PACO DE LUCÍAEL DUEÑO DEL FLAMENCOLa música es un poderoso elemento cultural. Es reflejo de pueblos, economías, idiosincrasias y estados de ánimo. Y esta relación de reciprocidad es más fuerte y directa en géneros musicales calificados de "centenarios", emparentados con los diferentes pueblos en los que ha ido encontrando desarrollo, casi siempre de una forma clandestina, lenta, sufrida y rodeado de misterio e incertidumbre.
Una de esas músicas es, como no, el Flamenco. Datar el inicio, el modo, el lugar y la forma en la que el Flamenco fue concebido es trabajo arriesgado para gente impulsiva y supuestamente estudiosa. Recientes investigaciones han querido situar este punto de partida alrededor del S.XVII. En cualquier caso, es evidente la longevidad del arte Flamenco. Y como elemento vivo, sigue la propia y lógica evolución, en manos de una inabarcable sucesión de hechos y artistas. Uno de ellos es del que hablamos en este antepenúltimo capítulo.
Vaya por delante una cosa:
Cualquier lista, ranking o clasificación
que situe a FRANCISCO SÁNCHEZ GOMES en el puesto número 3 carece automáticamente de valor. Mi post no tiene ese problema, pues no vale nada desde el principio, pero a su vez presenta una sola virtud: Está basado en la honestidad y la pasión. Y mi pasión es el Cante. Lo mío es el Cante. Yo llegué al Flamenco por el Cante, la guitarra vino luego. Y con ver el listado de los 20 artistas, se da uno cuenta que 18 son (o serán) cantaores y sólo hay dos guitarristas, Paco de Lucía y Tomatito (con un denominador común no muy difícil de sacar).
Además, la entradilla ("El dueño del Flamenco") es suficientemente aclaratoria.
Así pues, una vez aliviada mi conciencia, podemos entrar en materia.
La guitarra en el flamenco goza en el S.XXI de una salud primorosa. La técnica, hablando siempre en general, se mueve en un nivel realmente alto. Son infinidad de guitarristas los que tocan limpio, con gran sonoridad y armonía. Los discos de guitarra ven la luz, y un guitarrista puede llenar un teatro igual o incluso más que cualquier cantaor. Hoy la guitarra flamenca es un instrumento prestigiosísimo.
Pero esto no siempre fue así. Todo lo contrario. Dentro y fuera del Flamenco quedaban barreras que superar.
Por un lado,
la guitarra tenía un carácter eminentemente secundario (o mejor dicho, complementario) dentro de la cultura flamenca. Es muy importante destacar esto, a la vez que darle el matiz justo. La guitarra era un sostén para el Cante. El Cante debía recibir la ayuda de la guitarra. El guitarrista apenas tenía derechos.
Se cuenta una anécdota muy bonita que sirve para explicar esto.
El carácter aguerrido y pasional de Caracol se cebó con un pobre guitarrista de cuyo nombre no puedo acordarme. Se dice que Caracol no anduvo muy afortunado, y al terminar el cante, se levantó y poco menos que dirigió sus iras hacia el tocaor, recriminándole que no sabía acompañar, que lo había perjudicado y que le trajeran otro guitarrista inmediatamente. Por supuesto, no cabe la posibilidad de que Caracol, como humano que era, cantase "mal" esa tarde
En alguna ocasión, se daba en los festivales el hecho de que los cantaores "se pasaban" a los guitarristas, o de que un mismo tocaor acompañaba a varios cantaores.
En este punto, hay que aclarar una cosa, fundamental: El arte de acompañar es un talento indiscutible y que, bajo ningún concepto puede ser minusvalorado. Han pasado a la historia nombres con una capacidad de ponerle música a la música absolutamente mágica. A lo largo de este post hemos ido viéndolos y disfrutando con ellos: Parrilla de Jerez con su Paquera, Morao, su herencia Moraito, el inenarrable Paco Cepero, qué decir de Melchor de Marchena, un hombre capaz de acompañar hasta el éxtasis ni más ni menos que a gente como Antonio Mairena, Manolo Caracol o La Niña de los Peines. Casi na.
En este punto, explicada la mayoría de la guitarra flamenca desde los años 60 hacia atrás, existen excepciones claves.
Abarcando todo el cante más clásico, esas décadas que citabamos antes, aparece
Niño Ricardo. El Niño Ricardo fue la referencia del toque para todos los de su generación y la que vendría después. No hay guitarrista nacido entre los años 30 y 50 que no tenga al Niño Ricardo en la cabeza. Ninguno, sin excepción. Dotado de una flamencura increible, fue el primero que, se puede decir, empezaba a crear "lenguaje flamenco".
Y el otro nombre es, como no,
Sabicas. Nacido ocho año después, Sabicas llevó una vida diferente. Abandonó España antes de la Guerra (con 24 años) y sería en el extranjero donde aportaría principalmente el comienzo de la exportación del Flamenco. Sabicas, que no era andaluz, tenía parte de formación clásica (amigo de Andrés Segovia), y eso se reflejaba en parte en su toque. Sabicas fue la primera estrella flamenca en el mundo. La crítica le adoraba. Incluso fue el primero en tocar, sin gran acierto a juicio del propio Sabicas, la fusión con otras músicas y músicos, como Joe Beck.
En este contexto llega el siguiente punto a explicar. Si acabamos de centrarnos en el peso de la guitarra dentro del Flamenco, así como del panorama interpretativo, ahora toca hablar de la guitarra en sí.
La guitarra, española, clásica o como se la quiera llamar fue "dignificada" en el mundo clásico por
Andrés Segovia, (nacido en 1893) que la puso en un escenario con todos los honores gracias a la calidad de su música. Esto, entre otras cosas, podemos decir que dio a la guitarra clásica un peso, un status que el flamenco, arragaido en un estrato social sufridor y doliente, aún no tenía.
La guitarra clásica se permitía el lujo de mirar por encima del hombro a una flamenca todavía limitada por todo lo explicado.
Y en ese punto, llegó el suceso* más importante de la historia.
"En nuestros discos lo que sí había era mucha rabia. Yo siempre la he tenido y Camarón también, no sé por qué ni que era lo que la motivaba en él, pero la mía me viene de niño cuando en el mundo del flamenco y mucho más fuera de él y sobre todo dentro de la guitarra clásica, a los guitarristas flamencos se les trataba con verdadero desprecio"*El Suceso.Francisco Sánchez Gomes (1947), hijo de Antonio Sánchez Pecino, guitarrista para subsistir en juergas donde el señorito daba dinero al
probe, y dueño del atemporal "puestecito en la plaza", y de Luzia, portuguesa de nacimiento, nació en Algeciras, provincia de Cádiz. Su hermano, Ramón de Algeciras, que nos dejó en este 2009, fue un guitarrista fundamental para la historia del Flamenco contemporáneo, hecho del que seguramente no se haya hecho justicia y, me temo, por cuestión de espacio, no podremos rendir homenaje aquí tampoco. Maestro de Paco junto a su padre, vivió a la sombra del Suceso. Hermano también de un currante de la música como Pepe de Lucía, cantaor, cantante, letrista, etc, así como también de Antonio y María, que nunca pisaron un escenario.
Pronto su padre le daría su lugar en la vida, al ver que su hijo era diferente, era especial.
"Incluso antes de empezar a tocar la guitarra ya conocía el compás, ya sabía tocar ... soleá, bulería ... todos los ritmos ... y le decía a mi padre: "Esa falseta no está acompasada". Y mi padre decía "¡Y una mierda!" Pero yo insistía: "No, no, está desacompasada", y reproducía el compás sobre la mesa y comprobábamos que tenía razón. Esto sucedía antes de que empezara a tocar la guitarra". Esa es la razón por la que los gitanos son los mejores, oyen la música desde que nacen".
“A veces pienso que de no haber nacido en la casa de mi padre, ahora sería un don nadie”“Cuando cumplí nueve años mi padre me dijo:“¿Hijo, sabes leer y escribir?”“¿Hijo, sabes sumar, restar, multiplicar y dividir?” “Ya no te puedo seguir pagando la escuela, quédate en casa, tendrás todo el día para tocar la guitarra y podrás llegar a ser alguien.”Y Paco vendió su niñez, su alma, por tocar. Sesiones de diez, doce horas al día, que acababan a la noche, cuando Don Antonio llegaba de trabajar donde pudiera. ¿Cuánto has tocado hoy, has estudiado? "Sí papá, doce horas". Cuando estimaba que las horas no habían sido suficientes, ese día no le acariciaba el pelo.
Con doce años (¡doce!) hizo las Américas, ya había que volar, había que comer. De gira con una compañía flamenca, cuando los demás niños juegan inocentes a la pelota, Paco empezaba a explorar un mundo al que, no mucho después, pondría a sus pies.
Por supuesto, no fue ajeno a la influencia de los maestros. En sus inicios, las falsetas del Niño Ricardo copaban su toque. "Como toca las falsetas de Niño Ricardo ese chaval", se escuchaba.
De hecho, se cuenta una divertida anécdota de un joven Paco delante del gran Sabicas, tocando, en su mayoría por Niño Ricardo. Sabicas le daría un consejo interpretable. "No toques por Niño Ricardo". Paco dice que si hubiera tocado por Sabicas seguramente este no le hubiera dicho eso
Todo en tono de humor, por supuesto.
Pasaban los años, la década de los 60 transcurría y Paco de Lucía ganaba más y más prestigio, su música iba ganando forma a la vez que alejándose de influencias externas. Discos a Lorca, con su hermano Ramón ...
"Yo grabo mi primer disco, y todo lo que hago es composición mía, todo nuevo. Y el siguiente disco me planteo que tiene que ser totalmente nuevo, que no se parezca al anterior. Y así sucesivamente, sin darme cuenta, fui creando un lenguaje".(1967)(1969)1969 es el año del debut discográfico, aunque el milagro había ocurrido meses antes. Se desconoce como.
"Fueron la conjunción de Urano con Saturno"Decíamos al principio que toda música con décadas de desarrollo tiene un arraigo que la hace inmovilista en gran medida. Y sólo los genios son capaces de agitar ese legado. Sin embargo, el Flamenco vivió un alumbramiento inédito e irrepetible, algo que concede a esta unión la categoria de acontecimiento milenario.
Efectivamente, Paco de Lucía y José Monje Cruz, Camarón de la Isla, a la edad de 21 y 18 años, respectivamente, unían sus caminos.
Este no es lugar para hablar de Camarón, quizás llegue el momento, quizás no. Pero es inevitable.
"Paco encontró en José a su ventrílocuo"Esta frase es, sin duda, una de las más grandes y acertadas para explicar a Camarón PARA Paco de Lucía (el camino contrario tendrá que esperar).
Paco llevaba dentro un lenguaje que poco a poco iba comunicando, tenía dentro una renovación estilística TOTAL no de la guitarra sino, como decimos del lenguaje flamenco. Y Camarón fue el conducto perfecto, la garganta más afinada jamás vista, el sonido de la irrealidad. Paco podía crearlo todo, su voz no tenía límites. Y es que por todos es conocido que Paco de Lucía ambicionaba ser cantaor, no guitarrista.
"Lo mío era el cante, pero como no sabía y era muy tímido, me escondí detrás de la guitarra".
"Cuando conocí a Camarón descubrí a mi héroe".Durante 10 años, durante 9 discos, Paco de Lucía y Camarón de la Isla, sin apartarse de la pureza, crearon, ni más ni menos, una música nueva.
El detalle de "con la colaboración especial de Paco de Lucía" no es casual. Aunque sacaban disco cada año durante los 70, Paco de Lucía nunca fue el "tocaor" de Camarón en festivales, o lo fue muy poco tiempo (Paco Cepero o su hermano Ramón solían ir con Camarón). Paco de Lucía creaba su música siempre en consonancia con Camarón, inspiración mútua, pero Paco sacaba sus propios discos y tenía como principal objetivo ser concertista flamenco. Algo que no existía ni por asomo.
En 1973 llegaría el primer pelotazo.
"Fuente y Caudal".
(1973)El Flamenco se ponía del revés con este disco. El éxito tenía un nombre: Entre dos Aguas. La famosa rumba, que curiosamente fue compuesta en último lugar, en un plazo de dos días, por necesidades estructurales del disco, llegó a las radios, al extranjero, fue un éxito mundial que aún hoy perdura.
Pero el disco para los puristas fue mucho, mucho más que Entre dos Aguas. La taranta que da nombre al disco, la bulería, algo totalmente nuevo armónica y rítmicamente, los bellísimos fandangos "Aires Choqueros", que 36 años después parecen grabados hoy día y no han sido superados.
El Flamenco palpitaba, Paco de Lucía tenía ya tratamiento de genio, con una técnica absolutamente superior a todos sus coetáneos, con una composición totalmente diferente a todo. No estaba ganando todas las batallas, estaba arrasando.
Y dos años después, llegaría la gran venganza. Iba a enterrar otro fantasma del pasado.
(1975)"Quizá no le perdonaron nunca que su manager Jesús Quintero le abriese las puertas del Teatro Real en 1975. La catedral de la música clásica española no había acogido hasta entonces al flamenco"Ese día Paco de Lucía era mucho más que un guitarrista, que un artista. Paco era la bandera de una cultura, de una música incomparable que había sufrido y sufría. Y él, con su técnica, con su sufrimiento de años, con su niñez pérdida, había puesto al Flamenco donde siempre debió estar.
Había ganado otra batalla, pero esta no era una más.
Pero Paco no perdía el tiempo, y sí, aunque parezca mentira, un año después, llegó otra revolución.
(1976)"Fue el punto de inflexión". Bueno, otro más, no sería el último. Con este disco Paco nos ofreció lo que parecía imposible: Hablar otro idioma distinto a Fuente y Caudal. Nueva armonías, nuevos ritmos, una técnica que se adelantaba 50 años a su tiempo. Mítica es la bulería "Almoraima", e históricos e insuperable los trémolos de "Cueva del Gato" (mi pasaje favorito de la música, en general).
Los guitarristas noveles no se creían lo que veían. Vicente Amigo ("Cuando lo escuché con 3 años, me enamoré. Lo es todo"), Tomatito ("Es el Dios de la Guitarra, el Padrenuestro") y tantos otros empezaban a poner a Paco en un escalón superior al de mejor guitarrista. Era, simplemente, la palabra de de Dios.
En 1978 interpretaría a Manuel de Falla con un virtuosismo único. El acercamiento a lo clásico siempre era polémico. Paco de Lucía para el mundo de la guitarra clásica era un elemento incomodo en cierta medida. Su técnica le permitía incursionar en cualquier mundo de seis cuerdas, y llevarlo a su lenguaje Flamenco. Paco de Lucía no interpretaba piezas ajenas, las hacía propias. Y eso aturdía.
En 1979 se separa de la alianza con Camarón (aunque durante los 80 siempre participaría en los discos de este) y los 80 cambiarían el tercio por completo, a raíz del disco de 1981.
(1981)Solo quiero Caminar fue el primer disco de la formación conocida como el "Sextero de Paco de Lucía". Este disco (sí, una vez más) fue la definitiva revolución estructural del Flamenco. Paco de Lucía estaba volando hacia el Jazz, rodeándose de músicos maravillosos como Jorge Pardo, Benavent, Rubem Dantas (con la importación del cajón al Flamenco), etc.
Live One summer night (1984). Un disco escandaloso. El Sexteto en directo.
Pero Paco no se conformaba, y junto a
Al Di Meola y John Mchlaughlin formó el famosísimo y tremendamente exitoso,
Guitar Trio.
Friday Night in San Francisco es el disco más vendido de la historia de la guitarra. Yo he de decir que prefiero casi cualquier otro disco de Paco.
Paco de Lucía viajaba y se sumergía en el Jazz, importando siempre, trayendo lo mejor de otras culturas hacia la guitarra flamenca, en especial en el capítulo de mejoras armónicas, donde la guitarra flamenca tenía aún un mundo de posibilidades.
La virtuosidad del trío era digna de ver, casi como un espectáculo circense. Paco siempre hablaba en tono muy modesto, consideraba que iba allí a aprender. No era del todo cierto y John Mclaughlin lo confirmaba: "Es el mejor".
Siroco
(1987), con alegrías históricas como "La Barrosa", el homenaje eterno a su maestro en forma de soleá "Gloria al Niño Ricardo", el avanzadísimo Zyryab
(1990), con la Taranta "Tio Sabas"... se consideran discos que hoy día no sólo no están desfasados, sino que son el punto de partida de cualquier guitarrista para componer.
Y en 1991, llegaría la gran pelea con el mundo clásico.
Paco de Lucía se preparaba para interpretar el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo. Y lo hacía sin conocimiento musical. Lo aprendería de memoría.
La versión ha dado mucho, mucho de que hablar. Y la verdad, me parece un debate estéril con el que no perder mucho tiempo. Los clásicos, como Narciso Yepes, atacaron a Paco con dureza. Sin embargo, Joaquín Rodrigo, compositor de la pieza, la definió como "bella, exótica e inspirada", así como manifestó ser la versión más cercana a como él la había concebido en su mente.
Lo cierto es que Paco abordó Aranjuez sin dejar nunca de ser Flamenco. Él era y es el Flamenco, se siente a un escenario con un clásico o con Chick Corea.
Luzía, en 1998, homenaje a su madre fallecida meses antes ... y en donde, por primera vez cantó para homenajearla, a ella y a su querido Camarón, que 6 años antes se nos habia ido.
"Con lo mucho que yo lo quería, se fue de mi vera, se fue para siempre, pa toíta, pa toíta la vida ... ay Camarón!"En 2004 (ese año publicó su penúltimo disco), Paco recibiría dos galardones de importancia.
Por un lado, fue
Principe de Asturias de las artes.Por otro lado, fue nombrado
Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz.“El doctor de la guitarra” , lo definieron.
En 2010, seis años después (
"Tardo tanto en hacer un disco porque pretendo que haya algo nuevo; no sólo un tema nuevo, sino una idea nueva”), Paco publicará el que, quien sabe, puede ser su último disco. Él sólo anuncia su retirada de las giras, de los escenarios, pero no de los trabajos discográficos. Sea como sea, sólo él puede decidir. Los aficionados Flamenco no tenemos derecho ni nos atrevemos a pedirle absolutamente nada más. Lo único que podemos decirte, y bien alto es:
¡¡GRACIAS PACO!!En el mundo de la música hay pocas figuras indiscutibles, pocos genios capaces de sobrevivir durante décadas sin recibir una mala crítica. El caso de Paco de Lucía es, probablemente, único.Paco de Lucía, seis cuerdas, un corazón, una música, un pueblo.
EL GENIO.