Chubarry escribió:También ponen "NO BUSCO SEXO" cuando en realidad están chorreando igual que los tíos; sin la misma ansiedad ni urgencias, pero con las mismas ganas de follar. Y todo por orgullo y para que no se les etiquete de sueltas. Pues lo de SOSOS NO, es más de lo mismo: aparentar dignidad y profundidad de miras. Pero el feucho enrollado y graciosete por lo general se prende fuego a la polla esperando matches mientras el insulso del gym y sus fotos sin camiseta con el WC de fondo tiene la bandeja de entrada llena de jijijijis.
Que sí, que hay mucho escombro con labia que se gana su jornal, pero siempre le cuesta la vida y la mayoría de veces hay algo más: éxito laboral, poder económico, perspectiva de viajes, vida bohemia o postureo en rr.ss (lo cual les encanta), etc etc.
Hombre, no te falta razón, Tinder es otro mundo. Yo me refería más bien a la vida real, donde el físico importa menos de lo que algunos creen.
En Tinder está claro que el físico es lo único que importa. Ya comenté una vez que hice un perfil falso con fotos del típico guapete enseñando musculo y sin descripción alguna, me llovieron unos 35 matches con las mejores tías que te puedes encontrar ahí, en tan sólo 48 horas. Eso sí, daba tanto el cante que mi perfil duró poco y fue desactivado por Tinder. De todos modos, sigo pensando que la altura en Tinder, que es de lo que iba el post, apenas importa. En mi experiencia ahí y como dije antes, las únicas que comentaron algo sobre la altura eran tías de 1,75 para arriba que ponían el típico comentario de: "busco un chico que sea más alto que yo".
A mí, poner que mido más de 1,90 de poco me ha servido ahí. Lo cual no quita que en la vida real, SIEMPRE, el primer comentario que recibo cuando quedo con una chica de internet por primera vez es: JODER, QUÉ ALTO ERES.
Mi paso por Tinder (en España) era lamentable hasta que... puse una foto sin camiseta y ahí la cosa comenzó a mejorar. Triste, pero cierto.
Lo de sosos no, yo creo que lo ponen porque se cansaron de quedar con tíos buenos del Tinder, que tras el pertinente folleteo les aburrían como ostras.