por nurito »
10 Oct 2018, 22:56
LSR escribió:nurito escribió:Alguna vez he pensado si el advenimiento de la agricultura tuvo algún efecto civilizador o domesticador más allá de la propia invención. El Neolítico añadió a la desigualdad de reproducción la desigualdad de riqueza y la inseguridad de alimentos. Sin embargo, la propia posibilidad de almacenar excedentes hizo tanto que las elites tendieran a intercambiar las desigualdades como que el pueblo pudiera cubrirse contra la inseguridad. Las primeras preferían la semimonogamia a la desposesión y el segundo, el ahorro al hambre. A título especulativo, se me ocurre que la selección darwiniana hubo de suavizarse para la agresividad e intensificarse para el autocontrol.
Bueno, trajo la especialización, el sedentarismo y los primeros protoestados, ¿no? Supongo que todo eso, además de lo civilizador que tenga per se, recondujo la violencia a usos distintos de los que tenía en el cazador-recolector.
Disculpa que haya tardado tantísimo en responderte; me ha costado dos o tres intentos expresar las ideas. Me refiero a si las presiones selectivas cambiaban según el modo de vida. Voy a suponer razonablemente que la caza-recolección era complementaria del nomadismo y la agricultura-ganadería, del sedentarismo. También voy a suponer no tan razonablemente (!) que se trataba de dos actividades incompatibles cuya elección no estaba asociada a las cuestiones que voy a señalar.
Tanto cazadores como agricultores enfrentaban el problema de la variación del alimento de un año al siguiente. No obstante, las posibilidades y limitaciones de sus modos de vida hacían que sus soluciones fueran distintas. Los primeros abordaban la escasez de presas desplazándose a zonas adyacentes, mientras que los segundos se cubrían contra las malas cosechas almacenando grano. A más abundamiento, unos y otros no afrontaban la misma disponibilidad del alimento a lo largo del año. En términos de supervivencia/reproducción y selección, el autocontrol (el ahorro) no sería relevante para los cazadores, pero sí para los agricultores.
Asimismo, dada la diferencia de coste y capacidad de reproducirse entre hombres y mujeres, tanto cazadores como agricultores tendían individualmente a desarrollar la misma estrategia. Los hombres, competir por acaparar las mujeres y éstas, aparearse de forma voluntaria con los ganadores. Sin embargo,
algunos análisis genéticos muestran un descenso de la desigualdad reproductiva a partir del Neolítico. Junto al exacerbamiento (harenes y similares) de la poligamia, se inició la transición hacia la monogamia. Es posible que la revolución agrícola redujese la capacidad de alimentar por sí mismas a sus crías de las mujeres, haciéndolas más receptivas a emparejarse con un hombre cualquiera a cambio de su compromiso proveedor. En cualquier caso, la limitación de la competición sexual pudo tal vez hacer más neutra la selección darwiniana para la agresividad/apacibilidad.