Lightning escribió:A ver chavales, otro debate de filosofía lingüística tipo Golpe de Estado y otros que hemos tenido no. Obviamente "guerra de legitimidades" será otro concepto susceptible de ser usado como propaganda política. Y aceptar que hay, ha habido, se ha planteado y el Estado Español está ganando una "guerra de legitimidades", es algo que no entra en según qué cabezas imparciales y objetivas. ¡Un paso atrás en la unidad de España y su legitimidad que alguien se atreva a cuestionarla!
El caso es que se hizo y se está haciendo cada día que alguien habla de govern a l'exili, president a l'exili o presos polítics. Términos prohibidos en la televisión pública catalana, por cierto, en otra muestra más de la necesidad de negar esa legitimidad. Como ya he dicho, si a alguien le duele el término guerra, que utilice enfrentamiento o cuestionamiento. Y, en cualquier caso, que no se olvide de que desde el primer momento he dicho "ganada por el Estado español".
Porque obviamente, comparar lo que hizo Puigdemont (abrir una cuenta de Twitter cuando con el 155 quitaron la del Govern de la Generalitat) poco tiene que ver con coger militares para enfrentarlos entre sí. Y por suerte poco tiene que ver. De hecho, cuando saqué el término "guerra de legitimidades" era para señalar que esa era la máxima "guerra" que se había planteado. Así que lo repito: enfrentamiento, cuestionamiento... poned la palabra que queráis.
A partir de aquí, sois libres de seguir mostrando la capacidad de perspectiva y no implicación en ninguna de las dos legitimidades planteadas con total libertad.
Que no, hombre, que no. No es un debate de filosofía lingüística tipo golpe de Estado. De hecho, yo he entendido en todo momento el término guerra en un sentido muy expansivo (no como enfrentamiento militar).
Hay una dialéctica, un discurso propagandístico que puede hacer pensar eso que dices tú, pero no hay nada. Y no porque haya sido ganada de antemano por el Estado español, sino porque no ha habido ningún intento de crear una guerra de legitimidades real. Y ha habido oportunidad para ello. Cuando Rajoy aprueba el decreto que aplica el 155 y seguidamente convoca elecciones, los indepes lo tenían muy fácil. No solo dicen que si eso es ilegítimo y que vamos a hacer una paella insumisa, sino que deberían haber dicho que ellos no se iban a presentar a esas elecciones, haber llamado a sus votantes a boicotearlas y haber intentado seguir celebrando plenos en la sede parlamentaria. Además, los funcionarios indepes podrían haberse declarado en insumisión al Gobierno español.
Eso sí habría sido al menos un intento de provocar una guerra de legitimidades, más allá del éxito que hubieran podido tener en ser reconocidos como los legítimos representantes del pueblo catalán fuera del mundo indepe. Pero nada de eso sucedió en Cataluña. Eso es lo que ha pasado en Venezuela, que dos personas dicen ser los legítimos representantes del mismo Estado según una interpretación diferente de la misma legislación, y además ambos tienen suficiente poder como para no ser derrotados del todo por el otro. Eso es lo que sucedió en las independencias de Croacia y Bosnia, que hubo minorías que (1) boicotearon el referéndum y (2) crearon su propio "Estado" en un territorio, con instituciones (y ejército). Eso es una guerra de legitimidades. Lo que tú describes no es más propaganda. Es más, diría que el País Vasco en época de ETA estaba mucho más cerca de una "guerra de legitimidades".
Digo yo que para considerar una situación una "guerra de legitimidades" o de lo que sea, todas las partes en conflicto deben tener un poder, una cierta posibilidad, aun pequeña, para poder imponer su legitimidad a la otra parte. Y para eso hay que intentarlo. Por todo ello, el procés no es en realidad ningún problema para el Estado español, más allá de la propaganda de descrédito que trata de llevar a cabo. Este no es un problema menor, pero no hace tambalear nada la legitimidad del Estado y el reconocimiento de la misma. Por último, esta renuncia a plantear una "guerra de legitimidades" real por parte del mundo independentista, incluso aun habiendo tenido esa oportunidad, es lo que me lleva a pensar que en realidad los líderes indepes no quieren la independencia, y la mayoría de la "base" indepe tampoco, o más bien no sabe qué significa esto porque no comprende realmente qué es un Estado más allá de los símbolos nacionalistas (bandera, himno, la tapa del pasaporte, selecciones deportivas...).
Y sobre la frase en negrita: no mientas. Esos términos no están prohibidos en la TV pública catalana, sino que se prohibieron durante la campaña electoral porque es evidente que violan la neutralidad política que debe tener un medio de comunicación público, y más en campaña electoral. Los medios privados pudieron decir lo que les diera la gana. Yo no oí en RTVE decir "los partidos golpistas" para refererirse a ERC, JxCat, etc.