por Bundy »
24 May 2017, 13:39
75.-Blame! (Hiroyuki Seshita, 2017)
Sorpresón el que ha dado Netflix con esta película de los creadores de Knight of Sidonia. Mezcla de western épico, acción de alto voltaje y ciencia-ficción cyberpunk, su gran hallazgo se encuentra en la ambientación tonal, en la cual planos generales (algunos de ellos cuasi pseudosubjetivos, como si de un narrador literario en segunda persona se tratara) mergen bien con un universo marcado por la ortodoxia cyberpunk y la gama de grises que solo son cambiados de color por rojos y azules (algunos por las armas, otros más pequeños), con algún amarillo ocasional aquí y allá. Al final, Blame! no deja de ser una parábola sobre la tecnología en exceso como enfermedad (aunque no en plan asustaviejas como harían otros) que cuaja muy bien en cuanto da un paso atrás en los clichés. Desgraciadamente, y quitando partes muy sobrantes (algunos personajes muy mal dibujados, la escena de la hoguera me parece un fail absoluto) restan encanto a una segunda mitad que sí es de remarcar en el género. Entre esto y Koe no Katachi (más lo que venga de Yuasa), ya hay más que suficiente para reivindicar en la industria del anime que no sea Ghibli.
Ah, y por cierto y a nota personal: me parece brutal el cambio que ha dado la animación CGI en los últimos 5 años.
Le doy un 7'5.
CICLO BRUCE ELDER
Hay algunas piezas que no recuerdo de la última sesión, así que si me salto alguna ajo y agua.
76.-Breath/Light/Birth (Bruce Elder, 1975)
Elder intenta recrear el nacimiento filmando, por un lado, una escena de una mujer dando a luz, para luego alterar la propia imagen distorsionando tanto el sonido como lo que vemos, desdibujando en una escala de blancos, grises y negros enturbiados por una pátina que recubre la propia imagen. Eso ayuda a aumentar la ansiedad que debe generar los momentos anteriores a un parto difícil, pero por desgracia esto solo consigue trasladar parte de las sensaciones del parto, y ni siquiera el llanto en post-créditos consigue salvarme la sensación engañosa del título. Por lo demás, si aislamos este hecho, un trabajo destacable.
Le doy un 8.
77.-The Art of Worldly Wisdom (Bruce Elder, 1979)
Le doy un 7.
78.-1975 (Fool's Gold) (Bruce Elder, 1981)
Aquí Bruce Elder prepara el camino para su gran trabajo, y quizás incluso puede haberse contagiado de este, porque gran parte de los elementos que están en Illuminated Texts se ven aquí. Sobre rojos y azules, Elder yuxtapone varias imágenes de un mar embravecido y sonidos de tormentas, mareas agitadas y demás, en una línea muy cercana a la ambientación sonora de “La tempestad”; sin embargo, aquí acaban los paralelismos, pues sobre este doble trabajo se añaden además una voz en off que relata las experiencias sobre la peste negra y todo lo que sucedió (casi en clave de diario-documental, pues se relata absolutamente todo lo que sucedió desde el inicio hasta el final de la plaga con todo tipo de experiencias). En el medio, un texto va apareciendo, muchas veces con contenidos filosóficos o poéticos que añaden otra especie de significado al texto. La interactividad de la pieza obliga al espectador o bien a desplazarse con máxima agilidad sobre todo, o a descartar parte de la información que ve, pero eso no lastra su experiencia; al contrario, Elder lo tiene todo en cuenta y el descarte (temporal o definitivo, da igual) de esos fragmentos solo varía leves matices sobre las sensaciones que produce la obra. Vaya, que es una genialidad.
Le doy un 9.
79.-Illuminated Texts (Bruce Elder, 1982)
Tres horas de auténtica locura sustentan un trabajo en el que texto, sonido, música e imagen se imbrincan juntos en un viaje audiovisual de cerca de tres horas en el que Elder busca transgredir, como dice varias veces a lo largo de la obra, con el precepto de que “las mentes construyen patrones”. Elder suelta los preceptos de forma autoparódica antes de empezar, para luego irlos desarrollando a lo largo de la historia. Me jode haberme perdido parte del contexto (es imposible estar a todo y menos con la voz en off sin inglés, aunque se entendía bastante), pero Elder consigue el objetivo de arrastrar al espectador hacia la experiencia desde una estructura de patrones para luego romperla una y otra vez hasta la parte final, bien repitiendo patrones de imágenes, bien usando la imagen y transformándola para alterar su propio significado. Destaco sobre todo la parte de Auschwitz, donde Elder pone toda la carne en al asador llegando a romper los patrones de división del recuadro grabado en banda-imagen y distorsionando la propia voz, llegando a crear una atmosfera fantasmagórica que llega a poner la piel de gallina. Me falla, eso sí, que la propuesta que Elder plantea a veces no sea del todo consistente, pero el nivel es alto y es posible que tanto esta como Fool’s Gold sean sus dos mejores trabajos en mi opinión.
Le doy un 9'25.
80.-Sweet Love Remembered (Bruce Elder, 1980)
La obra más atípica a mi juicio de Elder, y quizá la que más me fascinó, tiene que ver con ese trabajo con planos cerrados y cuerpos desnudos tocando y fregándose. Dichos planos, junto con cuerpos iguales y luces muy claras y diáfanas, dan ese toque de nostalgia que la película busca y logra hasta casi el final, cuando las imágenes de los dos cuerpos empiezan a dibujarse y vemos que lo que hay delante son dos mujeres compartiendo momentos íntimos. Ahí, a mi juicio, se rompe parte de la magia que se lleva hasta entonces, pero pocas veces he visto un contacto íntimo tan atractivo en pantalla.
Le doy un 8’5.
81.-Permutations and combinations (Bruce Elder, 1976)
Una pieza que parece más un código que no una narración, aunque aquí se ve ya las intenciones que tiene Elder sobre todo en lo referente a crear esos patrones y a deformarlos posteriormente como si de un truco de magia se tratara. Aquí varias imágenes se repiten en una serie de patrones, y luego se deforman. No hay mucho más a ese trabajo sencillo que, aunque espectacular, me dejó totalmente frío.
Le doy un 6’25.
82.-Look! We have come through (Bruce Elder, 1978)
Le doy un 6.
83.-Barbara is a vision of loneliness (Bruce Elder, 1976)
Elder experimenta con la animación, el sonido y las formas para recrear, deformer y hacer desaparecer un cuerpo. Sobre una base en negro, las líneas blancas se disuelven y se deforman continuamente.
Le doy un 7.
84.-She is away (Bruce Elder, 1976)
Corto cuanto menos interesante, pues es la extensión y reexperimentación de algunos de los patrones que Elder realiza a lo largo de su metraje. Hay un juego con los azules y los rojos, así como también con un switch en el cual la música y la imagen filmada hace acto de presencia. En palabras de Elder, los procesos que él desenvuelve, y que tienen relación con los trabajos de Stephen Wolfman sobre las células automátas (esto es un concepto entre la ciencia y la parte computerizada), son procesos automáticos con variaciones que Elder maneja y rompe continuamente.
Le doy un 7’5.
85.-Trace (Bruce Elder, 1980)
86.-Infunde lumen cordibus (Bruce Elder, 2004)
87.-El buen amor (Francisco Regueiro, 1963)
Sorpresa mayúscula de Francisco Regueiro, con un argumento en apariencia tan sencillo como el viaje de una pareja de novios a Toledo en los años 60. El arranque de la película es de escándalo: Regueiro muestra a los novios en completo disfrute de su amor (con sus rencillas) y los choques y reacciones como contraste de un entorno demasiado encapotado (y algunas ocasiones demasiado prejuicioso) hacia las relaciones y la figura de la mujer. A su vez, Regueiro tira muchísimo de travellings, unos más veloces, otros más lentos, que sirven quizá para realzar ese momento bucólico contrastando este recurso con los primeros planos y los diálogos vivaces que ilustran la realidad de la época. Luego, esos recursos van bajando: la cámara se distancia más, los travellings son más lentos, los choques y las miradas más marcadas, para luego acabar en un plano totalmente quieto que cierra el final del viaje. Como propuesta, el juego que propone Regueiro es soberbio en su construcción del idilio y rencillas, uniendo el ritmo de la dirección al del guión (y del estado anímico del dúo protagonista), pero el montaje creo que se queda atrás en comparación al resto de apartados, arrastrando a veces la atmosfera de la película hacia atrás.
Le doy un 7'25.
88.-Gertrud (Carl Theodore Dreyer, 1964)
Una película cuasi impecable en casi todos los términos, aunque creo que la actuación inicial y los puntos afectados le acaban restando puntos para convertirla en una obra sin ninguna arista. Y es que Gertrud es magnífica: hay un trabajo excelso a la hora de perfilar a los personajes, sobre todo jugando con las ironías y los huecos narrativos que los flashbacks rellenan, y Gertrud es esa especie de heroína de esta tragedia, o bien la que mantiene la sabiduría de las cosas mientras el resto de hombres acaban bajando al fango mientras ellos, de cara a la galería, apenas creen las cosas que mencionan en público. Dreyer habla del amor como un ciclo, y de este sobre todo como algo finito. Por eso, la quietud y las conversaciones largas son la piedra angular: porque en el fondo todos viven engañados, pero unos más que otros. Y mientras hay engaño, hay ilusión, y con ello movimiento de cámara: lo sucio se oculta, y una vez revelado tan solo se mueve sobre un plano estático y muerto. En ese sentido, me parece perfecta, aunque no sé si del todo consistente como para catalogarla de obra maestra.
Le doy un 9.
89.-El moderno Sherlock Holmes (Buster Keaton, 1924)
Comedia simpática en la que Keaton ridiculiza su propia figura a través de un personaje que desearía ser Sherlock, pero al que la vida le acaba jugando una mala pasada (y un malentendido). La rocambolesca magia surge del juego de referencias, cuando vida real e imaginación se cruzan en la pantalla de cine y el bueno de Buster desata todos sus gags para alargar la trama y jugar a varios niveles con los recursos aprehendidos.
Le doy un 8'25.
90.-Siete ocasiones (Buster Keaton, 1925)
Después de rodar una genialidad como Sherlock, Keaton lanza una propuesta algo más larga sobre un abogado que ha de casarse el día de su cumpleaños para recibir una herencia millonaria de su abuela fallecida. El juego no es muy distinto de su anterior trabajo: lo rocambolesco se sucede una vez las realizaciones de la vida real se topan con los malentendidos del día a día, creando así una espiral de torpezas que llevan a persecuciones cada vez más ridículas hasta su resolución final. La estructura para mi gusto me parece exquisita, aunque su adecuación quizá me resulta inferior a la de El moderno Sherlock Holmes a casi todos los niveles.
Le doy un 7'5.
91.-The Lost City of Z (James Gray, 2016)
Gray deja los paisajes urbanos y los cambia por la campiña y la jungla en su mayoría para sumirse en sus propios temas. La diferencia, esta vez, será que el director estadounidense da un giro a esa penumbra atmosférica y peligrosa de la jungla que gente como Herzog o Coppola representaron muy bien en su cine: para Fawcett, el posible encuentro con la civilización perdida ya no tiene que ver con la fama, sino con un ideal más enorme por el que decide luchar. Sin embargo, es importante ver el enorme peso que tiene la familia y la naturaleza (más allá de la jungla) en las películas de Gray: el papel de la esposa de Fawcett se aleja totalmente de lo que sería el papel de la esposa familiar, y la iluminación y la fotografía se encargan del resto, sobre todo a la hora de reforzar pesares y peligros con la sutileza de los clásicos. Z se acerca más a los paradigmas remodernizaos de las películas de Ford y de Lean, y aunque se acerque y llegue a veces a cotas de excelencia en algunos puntos, a la película le falta más soltura, control y atrevimiento, algo que tenían los dos directores citados varias líneas más hacia arriba. Y aun así, la película es en algunos compases intachables, y en otras superior a la mayoría de películas de su corte.
Le doy un 7'5.
92.-Entreacto (Rene Clair, 1924)
Le doy un 7'5.
Última edición por
Bundy el 04 Jun 2017, 21:22, editado 5 veces en total.