Toshirô escribió:il_padrino escribió:Precisamente, y en esto sí que toca aplaudir al PSOE por compromiso ideológico, hay que levantarse y aplaudir a quién, incluso con un, a priori, 80% de españoles pidiéndolo, continúan con el debate. Porque, y hay suficiente material de expertos en la materia, existen razones como para romper el binomio en el que parece andar el debate de, o estás con las víctimas, o estás con los asesinos. Hay artículos, de Jacobo Dopico, por ejemplo, muy buenos al respecto, en relación a cómo se lleva a cabo en Europa, las tasas de reincidencia o la capacidad de frenar más asesinatos con este tipo de medidas, y es perfectamente razonable verle lagunas a la Perpetua Revisable, y confrontarla desde datos y papers. Ya digo, que he empezado a leeros ahora, pero es terrible generar escenarios con semejante visceralidad y agresividad, insinuando que estamos (los que, como poco, somos escépticos de la Revisable) a favor de que violen niñas, o de que maten a nuestros abuelos. Claro, cuidado porque esa misma falacia es reutilizable con penas más gordas, y siguiendo con el discurso, nos podemos acabar metiendo en un problema gordo de ddhh, todo por resultar lo más enfurecidos y alejados posibles del animal homocida.
Por cierto, no sé si se ha colgado, pero me sorprendió gratamente El Pais con su editorial del otro día, que no esperaba en absoluto.
https://elpais.com/elpais/2018/03/15/op ... rsoc=TW_CM
Hay que tener en cuenta esos estudios y hay que extremar el cuidado con cómo se legisla en materia penal, eso debería estar claro. A mí me parece que la orientación de las penas hacia la reinserción, como principio, es buena. También creo que una cosa es buscar la reinserción a toda costa y otra pretender que es posible siempre, en todos los casos. No asumir que existen criminales absolutamente impermeables a cualquier intento de resocialización es una autolimitación, es hacerse trampas al solitario. Naturalmente, como sucede con cualquier medida punitiva, existe el riesgo de extralimitarse, de hacer norma de la excepción. He leído estos días en prensa varias veces que, desde su aprobación, ha sido condenada a pena de prisión permanente revisable UNA persona. Si el dato es cierto, y asumiendo que una muestra tan pequeña pudiera extrapolarse al futuro, entiendo que, al menos de momento, la excepción no está deviniendo en norma.
Se agradece el tono y el fondo del mensaje, porque estaba quedando un hilo precioso, donde a todo aquel que sospechara o tuviera dudas, se le relacionaba con Hannibal Lecter y con el Hombre del Saco. Es, por desgracia, hacia donde se ha ido conduciendo el debate a nivel político, como hemos visto estos días, tanto en la Tribuna del Congreso como en los medios. Hoy mismo, un cachorro de NNGG, faltando al respeto a la madre de los hijos de José Bretón, viniendo a decir casi que se lo merecía, por haber criticado al PP. Es difícil moverse en debates tan enfangados.
Mis conocimientos penalistas son muy básicos, pero corremos el riesgo de crear una espiral del pánico, y una escalada punitiva. Es importante dejar claro cuál es la situación de España como país en relación a la criminalidad, y cuál es el estado de nuestras cárceles. Por desgracia, el debate está siendo deshonesto. Y, cabe partir de que la Permanente Revisable no va a rebajar la criminalidad, como la evidencia explica. De hecho, con Quer y Gabriel, ya teníamos Permanente, y ha sucedido igual, por lo que es fundamental tenerlo claro.
Por tanto, y es a lo que iba, en nuestro actual Codigo Penal, con, si no recuerdo haber leído mal, ya una de las penas máximas más altas de Europa, así como un tiempo medio y un porcentaje de ciudadanos en cárcel considerable, no parecía necesario incluir la Perpetua Revisable. Una persona condenada a 40 años, más 10 de libertad vigilada, es en la práctica un hombre que ya ha perdido toda su vida. Además, si, en el resto de Europa existe permanente, pero es bastante más débil que la que aquí tenemos, con controles desde varios años antes que nuestra Revisable. De hecho, es que ya teníamos penas más altas que las que en Europa mostraban incluso con la Perpetua, lo cual convierte todo esto, a mi juicio, en un sin sentido que no soluciona ni trastoca nada, pero que pretende lanzar carne a la opinión pública.
Y vaya, el hecho de que su uso, hasta el momento, esté siendo excepcional, ayuda a profundizar en la confusión que hubo en el momento por penar con una figura impositiva mas dura. No era necesario, no va a cambiar nada, y parece alejarse, por su ensañamiento, con sus posibles equivalentes europeos. Ya digo, tengo mil dudas en materia de reinserción y demás en casos ultraexcepcionales, pero estoy seguro de que la Permanente no disipa ninguno de ellos, a priori, en vistas de cómo era nuestro Código Penal y cómo es nuestro país.