caotico_fanegas escribió:Aviso: este post no va en broma. No del todo, al menos. Creo. Aunque no estoy seguro de ello. La idea me pasó por la cabeza hace un par de semanas y… si no lo escribo, voy a explotar.
Moderadores, no sé si hay algún tipo de restricción por escribir bajo los efectos de sustancias alucinógenas y/o psicotrópicas. Prometo que no es mi caso. Hoy.
Si alguno de los moderadores o, llegado el caso, el muy excelentísimo Oh Dios Malo (aunque Excelso) de Molina decide banearme por un supuesto estado de locura transitoria, ruego examinen mi expediente: tampoco molesto demasiado. Hay gente que molesta mucho más, y no les decís nada. ¿Que soy un chivato? No, sólo me defiendo. Eso no me lo dices en la calle, payaso. ¿Un macarra? Eh, Excelentísimo, mira lo que me está diciendo Redry. ¡Banéalos! ¡A todos! ¡Se ríen de mi!
Bueno, a lo que iba. El meollo.
No sé si empezar por Justin o por el tema savant. Como supongo que el concepto no es algo que esté plenamente extendido, explicaré algo de qué va el tema. No soy ningún experto en la materia, más allá de lo que haya podido leer o ver porque estos temas del funcionamiento del cerebro siempre me han llamado la atención. Sí que he de decir que, desde el primer día que vi a Justin en vídeo, cuando aún era un niño, algo inexplicable me llamó la atención, pero no fui capaz de racionalizarlo. A posteriori me ha pasado más veces, pero hasta que no profundicé en el tema de los savants, no relacioné aquella sensación con ese fenómeno.
Un savant es una persona que posee una extraordinaria habilidad o habilidades mentales específicas. Tanto, que roza lo sobrehumano, y cuesta de entender para las personas normales. Muchos de las personas que son savants, padecen autismo, discapacidades físicas o mentales de diferentes tipos, aunque no todas. Normalmente, estas habilidades son artísticas (especialmente musicales), de cálculo (los hay que, como en el caso de Ruedieger Gamm, son capaz de decir un resultado, tras realizar una operación matemática, enumerando noventa decimales sucesivos) o…habilidades espaciales y mecánicas.
El cerebro de estas personas funciona de una manera totalmente diferente al de la gente normal a la hora de procesar la información. El ejemplo de Stephen Wiltshire, un hombre que, tras realizar un vuelo de 45 minutos sobre Roma, es capaz de dibujar (en un plazo de tres días) sobre un tapiz de cinco metros todos los detalles, las proporciones, el número de ventanas o de columnas de cada edificios es… sobrecogedor:
http://video.google.com/videoplay?docid ... 429825073#Wiltshire no trata de recordar los detalles tal y como lo haríamos nosotros en su lugar (algo que, que por otra parte, nos sería imposible). Simplemente su cerebro almacena la imagen. No puede evitar recibir así la información.
Hay muchos casos diferentes en la serie de documentales titulados “Beautiful minds”. Recomiendo, por favor, antes de reírse de lo que voy a exponer, ver el link de “la cámara humana” y, si se tiene tiempo (y ganas) el documental íntegro, o parte de él, en el que se ve a un niño que desde pequeño le dice a su madre que siente notas musicales en su interior y aprende a tocar el piano de la noche a la mañana. O el chico que se lee una sola vez los horarios de todos los autobuses de Milwaukee y no puede evitar recordarlos. No se trata de una memoria descomunal. O no tan sólo de eso. Es una manera de procesar los estímulos que los ojos envían al cerebro de una manera totalmente diferente a la del común de los mortales. Algunos de ellos son capaces de medir las distancias con exactitud sin ayuda de instrumentos. O el tiempo que pasa… sin reloj. Y no cuentan o intentan calcularlo, sino que interiormente lo saben. Tiene mucho que ver con la preponderancia de ciertas regiones del cerebro sobre otras, pero creo que es mejor que lo expliquen los auténticos especialistas en el tema en cuestión:
http://www.youtube.com/watch?v=jeRqkZnUN7MJustin. La primera vez que lo vi, como ya he dicho, era aún un niño. Debió ser
tocando Cry Me A River con la guitarra , gracias a mi hermana. Joer, lo hace bien para su edad, pensé. Cómo domina su voz a la vez que los acordes.
Un par de meses después, descubrí otro vídeo suyo, cantando
una canción de Ne-Yo cuando se rapó el cabello antes de apostar por su look actual tan denostado. . En otro vídeo, que ahora no encuentro, pude comprobar por primera vez su capacidad para el baile. Aporto este vídeo para que podáis imaginaros
tal capacidad con tan tierna edad.
Mi hermana, después de ver estos vídeos, cuando hablaba de Justin parecía Meg Ryan en “Cuando Harry encontró a Sally”, sólo que sin fingir (creo), y le dedicó un mail con sus vídeos a sus compañeras de trabajo de la semana siguiente. En este mail se preguntaba si Justin (en edad infantil) era el mejor artista de la historia a esa edad. Según su opinión, sacada entre gemido y gemido no había ninguna duda: la respuesta era sí. Y ningún compañero de trabajo había sido capaz de negar esa afirmación. Y yo tampoco.
Al año siguiente, ya vi varios vídeos suyos más por youtube. Su
habilidad para tocar la trompeta, su
dominio del piano, su
sentido del ritmo tocando la batería . Contra el resto de artistas polifacéticos mucho más mayores que él, Justin demostraba que ya podía hacer lo mismo. Seguí la lucha entre Justin Timberlake y Usher por fichar a semejante promesa, vi cómo su madre tan cristiana que era escéptica con el paso dado por su hijo finalmente aceptaba que Justin pudiera grabar su primera demo.
El resto de la historia es ampliamente conocida. En 2009, siendo aún un adolescente, saca su primer disco. Al año siguiente publica su siguiente disco, My World 2.0. Llegan sus números uno en la lista Billboard, los cientos de millones de visitas a sus vídeos, sus giras multitudinarias, el ser responsable del tres por ciento del tráfico de twitter. Los gritos espasmódicos de sus fans en sus conciertos se debían escuchar fuera de la atmósfera terrestre. Supongo que también se podría oír el de los haters.
Después de su éxito mundial es cuando vienen más muestras de su talento para otras facetas totalmente diferentes a lo estrictamente musical. Cómo es capaz de
hacer un cubo de Rubik en minuto y medio, cómo
gana el MVP del partido de famosos y veteranos del allstar a base de alley-oops, crossovers y triples con su tierno físico, cómo es capaz de
actuar con total verosimilitud en un capítulo de CSI Las Vegas. ¡Joer, qué listo es! ¡Y cómo se codea con auténticos veteranos de la NBA!
Ahí me empezó a escamar el tema. Supongo que me debieron contar por aquellos entonces el chiste del conductor borracho y la autopista…
Voy a intentar ponerme serio. Supongo que el tono es una especie de autodefensa ante la hilaridad que puede provocar lo que estoy insinuando.
Cuando Justin llega al mundo real del business, continúa destacando en comparación con las grandes estrellas musicales como cuando subía sus propios vídeos a youtube al igual que tanta otra gente de su edad. Ciertas cosas de Justin sólo las adviertes cuando le ves en vivo. Una de ellas es su capacidad para las coreografías. Normalmente, se asocia a que estos niñatos no son capaces de cantar bien y bailar a la vez en vivo. Lo de Justin no es normal. Convierte cada canción o cada interludio en una oportunidad para mostrar su coordinación. No encuentro precedentes en ningún cantante adolescente que haya visto jamás. No es normal, lo sabe ver hasta quien no comulga con su estilo. Siempre acierta la dirección y el timing del movimiento del baile. Eso no es una cuestión de práctica. Tampoco hace nada muy especial, la cuestión es que parece que todo es demasiado fácil.
Mi idea puede parece absurda, pero es reflexionada. O sea, es una absurdez reflexionada. Creo, que, para empezar, con Justin nos encontramos con la propia limitación del lenguaje. No parece hacer nada especial, pero es capaz de dominar distintas vertientes. No sólo domina las variantes relacionadas con la música, sino que domina otros aspectos alejados de ella, como los cubos de Rubik o el baloncesto. Nada de lo que hace parece espectacular. Parece que hace lo obvio. ¿Por qué sólo él es capaz de realizar tantas cosas?
A ver si me sé explicar en esto, que no es fácil. Otros niños famosos dominan una faceta específica: son prodigiosos cantando, o tocando el violín, o jugando al baloncesto. En Justin, no. Suele parecer “fácil” lo que hace porque su gesto es casi, casi natural. ¿Tiene buena capacidad de memorización? No, o al menos eso parece. Simplemente su proceso no es el de los demás. No ve, interpreta la acción memorizada que debe hacer y entonces reacciona, como hacen el resto de personas. Lo que parece que hace su cerebro es “procesar instantáneamente” la información que sus ojos le transmiten (igual que el caso de la “cámara humana”), y éste direcciona a su cuerpo. Nosotros no nos podemos creer que alguien se aprenda un listín telefónico, (como hace algún savant) tan sólo con leerlo. No se trata de mera capacidad, que también. Es que para una persona normal, el proceso de intentar memorizar algo tiene algo así como dos pasos: la visión de lectura y el mensaje cerebral de que hay que memorizar eso (hablo de cuando la cantidad de información requiere un mínimo esfuerzo). Para un savant, es un solo paso, cuando mira, está grabando (quiera o no quiera) en su memoria. Para alguien normal, modificar sus movimientos tiene dos pasos: ser consciente de lo que debe realizar, y entonces modificar el movimiento. Para Justin, parece haber tan solo uno. Parece haber una especie de proceso “savant”, en comparación al resto de personas.
Sin rodeos (quiero decir, sin más rodeos). Lo que yo planteo es que Justin tenga, en cierta medida, una recepción de la información similar a la de los savant. De manera modesta, sí. Un savant no intenta calcular o recordar una imagen como lo hacemos nosotros, bajo nuestros parámetros. Simplemente, cuando le dicen la operación, lee el texto o recuerda una imagen, ésta aparece en su cerebro. A una velocidad muy superior a la del propio pensamiento racional. Integra en un solo proceso lo que los demás hacen en varios (además de que sería imposible recordar tantas cosas, pero ese es otro tema).
Lo estoy planteando en serio (creo). De hecho, me parece bastante más racional que el “es un niñato más sin talento”. Toda la gente relacionada con la música dice que es especial, pero nadie en qué o por qué.
En el documental referido (“Beautiful minds”) se comentan que los cerebros de los grandes genios de la historia están conservados y bajo estudio científico. Hay menos de cien savants en el mundo. No creo que se fijen en un cantante, pero si lo hiciesen creo que Justin sería un buen candidato.
Antes de pensar que lo que digo es una tontería, por favor, mirad el video.
Así, continuaréis pensando que lo que digo en una tontería, pero vosotros habréis hecho la tontería de perder el tiempo con un tonto. En estos días, deseamos para todo el mundo todo lo que queremos para nosotros. Diversión, polvos y tontura universal.
Feliz Carnaval.