por Genjuro »
17 Abr 2021, 12:00
255. Kleider machen Leute (Helmut Kaütner, 1940) - 6,5
Esta tempranera obra de Kaütner es una comedia de época sobre un sastre soñador que es tomado por un conde debido a la levita que porta, la que precisamente propició su despido y sirvió de finiquito tras haberla cortado a su propia medida en un arrebato. El film trata evidentemente sobre la estratificación social de manera leve y ligera, pero no creo que complaciente. El desarrollo es un poco previsible, incluso insiste con demasiada recurrencia en las típicas reacciones de la gente que le rodea achacando a su nobleza cualquier cosa que haga o diga, incluso cuando niega ser un conde. Pero la película tiene mucho encanto, un aire de cuento (es un poco Cenicienta por momentos), con ese blanco y negro luminoso y brillante, cierta musicalidad en su fluir visual, y es difícil no simpatizar con el gran Heinz Rühmann en su papel protagónico. Me llama la atención el préstamo de Hamlet en la estupenda escena musical que precipita el desenlace, y en general toda la puesta en escena ya apunta las grandes maneras de Kaütner. Hay por ejemplo un brillante montaje a base de match cuts para ilustrar el desarrollo del personaje en un momento determinado que, eso sí, incluye la muy grosera metáfora de la transformación de un pájaro corriente en un pavo real, pero tampoco molesta en el contexto cómico en el que se mueve la película.
256. Johnny Apollo (Henry Hathaway, 1940) - 7
La historia nos cuenta el camino que recorre hacia el hampa el poco maduro hijo de un corredor de bolsa condenado por desfalco. Desde ese primer shock inicial, los personajes se muestran descoordinados (y no sólo padre e hijo) en buena medida por la confusión moral que acarrean. La cuestión paternofilial y cómo se canaliza ese sentimiento es esencial, puesto que el hijo parece ejercer de tal en algún momento con el mafioso para el que empieza a trabajar (como en la escena en la que le coloca el bistec en el ojo amoratado), mientras que el padre se gana el sobrenombre de Pops en la cárcel. Hathaway entrega una obra sin fisuras visuales, que si bien no llama la atención en la puesta en escena, es una lección de buenas y sencillas decisiones.
257. Will Success Spoil Rock Hunter? (Frank Tashlin, 1957) - 5
Como no soy aficionado al cine de Jerry Lewis, la obra de Tashlin es bastante desconocido para mí, pero este film tampoco me invita a profundizar en ella. Aquí el cómico es Tony Randall, interpretando a un publicista que para mantener su trabajo acaba oficiando de pareja de una explosiva estrella de Hollywood. Ya desde los créditos iniciales el humor me parece bastante grueso, con una ingenuidad que se extiende a su discurso sobre el éxito, las clases sociales y las relaciones sentimentales (no creo que la mujer salga muy bien parada). Hay momentos divertidos, como la escena relativa al baño de los ejecutivos, y su colorista factura visual está bastante lograda, pero no termino de cogerle el punto a los grititos de Jane Mansfield y demás gags.
258. Boerensymfonie (Maurice Delattre & Henri Storck, 1944) - 6
Como Farrebique, realizada un año después, este film nos ofrece un reflejo de la vida rural a lo largo de un año. Si el título apela a una sinfonía campesina, lo cierto es que el resultado se antoja más bien prosaico, con una voz en off que nos remite a las convenciones del género documental. Pero la película ofrece multitud de imágenes hermosas, principalmente paisajes, compuestas con gusto, aunque quizás se echa falta que el montaje de las mismas, y es una obra de edición bastante intensa, genere alguna fuerza estética o narrativa particular.
259. L'assassinat du Père Noël (Christian-Jaque, 1941) - 6,5
Al parecer se trata de la primera película de la Continental, recordemos, la productora francesa controlada por los nazis durante la Ocupación, y es curioso que también ofrezca esa atmósfera de cuento de hadas que caracteriza el film de Kaütner reseñado anteriormente, quizás una forma de pura evasión ante una realidad contemporánea muy poco atractiva. Situada en un pequeño pueblo alpino en fechas navideñas, allí el artesano local de globos terráqueos que todos los años oficia de Papá Noel en esta ocasión no puede acabar su recorrido, mientras su hija se enamora del barón local que vive en un castillo. Volvemos sobre las evocaciones a Cenicienta dentro de un relato que se va oscureciendo al plantear una whodounit derivada de la aparición de un asesinado y el robo de una joya de la Iglesia. Por aquí pierde en amabilidad la película, cuando cierta histeria se apodera de las autoridades locales y se obvian los procedimientos legales y garantistas (la alegoría respecto a la situación de Francia en aquel momento me parece forzada, pero no es impensable). El hecho es que se trata de un film eminentemente oscuro y nocturno a pesar de los nevados parajes que sirven de marco geográfico, y pienso que Christian-Jaque captura con acierto una atmósfera tenebrosa que le sienta muy bien al film.
260. Ahí está el detalle (Juan Bustillo Oro, 1940) - 5,5
El primer título importante en la carrera cinematográfica de Cantinflas es esta comedia que se abandona al régimen de la confusión y el caos que siempre propone el conocido humorista mexicano. Además de que su personaje de haragán abonado a la picaresca mate por encargo a un perro cuyo nombre coincide con el de un hombre asesinado, le hacen pasarse por el cuñado de un celoso marido, todo lo cual desencadena una acumulación de confusiones que deparan un tramo final en sala judicial. A pesar de que tras las cámaras se encuentra el mismo director de la notable Tres monjes, la puesta en escena de este film es bastante básica, funcional para un humor eminentemente verbal, y la película no trasciende más allá de los juegos con la literalidad de las palabras y las frases a medio decir tan características de Cantinflas.
261. A Dispatch from Reuter's (William Dieterle, 1940) - 6
Biopic de Peter Julius Reuter, fundador de la conocidísima agencia de noticias, que nos lleva a través de sus esfuerzos por establecer su negocio informativo a mediados del siglo XIX, primero a través de palomas mensajeras, luego recurriendo al telégrafo. Es una narración muy amena y solvente de argumento espectacularizado, haciendo de su protagonista un incomprendido que lucha a contracorriente y que puede darse el gusto de reír siempre el último.
262. The House of the Seven Gables (Joe May, 1940) - 6,5
Una maldición pesa sobre la casa que da título a esta película y divide a dos hermanos de carácter y moral opuestas, de manera que uno de ellos acusa injustamente al otro de matar al padre. Hay algo vagamente pulp en este film, y no es por la agradecida presencia de Vincent Price, pero en las exaltaciones emocionales, los radicales cambios de carácter (el de la prometida del encarcelado, claro), la perversidad del villano, o en cómo se manifiesta la maldición sobre los personajes, la sutileza no siempre hace acto de presencia, pero al mismo tiempo depara una función más divertida. Así todo, también hay espacio para la elegancia, y merece destacarse especialmente ese momento de retorno tantos años después, visualizado con la pareja, cada uno por su lado, buscando unas ropas del pasado que aparecen apolilladas.
263. Battement de coeur (Henri Decoin, 1940) - 7
Hay mucho en común entre este film y Premier rendez-vous, realizados consecutivamente por Decoin, empezando por una cierta subversión inicial de las apariencias, aquí materializada en una singular escuela de carteristas con un peculiar sistema de admisión, y siguiendo por las protagonistas que en ambos casos encarna Danielle Darrieux, que vienen de estar internas en instituciones públicas y a quienes se les aparece el amor y la posibilidad de una vida mejor en circunstancias en las que alguno de los personajes simula lo que no es. Aquí además la filiación con Cenicienta es evidente, ya que a esta joven le obligan a hacerse pasar por la sobrina de un barón para robar durante un baile el reloj de un diplomático del que finalmente se enamora, por supuesto (y viceversa). Formulada en clave de comedia romántica, me da la sensación de que la película se queda la mayor parte del tiempo al borde de ser memorable, que tiene muy buenos ingredientes, que está bien cocinada pero que le falta un toque final de brillantez en los diálogos, pero el resultado es notable así todo.
264. Petite fille (Sébastien Lifshitz, 2020) - 6
El director de Adolescentes se ocupa aquí del caso de Sasha, biológicamente un niño pero que se siente niña. La dificultad para normalizar esa identidad sexual se convierte en el leitmotiv del film, en el cual el espacio familiar se convierte en un santuario de armonía ante un exterior problemático, especialmente su escuela supuestamente regida por una cruel incomprensión. Ese exterior emerge mayoritariamente en off, y nos llega a través palabras y reacciones emocionales. La carga emocional es grande en algunas escenas, y si bien creo que Lifshitz es respetuoso con los personajes, en momentos puntuales, en particular en esos encuentros con la psicóloga en los que ésta pregunta a Sasha infructuosamente, me da la impresión de que la cámara es parte de una situación incómoda para la pequeña. Su madre es en el fondo tan protagonista como ella, luchadora incansable, así todo su presencia en pantalla y acaba resultando un poco redundante; me sobra un poco de discurso (repetido) y me gustaría ver más a Sasha en su día a día. Me pregunto además si la connotación de género tan marcada que utiliza la madre ("hay que sufrir para estar guapa" le dice en una ocasión) no alimentará todavía más el problema, y si bien la película no lo esconde, tampoco profundiza en ello.
265. The Living Idol (Albert Lewin, 1957) - 5
En la última película de su exigua carrera como director, Albert Lewin profundizaba en su gusto por lo exótico y misterioso, por esas fuerzas arcanas que pueblan varias de sus obras, también por el rol del arte y la cultura. México es el destino de sus personajes, un arqueólogo obsesionado con los sacrificios humanos que descubre una estatua de un dios leopardo, la lugareña hija de uno de sus ayudantes, presa de un súbito miedo atávico, y el galán de turno, periodista, pretendiente de la chica y colaborador del arqueólogo. Es éste personaje quien asume el grueso del punto de vista a través de una frecuente voz en off, pero también los otros dos se hacen oír puntualmente. Y pienso que más allá de la incoherencia (luego vemos la razón de que el periodista sea el narrador), ese recurso extradiegético no termina de funcionar bien, deja la narración demasiado masticada. El film se puede ver un poco como cruce lejano de The Mummy y Cat People, pero le cuesta generar fascinación entre tanto discurso, y sólo lo consigue en mi opinión durante el paseo nocturno del leopardo a través del zoo y la ciudad universitaria de México DF.
266. Paradis perdu (Abel Gance, 1940) - 6,5
Drama romántico que se extiende a través de varios años, que conjuga intensa felicidad y extensa ausencia por la relación de amor entre un pintor que revela particulares dotes para diseñar moda y una modelo que trabaja para una casa del ramo. Me parece curioso ese inicio en el cual los personajes ya están bailando en una fiesta popular, pero realmente todavía no se conocen. Igual que su excelente final, una conjunción de evocaciones y contrastes emocionales que depara un último plano prodigioso por su fuerza emotiva. Entre medias, una suerte de folletín en el que la moda juega un agradecido papel.
267. Pride and Prejudice (Robert Z. Leonard, 1940) - 6
Adaptación de la homónima novela de Jane Austen que nos lleva a través de las tribulaciones amorosas de una de las cinco hijas casaderas de una familia de provincias en su relación con un petulante joven de mejor linaje y fortuna. Si la adaptación de Leonard tiene poco que ofrecer a nivel estilístico, al menos aprovecha la gracia de los personajes, el carácter y la acidez de su heroína y el ridículo esnobismo de su partenaire (a quien el habitualmente cargante Lawrence Olivier encarna muy apropiadamente). Por supuesto el carácter subversivo del material tiene un alcance muy limitado, hablamos de principios del siglo XIX, pero incluso así resulta una obra bastante refrescante.
268. Abe Lincoln in Illinois (John Cromwell, 1940) - 6
Este biopic de la legendaria figura estadounidense abarca su periplo desde que deja la casa familiar hasta que es elegido presidente. Podemos sospechar cierto grado de idealización, naturalmente, en esa escena en que derrota a puñetazo limpio al matón local, en ese carácter tan llano y popular, en su falta de ambición (un presidente que no parece querer serlo), pero creo que se mantiene dentro de lo razonable y en el global resulta una mirada singular y progresivamente amarga sobre el acceso al poder, lo cual viene entrelazado en la película con la complicada relación con su esposa. Lo que había visto de Cromwell hace mucho tiempo me pareceía un poco artrítico para mi gusto, y sin cambiar de opinión, sí que cumple el expediende en un film que se beneficia de cierta holgura en la producción.
269. La fille du puisatier (Marcel Pagnol, 1940) - 6
Drama sentimental y familiar, típico en su temática, sobre una joven que "tiene un desliz" con un piloto y se queda embarazada mientras él se va a la guerra desconocedor de la situación. El padre de la chica emerge entonces como personaje central y esencial, el pocero del título, su relación con ella, su machismo exacerbado, también su humanidad que acaba contradiciendo en alguna medida lo anterior. Resulta llamativa la sencillez de la puesta en escena, casi tosquedad, y la larga duración del film para una historia que tampoco tiene tanta complejidad. Pero es que Pagnol aplica un cierto naturalismo mediante el cual los personajes se expresan extensivamente en pantalla, sin presión del montaje. A veces tiene algo de teatral, y es evidente que tanto Raimu como Fernandel están para exhibirse en alguna medida. Pero también tiene su gracia esa desnudez formal, enfrentando a la película frontalmente con los avatares de sus personajes en busca de una emoción cocida a fuego lento entre humor y drama.
270. L'enfer des anges (Christian-Jaque, 1941) - 6,5
Los ángeles son los niños, más bien adolescentes, y el infierno es la situación de marginalidad en que viven en este film que trata de significarse como testimonio de la problemática de la infancia desprotegida y condenada a una vida futura en los márgenes de la sociedad. A uno de los barrios bajos de París llega una joven fugada de un reformatorio y un crío que sufre amnesia tras haber sido golpeado por su padre y dado por muerto. El peligro para su seguridad y bienestar asoma por múltiples sitios, y compone la línea argumental principal de la película. El retrato de ambientes y personajes busca más el carácter que el puro realismo, con buen resultado. Así mismo, la puesta en escena refuerza la expresividad de los variopintos caracteres que se dan cita en pantalla y los enmarca en un contexto físico que les mediatiza. La narración recurre a veces a elipsis, incluso al fuera de campo en alguna ocasión, con bastante buen criterio, y por momentos desearía que lo hiciera más, en aquellas escenas más dramáticas. Era sabedor, viendo la película, de que había otro final ahora perdido, el originalmente planeado, y seguro que esta circunstancia ha afectado mi percepción, pero me resulta un poco morcilla como queda finalmente resuelta la historia.
271. Taistelun tie (Risto Orko, 1940) - 5,5
Documental sobre la Guerra de Invierno que acababa de suceder, narrado desde el punto de vista finlandés, en lo que se erige como un canto épico y nacionalista a Finlandia y sus habitantes. El film insiste sobre las virtudes del inquebrantable espíritu del país y la desigual correlación de fuerzas en la lucha, haciendo particular y obsesivo incapié en la continuida incautación de material bélico de los soviéticos tras cada refriega. A pesar del limitado interés del planteamiento, el film tiene bastante interés visual, consagrando en particular esa rara fascinación que pueden llegar a producir las imágenes de la destrucción.
272. The Old Horseman (Boris Barnet, 1941) - 6
Comedia sobre un veterano jinete de trotones que regresa a su pueblo fracasado y que recupera la ilusión gracias a su nieta y uno de los caballos de la cuadra local. Resulta un poco decepcionante que tras esa escena inicial en la que es la chica la que se atreve a tirarse con un paracaídas, más su exhibición conduciendo el caballo hasta la estación en un tiempo inaudito, no se cumpla lo que parece apuntar el argumento y no sea ella misma quien luego oficie de jinete en la carrera. Por otro lado, no es que mi parezca una obra muy refinada y elaborada, pero tiene momentos simpáticos, como el episodio de los apostadores, la escena en que el barbero intenta por segunda vez tirarse en paracaídas y en su lugar le cuenta al pretendiente de la chica lo que ve desde las alturas, o el mismo plano de cierre tan bien planificado usando una puerta giratoria.
273. Five (Arch Oboler, 1951) - 6,5
En un mundo postapocalíptico tras una cataclismo nuclear sólo han sobrevivido un puñado de personas, y cinco de ellas se juntan en una casa. Oboler se plantea su film como una reflexión existencialista de toda la raza humana bajo un prisma religioso, como si fuera una nueva oportunidad de renacimiento, la posibilidad de una nueva creación tras el desmoronamiento de un mundo podrido (que simbolizan precisamente aquellos que sufren de la contaminación radioactiva). El trabajo, el volver a la esencia como es el cultivo de la tierra se opone a los delirios de poder y la necesidad de poseer que muestra el personaje más negativo, que por supuesto necesita acaparar el bien más escaso de este nuevo mundo, la única mujer que sale en pantalla. La película peca quizás de ser demasiado nítida en sus intenciones, pero con el muy exiguo presupuesto que debió de disfrutar consigue una obra de interesante acabado visual, en la que se nota la preocupación por la composición visual y el uso de angulaciones.
Un saludo.