por Genjuro »
15 Oct 2017, 21:03
430. La edad de las ilusiones (István Szabó, 1965) - 6,5
Un clásico argumento sobre la falta de madurez, o quizás sobre el proceso de maduración, de un joven ingeniero que va saltando de relación en relación. Al mismo tiempo, se refleja un empuje laboral que previsiblemente se irá perdiendo según el sistema y el propio trabajador le/se acomode. Por el camino el film plantea el rol de la mujer dentro de la relación de pareja y de la sociedad. El poso histórico de los personajes está presente, del país mismo, quizás sugiriendo una metáfora de la trayectoria de Hungría tras el final de la Segunda Guerra Mundial: ¿la inmadurez del 56 y el acomodo posterior? Szabo plantea un montaje de escenas inicialmente más atropellado y sincopado para ir solidificando la narración al ritmo al que sus personajes ensayan estabilizar sus vidas.
431. Budapesti tavasz (Félix Máriássy, 1955) - 6
Nos situamos en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, cuando dos soldados desertores se refugian en casa de uno de ellos esperando el final de la contienda bélica, de manera que el film amaga con construir un microcosmos entre los habitantes del edificio. El drama prevalece de manera muy evidente sobre algunos apuntes cómicos, y así ofrece una historia de amor, hace acto de presencia la cuestión judía o se señala la crueldad de las autoridades húngaras (o de los propios alemanes). El contraste con el carácter positivo y heroico de los soviéticos depara un esperable maniqueísmo, mientras la película llama al compromiso en la lucha en tono aleccionador. La eficaz puesta en escena es eminentemente clásica, muy lógico en una obra todavía bajo el influjo del realismo socialista.
432. Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017) - 6
Villeneuve ha salido razonablemente bien parado del reto de realizar una secuela de una obra de culto como es Blade Runner, lo cual no es poco. Moviéndose siempre entre el respeto por el referente y la vuelta de tuerca, es una obra que quiere dar continuidad a la fascinación arquitectónica y atmosférica del original, aspectos en los que tiene más éxito que en el desarrollo argumental y de personajes. El protagonismo recae en un nuevo Blade Runner, esta vez un replicante, a la búsqueda del hijo nacido de otra replicante. No está mal el planteamiento, y además me parece un acierto el salto a lo virtual que se produce en algunas líneas argumentales del film en consonancia con los tiempos que corren, pero la exposición de los delirios mesiánicos del dueño de la compañía fabricante de los humanoides resulta un tanto ridícula, digna de una secuela de The Matrix. Creo apreciar ciertas servidumbres a la superproducción, como la climática escena de acción, y sin embargo, al mismo tiempo me parece que a la película le falta ritmo, más bien sentido de la concreción. La acción avanza fatigosa, como si los espectadores tuviéramos que girar la cabeza y esperarla a cada poco, porque tampoco creo que atesore la suficiente capacidad hipnótica para justificar la dilatación temporal a la que se entrega el film, quizás con el propósito de recrearse en su factura técnica.
433. The Corporal and Others (Márton Keleti, 1965) - 7
Parece ser que a la hora de tratar la Segunda Guerra Mundial, quizás por su condición de país aliado de los nazis, el cine húngaro se fijó especialmente en los instantes finales de la misma, cuando arreciaban las deserciones y la llegada del Ejército Rojo era inminente. En ese contexto transcurren las peripecias de un cabo, maestro de la picaresca, y otros soldados hastiados de la guerra con los que se topa en una mansión aristocrática semiabandonada. El enfoque en este caso es cómico, y se impone incluso sobre la inevitable carga aleccionadora, la defensa del compromiso en la lucha antifascista, que se despliega con naturalidad durante el film. Desde una narrativa clásica, la obra se desarrolla ágil, chispeante y divertida, en una feliz combinación de caracteres que termina dando mucho juego.
434. The Fifth Seal (Zoltán Fábri, 1976) - 5,5
Otro film situado durante la Segunda Guerra Mundial, pero construido como una obra de cámara, que pone en primer plano un dilema moral, la elección entre la condición de víctima o verdugo. Por esos derroteros se encamina de discusión de un grupo de ciudadanos en un bar de la retaguardia, unas disquisiciones en principio inofensivas que luego se revelarán cruciales, y que tiene su resonancia en la propia historia de un país entregado transitoriamente al fascismo. Es un planteamiento muy interesante, que trabaja con éxito la psicología de los personajes, pero que me costó disfrutar, ya que la teatralidad de la puesta en escena se me hizo muy cuesta arriba.
Un saludo.
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Genjuro el 17 Oct 2017, 16:48, editado 1 vez en total.