u23 escribió:Dimantes escribió:Cada vez que alguien dice la palabra "nazi", y la dice mal empleada, mato un gatito.
Pregunta. ¿Te parece muy mal empleada para Torra y algunos de a los que ha escrito elegías?
Intentaré no saturar mucho.
Lo primero sería clarificar el nazismo; en este caso iré al movimiento raíz y tomaré al nazismo como una corriente de un movimiento más genérico como fue el fascismo europeo de postguerra (el japonés tiene sus propias peculiaridades pero que no influyen mucho ni en el europeo, ni en la concepción popular del fascismo, ni en la España de 2018).
Como movimiento político, se pueden distinguir cinco características fundamentales dentro del fascismo. Voy a enumerarlas y luego compararé con lo que me parece Torrá:
-Omnipotencia del estado. El estado y el dirigente fascista reconocerá la no separación de poderes, la no existencia de cortapisas a la acción del gobierno y la, en suma, justificación de los medios para conseguir los fines. Las garantías judiciales, legales o militares son abolidas en beneficio de la centralización máxima del poder y la planificación y articulación de la sociedad, la economía y la cultura desde la cúspide. No se admitirán ni la disidencia ni la oposición política.
-Imperialismo. El estado omnipotente debe poder alcanzar también su máxima potencialidad en el exterior, bien sea por razones de prestigio, política o economía. Para ello se servirá de cuanto sea necesario, incluyendo la militarización de la sociedad, el monopolio absoluto de la violencia y el control de las fuerzas de la represión y seguridad para mantener a la sociedad convenientemente movilizada.
-Culto al líder. La centralización del poder y la omnipotencia del estado no pueden avenirse con un liderazgo débil. La dirección del estado debe ser personal, con un líder mitificado al que hay que rendir pleitesía y que dirige y articula todos los engranajes de la sociedad. Este líder estará apoyado por una minoría cualificada o selecta entre los más capacitados para llevar a cabo la máxima potencialidad del estado y la máxima articulación militarista de la sociedad.
-Descrédito de la democracia. El sistema de rotación de gobierno no sirve, las democracias no sirven para encontrar a los grandes líderes fuertes, por tanto la forma de gobierno es una dictadura de corte personal articulada políticamente a través de un partido de masas que goza del monopolio de la representación parlamentaria, del cual y de entre sus filas se eligen y promocionan a las grandes personalidades que dirigirán el estado.
-Apelación al irracionalismo y al nacionalismo. Se hará una apelación a los valores etéreos y no racionales, habrá una crítica feroz a la cultura considerada como disidente o decadente y en su lugar se articulará un breve y esquemático cuerpo ideológico orientado a una serie de valores precisos: el prestigio del estado, las pasiones, el patriotismo, el nacionalismo, el irracionalismo, etcétera. El otro es el rival, no se admite la crítica interna y la propaganda además servirá para promover esos valores.
Con esto en mente. En la escala del 1 al 5 en Fascismos-Mussolinis me sale que Torrá tiene 1,5 puntos sobre 5 Fascismos-Mussolinis: 1 punto por el irracionalismo/nacionalismo, un 0,5 por la falta de garantías legales que ofrece todo este proceso (se quiere proclamar una independencia cuando no pueden ni cambiar una coma del estatuto de autonomía) y otro 0,25 por el rollo de los paisos catalans, aunque como de esto último no estoy seguro no me atrevo a adjudicárselo.
En mi opinión para que Torra y su gobierno fuesen fascistas tendrían que proponer: -Pasar por encima de todo el marco legal y legislativo (esto ya lo están intentando), -Imponer los paisos por toda Valencia, Baleares, Rosellón, Cerdeña y donde sea ya que estamos, -Puigdemont pasa a dar nombre a la principal calle de Barcelona y a las plazas de los ayuntamientos de cada lugar en Cataluña, -Nacionalismo atroz y deshumanización del otro, lo que proponen Hawk o Basile, -Sugerir algún eufemismo estilo "gobierno de transición unificado" o algo así que enmascare una dictadura.
Yo, personalmente, no veo que logren o quieran aplicar estos puntos. Torrá podrá ser racista, un conservador rancio de los que todos conocemos muchos y un tipo que, por sus escritos, da mala espina. Pero no un fascista o un nazi, al que le doy el beneficio de la duda de no creerle capaz de aplicar todo esto pero al que le cargo con el peso de considerar que si alguien propusiese todas estas delirantes ideas el no diría nada para evitarlo.