Una subida del IRPF a las rentas más altas no ayudaría a nuestro país a cuadrar el déficit. Los expertos consultados por este diario se muestran tajantes a este respecto. El motivo es que esta medida apenas tendría un impacto positivo en la recaudación y, sin embargo, sí podría provocar un retroceso de este tipo de declarantes, que tiene la posibilidad de buscar otro ámbito fiscal o de establecerse en otro país para tributar menos. ¿Y bajar impuestos reducirá el déficit?
Los economistas ponen como ejemplo lo sucedido recientemente en Francia o, sin ir más lejos, el descenso en el número de declarantes de renta alta que se registró en nuestro país, tras la subida del impuesto aprobada en 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Entonces, el Ejecutivo elevó el tipo marginal máximo de los rendimientos del trabajo del 45 al 52% (porcentaje que en el caso de algunas comunidades autónomas escalaba, incluso, al 56%). En las estadísticas de declarantes del IRPF se observa cómo, tras el aumento de este tributo, el número de contribuyentes que percibe rentas superiores a 60.000 euros cae un 10,5% entre 2011 y 2012: se reduce en 71.792. El mayor retroceso lo registran, precisamente, los contribuyentes con rentas más altas, las superiores a 600.000 euros -que caen cerca del 18%, a 4.618-.
Pocos contribuyentes
Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, recuerda que un porcentaje muy bajo de los contribuyentes tiene ese nivel de renta. De hecho y, según las últimas estadísticas publicadas por la AEAT, las rentas superiores a 60.000 euros apenas representan el 3% del total de declarantes. En su opinión, se trata de una medida "muy populista" y que a nivel recaudatorio tiene muy poca importancia, dado que donde más se recaba es en los tramos medios.
Algo más del 54% de lo que Hacienda ingresó por este tributo en 2013 -último dato desagregado por tramos- provino de las rentas entre los 21.000 a los 60.000 euros y un 32% de las rentas superiores a los 60.000 euros.
Dado que la mayor parte de la tributación corresponde a rentas del trabajo, "a quienes afectaría realmente una subida del IRPF sería a los asalariados -por cuenta propia o ajena-, dado que las rentas del capital van en una base imponible aparte", señala Bernal, quien recuerda, además, la salida de grandes fortunas que provocó en Francia la aprobación de un tipo del 75% para los ingresos más elevados por parte de François Hollande en febrero de 2012.
Miguel Pérez de Ayala, profesor de la Universidad San Pablo-CEU y asesor fiscal, coincide en la tesis de que una subida impositiva puede hacer que esas rentas no se devenguen y, como consecuencia, acabe traduciéndose en un descenso de los ingresos. "El problema es que muchas rentas están sujetas y otras pueden evitarlo o pueden tributar de otra manera", apunta.
¡¡¿¿CUÑADANOS PLAGIANDO??!!Hay_sinla escribió:
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