelo de gobierno adoptado por Roma fue la República. No obstante, pese a que había desaparecido la monarquía y se había instaurado una república eso no significaba que el gobierno de Roma fuese democrático. En lugar de eso Roma fue desarrollando un complejo sistema de gobierno en el que había elementos de la forma de gobierno monárquica (con los cónsules), la aristocracia (con el Senado) y la democracia (con las asambleas o comicios populares), ¿El objetivo de este complejo sistema? Evitar que nadie volviese a alzarse con el poder único y la mejor forma de conseguir eso era equilibrar el poder y repartirlo de forma justa.
Aquí se ven las tres columnas del poder en la Roma Republicana. Teóricamente así funciona el sistema: el pueblo elige en las elecciones a los magistrados (ya hablaremos de ellos más adelante) mediante las asambleas. Estos magistrados ejercerán el poder durante un único año y siempre estarán colegiados: es decir, tendrán colegas y todas las magistraturas (excepto una) estarán conformadas por al menos dos magistrados para evitar que una única persona acapare demasiado poder. Pasado ese año de gobierno, la persona que ha detentado un cargo no puede volver a ocupar ese mismo cargo hasta pasados 10 años. Así mismo, se ponen limitaciones de edad (por ejemplo, no puedes acceder a la magistratura suprema, el consulado, hasta haber alcanzado los 42 años). No obstante, nada impide a un hombre presentarse al año siguiente a otra magistratura inferior así que se puede estar toda la vida trabajando como magistrado para la ciudad rotando los cargos y siempre que sea elegido por el pueblo por su trabajo, popularidad o carisma (en ese sentido los magistrados que logran ganar batallas contra ejércitos enemigos tienen un enorme extra de popularidad y son vistos por la población como héroes de guerra).
Cuando acaba el año que tienen de poder, los magistrados se integran en el Senado. El Senado aconseja a los magistrados y teóricamente no puede imponer las leyes pero en la práctica sí lo hace: Los magistrados obedecen lo que se vota en el Senado porque el Senado está formado por antiguos magistrados y el que detenta el poder temporal como magistrado no quiere indisponerse ni rivalizar con los senadores a los que dentro de un año se unirá. Además, como cabe imaginarse solo los más ricos tienen la posibilidad de ganar las elecciones (patrocinio, publicidad, sobornos) y por tanto integrarse en el Senado.
El número de senadores no es fijo pero aproximadamente son 300 miembros: los que van muriendo por edad van siendo sustituidos por los nuevos magistrados que entran por primera vez cada año. No obstante en ocasiones el número puede descender (por ejemplo tras una batalla, no es raro que los senadores marchen con el ejército si la guerra es especialmente importante) e incluso un simple campesino puede ser ascendido socialmente al Senado si realiza un servicio extraordinario y notable a la patria.
Los magistrados seguían una organización muy concreta. Las magistraturas se organizaban como una escalera según la cual no puedes acceder al escalón superior sin haber pasado por los escalones inferiores. Así, si hemos dicho antes que el Consulado (ser Cónsul) es la magistratura más importante, TODOS los cónsules han debido pasar por las magistraturas inferiores, siguiendo un recorrido. A este recorrido los romanos lo llamaban “Cursus hnorum” o “carrera de los honores”.
Estas son las principales magistraturas:
Vamos a tener la siguiente situación: Los comicios o reuniones de la plebe elegían a los diversos magistrados. Estos son los siguientes de menor a mayor importancia:
-Cuestores. Eran los encargados de vigilar las finanzas de la ciudad y de la República. Se elegían a unos 20 al año y servían durante un año, período tras el cual se integraban en el Senado. La edad mínima para acceder a la cuestura era de 29 años y de estos jóvenes funcionarios se esperaba que revisasen las cuentas del año anterior para vigilar que nadie robaba dinero de la caja.
-Ediles curules y ediles plebeyos. Los ediles eran los encargados de gestionar el aprovisionamiento de la ciudad y repartir grano entre la población, asegurándose de mantener los almacenes de comida llenos y con reservas por si ocurre alguna calamidad (inundaciones, malas cosechas, etcétera), y se elegían 4 al año. Los ediles curules recibían su nombre porque podían sentarse en una silla curul, que les reconoce como magistrados, mientras que los ediles plebeyos eran elegidos de entre los plebeyos para asegurar el reparto de alimentos entre los más necesitados. Una medida excelente para un político ambicioso es ser elegido edil, gastarse una fortuna en alimentos y repartir gratuitamente comida entre la población para así labrarse un nombre y poder aspirar a magistraturas superiores. Otra función de los ediles, especialmente de los más ambiciosos, era organizar los juegos con el mayor dispendio de dinero posible: enormes celebraciones (carreras de carros, banquetes, obras de teatro públicas) con las que honrar a los dioses y darle un espectáculo memorable al pueblo a la vez que así se aseguraba su voto en las próximas elecciones. El mínimo de edad para acceder a este cargo es de 32 años.
-Pretores. Se escogían 8 hombres al año para desempeñar la pretura. Los pretores debían administrar la justicia de la ciudad, presidir los juicios y asegurar el correcto funcionamiento de los tribunales. Por su posición como jueces detentaban un poder enorme al poder impartir justicia, denunciar a otros magistrados corruptos y asegurar el correcto funcionamiento del Senado. Muchos abogados consideraban el culmen de su carrera acceder a la pretura y presidir los juicios de la ciudad. Y es que los juicios se realizan en enormes edificios, las basílicas, preparadas para que el pueblo pueda asistir como espectador a los juicios, donde el protagonismo recae en las batallas dialécticas entre los abogados defensores, abogados acusadores, los testigos y los jueces. Se exigían tener al menos 30 años para acceder a este puesto.
Al año siguiente del ejercicio de la pretura, si el pretor había realizado bien su trabajo era elegido por el senado para gobernar una provincia pequeña como “propretor”, con mando o “imperium” sobre una pequeña fuerza armada. Estos propretores eran enviados a provincias pacificadas y las fuerzas militares que controlaban eran más bien del tipo policial, de vigilancia y defensa, no de ataque.
-En la cúspide de la pirámide tenemos el Consulado. Cada año se escogían 2 cónsules, que detentaban la presidencia del Senado durante su año de consulado. Los cónsules tenían el control del ejército, presidían la ciudad y la representaban ante los embajadores extranjeros. Al ser elegidos solo 2 al año la lucha y la competencia para acceder al puesto era salvaje y muchos veían colmadas todas sus ambiciones al lograr acceder a este cargo. Puesto que al consulado solo se puede acceder cada 10 años eso evitaba que nadie pudiese acaparar el cargo pero a finales de la República cada vez se abusó más de esta institución, de hecho en el siglo I a.C. Cayo Mario batiría el record con 7 consulados.
Pasado su año de gobierno, los cónsules eran enviados como “procónsules” a provincias grandes y fronterizas, donde quedaban al mando de las legiones allí estacionadas para defender las fronteras o ampliarlas si lo consideran necesario o viable.
Y luego hay 3 magistraturas especiales:
-La Censura. Cada 5 años se elegían a dos censores de entre los antiguos cónsules, los cuales hacen el censo o registro de ciudadanos romanos que existían. Además, realizaban las “listas del Senado”, es decir, elegían quiénes serían los senadores y podían además expulsar a senadores que habían empobrecido o que habían tenido un comportamiento indigno de la institución.
-El tribuno de la plebe. Cada años se escogían 10 tribunos de la plebe. Estos tribunos de la plebe fueron creados por la plebe para defenderles de los abusos de los patricios y los ricos. Estos tribunos de la plebe tenían 3 interesantes poderes: El primero de ellos era la “sacrosanctitas” o estatus sagrado, cualquiera que atacase o hiriese a un tribuno de la plebe era condenado a muerte. El segundo era el “veto”, los tribunos de la plebe podían vetar las leyes aprobadas en el Senado por considerarlas lesivas o dañinas para los intereses de los ciudadanos y en la práctica eran los únicos que podían oponerse al Senado (aunque tal extremo sucedió muy pocas veces). El tercer poder que poseían era el de poder proponer leyes directamente al pueblo, que si aprobaban eran sancionadas inmediatamente aunque el Senado no estuviese de acuerdo.
-La dictadura. Finalmente nos encontramos con una magistratura excepcional. El dictador era escogido en momentos de grave crisis con el objetivo de restaurar el orden en la ciudad y, frecuentemente, liderar a los ejércitos romanos en la guerra contra los enemigos. El dictador es escogido por el Senado por un período de 6 meses durante el cual su palabra es la ley, dirige todos los ejércitos y puede tomar cualquier decisión que considere necesaria para la ciudad. No obstante, en los años finales de la República, al igual que con el consulado, se abusó de esta posición: Lucio Sila fue nombrado dictador durante 2 años tras vencer a Cayo Mario en una guerra civil y posteriormente Cayo Julio César sería escogido como dictador vitalicio y perpetuo.
A veces pienso que para un 1º de la ESO me paso, pero que se aguanten, este es el tema más importante que van a ver en toda la ESO