Así es, maese Roderic.Roderic escribió:Hembrismo... no sé. A mí me recuerda más al whiteknighting de toda la vida. Entre "las mujeres y los niños primero", el poner el abrigo sobre un charco o esto no hay mucha diferencia. Es el proteger a la "desvalida mujer" cuando lo que habría que hacer en todo caso es proteger a las mujeres desvalidas. Nótese el matiz gramatical.Merrylinch escribió:Ya.hoeman escribió:A mí me parece bien que se otorgue asistencia juridíca gratutita ya que es una forma para ayudar a visibilizar el maltrato; si no denuncian siendo maltratadas, al menos que no sea por tema económico.
No obstante, para concienciar se debe educar, tanto a hombres como a mujeres.
Y se les proporciona asistencia jurídica gratuita por ser mujeres... y por el tipo de presunto delito que denuncian.
En la sala de al lado, un pobre hombre (o mujer) que tiene justo lo puesto no goza del mismo privilegio a la hora de denunciar otro delito, puede que incluso más grave, porque... pues porque no, porque es lo que hay.
Que no cuenten con mi apoyo para algo así.
Si se conceden ayudas especiales en materia jurídica, que sea para todos los ciudadanos, para todos los casos (dentro de una gravedad) y dependiendo tan solo de los recursos económicos del interesado.
Cualquier otra cosa... Hembrismo.
Me saldreis algunos con casos y estadísticas de que las víctimas de viogen pertenecen a un estrato social y económico blablabla que parece más propio de la España de los años 40 que de este siglo. Respetaos y distinguid las situaciones.
Una de las principales características del Hembrismo, tanto del ejercido por las propias mujeres como el perpetrado por esos Caballeros Blancos que menciona, es que parte de la premisa fundamental de que las mujeres, por sí mismas, no valen un pimiento.
Sirva como ejemplo la reciente oleada de denuncias por acosos sucedidos hace incluso décadas ... supongo que visto en perspectiva es una variante del conocido tópico de "va una mujer al baño, van todas" .
Al parecer ninguna de las actuales denunciantes reunió el valor necesario para ir al servicio sola, de hecho el Hembrismo nos cuenta que ES LÓGICO QUE NINGUNA SE ATREVIERA A IR SOLA AL BAÑO... porque al parecer el trayecto hasta el baño era muy peligroso... hasta que una valiente no pudo aguantarse más las ganas, y ya luego todas la siguieron en manada, con la vejiga reventando literalmente.
Yo quisiera que algún hembrista me explicara cuáles eran esos peligros que acechaban a esas mujeres en su trayecto hasta el WC.
O, en su defecto, en su trayecto hasta un juzgado o el micrófono de un ávido periodista.
A lo peor resulta que hasta este preciso momento los juntaletras NO habían jamás gozado como un puerco en un barrizal con un buen escándalo ...