por Genjuro »
17 Jul 2017, 21:08
303. La Ley de la Jungla (Antonin Peretjatko, 2016) - 5,5
Peretjatko repite con Macaigne y Pons, las presencias más potentes de su excelente opera prima La fille du 14 julliet, y se abandona a la comedia más absurda. La política vuelve a ocupar el centro de la diana satírica, en una delirante historia sobre becarios que realizan un estudio para la construcción de una pista de esquí indoor en la Guyana Francesa. El humor en este caso desciende a lo deliberadamente burdo y el artefacto narrativo pierde mucha brillantez. Hay momentos que parecen sacados, por ejemplo, de una película de Terence Hill y Bud Spencer. La gracia y el encanto se dispersa, pero algo de todo ello queda.
304. The Man from Majorca (Bo Widerberg, 1984) - 6,5
Widerberg volvía a demostrar sus habilidades en el thriller policiaco como ya hiciera en Un hombre en el tejado. Como entonces, el punto de vista se alterna entre diferentes personajes, aunque aquí domina más el de la pareja de policías que primero acude a un atraco en una oficina de correos, iniciando una investigación sobre la autoría a pesar de estar asignados a otra división. El film maneja muy bien tanto las escenas de acción, ágiles y precisas, como los momentos más relajados, limitando a unos pocos apuntes la (parece que inevitable) crisis personal de uno de los policías y recurriendo al sentido del humor (aunque quizás el broma recurrente respecto a la comida rápida sueca se agote pronto). Es interesante el tratamiento del las instancias criminales, que quedan en off buena parte del film, en una relativa abstracción; y tiene sentido porque es un estadio que excede el mero ámbito policial, que viene a ser la base argumental de la película.
305. El collar de la muerte (Terence Fisher & Frank Winterstein, 1962) - 6
Es curioso que Terence Fisher y Christopher Lee se fueran a Alemania a recrear a tan mítico personaje de la literatura inglesa como es Sherlock Holmes. Como en tantas obras audiovisuales, Holmes tiene de nuevo como némesis al profesor Moriarti en una batalla de intelectos en la cual Scotland Yard casi siempre sale ridiculizada. El collar de Cleopatra es aquí el objeto de disputa y de variados crímenes. El film apuesta más por la acción que por la reflexión, y el resultado es tan ágil como la mayor parte del cine dirigido por Fisher, ciertamente disfrutable, aunque no resulte especialmente estimulante en esta ocasión.
306. From Caligari to Hitler: German Cinema in the Age of the Masses (Rüdiger Suchsland, 2014) - 6
Documental del crítico Rüdiger Suchsland que pone el foco en el cine alemán durante los años de la República de Weimar, desde la posguerra hasta la toma de poder del nazismo. Es muy interesante cómo el film pone en relación la historia del país con lo mostrado por el arte fílmico, la proliferación de personajes autoritarios, diabólicos y dominadores, la evolución de estilos, las temáticas, y por supuesto, las películas en sí. Es un repaso bastante completo, aunque eché de menos más audacia a la hora de proponer obras y nombres, y es cuestionable lo que aportan los variados testimonios de gentes del cine, especialmente los de los directores, Volker Schlöndorff y Fathin Akin, que parecen convocados para aportar lustre a la función. Interesante en todo caso.
307. Júlia Ist (Elena Martín, 2016) - 5
La experiencia iniciática y transformadora del Erasmus se refleja en esta obra que suena mejor en la teoría de su planteamiento que vista en pantalla. El trayecto vital que recorre su protagonista, una estudiante de arquitectura, cumple en gran medida las etapas que serían esperables, lo cual le da un punto de autenticidad, pero también queda la sensación de que no puede escapar a los tópicos y lugares comunes esperables de una historia así, que además están servidos con bastante poca gracia en muchas fases del film. Y es que la puesta en escena apenas ofrece atractivos. Por ejemplo, me cuesta mucho tragar con los recurrentes planos en los que los personajes están estáticos y no cambia el punto desde el que filma la cámara, lo que debería ser un plano fijo de toda la vida, y sin embargo el encuadre no para de moverse, supongo que para reflejar la incomodidad del protagonista, pero queda burdo y feo. La cosa mejora un poco según avanza el metraje, a pesar de algunos conflictos un poco ridículos (como la falta de pago del alquiler), buscando construir un personaje complejo, una esforzada participante de la jungla social con el componente de egoísmo que sea menester.
308. Tonka Sibenice (Karl Anton, 1930) - 7,5
Otra muestra del fructífero periodo de transición al sonoro que vivió Checoslovaquia, con un film mudo excepto por un par de escenas, que nos presenta la vida de una joven que ha caído en la prostitución. Hay una celebración de lo campestre y lo pastoril extensible a otras obras del periodo, por oposición a lo urbano, espacio a menudo siniestro y lleno de peligros. Es muy interesante la presentación del personaje, que viaja al campo, a la casa de su madre, sin revelar su forma de vida, tampoco al espectador. Porque no deja de ser un film en el cual la identidad juega un rol crucial; y en relación con ella, también la (no) pertenencia a una esfera social. La puesta en escena está muy cuidada, desde el luminoso comienzo hasta los momentos más sombríos, como esa fabulosa secuencia central, verdadero eje del film, en una celda transida de sombras amenazantes. No he podido evitar recordar otro excelente film mudo que trata similar tema, Unter der Laterne de Gerhard Lamprecht, y que como éste apunta al machismo y a la moralina social como verdugos de estas jóvenes caídas en desgracia.
309. Okja (Bong Joon-ho, 2017) - 5,5
En este cuento de terror sobre la industria alimentaria, lo verdaderamente siniestro es aquello que ya hemos asumido como inevitable. Cuando nos iniciamos en la relación de amor entre una niña coreana que vive en las montañas y Okja, un supercerdo que es parte de la estrategia comercial de una compañía norteamericana, en lo que viene a ser una clásica interacción hombre-animal en la ficción basada en la amistad y fidelidad, cambia nuestro punto de vista sobre el objeto de consumo, sobre un proceso del que preferimos saber lo menos posible (y además Bong juega a humanizar al animal). No deja de ser también contradictoria la naturaleza de ese héroe animal, víctima al tiempo que creación de esa misma industria. Pero a Bong le puede su histrionismo, el trazo grueso a la hora de satirizar a los personajes más negativos, especialmente aquellos encarnados por actores anglosajones (me pregunto si la barrera idiomática tendrá algo que ver), malogrando en parte lo que podría haber sido una entrañable y trepidante aventura con carga crítica.
310. Touching the Skin of Eeriness (Ryusuke Hamaguchi, 2013) - 6
Inmediatamente antes de la excelente y extensiva Happy Hour, Hamaguchi había realizado este escueto film que no llega a la hora de duración y que finaliza con un enigmático "continuará". Hay un evidente nexo de unión entre ambas obras, el protagonismo de las sesiones de interacción corporal, y su influencia en las respectivas historias. Si en Happy Hour se trataba de intentar conectar emocionalmente a través del contacto físico, con unos personajes que a la postre mostraban problemas de comunicación, aquí el joven protagonista que ha perdido a sus padres y vive con su hermano practica una danza en la que se busca la mayor cercanía posible evitando precisamente todo contacto físico. El gesto de evasión física se repite en varios otros momentos. Ello reverbera en su actitud distante (quizás también refleja frustración por no poder salvar esa distancia en la vida real) y en el devenir argumental del film. También en la frialdad relativa de las imágenes y su contenido. Frialdad de la que me contagié en parte por lo poco inteligible que me ha resultado la película y sus conflictos, como si efectivamente fuera una obra inacabada. Quizás el protagonista siente deseo por su compañero de danza y de ahí lo que sigue argumentalmente, pero hay bastantes escenas a las que no encuentro mucho sentido (como todo lo relacionado con el compañero de pesca del hermano, que guarda una misteriosa y nunca aclarada relación con el protagonista, como si fuera una versión mayor del mismo).
311. Does Your Heart Beat Faster? (Mike de Leon, 1980) - 4
Una comedia alocada sobre dos parejas de jóvenes, ellos músicos y ellas azafatas, que se ven envueltos en una intriga cuando un traficante decide deslizar un misterioso cassette en la chaqueta de uno de ellos. El film se hace cada vez más delirante hasta las escenas musicales finales, quizás deudoras de The Rocky Horror Picture Show. Despierta simpatía por momentos, y sin ser ningún experto en el género y la época, me parece bastante moderna, dada la altura de década en la que está realizada y su condición de comedia ochentera. Pero por otro lado apenas me sacó unas sonrisas y no le he encontrado elementos cinematográficos interesantes, al contrario, a veces parecía que su desafuero visual era deliberado para llevarla a terrenos cercanos al camp.
312. The Girl with the Cat Eyes (Eugen York, 1958) - 6
Noir alemán sobre una peligrosa banda de ladrones de coches y sus conflictos con la policía y el dueño del garaje desde el que operan, con diferentes relaciones sentimentales de por medio. Me gusta la entrada del film, como el objetivo del mismo se va reenfocando de unas situaciones y personajes a otros. Sin embargo el cierre es torpe y apresurado, muy poco inspirado, dejando un regusto regulero. El trayecto es a veces un poco frenético, dentro de una sólida puesta en escena, pero revestida de un aire trivial en gran medida producto de su cuestionable banda sonora (qué lejos queda la mágica atmósfera brumosa e irreal de Murituri).
313. El compadre Mendoza (Fernando de Fuentes & Juan Bustillo Oro, 1934) - 7
Uno de los grandes clásicos del cine mexicano, ambientado en tiempos de la revolución zapatista, cuyo personaje principal es un terrateniente capaz de mantener buenas relaciones y hacer negocios con ambos bandos a base de mostrar doble cara, pero que después de casado entra en amistad personal con un general zapatista que le salva de la horca y que está enamorado de su mujer. Es una historia que explora principalmente la lealtad, la posibilidad de mantener separados el interés personal y las relaciones humanas. Sólo había visto una película de cada una de estas dos figuras míticas de cine mexicano que comparten labores de dirección y guión, pero sospecho que la vertiente más popular es responsabilidad de Fernando de Fuentes, y que Bustillo Oro habrá tenido más mano según se oscurece la atmósfera de la película. La puesta en escena es un poco irregular, combinando planos que parecen pensados y realizados desganadamente con otros mucho más poderosos (como ese travelling de un reloj al protagonista desvelado en la cama y viceversa, o el montaje del ejército marchando airoso de la hacienda con la llegada de unos fatigados zapatistas). Pero la película se va creciendo y el regusto final es realmente bueno.
Un saludo.