por el mc »
18 Ene 2019, 15:07
Al principio, Podemos ilusionó a mucha gente que incluso no se identificaba con la izquierda. Un partido nuevo, que trataba de dejar atrás los problemas de la política española, el rígido dogmatismo de la izquierda española, que tenía claro que debía alcanzar pactos (como mostró Pablo Iglesias en aquella entrevista conjunta con Rivera de Évole). Hablaba fundamentalmente de de los problemas económicos y sociales de España y Europa.
Pero poco tardó en volver a las andadas de la izquierda española post-franquista, con el añadido de pintarnos un país que poco o nada tiene que ver con la actual España: muchas veces parece que nos hablan de 1950 o de Bolivia.
Podemos cada vez habla menos de economía, más allá algún eslogan de vez en cuando. En general, en vez de hablar de los grandes problemas sociales que le preocupan a la gente, parece que su mayor preocupación es cualquier tipo de causa "de las minorías", aunque estas minorías no sean desfavorecidas ni mucho menos. Así, se empeñan en alinearse con los independentistas de una región rica que dicen que los de las regiones pobres les roban.
Toda realidad que no les gusta es obviada. Así rehuyen el debate de la inmigración, dejando a la extrema derecha que establecer su discurso sin combatirlo (racionalmente, no con insultos y eslóganes) y niegan vehementemente cualquier dato oficial que deje a la población extranjera en peor lugar. Lo mismo sucede en otros debates, donde, a diferencia de lo que podría parecer al inicio, aportan fundamentalmente soluciones simples (y falaces), por ejemplo.
Parecen más preocupados porque todo el mundo tenga claro que son los más feministas y los menos racistas. Por ejemplo, después de tanto meterse con la iglesia católica (con toda la razón), pasan por alto el gran control social de la religión islámica y sus preceptos claramente machistas, e incluso felicitan el Ramadán a sus fieles.
Desde un punto de vista más amplio, la sociedad occidental actual es muy diferente de la de hace 100 años. Hoy en día, la mayoría de los obreros no son el proletariado (casi) analfabeto de fábrica, con una vida miserable y poco que perder. La terciarización de la economía hace que los trabajadores sean más heterogéneos y esto junto con las tendencias sociales capitalistas han llevado a un individualismo cada vez mayor. No le puedes hablar igual a un obrero de una fábrica del siglo XIX que a un "nuevo obrero" con título universitario al que le llaman "colaborador", "consultor" o cualquier cosa así que le hace sentirse muy importante y único, aunque tenga un salario que no le permita un alquiler y un contrato precario. Y, como decía, no le puedes hablar igual a un tipo que vive en España ahora que a uno que vive en Bolivia.
Además de esto, creo que los comportamientos incoherentes como el chalet del líder (y como le han justificado) no ayudan mucho a su campaña. Sobre todo cuando uno va de ser el más íntegro y en posesión de la verdad absoluta, cosa que tampoco le suele gustar a alguna gente.
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