Yo es que creo que aparecer en el documental no es tan sencillo.
De hecho, los que aparecen no son gente que se comprometa, para decirlo de alguna manera, a excepción quizás de los vecinos de la zona que comentan que ya interesa que haya esa gente en el teatro.
El resto, al fin y al cabo, creyéndome el caso, ya les han jodido bastante la vida como para no poder salir a contarla.
Leía hoy una reflexión importante que es que para dejarles la hipoteca pagada a los hijos, les dejaremos un futuro de mierda.
SeMpErE escribió:Llevo todo el día pensando, "respondo luego", y me estaba entrando una pereza tremenda. Además, como había dicho, no quería desviar el hilo, porque me parece que lo más importante no es la construcción del documental.
Antes de nada decir que yo no soy un gran fan de los documentales y que veo muy pocos.
Para empezar diré que lo que más me ha gustado del documental, de lejos, es el minuto de "odio". Le llamo así porque cuando lo veía pensaba en la novela de Welles. Y me parece maravilloso ponerlo al principio con cosas cotidianas y al final, con el tarado ese.
Pero el documental me parece que falla. Para empezar, y aunque entiendo que son testimonios muy importantes, tanto el sudamericano como la novia me parece que transmiten poco. La novia además me parece que transmite poco por su vocabulario (es abogada) y me recuerda tremendamente a cuando hablan los políticos o, en mi tierra, los nacionalistas. Con cosas que me tocan tanto la fibra me parece que podían haber sacado mucho más. A mí ya me habían ganado antes de verlo.
De todas formas, diré que lo de malísimo era una exageración, me parece aburrido. Y repito lo que he dicho antes, a mí ya me tenían ganado, así que conseguir que me aburra es un poco cagada.
Por otro lado, el docu empieza bastante bien, pero llega un punto, creo que es cuando empiezan a insistir con el portavoz de la policia, que se vuelve farragoso. No me interesa. Entiendo que es importante, porque ellos basan gran parte de los argumentos en la contradicción de las versiones de la policía y la palabra del alcalde. Pero para mí gusto se despega bastante, emocionalmente, de Patricia y su caso.
Al final vuelve otra vez un poco por la senda, elevando el nivel, pero no llega a la tensión del principio. La forma en la que intentan hablar de que la culpable de su suicidio es la encarcelación injusta, me parece que es como con miedo a decirlo a las claras. "En gran parte..." No copón, esa tía se tiró por culpa de unos maderos tarados. Que luego la realidad puede no ser del todo así, pero el mensaje pierde contundencia.
Además, también me parece que aparte de las entrevistas y las imágenes de aquel día, hay poco material. Quicir, son todo entrevistas, todo. Y por último, me parece que hay mucho texto, muchísimo. Más de lo necesario. Si hay tantas cosas que no se pueden explicar con imágenes y sonidos, igual es que no tienes tanto material como para un docu.
Joder, parece que hayamos visto cosas diferentes. Tu y la gran mayoría de gente que lo ha visto.
Silvia, como comentan, se ve que fué entrevistada poco después del suicido de Patricia, que por otro lado, dicho por los mismos directores, es la protagonista del documental, el vehículo, pero no la base.
Aquí lo que se denuncia es un caso de manipulación y corrupción, salpicado por el suicidio de una persona, que para más inri, su detención todavía es más rocambolesca que la de los sudamericanos. El suicidio de Patricia es un reclamo, aunque suene fuerte, de lo que puede llegar a causar la corrupción y la manipulación.
Por otro lado, a mi no me dió la impresión de que se quisiera decir que la culpa del suicidio de Patricia fuera de la encarcelación injusta. De hecho, la expareja comenta que en la cárcel había conseguido un cierto status, se había conseguido ganar un cierto respeto, y también se la sacó de ese ''comfort'', para darle ese tercer grado sin sentido, como compensación.
Es ese sentimiento de incredulidad, de estar tratándote como un juguete en manos de no se sabe quién y no se sabe porqué, de no dejarte vivir, el que llevó a Patricia a quitarse la vida. El tener libertad sin tenerla. El no saber que es lo que podría llegar el día de mañana, si cada día iba superando al anterior.
Me sorprende también que encuentres a faltar imágenes. Esto es periodismo social, se ha investigado un caso, y se ha presentado de la mejor manera posible. No se ha planteado un caso, para poder tomar imágenes, y después poder presentarlo.
A mi parecer es como críticar que las imágenes del lanzamiento de objetos a los polícias son malísimas. Son las que hay, y a partir de las que se ha investigado el caso.
Los testimonios de las personas son lo más importante. Si hubieran imágenes, casi que podríamos decir que no habría caso, estaría todo claro.