Me esta picando el gusanillo con The Nile Hilton Incident , dicen que lo reune todo para ser un buen noir.
Alguien que sepa si se deja ver? , o es la tipica historia que pretende hacerte llegar a unos acontecimientos, por sus cojones y sin importarle como.?
Contador de películas 2018
La vida al margen del deporte (la hay)
Joe Pesci: " El Lolaso es un acertijo envuelto en un misterio, dentro de un enigma"
Acabo de volver de ver Isle of Dogs y me ha gustado mucho. Aqui en UK han dejado mas de la mitad de los dialogos en japones sin traducir, me pregunto que haran en la version doblada, si doblar todo o solo los dialogos en ingles...
Ya esta a la venta "La mujer que visitaba su propia tumba. Una Historia de Manchukuo", una parte desconocida de la historia Segunda Guerra Mundial y Japon
https://dokodemodoorblog.com/2019/10/26 ... pia-tumba/
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Hitler versus Picasso and the Others (Claudio Poli, 2018): Documental sobre la obsesion nazi con el arte; el que robaron y se quedaron o destruyeron, y el que usaron como vehiculo y parte de su maquinaria de propaganda, que incluye el arte degenerado. El contenido es interesante pero pa mi que le falla la estructura y nos acaba contando una historia por capitulos y de forma un tanto deslavazada. De todas formas, se deja ver.
111. David Copperfield (George Cukor, 1935) - 6
Adaptación del clásico de Dickens que recorre los años de infancia y juventud de un inocente joven que se enfrenta a los reveses del destino, en una formulación muy típica de su argumentario. Precisamente no soy muy amigo del universo dickensiano, de esa galería de personajes tan maniquea culminada con unos protagonistas tan vulnerables. Claro, por éso sus historias adoptan ese aire de cuento casi macabro, exagerando el carácter de los personajes hasta lo grotesco. Es ahí donde el film de Cukor sabe jugar mejor sus bazas, además de atesorar una muy sólida puesta en escena.
112. Battle Hymn (Douglas Sirk, 1957) - 6
Es curioso el protagonista que interpreta el actor fetiche de Sirk, Rock Hudson, un aviador militar que busca en la religión consuelo ante el remordimiento por su haber bombardeado erróneamente un orfanato en Alemania. Su decisión de embarcarse en la Guerra de Corea hace que afloren ciertas contradicciones morales, pero la película no hace mucho más que justificar el sacrificio bélico. Parece además el sueño húmedo de quienes pretenden vender el ejército como una suerte de ONG. Y sin embargo el film tiene interés, sobretodo por la puesta en escena. Su combate moral interno y la conexión con una lugareña, que abre una potencial relación sentimental (extramatrimonial), están perfectamente ilustrados por Sirk, por su paleta de colores y tonos, por el encuadre sobre los personajes.
113. Tantei jimusho 23: Kutabare akuto-domo (Seijun Suzuki, 1963) - 6
Debe de ser el primer papel protagónico de Joe "mofletes" Shishido con Suzuki, y el carácter del personaje responde con bastante aproximación a la mayoría de los que posteriormente haría, un tipo chulesco que combate a los criminales con armas y tácticas similares a ellos. Aquí se infiltra en una organización para tratar de desmantelarla, y el film se abona a un improbable (por decir algo) juego del gato y el ratón entre el detective y el villano. Me parece un sólido producto de consumo con ciertas concesiones y sin los destellos de genialidad de Suzuki.
114. Der Verlorene Engel (Ralf Kirsten, 1966) - 6,5
Otro de los films sacrificados en la prohibición a bloque por el XI Congreso del Partido Socialista Unificado de la RDA, en este caso parece que no se conservó en su total integridad, aunque dada su naturaleza tampoco sean evidentes las ausencias de metraje. La película comienza con el robo de la estatua de El Ángel Flotante en una iglesia durante el nazismo, y cuenta la jornada de su escultor Ernst Barlach, que rompe su aislamiento y se acerca al lugar. Hay un viaje físico por tanto, pero la película es antes un viaje introspectivo, un examen y toma de conciencia. Cobra importancia la cuestión de la pertenencia a un espacio geográfico (y social), Alemania, que el film realza a través de grandes planos generales que dan el contrapunto a su vena más íntima.
115. The Black Rose (Henry Hathaway, 1950) - 6,5
Un film de aventuras que busca en el exotismo de su ambientación, en el mundo árabe, mongol y chino durante la Edad Media, el gancho de su propuesta. Ahí terminan una pareja de nobles sajones que huyen de la Inglaterra dominada por los normandos. Resulta llamativa la falta de objetivo definido de sus protagonistas, más allá de buscar precisamente aventura, aunque eventualmente la tensión argumental nace de la llamada del hogar, de la patria, también puesta en relación con la moralidad belicista. Hathaway sabe mantener el interés durante todo el metraje y se beneficia de su bella fotografía a cargo de Jack Cardiff.
116. White Sun of the Desert (Vladimir Motyl, 1970) - 7
Otro film de aventuras, éste tremendamente popular en la antigua Unión Soviética, cuenta los intentos de un soldado del Ejército Rojo, de camino a casa tras varios años combatiendo por la Revolución, por mantener a las mujeres de un harem a salvo de su marido, un despiadado caudillo basmachi. El camarada Sukhov se erige como un héroe soviético sin mácula de habilidades extraordinarias en una película que huye voluntariamente del realismo para abrazar un cierto tono melancólico. Todo el metraje viene punteado por las amorosas cartas a su mujer de la que lleva tanto tiempo separado, bajo las dulces notas de una banda sonora evocadora. Es una apuesta por la calidez que el film sublima a través el colorido de sus hermosas imágenes, el verde y rojo del hogar añorado y, por supuesto, el amarillo y azul de las arenas de Turkmenistán, donde se desarrolla la acción. Sumemos una puesta en escena cuidada, que ofrece ciertas dosis de creatividad visual en algunas escenas, y el resultado es una de esas películas que da gusto mirar para ellas.
117. Chinesisches Roulette (Rainer Werner Fassbinder, 1976) - 7
Las infidelidades de un matrimonio quedan expuestas en el fortuito encuentro que tienen junto con sus respectivos amantes en la mansión familiar, que deriva en un juego de identidades del que la discapacitada hija se erige en demiurgo. La decadencia de la institución matrimonial (y familiar) o la pervivencia de criminales agazapados entre la élite económica, en un natural ambiente de amoralidad, son algunos de los temas que trata Fassbinder a través de una galería de personajes en la que escasea la inocencia. Pero el verdadero interés del film reside en su puesta en escena, que a pesar de las limitaciones que pueda suponer la unicidad de espacio, se convierte en una coreografía de miradas y giros de cabeza, atrapados con precisión e incluso virtuosismo en planos a veces realmente complejos con movimientos circulares y la utilización de superficies reflectantes.
118. The Case of Sergei Rumyantsev (Iosif Kheifits, 1956) - 5
Había en este film elementos para haber realizado una interesante película más o menos asimilable al cine negro, aunque dado el año y lugar de producción, 1955 en la Unión Soviética, todavía bajo la égida del realismo socialista y sin haberse sacudido la influencia estalinista de encima, se antoja complicado por lo menos. El film entreteje la historia de amor de un conductor de camiones con una chica a la que hiere en un accidente, con un oscuro negocio en el que involuntariamente se ve embarcado y que le lleva a la cárcel como falso culpable. La parte romántica funciona bastante mejor, con gracia y encanto, que la deriva criminal, resuelta con una exhibición de sabiduría, justicia y ejemplaridad casi paródicas por lo obvia y maniquea que resulta. Por el camino hay algún momento interesante, como una hermosa escena de amanecer urbano, apenas suficiente para salvar al film.
119. David and Bathsheba (Henry King, 1951) - 6
Una muestra de cine bíblico que relata la relación adúltera entre el rey David y la esposa de uno de sus capitanes. Es un film eminentemente intimista, de personajes que pugnan entre deseo y deber, y en el cuál la acción transcurre en sus rostros. Nada más elocuente que el primer plano sobre el rostro de Gregory Peck con los ecos sonoros de una batalla como único elemento narrativo. Hay un cuidado particular en la iluminación de los personajes atendiendo a su carga emocional, y el film sale airoso de un planteamiento en el que hay peligro de empantanamiento. A modo de apunte, es curiosa y significativa la diferente severidad en la aplicación de la Ley de Dios, y en cómo el mismo Dios aplica sus propias leyes, dependiendo de la clase social del sujeto en cuestión (su proverbial favoritismo por los humildes debe de estribar en que les envía antes hacia el Reino de los Cielos).
Un saludo.
Adaptación del clásico de Dickens que recorre los años de infancia y juventud de un inocente joven que se enfrenta a los reveses del destino, en una formulación muy típica de su argumentario. Precisamente no soy muy amigo del universo dickensiano, de esa galería de personajes tan maniquea culminada con unos protagonistas tan vulnerables. Claro, por éso sus historias adoptan ese aire de cuento casi macabro, exagerando el carácter de los personajes hasta lo grotesco. Es ahí donde el film de Cukor sabe jugar mejor sus bazas, además de atesorar una muy sólida puesta en escena.
112. Battle Hymn (Douglas Sirk, 1957) - 6
Es curioso el protagonista que interpreta el actor fetiche de Sirk, Rock Hudson, un aviador militar que busca en la religión consuelo ante el remordimiento por su haber bombardeado erróneamente un orfanato en Alemania. Su decisión de embarcarse en la Guerra de Corea hace que afloren ciertas contradicciones morales, pero la película no hace mucho más que justificar el sacrificio bélico. Parece además el sueño húmedo de quienes pretenden vender el ejército como una suerte de ONG. Y sin embargo el film tiene interés, sobretodo por la puesta en escena. Su combate moral interno y la conexión con una lugareña, que abre una potencial relación sentimental (extramatrimonial), están perfectamente ilustrados por Sirk, por su paleta de colores y tonos, por el encuadre sobre los personajes.
113. Tantei jimusho 23: Kutabare akuto-domo (Seijun Suzuki, 1963) - 6
Debe de ser el primer papel protagónico de Joe "mofletes" Shishido con Suzuki, y el carácter del personaje responde con bastante aproximación a la mayoría de los que posteriormente haría, un tipo chulesco que combate a los criminales con armas y tácticas similares a ellos. Aquí se infiltra en una organización para tratar de desmantelarla, y el film se abona a un improbable (por decir algo) juego del gato y el ratón entre el detective y el villano. Me parece un sólido producto de consumo con ciertas concesiones y sin los destellos de genialidad de Suzuki.
114. Der Verlorene Engel (Ralf Kirsten, 1966) - 6,5
Otro de los films sacrificados en la prohibición a bloque por el XI Congreso del Partido Socialista Unificado de la RDA, en este caso parece que no se conservó en su total integridad, aunque dada su naturaleza tampoco sean evidentes las ausencias de metraje. La película comienza con el robo de la estatua de El Ángel Flotante en una iglesia durante el nazismo, y cuenta la jornada de su escultor Ernst Barlach, que rompe su aislamiento y se acerca al lugar. Hay un viaje físico por tanto, pero la película es antes un viaje introspectivo, un examen y toma de conciencia. Cobra importancia la cuestión de la pertenencia a un espacio geográfico (y social), Alemania, que el film realza a través de grandes planos generales que dan el contrapunto a su vena más íntima.
115. The Black Rose (Henry Hathaway, 1950) - 6,5
Un film de aventuras que busca en el exotismo de su ambientación, en el mundo árabe, mongol y chino durante la Edad Media, el gancho de su propuesta. Ahí terminan una pareja de nobles sajones que huyen de la Inglaterra dominada por los normandos. Resulta llamativa la falta de objetivo definido de sus protagonistas, más allá de buscar precisamente aventura, aunque eventualmente la tensión argumental nace de la llamada del hogar, de la patria, también puesta en relación con la moralidad belicista. Hathaway sabe mantener el interés durante todo el metraje y se beneficia de su bella fotografía a cargo de Jack Cardiff.
116. White Sun of the Desert (Vladimir Motyl, 1970) - 7
Otro film de aventuras, éste tremendamente popular en la antigua Unión Soviética, cuenta los intentos de un soldado del Ejército Rojo, de camino a casa tras varios años combatiendo por la Revolución, por mantener a las mujeres de un harem a salvo de su marido, un despiadado caudillo basmachi. El camarada Sukhov se erige como un héroe soviético sin mácula de habilidades extraordinarias en una película que huye voluntariamente del realismo para abrazar un cierto tono melancólico. Todo el metraje viene punteado por las amorosas cartas a su mujer de la que lleva tanto tiempo separado, bajo las dulces notas de una banda sonora evocadora. Es una apuesta por la calidez que el film sublima a través el colorido de sus hermosas imágenes, el verde y rojo del hogar añorado y, por supuesto, el amarillo y azul de las arenas de Turkmenistán, donde se desarrolla la acción. Sumemos una puesta en escena cuidada, que ofrece ciertas dosis de creatividad visual en algunas escenas, y el resultado es una de esas películas que da gusto mirar para ellas.
117. Chinesisches Roulette (Rainer Werner Fassbinder, 1976) - 7
Las infidelidades de un matrimonio quedan expuestas en el fortuito encuentro que tienen junto con sus respectivos amantes en la mansión familiar, que deriva en un juego de identidades del que la discapacitada hija se erige en demiurgo. La decadencia de la institución matrimonial (y familiar) o la pervivencia de criminales agazapados entre la élite económica, en un natural ambiente de amoralidad, son algunos de los temas que trata Fassbinder a través de una galería de personajes en la que escasea la inocencia. Pero el verdadero interés del film reside en su puesta en escena, que a pesar de las limitaciones que pueda suponer la unicidad de espacio, se convierte en una coreografía de miradas y giros de cabeza, atrapados con precisión e incluso virtuosismo en planos a veces realmente complejos con movimientos circulares y la utilización de superficies reflectantes.
118. The Case of Sergei Rumyantsev (Iosif Kheifits, 1956) - 5
Había en este film elementos para haber realizado una interesante película más o menos asimilable al cine negro, aunque dado el año y lugar de producción, 1955 en la Unión Soviética, todavía bajo la égida del realismo socialista y sin haberse sacudido la influencia estalinista de encima, se antoja complicado por lo menos. El film entreteje la historia de amor de un conductor de camiones con una chica a la que hiere en un accidente, con un oscuro negocio en el que involuntariamente se ve embarcado y que le lleva a la cárcel como falso culpable. La parte romántica funciona bastante mejor, con gracia y encanto, que la deriva criminal, resuelta con una exhibición de sabiduría, justicia y ejemplaridad casi paródicas por lo obvia y maniquea que resulta. Por el camino hay algún momento interesante, como una hermosa escena de amanecer urbano, apenas suficiente para salvar al film.
119. David and Bathsheba (Henry King, 1951) - 6
Una muestra de cine bíblico que relata la relación adúltera entre el rey David y la esposa de uno de sus capitanes. Es un film eminentemente intimista, de personajes que pugnan entre deseo y deber, y en el cuál la acción transcurre en sus rostros. Nada más elocuente que el primer plano sobre el rostro de Gregory Peck con los ecos sonoros de una batalla como único elemento narrativo. Hay un cuidado particular en la iluminación de los personajes atendiendo a su carga emocional, y el film sale airoso de un planteamiento en el que hay peligro de empantanamiento. A modo de apunte, es curiosa y significativa la diferente severidad en la aplicación de la Ley de Dios, y en cómo el mismo Dios aplica sus propias leyes, dependiendo de la clase social del sujeto en cuestión (su proverbial favoritismo por los humildes debe de estribar en que les envía antes hacia el Reino de los Cielos).
Un saludo.
Pues vista Ready Player One y un poco decepcionado, no suelo ver las películas buscando una adaptación de los libros y me suele gustar que tome su propio camino, pero en este caso Spielberg pierde todo lo que hace especial al libro: el frikismo ochetentero y en el camino se deja también gran parte del interés de la trama y la propia esencia del éxito de la novela. Como película de acción pues puede funcionar discretamente pero poco más. Además el casting es horroroso.
Me da la impresión de que a Spielberg se le ha olvidado hacer este tipo de películas, mantiene escenas estupendas, con un montaje adecuado y una acción muy bien rodada pero en el cómputo global la película no acaba de saber qué quiere ser.
Salve.
Me da la impresión de que a Spielberg se le ha olvidado hacer este tipo de películas, mantiene escenas estupendas, con un montaje adecuado y una acción muy bien rodada pero en el cómputo global la película no acaba de saber qué quiere ser.
Salve.
Que beban los pollos...
-You just kicked the shit out of an innocent man.
- Innocent? Innocent of what?
-You just kicked the shit out of an innocent man.
- Innocent? Innocent of what?
A mí me ha parecido una película que repite todos los defectos, e incluso los acentúa, de cuando le dio por adaptar Tintín.Espitama escribió:Pues vista Ready Player One y un poco decepcionado, no suelo ver las películas buscando una adaptación de los libros y me suele gustar que tome su propio camino, pero en este caso Spielberg pierde todo lo que hace especial al libro: el frikismo ochetentero y en el camino se deja también gran parte del interés de la trama y la propia esencia del éxito de la novela. Como película de acción pues puede funcionar discretamente pero poco más. Además el casting es horroroso.
Me da la impresión de que a Spielberg se le ha olvidado hacer este tipo de películas, mantiene escenas estupendas, con un montaje adecuado y una acción muy bien rodada pero en el cómputo global la película no acaba de saber qué quiere ser.
Salve.
Personajes planos, desdibujados y la necesidad imperiosa de llegar del punto A al punto B mostrando muchos aspectos pero sin tiempo a detenerse, observarlos y desarrollarlos como hubiese sido necesario.
Conserva la capacidad para encadenar secuencias y escenas con un ritmo prodigioso, pero el poso que queda es solo han construido un decorado prefabricado sin llegar a molestarse por crear un universo mínimamente profundo y coherente.
"Tintín" me parece infinitamente superior a "RPO", la cuál me aburrió bastante. Lo que comentas de los personajes planos, totalmente de acuerdo.Simpkins escribió:A mí me ha parecido una película que repite todos los defectos, e incluso los acentúa, de cuando le dio por adaptar Tintín.Espitama escribió:Pues vista Ready Player One y un poco decepcionado, no suelo ver las películas buscando una adaptación de los libros y me suele gustar que tome su propio camino, pero en este caso Spielberg pierde todo lo que hace especial al libro: el frikismo ochetentero y en el camino se deja también gran parte del interés de la trama y la propia esencia del éxito de la novela. Como película de acción pues puede funcionar discretamente pero poco más. Además el casting es horroroso.
Me da la impresión de que a Spielberg se le ha olvidado hacer este tipo de películas, mantiene escenas estupendas, con un montaje adecuado y una acción muy bien rodada pero en el cómputo global la película no acaba de saber qué quiere ser.
Salve.
Personajes planos, desdibujados y la necesidad imperiosa de llegar del punto A al punto B mostrando muchos aspectos pero sin tiempo a detenerse, observarlos y desarrollarlos como hubiese sido necesario.
Conserva la capacidad para encadenar secuencias y escenas con un ritmo prodigioso, pero el poso que queda es solo han construido un decorado prefabricado sin llegar a molestarse por crear un universo mínimamente profundo y coherente.
Yo cuando vi Tintín en el cine salí con una sensación incluso peor que con RPO, pero para ser justos cuando la volví a ver por televisión no me pareció tan horrible.Iñigo escribió:"Tintín" me parece infinitamente superior a "RPO", la cuál me aburrió bastante. Lo que comentas de los personajes planos, totalmente de acuerdo.Simpkins escribió:A mí me ha parecido una película que repite todos los defectos, e incluso los acentúa, de cuando le dio por adaptar Tintín.Espitama escribió:Pues vista Ready Player One y un poco decepcionado, no suelo ver las películas buscando una adaptación de los libros y me suele gustar que tome su propio camino, pero en este caso Spielberg pierde todo lo que hace especial al libro: el frikismo ochetentero y en el camino se deja también gran parte del interés de la trama y la propia esencia del éxito de la novela. Como película de acción pues puede funcionar discretamente pero poco más. Además el casting es horroroso.
Me da la impresión de que a Spielberg se le ha olvidado hacer este tipo de películas, mantiene escenas estupendas, con un montaje adecuado y una acción muy bien rodada pero en el cómputo global la película no acaba de saber qué quiere ser.
Salve.
Personajes planos, desdibujados y la necesidad imperiosa de llegar del punto A al punto B mostrando muchos aspectos pero sin tiempo a detenerse, observarlos y desarrollarlos como hubiese sido necesario.
Conserva la capacidad para encadenar secuencias y escenas con un ritmo prodigioso, pero el poso que queda es solo han construido un decorado prefabricado sin llegar a molestarse por crear un universo mínimamente profundo y coherente.
Con RPO salí con la sensación que la película necesitaba de un contexto que no tenía tiempo a crear y menos aún esperar que el espectador se hiciese a él. Si le sumas la gran cantidad de personajes que tienen un peso importante en la historia y el nulo tiempo que le dedica a dibujarlos, pues eso, queda una película con un ritmo prodigioso, pero que parece que te cuenta una historia en modo resumen.
-
Dezsö Kosztolányi
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- Registrado: 23 Abr 2010, 23:39
Sin perdón: Clásico que tenía pendiente. Supongo que es de los mejores westerns que se han hecho. Echo de menos más películas en las que se entienda lo que pasa y el conflicto interno de los personajes sin necesidad de que alguien te explique todo por triplicado. Algún personaje podría haber sido más aprovechado.
Swindlers: producción coreana que trata sobre una alianza entre timadores y fiscales con un objetivo común. Está llena de giros argumentales (demasiados para mi gusto) pero como siempre pasa en estas películas, se deja ver amenamente.
Star Wars: The Last Jedi: La he visto sin pena ni gloria; se me olvidará fácilmente. Las escenas más memorables dan un poco de vergüenza, la película se hace larga (hay tramas de relleno) y parece un film service para que simplemente todos los actores tengan su cuota de pantalla y estén contentos. Respeto pero discrepo del tono desmitificador del guión, y seguramente por vacía me parece la peor película de las nueve que llevamos. Al menos la séptima era un homenaje.
Swindlers: producción coreana que trata sobre una alianza entre timadores y fiscales con un objetivo común. Está llena de giros argumentales (demasiados para mi gusto) pero como siempre pasa en estas películas, se deja ver amenamente.
Star Wars: The Last Jedi: La he visto sin pena ni gloria; se me olvidará fácilmente. Las escenas más memorables dan un poco de vergüenza, la película se hace larga (hay tramas de relleno) y parece un film service para que simplemente todos los actores tengan su cuota de pantalla y estén contentos. Respeto pero discrepo del tono desmitificador del guión, y seguramente por vacía me parece la peor película de las nueve que llevamos. Al menos la séptima era un homenaje.
A Fabrica De Nada (Pedro Pinho, 2017): excepcional obra; tridimensional, metacinematográfica, con múltiples realidades, llena de aristas. Lleva un buen ritmo y es divertida, pero es difícil de ver, sobre todo por los sorprendentes giros a lo largo de las casi tres horas de metraje. Es una obra libre y liberada, valiente, y eso se nota y agradece.
Diría que es una película total (como Canción Total de Maria Arnal i Marcel Bagés feat Héctor Arnau).
http://cineramaplus.com.ar/mdq32-entrev ... a-de-nada/
Diría que es una película total (como Canción Total de Maria Arnal i Marcel Bagés feat Héctor Arnau).
http://cineramaplus.com.ar/mdq32-entrev ... a-de-nada/
The Widowed Witch (Xiao gua fu cheng xian ji) de Cai Chengjie (2018): fábula intrigante, manifiestamente feminista, en la parte más rural de China. Un clima frío y nevado sirve de contexto para exponer las miserias morales y económicas de la China profunda. Planos fijos que los personajes se encargan de ocupar o desocupar, predominancia del monocromo, con un guión desenfadado y muchos saltos hacia adelante. En algunos aspectos morales me recuerda a Dogville, aunque nada se parece al drama de Von Trier. Le doy un 6,5
Tags: #Genjuro, #FestivalDeCineDeLasPalmas
Tags: #Genjuro, #FestivalDeCineDeLasPalmas
110.-El Último Chapuzón (Joao Cesar Monteiro, 1992) – 8,25
Un viejo marinero cansado de la vida y un joven que desea suicidarse se reúnen y empiezan a disfrutar de lo que sería una última noche. La película de Monteiro es un tour de forcé en el que los planos generales constituyen no solo una distancia respecto al espectador, sino también un margen de distancia para la comicidad y el patetismo inherente a la historia. Sin embargo, esa distancia se esfuma de repente con la forma e cómo Monteiro
111.-Water Sark (Joyce Wieland, 1955) – 3,25
No puedo evitar pensar que este corto es mucho más aleatorio de lo que la autora pretende con cortes y otros recursos de montajes. Sí me gusta el juego con las lentes, el agua y los reflejos, pero mi sensación es que este corto se queda largo y todo. Demasiado estirado.
112.-Living (Frank Zwartjes, 1971) – 5
Cuando te presentan a un cineasta experimental como "el precursor de Instagram", mal vamos. El corto es bastante mejor, dejando que la casa y los constantes movimientos de la cámara en plan palo-selfie producen una sensación de extrañeza constante que aumenta en consonancia con la aparicion y desaparición de la figura femenina del corto. Por desgracia, todo este juego se me acaba haciendo muy aleatorio o visto.
113.-Spectator (Frank Zwartjes, 1970) – 7,5
Me recuerda bastante a Farce sensationelle de Lertxundi, a los cortos de Lynch tomados desde una perspectiva voyeurista sobre la cosificacion de la mujer.
114.-Medea (Frank Zwartjes, 1982) – 8,25
Adaptación experimental y minimalista de la Medea original utilizando muy pocos elementos y aprovechando el juego de voces (en y fuera de pantalla) y cuatro elementos contados en un plató reducido usando dos figuras femeninas. Zwartjes cambia el foco mostrando
115.-Creed (Ryan Coogler, 2015) – 4,25
Visualmente me atrae, narrativamente me aburre y en más de una ocasión. Le falta dureza donde le sobra almíbar o repetición, pero vamos, mejor que muchos mierdolos de su año en los Óscar.
116.-Lights (António Palolo, 1976) – 7,5
Gran trabajo sobre la luz, tanto usando la refracción como otros objetos. Una maravilla en iluminación, difuminación y color, sin más trabajo que esa propia experimentación, aunque en más de una ocasión estire esos juegos innecesariamente (lo cual es mal menor, pero bueno).
117.- ★ (Jonathan Lurf, 2017) – 4,5
Collage de imágenes con algún que otro encuentro gracioso producto del montaje. Esto se debe a que Lurf usa imágenes referentes y las ata. ¿Problema? Se ven los guiños demasiado forzados en montaje y Lurf trata de hacerlo tan vendible que en ocasiones directamente corta por encima de la cinta para que no se alargue la referencia, lo cual hace que quede cutre.
Un viejo marinero cansado de la vida y un joven que desea suicidarse se reúnen y empiezan a disfrutar de lo que sería una última noche. La película de Monteiro es un tour de forcé en el que los planos generales constituyen no solo una distancia respecto al espectador, sino también un margen de distancia para la comicidad y el patetismo inherente a la historia. Sin embargo, esa distancia se esfuma de repente con la forma e cómo Monteiro
111.-Water Sark (Joyce Wieland, 1955) – 3,25
No puedo evitar pensar que este corto es mucho más aleatorio de lo que la autora pretende con cortes y otros recursos de montajes. Sí me gusta el juego con las lentes, el agua y los reflejos, pero mi sensación es que este corto se queda largo y todo. Demasiado estirado.
112.-Living (Frank Zwartjes, 1971) – 5
Cuando te presentan a un cineasta experimental como "el precursor de Instagram", mal vamos. El corto es bastante mejor, dejando que la casa y los constantes movimientos de la cámara en plan palo-selfie producen una sensación de extrañeza constante que aumenta en consonancia con la aparicion y desaparición de la figura femenina del corto. Por desgracia, todo este juego se me acaba haciendo muy aleatorio o visto.
113.-Spectator (Frank Zwartjes, 1970) – 7,5
Me recuerda bastante a Farce sensationelle de Lertxundi, a los cortos de Lynch tomados desde una perspectiva voyeurista sobre la cosificacion de la mujer.
114.-Medea (Frank Zwartjes, 1982) – 8,25
Adaptación experimental y minimalista de la Medea original utilizando muy pocos elementos y aprovechando el juego de voces (en y fuera de pantalla) y cuatro elementos contados en un plató reducido usando dos figuras femeninas. Zwartjes cambia el foco mostrando
115.-Creed (Ryan Coogler, 2015) – 4,25
Visualmente me atrae, narrativamente me aburre y en más de una ocasión. Le falta dureza donde le sobra almíbar o repetición, pero vamos, mejor que muchos mierdolos de su año en los Óscar.
116.-Lights (António Palolo, 1976) – 7,5
Gran trabajo sobre la luz, tanto usando la refracción como otros objetos. Una maravilla en iluminación, difuminación y color, sin más trabajo que esa propia experimentación, aunque en más de una ocasión estire esos juegos innecesariamente (lo cual es mal menor, pero bueno).
117.- ★ (Jonathan Lurf, 2017) – 4,5
Collage de imágenes con algún que otro encuentro gracioso producto del montaje. Esto se debe a que Lurf usa imágenes referentes y las ata. ¿Problema? Se ven los guiños demasiado forzados en montaje y Lurf trata de hacerlo tan vendible que en ocasiones directamente corta por encima de la cinta para que no se alargue la referencia, lo cual hace que quede cutre.
Isle of Dogs (Wes Anderson, 2018): Lo nuevo de Anderson esta recibiendo excelentes criticas y algunos palos por aquello de la apropiacion cultural. A mi me ha encantado, por el humor, el stop-motion, la atencion al detalle, y por ser una historia sencilla y entretenida a la vez que relevante.
Zama (Lucrecia Martel, 2017): Martel adapta la historia de Antonio de Benedetto y el resultado es magnifico, en lo politico y en todo lo demas. Era el estreno de Zama por estos lares, asi que la Martel estaba en el cine y dio una interesantisima entrevista al final de la pelicula, donde discutio su tratamiento no lineal del tiempo y la forma en la que usa el sonido para envolver al espectador, que son dos aspectos especialmente evidentes e importantes en Zama.
Zama (Lucrecia Martel, 2017): Martel adapta la historia de Antonio de Benedetto y el resultado es magnifico, en lo politico y en todo lo demas. Era el estreno de Zama por estos lares, asi que la Martel estaba en el cine y dio una interesantisima entrevista al final de la pelicula, donde discutio su tratamiento no lineal del tiempo y la forma en la que usa el sonido para envolver al espectador, que son dos aspectos especialmente evidentes e importantes en Zama.
Salgo del cine de ver Alma Máter. Alguien la ha visto? Me ha parecido muy lograda y con unas interpretaciones magníficas. Os la recomiendo de todas todas.
"The Lancet hace trampas!" XAVIH (24.06.15).
Western (Valeska Grisebach, 2017): es de esas películas que se huelen, que se meten en tu piel. Interpretaciones en estado de gracia con un paisaje y una fotografía excelentes. Este sutil y elegante drama plantea desde la neutralidad una serie de conflictos que intencionadamente se podrían aplicar al mapa político europeo moderno o que simplemente podrían quedar en la intimidad de sus dos protagonistas principales. De lo mejorcito que he visto este año: 8,5
El próximo martes veo Loving Vincente ¿alguien la ha visto?
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Dezsö Kosztolányi
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Dos películas menores:
Jumanji (2017): La vi para ver a Amy Pond con top y shorts, y lo conseguí. Puedo añadir que no es taaaaaaaan mala como pensaba al principio, y al final acaba siendo una peli más de The Rock.
Selfie: Esta es una peli española que he visto porque a Boyero le gustó, cosa que no suele pasar. Y, sinceramente, me parece bastante pobre. Tiene su gracia en contadas ocasiones, pero no deja de ser una serie de exagerados estereotipos políticos en forma de documental/comedia. Supongo que podría ser peor, pero que a los críticos les haya gustado una cosa tan simple me hace pensar que España va peor de lo que recuerdo.
Jumanji (2017): La vi para ver a Amy Pond con top y shorts, y lo conseguí. Puedo añadir que no es taaaaaaaan mala como pensaba al principio, y al final acaba siendo una peli más de The Rock.
Selfie: Esta es una peli española que he visto porque a Boyero le gustó, cosa que no suele pasar. Y, sinceramente, me parece bastante pobre. Tiene su gracia en contadas ocasiones, pero no deja de ser una serie de exagerados estereotipos políticos en forma de documental/comedia. Supongo que podría ser peor, pero que a los críticos les haya gustado una cosa tan simple me hace pensar que España va peor de lo que recuerdo.
120. Chicago (Frank Urson, 1927) - 6
Primera de las varias versiones cinematográficas de la obra homónima, cuenta la historia de Roxie Hart, una mujer cuyo atractivo la convierte en una sensación mediática tras asesinar a su amante. Hay un gran componente de farsa en el film, con un personaje tan burdamente manipulador, otro aún más demiúrgico en el abogado, y el marido engañado como una figura patética que termina dando carácter de drama a una obra que no acaba de apostar a fondo por la sátira. Con una sólida dirección y algunos apuntes de puesta en escena jugosos (por ejemplo los planos de los pies del jurado o el periódico pisado por los viandantes), es un film resultón.
121. Ready Player One (Steven Spielberg, 2017) - 5,5
Un trepidante film de acción futurista, cuenta la lucha por hacerse con el control del programa de realidad virtual Oasis entre unos intrépidos jóvenes y una corporación dispuesta a todo para lograrlo. En un mundo cada vez más virtualizado, el futuro y el contexto argumental que propone la película me parece de lo más apropiado, al tiempo que chirría la permanente obsesión por referenciar los años ochenta, sin embargo clave en esta operación de nostalgia y homenaje. Es difícil no ver en el gurú James Halliday, creador de Oasis y demiurgo del entretenimiento, a un trasunto del propio Spielberg, que con esta obra parece celebrar su carrera y dar las gracias a los espectadores que le han acompañado en el camino. Sin embargo se echa de menos una dimensión y un tiempo más humanos en este torbellino de escenas e imágenes. No hay duda de que Spielberg sabe narrar, y en el film se puede apreciar una notable fluidez visual, pero la película termina ahogada entre tanta parafernalia y tanta cita ochentera.
122. Never Take Sweets from a Stranger (Cyril Frankel, 1960) - 7
En la Hammer había vida más allá de Terence Fisher y los clásicos del fantástico, como demuestra este notable drama que aborda la espinosa cuestión de la pedofilia. Responsabilidad social, poder o corrupción son cuestiones que se tratan toda vez que el pedófilo forma parte de (y es protegido por) la familia más poderosa del lugar. La película está muy medida en el tono, en la caracterización de los personajes (apenas un par de excesos nada molestos), en el desarrollo de la historia a lo largo de sus calculados 81 minutos de duración. Y como colofón, el tramo final nos depara una deriva cercana al terror gótico en la que la notable puesta en escena alcanza sus mejores logros (por ejemplo, el plano de la cuerda unida a la barca me parece sencillamente brillante).
123. Eldorádó (Géza Bereményi, 1988) - 4
Un retrato nada complaciente de la Hungría postbélica, desde el caos presocialista hasta la invasión de los tanques soviéticos una década más tarde, a través de la figura de un comerciante con trazas de mafioso. La película tiene munición para todos, tanto para el capitalismo burgués como para el régimen socialista. El nieto del mercader, nacido en el umbral del nuevo régimen, podría erigirse en una suerte de alegoría del mismo, con su minusvalía (quizás metáfora de un estado y un sistema mal diseñados y/o corrompido) o con la lucha que mantienen abuelo y madre por su control. Donde creo que naufraga la película, sobretodo para mí gusto estético, es en una puesta en escena por momentos horrenda. El film busca a menudo una combinación de caos y de elusión en la mirada para transmitir una realidad desagradable, lo que resulta en unos planos delirantes y muy feos por sus movimientos, por las angulaciones, por el uso del gran angular en el plano corto. Es verdad que puede tener sentido, pero hace de la experiencia visual una dolor para los ojos.
124. I Want to Live! (Robert Wise, 1958) - 7,5
Basada en hechos reales, este film nos cuenta la caída de una mujer de vida disoluta en las garras de un implacable sistema judicial (al menos para ella) en una serie de fatales circunstancias. No sólo la administración de la justicia se pone en cuestión, sino también el papel de la prensa y de una sociedad fácilmente impresionable e influenciable. Wise tiene a bien mostrarlo desde una aproximación progresivamente clínica que se abre paso tras un inicio cercano al noir, según la toma de decisiones se abstrae en el sistema legal (no es casualidad que no se muestre la deliberación del jurado, ni la sentencia, ni los tribunales de apelación, ni al gobernador que puede decidir sobre su ejecución). Los personajes están muy bien trazados, libres de excesos y subrayados en su caracterización, empezando por la protagonista interpretada por Susan Hayward, que a pesar de su condición de víctima queda lejos de estar reflejada como una santa. La puesta en escena brilla desde su fantástica presentación (plano de la calle, una amiga mira hacia la ventana, grúa y corte a la oscuridad interior en la que aparece de pronto la silueta de la cabeza de Hayward tras lo que suponemos es un momento de desenfreno sexual), pero alcanza el clímax en el tramo final, en el reflejo preciso de la mecánica de la muerte, tanto más abyecta cuanto más sistematizada e institucionalizada. Es llamativa la feliz utilización de los silencios, en contraste además con el bullicio sonoro de la vida de la protagonista en libertad. En fin, la mejor película de Wise que he visto tras The Set-Up.
125. Beggars of Life (William Wellman, 1928) - 7
Unos años antes de Wild Boys of the Road, Wellman realizaba todavía en modo silente este film también protagonizado por vagabundos de trenes mercancías, aunque más como recurso dramático que como reflejo/denuncia de una realidad social. En ese ambiente se refugia una chica que ha matado a un hombre que abusaba de ella, interpretada por una Louise Brooks en lo que parece el mejor trabajo que Hollywood pudo ofrecerle. Es un argumento de prófugos que dudo hubiera pasado el código Hays. Resulta curioso la versión que ofrece el film de ese submundo, de su sistema de valores y su ética particular. De hecho el personaje de Wallace Beery se adueña la película en su segunda mitad con su brutalidad y encanto. Wellman se luce no sólo en la interacción dramática de los personajes, sino especialmente en las escenas de acción con los trenes.
126. Jakob, der Lügner (Frank Beyer, 1975) - 6,5
Ambientada en un guetto judío, al protagonista de este film de la RDA le creen sus compañeros poseedor de una radio a causa de una mentira bienintencionada. Las consecuencias y la gestión de esa mentira forman el corpus argumental de una película en la que conceptos como peligro, esperanza y responsabilidad juegan un papel primordial. Uno de los aciertos del film es limitar la personalización de la opresión nazi, abstraerla en una pequeña medida, y permitir así que los personajes judíos puedan crecer más densos sin estar tan victimizados. Quizás la estética visual setentera no es mi favorita aplicada a esta historia, pero es una obra más que estimable.
127. Operation Petticoat (Blake Edwards, 1959) - 7
Una comedia bélica progresivamente alocada e hilarante sobre un submarino dañado en un bombardeo y en cuya supervivencia se vuelca su tripulación. Dos elementos principales violentan la lógica castrense a la que en principio trata de ceñirse el capitán interpretado por Cary Grant: la llegada del excéntrico teniente que encarna Tony Curtis y el embarque forzoso de un grupo de mujeres marines, que depara los mejores momentos cómicos del film. El gran mérito de Edwards reside, en mi opinión, en su manejo del ritmo y del tono de la película, dentro de una solvente puesta en escena.
128. Cash on Demand (Quentin Lawrence, 1961) - 6
Film de la Hammer con Peter Cushing de protagonista como el estirado director de una sucursal bancaria que es atracada. Parte de la gracia de la historia reside en lo odioso que resulta en principio su personaje, en contraste con un ladrón que así se hace más simpático. Buena parte del metraje avanza esencialmente en tiempo real y toda la acción sucede básicamente en esta sucursal, revelando el origen teatral del film. Así todo pienso que logra evitar convertirlo en una recreación escénica, resultando en una película bastante efectiva.
129. The Driver (Walter Hill, 1978) - 6
Un thriller sobre ruedas sobre un experto conductor a sueldo de delincuentes, su figura solitaria y hierática remite inevitablemente al Jef Costello melvilliano, y anticipa obviamente al film casi homónimo de Winding-Refn. Las persecuciones automovilísticas, además de estar francamente bien filmadas, suponen clímax narrativos que contrastan con un libreto de dudoso nivel. Y si bien esto apenas afecta a su lacónico protagonista, sí que lo sufre su némesis, un bad cop que parece estar pidiendo a gritos una parodia a cargo de Will Ferrell, aunque quizás sea producto de un deliberado contraste. Por lo demás me parece una obra que en sus mejores momentos se mueve con bastante acierto entre lo esencial y lo muscular.
130. Non coupable (Henri Decoin, 1947) - 7
Es muy interesante el personaje que interpreta Michel Simon en este film, un médico en crisis vital, seguramente (o en parte) de autoestima, un buen profesional a lo que parece, pero cuyos métodos poco ortodoxos le han ido relegando en la consideración social y profesional. El azar, más bien la fatalidad, le da ocasión de demostrar una consumada habilidad para el crimen, pero obviamente (e irónicamente) no puede hacer gala de ello para cobrarse la fama y el respeto que anhela. Decoin lo filma con mucha solvencia desde un costumbrismo que a veces juguetea con elementos noir, en una película bastante nocturna de gestos visuales sobrios y medidos.
131. Une semaine de vacances (Bertrand Tavernier, 1980) - 6
Otro film de Tavernier en el que cruza la crisis personal con el reflejo social. Su protagonista es una profesora que se queda una semana de baja por causas psicológicas. Frisando la treintena, se encuentra en una encrucijada vital que afecta a sus relaciones amorosas, a su potencial maternidad y a su futuro laboral. Tavernier inserta pequeños flashbacks que ilustran su labor docente, en el fondo quizás más preocupado por poner en valor la educación y a quienes la prestan, que por profundizar en una crisis laboral pobremente argumentada. En la puesta en escena se puede advertir una cierta tendencia hacia el movimiento, hacia el travelling, quizás una manera de reseñar la confusión de la heroína ante el marasmo vital en el que se encuentra.
132. Suna no utsuwa (Yoshitaro Nomura, 1974) - 6
Film policíaco sobre la investigación de un asesinato, va introduciendo flashbacks que nos ponen en situación de lo ocurrido, y que estructuralmente preparan el último tramo del metraje, que mayormente lo ocupa la visualización de un pasado traumático origen de los hechos actuales y que hace virar la película hacia el puro drama. Además esta mirada atrás viene punteada por la música compuesta por un personaje clave evocando su infancia. Es un planteamiento interesante, pero abusa del subrayado dramático tal y como queda ejecutado. Visualmente, a pesar de los ocasionales zooms, aprovecha el trabajo de localización con una hermosa fotografía en exteriores.
Un saludo.
Primera de las varias versiones cinematográficas de la obra homónima, cuenta la historia de Roxie Hart, una mujer cuyo atractivo la convierte en una sensación mediática tras asesinar a su amante. Hay un gran componente de farsa en el film, con un personaje tan burdamente manipulador, otro aún más demiúrgico en el abogado, y el marido engañado como una figura patética que termina dando carácter de drama a una obra que no acaba de apostar a fondo por la sátira. Con una sólida dirección y algunos apuntes de puesta en escena jugosos (por ejemplo los planos de los pies del jurado o el periódico pisado por los viandantes), es un film resultón.
121. Ready Player One (Steven Spielberg, 2017) - 5,5
Un trepidante film de acción futurista, cuenta la lucha por hacerse con el control del programa de realidad virtual Oasis entre unos intrépidos jóvenes y una corporación dispuesta a todo para lograrlo. En un mundo cada vez más virtualizado, el futuro y el contexto argumental que propone la película me parece de lo más apropiado, al tiempo que chirría la permanente obsesión por referenciar los años ochenta, sin embargo clave en esta operación de nostalgia y homenaje. Es difícil no ver en el gurú James Halliday, creador de Oasis y demiurgo del entretenimiento, a un trasunto del propio Spielberg, que con esta obra parece celebrar su carrera y dar las gracias a los espectadores que le han acompañado en el camino. Sin embargo se echa de menos una dimensión y un tiempo más humanos en este torbellino de escenas e imágenes. No hay duda de que Spielberg sabe narrar, y en el film se puede apreciar una notable fluidez visual, pero la película termina ahogada entre tanta parafernalia y tanta cita ochentera.
122. Never Take Sweets from a Stranger (Cyril Frankel, 1960) - 7
En la Hammer había vida más allá de Terence Fisher y los clásicos del fantástico, como demuestra este notable drama que aborda la espinosa cuestión de la pedofilia. Responsabilidad social, poder o corrupción son cuestiones que se tratan toda vez que el pedófilo forma parte de (y es protegido por) la familia más poderosa del lugar. La película está muy medida en el tono, en la caracterización de los personajes (apenas un par de excesos nada molestos), en el desarrollo de la historia a lo largo de sus calculados 81 minutos de duración. Y como colofón, el tramo final nos depara una deriva cercana al terror gótico en la que la notable puesta en escena alcanza sus mejores logros (por ejemplo, el plano de la cuerda unida a la barca me parece sencillamente brillante).
123. Eldorádó (Géza Bereményi, 1988) - 4
Un retrato nada complaciente de la Hungría postbélica, desde el caos presocialista hasta la invasión de los tanques soviéticos una década más tarde, a través de la figura de un comerciante con trazas de mafioso. La película tiene munición para todos, tanto para el capitalismo burgués como para el régimen socialista. El nieto del mercader, nacido en el umbral del nuevo régimen, podría erigirse en una suerte de alegoría del mismo, con su minusvalía (quizás metáfora de un estado y un sistema mal diseñados y/o corrompido) o con la lucha que mantienen abuelo y madre por su control. Donde creo que naufraga la película, sobretodo para mí gusto estético, es en una puesta en escena por momentos horrenda. El film busca a menudo una combinación de caos y de elusión en la mirada para transmitir una realidad desagradable, lo que resulta en unos planos delirantes y muy feos por sus movimientos, por las angulaciones, por el uso del gran angular en el plano corto. Es verdad que puede tener sentido, pero hace de la experiencia visual una dolor para los ojos.
124. I Want to Live! (Robert Wise, 1958) - 7,5
Basada en hechos reales, este film nos cuenta la caída de una mujer de vida disoluta en las garras de un implacable sistema judicial (al menos para ella) en una serie de fatales circunstancias. No sólo la administración de la justicia se pone en cuestión, sino también el papel de la prensa y de una sociedad fácilmente impresionable e influenciable. Wise tiene a bien mostrarlo desde una aproximación progresivamente clínica que se abre paso tras un inicio cercano al noir, según la toma de decisiones se abstrae en el sistema legal (no es casualidad que no se muestre la deliberación del jurado, ni la sentencia, ni los tribunales de apelación, ni al gobernador que puede decidir sobre su ejecución). Los personajes están muy bien trazados, libres de excesos y subrayados en su caracterización, empezando por la protagonista interpretada por Susan Hayward, que a pesar de su condición de víctima queda lejos de estar reflejada como una santa. La puesta en escena brilla desde su fantástica presentación (plano de la calle, una amiga mira hacia la ventana, grúa y corte a la oscuridad interior en la que aparece de pronto la silueta de la cabeza de Hayward tras lo que suponemos es un momento de desenfreno sexual), pero alcanza el clímax en el tramo final, en el reflejo preciso de la mecánica de la muerte, tanto más abyecta cuanto más sistematizada e institucionalizada. Es llamativa la feliz utilización de los silencios, en contraste además con el bullicio sonoro de la vida de la protagonista en libertad. En fin, la mejor película de Wise que he visto tras The Set-Up.
125. Beggars of Life (William Wellman, 1928) - 7
Unos años antes de Wild Boys of the Road, Wellman realizaba todavía en modo silente este film también protagonizado por vagabundos de trenes mercancías, aunque más como recurso dramático que como reflejo/denuncia de una realidad social. En ese ambiente se refugia una chica que ha matado a un hombre que abusaba de ella, interpretada por una Louise Brooks en lo que parece el mejor trabajo que Hollywood pudo ofrecerle. Es un argumento de prófugos que dudo hubiera pasado el código Hays. Resulta curioso la versión que ofrece el film de ese submundo, de su sistema de valores y su ética particular. De hecho el personaje de Wallace Beery se adueña la película en su segunda mitad con su brutalidad y encanto. Wellman se luce no sólo en la interacción dramática de los personajes, sino especialmente en las escenas de acción con los trenes.
126. Jakob, der Lügner (Frank Beyer, 1975) - 6,5
Ambientada en un guetto judío, al protagonista de este film de la RDA le creen sus compañeros poseedor de una radio a causa de una mentira bienintencionada. Las consecuencias y la gestión de esa mentira forman el corpus argumental de una película en la que conceptos como peligro, esperanza y responsabilidad juegan un papel primordial. Uno de los aciertos del film es limitar la personalización de la opresión nazi, abstraerla en una pequeña medida, y permitir así que los personajes judíos puedan crecer más densos sin estar tan victimizados. Quizás la estética visual setentera no es mi favorita aplicada a esta historia, pero es una obra más que estimable.
127. Operation Petticoat (Blake Edwards, 1959) - 7
Una comedia bélica progresivamente alocada e hilarante sobre un submarino dañado en un bombardeo y en cuya supervivencia se vuelca su tripulación. Dos elementos principales violentan la lógica castrense a la que en principio trata de ceñirse el capitán interpretado por Cary Grant: la llegada del excéntrico teniente que encarna Tony Curtis y el embarque forzoso de un grupo de mujeres marines, que depara los mejores momentos cómicos del film. El gran mérito de Edwards reside, en mi opinión, en su manejo del ritmo y del tono de la película, dentro de una solvente puesta en escena.
128. Cash on Demand (Quentin Lawrence, 1961) - 6
Film de la Hammer con Peter Cushing de protagonista como el estirado director de una sucursal bancaria que es atracada. Parte de la gracia de la historia reside en lo odioso que resulta en principio su personaje, en contraste con un ladrón que así se hace más simpático. Buena parte del metraje avanza esencialmente en tiempo real y toda la acción sucede básicamente en esta sucursal, revelando el origen teatral del film. Así todo pienso que logra evitar convertirlo en una recreación escénica, resultando en una película bastante efectiva.
129. The Driver (Walter Hill, 1978) - 6
Un thriller sobre ruedas sobre un experto conductor a sueldo de delincuentes, su figura solitaria y hierática remite inevitablemente al Jef Costello melvilliano, y anticipa obviamente al film casi homónimo de Winding-Refn. Las persecuciones automovilísticas, además de estar francamente bien filmadas, suponen clímax narrativos que contrastan con un libreto de dudoso nivel. Y si bien esto apenas afecta a su lacónico protagonista, sí que lo sufre su némesis, un bad cop que parece estar pidiendo a gritos una parodia a cargo de Will Ferrell, aunque quizás sea producto de un deliberado contraste. Por lo demás me parece una obra que en sus mejores momentos se mueve con bastante acierto entre lo esencial y lo muscular.
130. Non coupable (Henri Decoin, 1947) - 7
Es muy interesante el personaje que interpreta Michel Simon en este film, un médico en crisis vital, seguramente (o en parte) de autoestima, un buen profesional a lo que parece, pero cuyos métodos poco ortodoxos le han ido relegando en la consideración social y profesional. El azar, más bien la fatalidad, le da ocasión de demostrar una consumada habilidad para el crimen, pero obviamente (e irónicamente) no puede hacer gala de ello para cobrarse la fama y el respeto que anhela. Decoin lo filma con mucha solvencia desde un costumbrismo que a veces juguetea con elementos noir, en una película bastante nocturna de gestos visuales sobrios y medidos.
131. Une semaine de vacances (Bertrand Tavernier, 1980) - 6
Otro film de Tavernier en el que cruza la crisis personal con el reflejo social. Su protagonista es una profesora que se queda una semana de baja por causas psicológicas. Frisando la treintena, se encuentra en una encrucijada vital que afecta a sus relaciones amorosas, a su potencial maternidad y a su futuro laboral. Tavernier inserta pequeños flashbacks que ilustran su labor docente, en el fondo quizás más preocupado por poner en valor la educación y a quienes la prestan, que por profundizar en una crisis laboral pobremente argumentada. En la puesta en escena se puede advertir una cierta tendencia hacia el movimiento, hacia el travelling, quizás una manera de reseñar la confusión de la heroína ante el marasmo vital en el que se encuentra.
132. Suna no utsuwa (Yoshitaro Nomura, 1974) - 6
Film policíaco sobre la investigación de un asesinato, va introduciendo flashbacks que nos ponen en situación de lo ocurrido, y que estructuralmente preparan el último tramo del metraje, que mayormente lo ocupa la visualización de un pasado traumático origen de los hechos actuales y que hace virar la película hacia el puro drama. Además esta mirada atrás viene punteada por la música compuesta por un personaje clave evocando su infancia. Es un planteamiento interesante, pero abusa del subrayado dramático tal y como queda ejecutado. Visualmente, a pesar de los ocasionales zooms, aprovecha el trabajo de localización con una hermosa fotografía en exteriores.
Un saludo.
Selfie es muy muy mala. No tengo otro adjetivo para calificarla, no se me ocurre. En cuanto a Jumanji, pues entretiene, que no es poco.Dezsö Kosztolányi escribió:Dos películas menores:
Jumanji (2017): La vi para ver a Amy Pond con top y shorts, y lo conseguí. Puedo añadir que no es taaaaaaaan mala como pensaba al principio, y al final acaba siendo una peli más de The Rock.
Selfie: Esta es una peli española que he visto porque a Boyero le gustó, cosa que no suele pasar. Y, sinceramente, me parece bastante pobre. Tiene su gracia en contadas ocasiones, pero no deja de ser una serie de exagerados estereotipos políticos en forma de documental/comedia. Supongo que podría ser peor, pero que a los críticos les haya gustado una cosa tan simple me hace pensar que España va peor de lo que recuerdo.
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remember CAI
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A Quiet Place. 8, 75. Una de las gratas sorpresas de la temporada, habida cuenta de la referencias de su autor. Un film de terror distópico de extraordinaria factura, económico y hasta austero, por momentos inspirado y brillante, con planos de calado clásico y escenas singulares, perfectamente acabadas. Como suele ocurrir con los mejores exponentes del género, los FX no ahogan el discurso narrativo, sino que lo estimulan, dando cancha al espectador. Acaso sea reprochable cierta torpeza en el manejo de elemento mímico, que no acaba de insertarse con la soltura del resto de los elementos. Realmente de sus 90 minutos de metraje no sobra casi nada, te mantiene en tensión de principio a fin, y te deleita los ojos con una propuesta visual extremadamente atractiva.
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Fecha actual 19 Abr 2024, 06:11