Simpkins escribió:Lo que te están diciendo es que la discriminación positiva es una solución artificial a la vez que una arma de doble filo con el que muchas mujeres, feministas, no comulgan.
La solución real pasa por muchas otras medidas, evidentemente más lentas, menos lustrosas, que dan menos rédito político, pero mucho más efectivas, justas y estructurales.
Cuando se argumenta la escasa presencia de la mujer en puestos directivos, cuando se argumenta que la mujer, en general tiene menos acceso y oportunidades laborales, lo hacen olvidando que la mayoría de mujeres que están en la edad media de los directivos de empresa, no fueron formadas en el entorno actual. Se olvida que, a día de hoy, las mujeres encajan mucho mejor en el sistema educativo actual. Se olvida que muchas más acceden a formación universitaria, se olvida que hemos atravesado una crisis brutal que ha impedido que los jóvenes que ahora están en la treintena accediesen al mercado laboral con las mismas garantías de progresión profesional que sus padres, lo que implica que las primeras generaciones donde este cambio de dinámica en cuanto a diferencia de nivel de formación entre ambos sexos empezaba a acentuarse, estas se viesen frenadas por un entorno coyuntural global que castigó tanto a hombres como a mujeres.
La solución no pasa por cuotas y discriminación positiva, porque este tipo de medidas modifican la fotografía (cosa que interesa a los políticos) sin incidir en las causas, son medidas que se perciben de modo injusto, que no solucionan nada a nivel efectivo y que, por lo tanto, tienen todos los números para ser contraproducentes.
Repito, la mayoría de mujeres, algunas que conozco, manifiestamente feministas, que han sido capaces de llegar por méritos propios a sitios de responsabilidad, ven con mucho recelo este tipo de medidas.
De nuevo, la presencia en la Constitución del 9.2 nace por una razón que es transversal a cualquier discriminación: la igualdad de derecho no implica la igualdad de hecho. Era algo evidente hace cuatro décadas y lo es a día de hoy. No porque yo lo diga, sino porque los hechos lo dicen.
De verdad, no os preocupéis tanto que las leyes que la recogen dejan bien claro una cosa: una vez conseguida la igualdad efectiva, no tendrán cabida las políticas positivas. Al que le pique, que solicite amparo al TC por incumplimiento del 14 o encuentre a quién quiera presentar un recurso de inconstitucionalidad de la Ley de igualdad. Cuando le manden a cagar a la vía, que encuentre la mayoría necesaria para ventilarse el 9.2. Ánimo con ello.
PD: Yo te digo que la mayoría de feministas que conozco están a favor y estamos en paz. Si quieres que entremos en harina me lo dices y buscamos literatura al respecto, a ver quién tiene más de su lado.