A mí me parece que hay que leerlo en clave de competición electoral (elecciones generales) del PP a ver quién dice la más gorda con Ciudadanos. Cosa totalmente reprochable, por supuesto, porque las generales no deberían girar en torno a eso.el mc escribió:Parece que el Gobierno ha decidido entrar, después de años de inacción, en el tema que más pone las emociones nacionalistas a flor de piel: las lenguas (en el modelo educativo). Veo que las noticias que hacen referencia a esto baten récords de comentarios. Voy a lanzar algunas preguntas para intentar comprenderlo.
En primer lugar, ¿pensáis que van en serio o es una manera de meter presión para que se forme gobierno en Cataluña de una forma legal y razonable o es por otra razón, como ganar votos?
Ahora llega la clave: ¿por qué es tan grave para mucha gente en Cataluña (no solo indepes, pero ciertamente nacionalistas) que los padres catalanes puedan ejercer el derecho constitucional de que sus hijos puedan recibir educación en castellano? Es más, diría garantizar el deber constitucional de conocer la lengua (si es verdad, que se dan 2 horas semanales de castellano, así es como se enseña una lengua extranjera). Antes de que los indepes se me tiren a la yugular, diré algo más: me es completamente indeferente que los catalanes hablen castellano o no, pero entonces deberíamos ser coherentes y reformar la Constitución para permitir que el catalán fuera la única lengua oficial en Cataluña, pero con todas sus consecuencias: que a los catalanes no se les presuponga la competencia en castellano como lengua materna, sino que tengan que demostrarla como cualquier hablante extranjero con el correspondiente certificado oficial. Como a unos cuantos que ponen castellano lengua materna en su CV y creo que las pasarían putas para sacarse el C1 (estudiando lo conseguirían, claro).
Ahora, el problema subyacente: ¿por qué se siente uno tan especial por hablar una variante del latín mal hablado que ha ido evolucionando hasta convertirse en una lengua propia, pero que no es tan especial ni tan diferente de muchas otras que se hablan desde Portugal hasta Rumanía? No sé, entiendo que el hablante de vasco pueda sentirse especial por hablar una lengua aislada que nadie sabe aún de dónde viene (especial solo en eso, no que ello justifique su superioridad en ninguna otra faceta ni que deba ser titular de derechos especiales), pero la lengua catalan es una más, y además dentro de la coyuntura internacional actual es bastante inútil. Al final las lenguas son instrumentos de comunicación, que no se nos olvide. Entiendo que cada uno quiera hablar su lengua y "la de sus abuelos", que le encante comunicarse en ella y que quiera oficializarla para que no se pierda, como elemento de su cultura, y para poder utilizarla en todas las facetas de la vida. Pero de ahí a creerse tan especial y diferente... cuando vivía en Suiza, una compañera indepe (y universitaria) viajó a los Grisones y volvió entusiasmada al ver que el retorromanche se parecía muchísimo al catalán (más que el castellano, pensaba ella), porque "tienda" se dice "butia" o algo así... ¡como "botiga"! Miedo me da saber cómo se explican los orígenes de las lenguas. No digo que sea cosa de la escuela, sino de la familia y el entorno.
Los irlandeses han sido mucho más prácticos con este tema.
Las preguntas y debates "molestos" subyacentes yo intuyo que son:
1. Definir qué es "consenso" a favor de la inmersión (que es mayoría la de no mover ni una coma, creo que no se duda, pero una mayoría no es necesariamente "consenso").
2. Definir dónde está ese "consenso" (en la gente en general, en la comunidad educativa, en ambos sitios...).
4. Debatir sobre la conveniencia de fórmulas intermedias que no renuncien a la inmersión pero que puedan dan alguna hora extra al castellano.
5. Debatir sobre la constitucionalidad de la cosa.
6. Debatir sobre el balance coste/beneficio que trae romper el modelo de inmersión.
Temas peliagudos, en los que si la iniciativa de cambio no se genera de forma endógena, sino que es traído por el Gobierno de España, no se mejora demasiado, y sí se encabrona mucho.