Contador de películas 2021
La vida al margen del deporte (la hay)

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Bundy
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Contador de películas 2021

por Bundy » 01 Ene 2021, 15:22

Abro el hilo para que los presentes puedan empezar a mencionar las películas que han visto durante este año.

Nivariablue
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Re: Contador de películas 2021

por Nivariablue » 01 Ene 2021, 16:20

En este 2021 he visto :

1. Quo vadis? / 1951 LeRoy.
2. La casa di famiglia / 2017 Fornari.
3. Frühling : Supuren der Vergangenheit / 2020 Fuss.
4. Zaun an Zaun / 2017 Gersina.
5. Loro / 2018 Sorrentino.
6. The Shop Around the Corner / 1940 Lubitsch.
7. Luna de Avellaneda / 2004 Campanella.
8. Home from the Hill / 1960 Minnelli.
9. The Young and Prodigious T.S. Spivet / 2013 Jeunet.
10. The Dirty Dozen / 1967 Aldrich.
11. El secreto de sus ojos / 2009 Campanella.
12. We need to talk about Kevin / 2011 Ramsay.
13. Modern Times / 1936 Chaplin.
14. Tel Aviv on Fire / 2018 Zoabi.
15. ¿De qué se ríen las mujeres? / 1996 Oristrell.
16. The Swimmer / 1968 Perry/Pollack.
17. A cambio de nada / 2015 Guzmán.
18. Siete mil días juntos / 1994 Fernán Gómez.
19. Matrimonio all´italiana / 1964 De Sica.
20. Tigres de papel / 1977 Colomo.
21. Nieve negra / 2017 Hodara.
22. Den skyldige / 2018 Möller.
23. Llueven vacas / 2017 Arráez.
24. Paris, Texas / 1984 Wenders.
25. Dark passage / 1947 Daves.
26. Dirty Harry / 1971 Siegel.
27. Pares y nones / 1982 Cuerda.
28. A Esmorga / 2014 Vilar.
29. Angel face / 1952 Preminger.
30. The Bad and the Beautiful / 1952 Minnelli.
31. Lust for Life / 1956 Minnelli.
32. Lara / 2019 Gerster.
33. Apuntes para una película de atracos / 2018 León.
34. The Wizard of Oz / 1939 Fleming.
35. Gilda /1946 Vidor.
36. La caza / 1966 Saura.
37. Buffaloed / 2019 Wexler.
38. Krigen / 2015 Lindholm.
39. She wore a yellow ribbon / 1949 Ford.
40. Gigi / 1958 Minnelli.
41. Mean Streets / 1973 Scorsese.
42. Los jueves, milagro / 1957 Gª Berlanga.
43. El disputado voto del Sr. Cayo / 1986 Giménez-Rico.
44. Permanent / 2017 Burson.
45. Jean François y el sentido de la vida / 2018 Portabella.
46. A Bridge too far / 1977 Attenborough.
47. El año de las luces / 1986 Trueba.
48. Las truchas / 1978 García Sánchez.
49. Superagente Makey / 2020 Sánchez.
50. Sword of Trust / 2019 Shelton.
51. Honeymood / 2020 Lavie.
52. Bringing up Baby / 1938 Hawks.
53. O Ano em que Meus Pais Saíram de Férias / 2006 Hamburger.
54. Así en el cielo como en la tierra / 1995 Cuerda.
55. El astronauta / 1970 Aguirre.
56. Temblores / 2019 Bustamante.
57. Tira a mamá del tren / 1987 DeVito.
58. Hvítur, Hvítur Dagur / 2019 Pálmason.
59. Lucky Grandma / 2019 Sealy.
60. La montaña rusa / 2012 Martínez-Lázaro.
61. The searchers / 1956 Ford.
62. Sweet Bean / 2015 Kawase.
63. Le Goût des autres / 2000 Jaoui.
64. De behandeling / 2014 Herbots.
65. Out of the Blue / 1980 Hopper.
66. North by Northwest / 1959 Hitchcock.
67. A Night at the Opera / 1935 Wood.
68. Bienvenue chez les Ch'tis / 2008 Boon.
69. Une belle équipe / 2019 Hamidi.
70. The Cincinnati Kid / 1965 Jewison.
71. Chef / 2014 Favreau.
72. Bellamy / 2009 Chabrol.
73. The asphalt jungle / 1950 Huston.
74. Bande à part / 1964 Godard.
75. Wagon Master / 1950 Ford.
76. La residencia / 1969 Íbañez Serrador.
77. A History of Violence / 2005 Cronenberg.
78. Inmsomnia / 2002 Nolan.
79. Cléo de 5 à 7/ 1962 Varda.
80. Frühling : Familie auf Probe / 2019 Karen.
81. The Big Sleep / 1946 Hawks.
82. Cat on a hot tin roof / 1958 Brooks.
83. La venganza de Don Mendo / 1961 Fernán Gómez.
84. Te doy mis ojos / 2003 Bollaín.
85. The hill / 1965 Lumet.
86. Duck Soup / 1933 McCarey.
87. Raging Bull / 1980 Scorsese.
88. The Pianist / 2002 Polanski.
89. Der Fall Collini / 2019 Kreuzpaintner.
90. The Artist / 2011 Hazanavicius.
91. Los ojos dejan huellas / 1952 Sáenz de Heredia.
92. Mi chiamo Francesco Totti / 2020 Infascelli.
93. All the King's Men / 1949 Rossen.
94. Les Vacances de Monsieur Hulot / 1953 Tati.
95. Volver a empezar (Begin the Beguine) / 1982 Garci.
96. Surprise Me! / 2017 Goodman.
97. Le Mystère Henri Pick / 2019 Bezançon.
98. Who Am I – Kein System ist sicher / 2014 bo Odar.
99. Tiempo de silencio / 1986 Aranda.
100. Nada / 1947 Neville.
101. El crimen de Cuenca / 1979 Miró.
102. Captain Fantastic / 2016 Ross.
103. Incierta glòria / 2017 Villaronga.
104. Mr. Holmes / 2015 Condon.
105. Nowitzki. The Perfect Shot / 2014 Dehnhardt.
106. Woodstock, Three days that defined a generation / 2019 Goodman.
107. Jefe / 2018 Barrejón.
108. Celda 211 / 2009 Monzón.
109. Zero Dark Thirty / 2012 Bigelow.
110. Furia Española / 1975 Betriu.
111. Alas de mariposas / 1991 Bajo Ulloa.
112. El desencancto / 1976 Chávarri.
113. Airport / 1970 Seaton.
114. La isla mínima / 2014 Rodríguez Librero.
115. The Handmaiden / 2016 Park.
116. Normandie Nue / 2018 Le Guay.
117. La vie est belge / 2014 Bal.
118. Belle Époque / 1992 Trueba.
119. El rey pasmado / 1991 Uribe.
120. Balloon / 2018 Herbig.
121. Rancho Notorius / 1952 Lang.
122. El espejo de los otros / 2015 Carnevale.
123. Burnt / 2015 Wells.
124. A Streetcar Named Desire / 1951 Kazan.
125. El Plan / 2019 Menárguez.
126. Mambrú se fue a la guerra / 1986 Fernán Gómez.
127. ¡Bruja, más que bruja! / 1977 Fernán Gómez.
128. Band of Angels / 1957 Walsh.
129. Life of Pi / 2012 Lee.
130. Fort Apache / 1948 Ford.
131. Marvin ou la Belle Éducation / 2017 Fontaine.
132. La Dolce Vita / 1960 Fellini.
133. La La Land / 2016 Chazelle.
134. 2001: A Space Odyssey / 1968 Kubrick.
135. It's a Wonderful Life / 1946 Capra.
136. The Gold Rush / 1925 Chaplin.
137. Double Indemnity / 1944 Wilder.
138. Broken Blossoms / 1919 Griffith.
139. Druk / 2020 Vinterberg.
140. Hiroshima mon amour / 1959 Resnais.
Última edición por Nivariablue el 02 Ene 2022, 22:59, editado 28 veces en total.

Fardo de Móstoles
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Re: Contador de películas 2021

por Fardo de Móstoles » 02 Ene 2021, 18:26

1. Resident Evil
2. Ronin
3. Una de Scott Adkins, da igual cual sea, son todas parecidas.
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Bundy
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Re: Contador de películas 2021

por Bundy » 09 Ene 2021, 10:08

1.-Beau travail (Claire Denis, 1999) – 5

Una película mucho más interesante en su tramo inicial y en sus flashbacks que en la génesis de la idea, que supongo fue la idea de utilizar la coreografía de los cuerpos y el choque y movimiento de ellos dentro de una historia en la que un superior se vuelve celoso de un recluta recién integrado e intenta quitárselo de encima como sea. En cierto sentido es otra historia de autodestrucción en la que caben discursos coloniales y otros que en sí me parecen mucho más jugosos porque van más al grano, pero más allá de eso hay o la indiferencia o la confusión (porque la película aspira a ser demasiado de autor, se pasa de rosca en ser demasiado críptica en ocasiones). Dicho esto, entiendo el sentido de la película pero se me hace aburridísima en más de una ocasión. Nunca juguéis con lo que es o no es simbólico si queréis hacer cine pls, lo abstracto es la leche pero hay que saber hacerlo como la cencia. Next.

2.-Deseando amar (Wong Kar-Wai, 2000) – 7,5

Buena película que entiendo porque tuvo el hype que tuvo cuando era chaval, pero que personalmente me parece más floja y errática de lo que pensaba que sería en unas cosas y mejor en otras. Por un lado, lo que más me sorprende es que Deseando amar tiene más humor de lo que le presuponía, lo cual rebaja la música constante de Shigeru Umebayashi y, a su vez, le da otra dimensión más equilibrada al conjunto. Creo que le sienta bien el personaje de Ah Ping al conjunto, así como también la contextualización social y sexual del amor y de los matrimonios en la época, y es que en realidad todo acaba orbitando sobre la relación entre los dos personajes casados. La película tiene muchas virtudes deshilachadas, y para mí los mejores momentos son cuando Wong Kar-Wai manipula la situación y omite información mientras juega con el espacio. Qué es real y qué no, qué es principio y qué fin, qué es metacinematográfico y qué no. A esto se une pues la buena medida del tiempo y la cámara lenta (quizá la mejor de las que he visto hasta ahora) en la cual el director debió jugar con la manivela de una cámara analógica para modificar los fotogramas por segundo y así jugar con esa percepción tiempo suspendido-amor para luego ir modificando este o bien otros momentos y alterando sus significados así como se transforma y se va alterando la película sobre sí misma. Por desgracia, creo que el cuerpo central de la película es mucho más aburrido de lo que parece porque la sensación es que se va alargando innecesariamente en un sinfín absurdo, y esto hace que aunque sí se entiendan los 4 o cinco no finales de la película, sí se pierda un poco de tiempo en devaneos que creo que no quedan bien a la película en su contexto, y también a su vez creo que peca de gustarse un poco a sí misma (todos tienen su amante por ahí, el rollo de jugar a ser difícil de Maggie Cheung a partir de cierto punto no cuela, algunos finales directamente sobran), pero, por suerte, la película me sigue pareciendo muy buena, y no me extraña que cautivase a más de un incauto. Ah, y PD: por muy sensual que sea el tema de Shigeru Umebayashi y por muy sensual que sea Maggie Cheung contoneándose junto a su termo de fideos, si haces esto unas 300 veces al final deseas matar al director y al compositor un par de veces. Con cariño, Wong Kar-Wai, pero aquí te has pasado un poco de rosca.

3.-El cant dels ocells (Albert Serra, 2008) – 4

Aburridísima en comparación con Honor de cavalleria. Después de un arranque brillante, va y suceden las cosas más randoms ever para luego volver a los reyes con la indiferencia ya puesta por bandera. Entiendo qué quiere hacer Serra y qué tipo de imagen y de texturas pretende lograr (y creo que la readaptación de la película a 4K sí da una cierta contradicción a los encuadres y a la profundidad de campo que le sienta de fábula), pero la película no es que me moleste en sí, es que al final me acaba dando igual todo. Y es una pena, la verdad.

4.-Sólo los ángeles tienen alas (Howard Hawks, 1939) – 9

Gran película de Hawks y su mejor drama de largo. Es una película en la que en cierta manera se divisa a lo lejos los dos arquetipos ya configurados de las parejas románticas de Hawks: el tipo caradura y amargado cargado de carisma y con buen corazón en el fondo y la mujer cómica, caótica y vulnerable. En cierto sentido, y con esa base, el director suma a esto un drama sobre el mundo de la aviación y es muy particular ya de base por cómo están construidas las escenas: siempre hay una constante velocidad que se traga cualquier mínimo indicio de descanso porque se debe seguir volando, se debe seguir haciendo, hay como una sensación de que “debe seguir la farándula” incluso cuando la muerte está presente. Esto me parece brillante porque en cierta manera refleja el sistema capitalista intentando abrirse paso en un entorno en que la miseria cubana está presente; e, irónicamente, resulta curioso ver toda esa velocidad en un entorno en que el tiempo funciona en otra manera y está tan cargado de vida como es en el propio Caribe. Hawks lo hace palpable en tanto que los exteriores están poblados de vida, gentío y música -aunque resulta gracioso ver a actores estadounidenses haciendo de cubanos y fingiendo que saben muy y mucho español- y, a su buena vez, su miseria de forma muy soterrada -las secuencias de la mina-. A eso se une también el personaje de MacPherson y todas las secuencias áreas empalmando secuencias tiradas con maquetas así como otras en que se filman los aviones sobrevolando las montañas en una de las cosas más espectaculares que recuerdo de los años 30 -la otra que me parece tremenda en ese sentido es Frisco Jenny de Wellman (curiosamente, y si no mal no me acuerdo, tanto Wellman como Hawks habían sido aviadores). El problema es que dentro de todo esto me he quedado alucinado tanto por el inicio como sobre todo por esos 30 minutos finales que me parecen de lo mejor de la historia del cine, pero siento que me he perdido algo como para que sea esa obra maestra. En fin, que la volveré a ver con la calma más adelante, eso seguro.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2021

por Genjuro » 09 Ene 2021, 12:45

1. The People Against O'Hara (John Sturges, 1951) - 6

La historia de un falso culpable se dirime a través de un drama judicial centrado en la figura de su defensor, un veterano abogado con problemas de alcoholismo, para acabar de abrazar la vertiente más noir del film en su tramo final. En mi opinión la película tropieza sensiblemente en esa fase central de crisis del protagonista, demasiado obvia, según se encalla, también narrativamente, el proceso (como en ese interrogatorio a uno de los testigos que parece extenderse inexplicablemente durante varias jornadas).


2. Thunder on the Hill (Douglas Sirk, 1951) - 6,5

Claudette Colbert interpreta a una monja desfacedora de entuertos, convencida de la inocencia de una joven sentenciada a muerte que es alojada en su convento durante una inundación de camino al patíbulo. Es un film bastante oscuro, de atmósfera noir en ocasiones, de personajes torturados de diversas maneras por el sentimiento de culpa (también por el de falsa culpabilidad). Afortunadamente no hay demasiado sermón y el film navega entre la acción que proporciona la trama y la emoción que Sirk extrae de los personajes.


3. Another Man's Poison (Irving Rapper, 1951) - 6

No es ningún secreto que a los ingleses les encanta el mundo teatral, así que no sorprende la cantidad de adaptaciones que han producido. En ésta, una Bette Davis excesivamente mayor para el papel que hace (al menos en esta ocasión es una mujer, y no el hombre, como suele suceder en la gran mayoría de los casos) interpreta a una escritora de novelas criminales que acaba de matar a su marido y que va orquestando sobre la marcha cómo ocultar el asesinato según se presentan imprevistos. Es un personaje por supuesto manipulador, ebrio de sus habilidades demiúrgicas, y que aporta además el principal punto de vista de la película. El contrapunto lo encarna el veterinario local, inquisitivo hasta la náusea, incluso para el espectador, lo que de hecho invita a ponerse en muchos momentos de parte de la asesina. Son los elementos más interesante de una obra que, como suele suceder en muchos de estos casos, se acaba sintiendo un poco mecánica, pero que está despachada con mucha eficacia.


4. La nuit est mon royaume (Georges Lacombe, 1951) - 6

Jean Gabin retoma su empleo de La Bête humaine como maquinista de tren sólo para quedarse ciego a las primeras de cambio tras sufrir un accidente. El film nos cuenta su doloroso proceso de aceptación, imbricado con una historia de amor. A veces tiene un vago tono de publirreportaje de alguna institución análoga a la ONCE, dada su manera de describir el centro para ciegos al que acude el protagonista, pero los personajes consiguen trascenderlo y adquirir entidad propia. Y si bien Lacombe no me parece ningún maestro de la puesta en escena, precisamente consigue retratar a unos personajes emocionalmente muy vivos.


5. Soul (Peter Docter, 2020) - 6,5

Pixar, y más en concreto Docter, siguen instalados en cierto esquema que les funciona muy bien, creando universos paralelos y conectados con el nuestro, con sus propias reglas que en ocasiones subvierten las convenciones y que terminan teorizando sobre nuestra manera de ser. No es poco, aunque a veces se sienta un poco formulario. Si esta historia amenaza con llevarnos al Más allá como Coco, nos movemos finalmente entre nuestra realidad y un estadio previo en el cual las almas se preparan para nacer en la Tierra. Allí va a parar la de un profesor escolar y músico de jazz frustrado cuando muere inopinadamente justamente tras lograr un bolo soñado. Es un film que se interroga sobre el sentido de la vida y que ofrece otra coreografía visual y narrativa marca de la casa.


6. Genghis Khan (Manuel Conde, 1950) - 5

Un biopic que recrea el ascenso al poder de Genghis Khan en medio de las luchas intestinas de las tribus mongolas. Es una historia de rivalidades, desafíos, traiciones y venganzas articulada por unos personajes caracterizados con trazo bastante grueso. La puesta en escena está bastante trabajada y recurre con asiduidad a los contrapicados que realzan la estatura de los personajes y facilita disimular en alguna medida la escasez de presupuesto. Es un pena, en todo caso, que la versión superviviente sea la compuesta por algún terrorista de entonces para el mercado occidental, con una voz en off explicativa en inglés por encima de toda la pista de diálogos. Como curiosidad, Lou Salvador, que es parte del reparto, figura en los créditos como director de la película, al parecer debido a su fama, en buena medida por su carrera como jugador de baloncesto. De hecho, en 1923 llegó a anotar 116 puntos en un partido contra Japón de los Juegos del Lejano Oriente. Si no basta con esta referencia chamberlainiana, también llegó a ser padre de 102 hijos.


7. Itsuwareru seisô (Kôzaburô Yoshimura, 1951) - 7,5

El Japón de posguerra todavía pugnaba entre lo viejo y lo nuevo, y como parte de lo primero, toda esa cultura de las geishas y la prostitución, de los patronos, esos intercambios comerciales que resulta tan difícil de abstraer de los sentimentales, porque de hecho se vende por lo menos la ilusión de un sentimiento. En una casa de citas, madre e hija abordan esta cuestión de manera diferente, mientras la segunda hija tiene un trabajo convencional, siendo el personaje que simboliza la nueva sociedad. La relación entre ellas y con terceros, sus contrastes, están muy bien ilustrados por Yoshimura en una obra que retrata a sus criaturas con un trazo definido, que no simple, y denso. Es muy meritorio cómo la cámara nos lleva de un personaje a otro en diálogo visual, cómo utiliza los objetos, cómo transita entre escenas. La elegancia está siempre presente en una puesta en escena muy pensada, cuyo brillo es evidente en secuencias como la de la muerte de una joven geisha (en la disposición de personajes o el significativo uso de una cortinilla), o mismamente la última, que nos lleva de la arquitectura asfixiante de Kioto, representante explícito de ese viejo Japón, a la liberación de la visión del cielo, al simbolismo del cruce de un puente.


8. M (Joseph Losey, 1951) - 6,5

El remake de la obra maestra de Fritz Lang nos lleva de la Alemania prenazi a la América de McCarthy de la mano de un director incluido en las listas negras y que tendría que marcharse de los Estados Unidos para poder continuar su carrera. En la historia del asesino de niños a quien termina buscando el mundo del hampa dado que la hiperactividad policial para atraparle obstaculiza sus negocios, la diferencia argumental más notable se produce en la parte final del film, que en lugar de ofrecer una pantomima de juicio nos muestra a un abogado intentando detener un linchamiento, un cambio que no me parece especialmente favorecedor. Lejos de la exhibición de puesta en escena del director vienés, Losey realiza un buen trabajo que en sus mejores momentos, cierto es, se antoja deudor del de Lang (por ejemplo, el plano del globo suelto o la pelota rodando que sugieren la culminación de otro asesinato en fuera de campo).


9. The Baron of Arizona (Samuel Fuller, 1950) - 6,5

Biopic del personaje que intentó adueñarse de una porción de Arizona en un fraude documental aprovechando las leyes de reconocimiento de títulos de la propiedad españoles. En las habilidosas manos de Fuller, se trata de la aventura de un personaje obsesionado con su empresa, con su anhelo de poder y distinción, hasta el punto de mantener una disciplina de años para lograr su objetivo. La película se va transformando según cambian los variopintos escenarios en los que se desarrolla, aunque quizás el drama romántico que termina por adueñarse de la historia no sea todo lo interesante que uno desearía.


10. Tormento (Raffaello Matarazzo, 1950) - 5,5

Otro melodrama con Sanson-Nazzari encabezando el reparto, Matarazzo no pierde el tiempo y ya desde la primera escena se lanza en plancha a explotar los recursos típicos del culebrón, presentando a una villana quintaesencial, una madrastra que hará todo lo posible por amargar la vida de su hijastra, mientras la relación de ésta con su novio sufre todo tipo de obstáculos dictados por la fatalidad. Salvando los minutos finales en los que se resuelve la hipertrofiada trama, el guión sigue dos reglas básicas: por un lado, si algo puede salir mal, saldrá mal; por otro, si en algún momento se abre una posibilidad de mejora, todo acabará peor que como estaba antes. Desde luego el film hace honor a su título, porque no recuerdo otra película suya tan sistemática a la hora de golpear a sus personajes. Hasta recurre al sufrimiento de una niña pequeña separada de su madre. Lo cierto es que argumentalmente la película echa todo el resto desde el primer minuto para buscar la respuesta emocional del espectador, pero al menos la sencillez en la puesta en escena evita siempre cargar las tintas. Incluso nos ofrece algún momento logrado, especialmente ese clímax final con regusto milagrero que tan bien utiliza el fuera de campo (y por supuesto, que no falte la vertiente religiosa).


11. The Lawless (Joseph Losey, 1950) - 6,5

No es casualidad que Losey entregase un film sobre linchamientos el mismo año en que lo hiciera otro director también acusado de comunista por el Comité de Actividades Antiamericanas, Cy Enfield con la notable The Sound of Fury, quien también se fue al Reino Unido. Este film tiene la particularidad de tratar el tema del racismo ubicando la acción en un pueblo californiano donde hay tensiones con los temporeros hispanos. Una pelea masiva y un puñetazo dado a la persona equivocada lleva a uno de los jóvenes hispanos a emprender una huida que los medios de comunicación explotan hasta el sensacionalismo. También la prensa era objeto de crítica en el film de Enfield, como exacerbadora del miedo y la ira para servir a sus propios intereses, una lectura tristemente vigente hoy en día. Quizás falta un poco de sutileza en el mensaje, pero es una sólida obra.


12. 711 Ocean Drive (Joseph M. Newman, 1950) - 6

Un noir que narra el clásico proceso de ascenso en el mundo del hampa a través del negocio de las apuestas de un hombre en principio corriente que sucumbe al influjo de la ambición desmedida. Podemos contar con la atmósfera de amoralidad, con diálogos ametrallados, con una narrativa enérgica dentro de una puesta en escena que, quizás por su ambientación californiana, tampoco busca las sombras con particular ahínco, incluso con un clímax en un escenario singular, pero tampoco hay nada en la película que la haga particularmente memorable, creo yo.


13. Frauenarzt Dr. Prätorius (Curt Goetz & Karl Peter Gillmann, 1950) - 5,5

Un año antes de que Joe Mankiewicz llevase la misma obra a la pantalla en People Will Talk, su autor Curt Goetz había hecho lo propio, delante y detrás de la cámara, en su primer film tras su regreso a Europa. Y tampoco esta versión me ha parecido nada memorable. El heterodoxo doctor Prätorius parece servir antes como plataforma de exhibición del propio Goetz que como esa figura que oponer al dogmatismo y a la rigidez académica. El resultado puede ser así menos maniqueo, pero también más disperso, por más que se puedan encontrar varias situaciones divertidas y diálogos agudos a lo largo de su metraje. Tampoco ayuda la edad de los protagonistas, especialmente la mujer de Goetz, Valerie von Martens, que con sus 56 años encarna a una estudiante embarazada. No es una mala obra, sin ofrecer tampoco mucha inspiración visual, pero sus florituras dialécticas se me asemejan algo a un globo de aire, como ese espectacular final sinfónico con una orquesta de alumnos de medicina.


14. The Times of Harvey Milk (Robert Epstein, 1984) - 6,5

Documental que glosa la carrera política y asesinato de Harvey Milk, el primer cargo electo abiertamente homosexual en la historia de California y símbolo del activismo gay. Realizado seis años después de su muerte, es una obra muy clásica en su estructura, casi convencional, con la esperable combinación de testimonios y material de archivo, montados con sencillez, con una narrativa clara y precisa y una cuidadosa selección de personajes que evita saturar la pantalla de rostros diferentes. El material, la historia, tienen una gran carga emotiva que Epstein maneja con prudencia y sobriedad, y resulta difícil no dejarse arrastrar a nivel emocional, pero uno nunca se siente asaltado en ese sentido. Es un film que refleja muy bien una época, como sugiere su título, pero que sigue interpelando la actual, que deja claro de dónde venimos y que otras luchas están en similar estadio hoy en día.


15. Gone to Earth (Michael Powell & Emeric Pressburger, 1950) - 7

Los tres vértices del triángulo sentimental que presenta esta historia situada en la campiña inglesa de finales del siglo XIX representan sendas actitudes y posiciones sociales: la vitalidad libérrima y animista de la chica de clase baja, la fuerza depredadora y pasional del señor que la pretende y la persigue desde su posición acomodada, y la contención del pastor con quien se casa, representante (a su pesar) de la sociedad y moral pequeñoburguesas. Todo esto se presenta impregnado de color, cuyas tonalidades también caracterizan a los personajes (hay por ejemplo trazos rojizos en la mansión del esquire que se dirían infernales), deparando una obra exhuberante, arrebatada por momentos y también bucólica en su retrato de los escenarios.


16. Side Street (Anthony Mann, 1950) - 6,5

El hombre corriente que se ve envuelto en el mundo del crimen tras dejar que la ambición le hiciese caer en la tentación (un pequeño robo desde su posición de cartero que resulta en un inesperado botín) se arrepiente rápidamente en esta ocasión, pero por el camino se convierte en un nuevo falso culpable que sumar a la larga lista del género negro. Se nota que Mann está entrando en su madurez, que domina la escena con soltura, que consigue darle volumen visual a sus personajes e iluminar su transición hacia las sombras, a un mundo de abismos morales, por más que tampoco me parezca un film para nada redondo.


17. Miquette et sa mère (Henri-Georges Clouzot, 1950) - 5,5

Todo es deliberada y explícitamente teatral en esta película, un vodevil de relaciones sentimentales, de inocencia en el fondo nada amenazada, de virtud en el fondo proclive a la corrupción y de pretendida corrupción en el fondo inofensiva. El tono de farsa se duplica cuando entra en juego el teatro dentro de la ficción, el vehículo para el mérito artístico que una engañada joven fascinada con los escenarios pretende utilizar para dar envidia al conde del que está enamorada y que le corresponde, pero cuyo tío, el demiurgo corruptor, quiere casar con una adinerada pretendiente. El film camina una fina línea entre lo simpático y lo grotesco, y sale adelante gracias a la sólida puesta en escena de Clouzot, que puede evocar por momentos el universo teatral, pero lo trasciende.


18. The File on Thelma Jordon (Robert Siodmak, 1950) - 7

Barbara Stanwyck encarna magistralmente a otra femme fatale que tras iniciar una relación amorosa con un ayudante del distrito casado, le termina involucrando cuando aparece su tía asesinada. De esta manera, Siodmak navega hábilmente entre el drama sentimental y el noir componiendo sus personajes con mucha precisión, incluido un protagonista deliberadamente desprovisto de carisma. El bloque central correspondiente al asesinato y a la reacción al mismo muestra la madurez narrativa de un director paciente al desarrollar la acción y que sabe construir el sentimiento de inquietud en el espectador.


19. The Drunkard (Yorgos Javellas, 1950) - 5,5

Nada sorprende en esta historia que se apoya sobre la cuestión del alcoholismo. Un hombre es incapaz de mantenerse sobrio tras la muerte de su hijo, a pesar de los ruegos de su hija en edad de merecer y del daño que hace a sus posibilidades matrimoniales. Dado que él ya no trabaja, ella se busca un puesto como mecanógrafa, donde atrae la atención del hijo del dueño. A los rudimentos de la clásica comedia romántica que esta situación ofrece, se suma la inicial mirada humorística sobre las borracheras del padre, que va dando paso al patetismo y a una vena más dramática. Son los únicos matices en un film tan transparente como su puesta en escena, que a menudo se da un aire tan plano y básico como el de estar filmando un escenario. Y sin embargo, todo tiene un aire bastante entrañable que hace la función disfrutable.


20. Tension (John Berry, 1949) - 6,5

Otra femme fatale, más fatale que nunca, otro hombre en principio corriente, su esposo, incitado por las circunstancias al abismo del crimen, pero a la postre otro nuevo falso culpable, estamos ante otro noir de manual que nos lleva por territorio familiar pero para nada exento de interés. Es llamativa desde su primera aparición en pantalla la descarada connotación negativa de la esposa, una mujer que más allá de sus perversas maquinaciones no está dispuesta a tragar con el modelo de vida familiar estándar de la América de posguerra. Es un personaje tan arquetípico como el de la otra chica, la buena, en la típica dicotomía que se suele dar en este tipo de relatos. También es jugosa esa doble personalidad que se crea el protagonista y que le hace trascender de su rol habitual dentro de la sociedad, como también es inquietante la operativa del detective que investiga el asesinato, narrador del film, pero cuya manera de involucrarse con el círculo del sospechoso juega con esas sombras de moralidad que tanto frecuenta el cine negro. Un film resultón, en definitiva, aunque Berry no pase de cumplidor en la puesta en escena.


21. Flicka Och Hyacinter (Hasse Ekman, 1950) - 7

Cuando una joven se suicida y deja una carta a su vecino escritor y a su esposa legándoles sus bienes, éste decide emprender una investigación para averiguar las causas del trágico suceso. El film adopta así una estructura del estilo de Citizen Kane que no es nada gratuita, ya que responde muy apropiadamente a la personalidad misteriosa y huidiza de la chica fallecida. Una barrera parece impedirnos acceder a lo más profundo de sus pensamientos y sentimientos, erigiéndose en fuente de incomprensión en especial para los hombres, incluido llamativamente el escritor, quien por su ocupación debiera ser más imaginativo y abierto a posibilidades, mientras que los pocos momentos de calor humano los recibe de mujeres. Ya la estupenda apertura de la película resulta bastante sugerente, dejando en off visual a personajes con un brillante movimiento de cámara que nos lleva de un personaje a otro enlazando planos detalle de copas, pies y manos. Esa coreografía anticipa en alguna medida la puesta en escena de la película, con una cámara que a menudo se mueve con cierta libertad para recoger espacios, objetos y personajes.


22. Vita da cani (Mario Monicelli & Steno, 1950) - 6,5

El mundo de las revistas teatrales es el escenario de esta tragicomedia de personajes que juguetean con la miseria económica y emocional en la Italia de posguerra. Desde una relativa moralina, la fidelidad y la autenticidad emerge como elemento clave en el diferente devenir de tres de las chicas del espectáculo, mientras que el director del mismo, interpretado por Aldo Fabrici, aporta el grueso de un caudal cómico que además de jugar con las apreturas de la troupe también lo hace con la resaca de una Italia divida a nivel político. Es una obra filmada con oficio y alternativamente simpática y emotiva.


Un saludo.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2021

por Genjuro » 16 Ene 2021, 10:36

23. The Cimarron Kid (Bud Boetticher, 1950) - 6

La historia de un chico al que las circunstancias empujan al delito y que se acaba juntando con la banda de los Dalton también es un proceso de toma de conciencia sobre la imposibilidad de la vida delictiva. De hecho es muy curioso, por poco habitual, que uno de los dos taimados antagonistas que presenta el film se quede sin recibir su "merecido castigo", reforzando la sensación de inutilidad de enfrentarse al sistema, lo que le da una cierta vena conservadora a la película. La narración no siempre avanza de manera orgánica, y el mejor ejemplo es la introducción del personaje de la chica, quien primeramente aparece como si fuera un mueble más del decorado y luego interpela al protagonista con un aire de preocupación sin la menor preparación previa sobre los sentimientos que pudieran tener ninguno de los dos. De todas maneras, la acción continua preside un film que no deja tiempo para aburrirse.


24. Konïgskinder (Helmut Käutner, 1950) - 7

Käutner entregaba una curiosa variante de trümmerfilm, una comedia romántica y social sobre el trasfondo ruinoso de la posguerra alemana. Una princesa y sus tres acompañantes regresan sin dinero a un castillo destartalado tras la guerra, como si nada hubiera cambiado, con la obsesión de mantener unas liturgias que (especialmente) en esta situación se antojan ridículas. Cuestiones como la ocupación, el mercado negro o la inflación sirven como contexto y alimento cómico, siempre con la estratificación social como principal línea argumental, claro está. Käutner realiza una obra llena de movimiento visual y dialéctico, pero siempre bajo control, elegante en las formas y de eficaz ejecución.


25. Pen itsuwarazu, bôryoku no machi (Satsuo Yamamoto, 1950) - 6,5

Si hay una constante a lo largo de la mayor parte de la carrera de Yamamoto, incluso en sus obras más de género, es la exposición de la corrupción generada por las estructuras de poder en obras intensamente narrativas. En este caso la acción se desarrolla en tiempo presente en una pequeña ciudad donde el crimen organizado campa a sus anchas con la convivencia de los estamentos políticos, policiales, judiciales y periodísticos. El nuevo corresponsal de un periódico es quien rompe ese círculo de silencio, comenzando un movimiento de denuncia y resistencia. Quizás sea su película más optimista de las que he visto, posiblemente debido al momento histórico en el que está hecha, de transformación y esperanza, y apela a la fuerza de la colectividad activa ante los manejos de las élites. Rodado sin excesivos formalismos, el film se da a veces un aire documental, especialmente en las escenas multitudinarias, lo que sirve para transmitir el pulso del momento.


26. Luci del varietà (Federico Fellini & Alberto Lattuada, 1950) - 6

El debut de Fellini tras las cámaras acompañado de Lattuada no sólo transita similar temática que la de Vita da cani, esto es, el mundo de la revista teatral y las vedettes con aspiraciones, sino que ambos films fueron rivales durante la producción para ver cuál llegaba antes a la cartelera, y no sin ciertos piques detrás. Aquí sólo hay una bellina, pero su relación con el cómico principal de una troupe tiene bastantes paralelismos con la de Fabrici-Lollobrigida (él amigo de la picaresca, ella una primeriza que acaba triunfando), aunque también marcadas diferencias derivadas de su menor altruismo y bonhomía, pero ambas transmiten siempre ese amor por el espectáculo, esa necesidad casi física de continuar con el show. Hay algún momento bastante felliniano, especialmente la secuencia nocturna en la que el protagonista se encuentra a algunos artistas callejeros, dentro siempre de un registro de comedia popular bastante efectivo.


27. I Shot Jesse James (Samuel Fuller, 1949) - 6

Otro film que recurre a la mítica figura de Jesse James, en particular de su célebre asesinato, para en este caso centrarse en el ejecutor del mismo, un Robert Ford retratado con bastantes licencias históricas y redimido en alguna medida de su tan vituperada acción por una motivación romántica. Es una película irregular, a veces un tanto gruesa y obvia, como por ejemplo en la manera en que se prepara para el asesinato, con diálogos anticipatorios que casi parecen sacados de una parodia. En otras ocasiones brilla como en esa escena en la que Ford obliga a un músico callejero a seguirle cantando el famoso tema de Jesse James después de revelarle su identidad. Y es que en el fondo la película habla en buena medida de decir y hacer (o no) las cosas a la cara. Por lo demás funciona con agilidad narrativa.


28. The Big Steal (Don Siegel, 1949) - 6

Me cuesta calificar de noir este film dada su ambientación puramente diurna en México, quizás también porque acaba siendo una especie de carrera llena de zancadillas en pos de un botín. De hecho, para mi gusto le sobra algo de carretera y eso que ronda la hora y cuarto de metraje. Sin embargo el juego entre los diferentes intereses de los personajes está bien dispuesto, así como la siempre socorrida relación conflictiva que deviene en romántica entre la pareja protagonista. También es llamativo el jugo que saca la película a las diferentes habilidades idiomáticas de los personajes, sean en inglés o español.


29. The Beautiful Blonde from Bashful Bend (Preston Sturges, 1949) - 5,5

Sturges lleva su vena cómica al Western a través del temperamental personaje de una cantante de saloon educada en el culto a las armas que se mete en problemas por celos. La escena de apertura podría ser la película de cabecera de la NRA, pero es verdad que la alegría en el uso de las armas es fuente de problemas, por más que de toda la gran cantidad de disparos que se hacen durante el metraje el único receptor de los mismos sea el trasero del personaje del juez. Sin duda la escena del tiroteo masivo es la más lograda, llevando el absurdo a divertidas cotas. Pero durante su escaso metraje también abunda el trazo grueso y un humor un poco chabacano.


30. Der Rat der Götter (Kurt Maetzig, 1950) - 5,5

La responsabilidad del capitalismo industrial en el ascenso de Hitler al poder y la subsiguiente deriva bélica se tratan en este film centrado en las actividades del gigante químico alemán I.G. Farben, con especial atención a sus acuerdos comerciales con la estadounidense Standard Oil que alimentaron el esfuerzo bélico nazi, y también haciendo hincapié en el mantenimiento después de la guerra de esas estructuras de poder que propiciaron semejante tragedia. Aunque el grueso de lo que describe parece ser que fue real, el inequívoco tono propagandístico de la DEFA se siente a lo largo de todo el metraje. Los personajes se agrupan en dos esferas relacionadas, la élite empresarial de la compañía (el "consejo de los dioses") y una familia cuyos miembros trabajan en diferentes puestos más o menos destacados, y que sirve de caja de resonancia de la conciencia sobre lo que sucede. En el fondo los personajes están quizás demasiado subordinados al mensaje, pero por otro lado se trata de una obra que se mueve con fluidez y habilidad entre las diferentes situaciones que trata.


31. Bara en mor (Alf Sjöberg, 1949) - 7,5

El sufrido periplo vital de una mujer campesina en la Suecia de principios de siglo XX revela en este film el progresivo despojamiento de sus activos vitales desde ese punto inicial de plenitud representado por el baño desnuda en un lago; cómo el sistema económico, moral y social (patriarcal) la van cercenando hasta convertirla en "sólo una madre", que reza el título original, antes de acabar de extraer toda su energía. Sjöberg exhibe sus habilidades narrativas y visuales con un excelente manejo de las relaciones entre los personajes dentro del espacio escénico, sea en el plano corto (en conversaciones mucho más elaboradas que el simple plano-contraplano) o en el plano largo (en ese recurrente acto de mirar/espiar/cotillear a la protagonista), también con su hábil manejo de la luz (con el punto álgido de los cambios de luz sobre el rostro de la heroína que da pié a la escena del baile).


32. The Undercover Man (Joseph H. Lewis, 1949) - 6,5

No entiendo muy bien el título de esta película, porque aquí no hay ningún infiltrado, sino que nos detalla la labor de unos agentes del gobierno que tratan de encontrar evidencias para procesar a un jefe mafioso a través de sus irregularidades contables. Es una puesta en valor del compromiso individual ante las amenazas y los sacrificios de un trabajo poco agraciado, en un contexto de silencio ante el régimen de terror impuesto por el mundo del hampa. Es un film narrado con total solvencia por Lewis, más allá de puntuales patinazos propios de la época (y me refiero en particular a la escena en el tren en la que el protagonista recuerda obsesivamente frases dichas por otros personajes cuyas cabezas visualizamos como apariciones).


33. Black Midnight (Budd Boetticher, 1949) - 4

Un western de serie B realizado para la Monogram de corte amable y familiar sobre el regreso de un hijo pródigo que trae problemas a la familia. La película parece asumir el punto de vista del inmaduro protagonista en toda su extensión, de manera que hay mucha ingenuidad, mucho humor tontorrón y los conflictos resultan bastante insulsos. Boetticher tampoco pareció tomárselo con demasiado interés a nivel visual.


34. Not Wanted (Elmer Clifton & Ida Lupino, 1949) - 6

Con los mismos protagonistas y realizada en el mismo año, este film parece un acompañamiento de Never Fear, otra odisea emocional de una mujer en crisis, esta vez una joven que se queda embarazada y sufre un desengaño amoroso. Otro ejemplo más del humanismo de Lupino a la hora de mostrar a personajes en circunstancias socialmente rechazadas. La construcción dramática de la historia está ciertamente lograda, aunque en el clímax final quizás se le vaya un poco la mano. Se busca acumular tensión emocional sin mucha medida, pero por el camino también encontramos algún logro visual reseñable (como el travelling retro siguiendo a la protagonista sobre un puente).


35. Hellfire (R.G. Springsteen, 1949) - 6,5

Un western cristianizante sobre un jugador que se convierte en predicador y que, para cumplir una promesa, trata de recaudar fondos para una iglesia intentando convencer a una mujer buscada por la justicia para que se entregue y así cobrar la recompensa. Lo más llamativo resulta esa figura femenina masculinizada en su rol de proscrita, y que además ha terminado así como respuesta al machismo de la institución matrimonial que ha sufrido (más llamativo aún en un film religioso e inevitablemente conservador). Con diálogos bastante afilados y que frecuentan los dobles sentidos, el curioso efecto cromático del Trucolor y una solvente puesta en escena de Springsteen, resulta en un muy agradable visionado.


36. Any Number Can Play (Mervyn LeRoy, 1949) - 5,5

Aquí el mensaje es prácticamente inverso al de Hellfire, ya que este film de LeRoy deja un regusto a alegato favorable al mundo del juego (también interpretable como a la libertad de empresa) y también a la violencia. Aunque no tiene origen dramatúrgico, sí que hay algo de teatral en la unicidad temporal y la limitación de escenarios que propone esta historia sobre el dueño de una casa de juegos (una suerte de versión triunfadora del Rick de Casablanca) cuyos variados problemas confluyen en una misma noche. Hay algo entre ligeramente burdo e ingenuo al respecto de cómo se presentan y resuelven los conflictos, tan improbable como esa habitación en el sótano de la propia casa del protagonista y que él desconocía en la que su demasiado joven mujer (no creo que se casase a los 8 años y tuviera un hijo a los 10, a decir de la edad de la actriz) ha erigido una especie de museo de su pasado conjunto y que precisamente le enseña esa noche. Pero dentro de su irregularidad, al menos la película es ágil, trufada de sucesos y bastante divertida.


37. Down to the Sea in Ships (Henry Hathaway, 1949) - 7

La pesca de ballenas a finales del siglo XIX es el marco en el que se desarrolla esta historia de contrastes y continuismo intergeneracional a bordo de un ballenero, entre un viejo y respetado capitán, su nieto, todavía niño, que está aprendiendo el oficio para seguir la tradición familiar, y un recién llegado primer oficial cuya formación académica contrasta con la del capitán y que además pronto se convierte en una figura paterna para el chico. El conflicto principal, y que anida de diferente manera en todos los personajes, se produce entre el deber y unos sentimientos personales que no pueden interferir en el gobierno de la embarcación. El film se toma su tiempo en construir esas relaciones entre los personajes, en proyectar las esperanzas y sentimientos entre ellos, de manera que el discurrir de la trama adquiera toda la significación emocional que supone. La puesta en escena busca esa dimensión personal dentro del constreñido escenario del barco, con algunas ideas logradas, como ese repetido juego entre los diferentes niveles del barco en el que los personajes miran/espían hacia abajo a la siguiente generación. Los efectos especiales cantan, claro está, pero no están mal para la época, especialmente la escena del embarrancamiento en el iceberg, que transmite el peligro físico de la situación.


38. Flickan fran tredje raden (Hasse Ekman, 1949) - 6,5

Film episódico de pequeñas historias unidas por la posesión de un anillo e interconectadas por la reaparición de personajes. La chica de la tercera fila a la que hace referencia el título no sólo ejerce de narradora ante uno de esos personajes, un actor que no le ve sentido a la vida, sino que emerge como una fuerza demiúrgica sobre el relato, un ente quizás sobrenatural que representa la presencia divina en el devenir del mundo. Claro que también puede representar la voluntad y el capricho creador en un universo de ficción (el autor, vaya) capaz de dar lugar a una obra de una estructura tan artificiosa, y de hecho la concatenación de historias se cuenta desde un escenario, hay una bajada de telón en el último plano y la puesta en escena evoca en algunas ocasiones el universo teatral.


39. La oveja negra (Ismael Rodríguez, 1949) - 4

La oveja negra es un veterano marido y padre que frecuenta toda suerte de vicios y pendencias ante el estoicismo de su sufrida familia, tan exagerado que se convierte en una parodia del macho mexicano. Igualmente exagerada es la abnegación de su esposa y la fidelidad filial, pero aquí veo mucha menos parodia que exaltación profundamente conservadora de los valores familiares. Entre las bravuconadas del padre y el sufrimiento de la madre, como una reiterada (y cansina) marea que nunca cesa, la película se mueve entre la comedia y el drama, con algunas dosis de romance y musical que aporta el personaje del hijo. Es un film de vocación popular, que toca todos los palos con poca sutileza y muy irregular en su puesta en escena. Es la segunda película que veo de Rodríguez y me sigue quedando sensación de cierta anarquía y falta de rigor visual.


40. Hostinec U kamenného stolu (Josef Gruss, 1949) - 5,5

Un simpático, ligero y luminoso entremés ambientado en un hotelito donde va a veranear una familia que se relaciona con la familia dueña del lugar. Una serie de caracteres singulares dan rienda suelta a su comicidad en circunstancias peculiares, con vena romántica incluida. De hecho, la pareja como concepto viene a estar en la médula del film, desde los jóvenes enamoradizos que comienzan su aventura sentimental, hasta las parejas veteranas y fatigadas, necesitadas de nuevos estímulos. Sin ser nada memorable en mi opinión, se ve con agrado.


41. Énorme (Sophie Letourneur, 2019) - 5,5

Los personajes de Letourneur son generalmente seres inmaduros que terminan afrontando un cambio de estadio vital, y creo que su última película sigue por el mismo camino, con personajes de edades más avanzadas según avanza su filmografía. En este caso se trata de un excéntrico matrimonio, ella pianista de gran prestigio, él una suerte de asistente que satisface todas sus necesidades hasta dejarla desactivada en la toma de decisiones fuera del escenario. Tras la impresión que le causa asistir a un parto imprevisto en un avión, él lleva esta dinámica hasta el muy delicado punto de dejarla embarazada sin su consentimiento. El film juguetea con la tipología de cierta comedia americana irreverente que subvierte ciertas convenciones. El juego de roles es aquí muy claro, invirtiéndose muchos de ellos en un proceso a veces realmente divertido y explorando por momentos lo potencialmente ofensivo. Es un pena que el humor no fluya con consistencia a lo largo de un metraje que muestra baches narrativos y que tampoco se sostiene por un trabajo de puesta en escena especialmente inspirado. El desaliño es bastante habitual en el cine de la directora francesa, y la evidente falta de estilización que muestra en este film le lleva a cierta estética hiperrealista en contraste con la improbabilidad de su contenido cómico.


42. He Walked by Night (Alfred L. Werker & Anthony Mann, 1948) - 6

Un noir bastante irregular con no pocos puntos de interés. De mano tiene un villano sorprendentemente moderno, más típico de décadas posteriores, un criminal sofisticado que lleva de cabeza a la policía de Los Ángeles tras matar a uno de sus agentes. Al procedimiento policial le falta concreción personal y le sobra toda la voz en off, además de que nos brinda momentos un poco ingenuos (como esa construcción de un retrato robot que resulta en una imagen casi idéntica a la del asesino). El film se crece en la oscuridad, en las sombras, y el clímax sintetiza muy bien esa virtud, con la noche presidiendo la escena en medio del silencio, para dar paso a una secuencia en el sistema subterráneo de recogida de lluvias que anticipa en alguna manera lo que mostraría The Third Man (mejorado) el año siguiente.


Un saludo.

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Bundy
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Re: Contador de películas 2021

por Bundy » 19 Ene 2021, 19:53

5.-A moment of romance (Benny Chan, 1993) – 7,25

Por ratos es una película excelente que sabe ser brusca, abrupta y visceral cuando es violenta y noir de la forma más chapucera-quinqui que puede ser una película de la tríada al mismo tiempo que un romance que ya les gustaría a películas como A 3 metros sobre el cielo. Por otro lado, se nota la falta de presupuesto y lo chapucera de la producción incluso estando Johnnie To por ahí. Por lo general y en conjunto, todavía estoy bastante desencajado, aunque sí creo que es un trabajo que sabe ir a por lo que quiere y su conjunto está mejor armado que la suma de sus elementos (aunque le sobra partes musicales por los cuatro costados). Se nota que Benny Chan era un director cojonudo de Hong Kong, pero también que esta película siendo buena es muy mejorable.

6.-Martin Eden (Pietro Marcello, 2019) – 6,5

Una película que va de más a menos claramente y sobre todo a partir de la última media hora. Me parece que hay una historia que a la hora y media llegó la producción y le dijeron que espabilase, que corría la prisa. Es una pena, porque la fotografía y la textura de las imágenes funcionan, pero hay algunos encuadres que me parecen simplemente feúchos o gastados hasta la extenuación y la primera parte me parece mucho más descarnada y directa, pero la película va perdiendo ingenio con los minutos y las soluciones se hacen aburridísimas y cada vez más comodonas, preciosistas y estáticas. En cuanto al ejercicio de imagen de archivo junto con la imagen real, pues va en consonancia con el resto, como lo musical. Buena película que por momentos es muy buena y por otros bastante meh.

7.-La ronda (Max Ophüls, 1950) – 8

Brillante en su inicio por cómo combina la parte musical con el metacine, Ophüls creo aprovecha perfectamente el movimiento de la cámara y los constantes devaneos narrativos para precisamente remarcar una y otra vez la sensación constante de la ronda. El extraño es el único elemento que se repite siempre dentro de todas las escenas y como tal es el elemento enigmático y carismático que pide la película, y el propio director sigue marcando su juego con las escaleras y esas producciones extensas en las que se podía recrear en mano, pero hay muchísimos juegos, objetos y encuadres de profunda simbología cuanto menos picante -hablamos de una película de gente enrollándose a principios del siglo XX, al fin y al cabo-, aunque personalmente se me hizo algo cuesta arriba. Por momentos es realmente creativa y tiene bastante mala leche -el momento del extraño aplicando la censura es magistral-, pero por otros los diálogos son un poco aburridos y más si uno piensa en lo geniales que son los diálogos de alguien como Sacha Guitry.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2021

por Genjuro » 23 Ene 2021, 12:45

43. Little Women (Mervyn LeRoy, 1949) - 6

Una de las clásicas adaptaciones de la novela de Louisa May Alcott, el protagonismo del personaje de Jo viene aquí acentuado e incide en esa inicial pretensión de mantener (y recuperar) ese pequeño e idealizado universo de armonía familiar en el que se incluye la madre, sus hermanas y su vecino, y que posteriormente se torna en la aceptación de que las cosas cambian irremediablemente, lo que viene a ser un clásico proceso de maduración. LeRoy abunda en algunos de los episodios más emotivos y el relativo artificio del diseño de producción explota en ese plano final con arcoiris de pega, pero su puesta en escena no se permite audacia alguna.


44. Menschen in Gottes Hand (Rolf Meyer, 1948) - 7

La guerra deja su marca moral en este trümmerfilm sobre un joven esposo que ignora a su mujer mientras mantiene una relación con una chica a la que conoció en sus días de soldado. Realmente es un film muy conservador (como sugiere su título, por otra parte), que aboga por la familia y la continuidad generacional como refugio ante la crisis de valores, y particularmente machista en su resolución. Y sin embargo me resulta una obra muy atractiva, quizás porque habla en presente y de manera creíble de una debacle anímica que encuentra eco en su magnético blanco y negro, en unas imágenes que sin responder a ningún asomo de maestría visual sí que atesoran cierta fuerza, cierto atractivo y capacidad de sugerencia estética, sea en escenarios rurales o en las calles de Hamburgo, en momentos luminosos o cuando predomina el claroscuro.


45. Gioventù perduta (Pietro Germi, 1948) - 6,5

También aquí comprobamos los estragos morales de la guerra, pero no parece haber redención posible para el joven de buena familia devenido en criminal que protagoniza un film que asimila en buena medida los códigos noir. Germi demostraba en este temprano jalón de su carrera sus dotes narrativas, a pesar de una balacera para cerrar la historia no muy lograda, y su afinado trazo de caracteres, aunque el de su personaje principal le queda un poco monolítico.


46. La Chartreuse de Parma (Christian-Jaque, 1948) - 6,5

Adaptación de la extraordinaria novela de Stendhal, a lo largo de sus tres horas de duración traslada a imágenes buena parte del generoso caudal argumental del original literario, erigiéndose en una notable ilustración del mismo, aunque tampoco mucho más que una ilustración. Su excelente fotografía nos lleva por una lograda imaginería de escenarios y personajes que actúan y confabulan movidos por la pasión o la ambición. El de la condesa Sanseverina es quizás aquel que más consigue trascender la pantalla, en parte por la magnética mirada que le presta María Casares, también por ser el más desarrollado por Christian-Jaque a nivel emocional, creo yo. Y por supuesto, no podría ser otro que Gérard Philipe quien encarnase al seductor y finalmente enamorado Fabrizio del Dongo. Si bien la parte de la revuelta adolece de limitaciones presupuestarias, el brío narrativo del film nos trasladaría al disfrutable terreno del serial aventurero de lujo.


47. The Winslow Boy (Anthony Asquith, 1948) - 6,5

Como otro de los momentos más celebrados en la carrera sonora de Asquith, The Browning Version, ésta es una adaptación de otra obra de teatro de Terence Rattigan sobre una familia que decide reclamar judicialmente cuando su hijo adolescente es expulsado de una escuela militar por un supuesto robo sin que le den oportunidad a una apropiada defensa. Es un film sobre los sacrificios que supone hacer lo correcto cuando no es lo más cómodo ni lo más práctico. La galería de personajes está ciertamente lograda, sirven a un propósito evidente en la narración pero no dejan de tener densidad humana. El origen teatral se sospecha, pero a veces es para bien, como esa excelente escena en la que la sirvienta relata lo sucedido en el juicio ante unos interlocutores que nos transmiten la callada emoción del momento y así, mediante la elipsis, el film renuncia a lo que podría haber sido una tópica escena del género judicial. No sólo la variedad de escenarios enmascara ese origen dramatúrgico; sin la menor floritura, Asquith evita envaramientos visuales con una ajustada puesta en escena en la que mueve a los personajes y los confronta con disimulada precisión.


48. Road House (Jean Negulesco, 1948) - 6,5

Road House empieza como un film romántico a tres bandas en el cual una nueva cantante de un bar es cortejada por el dueño que la ha contratado pero ella se acaba enamorando del manager, a su vez el mejor amigo del dueño. La atmósfera se va así enrareciendo hasta entrar en el terreno noir. El problema es que ese proceso está sustentado por unos giros dramáticos que hacen muy difícil mantenerse en un estado de suspensión de la incredulidad. Creo que no hubiera sido tan complicado trabajarse un poco más la plausibilidad del veredicto del jurado y de la reacción de los personajes a la sentencia. Ello no anula todas las virtudes del film, sobretodo su tramo inicial que se nutre de todo un juego de relaciones y contrastes entre los personajes, con especial mención para el carisma del encarnado por Ida Lupino (también en sus interpretaciones musicales).


49. Beginning (Dea Kulumbegashvili, 2020) - 7

Kulumbegashvili propone una visión de la experiencia femenina realmente terrorífica en una obra de connotaciones existenciales. Su heroína es la mujer de un líder de los Testigos de Jehová, labor de alto riesgo ante la intolerancia religiosa, como rápidamente nos muestra la película. Esa primera escena de un ataque al centro de reunión, con material incendiario entrando inopinadamente por las ventanas, ya provoca una sensación de amenaza del espacio que queda fuera de campo durante todo el metraje, en un film rodado en planos muy largos, generalmente fijos, y en los que a menudo la acción física se queda suspendida. También comprendemos pronto que sus problemas no son sólo exteriores, sino que su marido no quiere saber nada de sus inquietudes, ni considera la menor de sus necesidades de realización personal (lo cual explica su curiosidad ante el muy amenazante detective), una visión opresiva del género masculino que sólo encuentra excepción en el hijo al que tanto protege. Es llamativo que la escena de mayor armonía sea aquella en la que, tumbada en el bosque, finge estar muerta ante su hijo. Pero ni siquiera en este espacio de potencial esparcimiento puede encontrar un santuario (y por ahí entiendo la problemática belleza de la escena de la violación). La cuestión religiosa está presente desde el primer momento, y si la historia del sacrificio de Isaac encuentra rima en la traumática resolución del film (que ciertamente se apoya en una lógica teórica más que emocional), como si se tratase de un reverso del estado de fé, las disquisiciones expuestas entre bien y mal o ese destino último que sería el cielo o el infierno dejan de tener sentido a lo largo del metraje cuando no existe un espacio real para la mujer en el que poder tomar decisiones dentro del universo que retrata el film, constreñido también visualmente por esa tendencia el plano fijo que mencionaba antes. La escena final, ciertamente insólita, da continuidad a la cita religiosa, pero de nuevo se siente vaciada de creencia: no somos más que polvo.


50. Les amoureux sont seuls au monde (Henri Decoin, 1948) - 6,5

Un film desaforadamente romántico sobre una veterana pareja todavía enamorada formada por un compositor de prestigio y su mujer cuya relación se pone a prueba con la entrada en escena de una joven pianista. Obviando, o más bien contextualizando temporalmente el machismo que supone limitar el ámbito de la existencia y los anhelos de una mujer a la relación con su marido (que responde en alguna medida a la moral del momento), el film es muy hábil construyendo ese vínculo tan íntimo y duradero a través de un modélico tramo inicial en el cual ellos recrean el momento en el que se conocieron dieciocho años atrás, de manera que todo el devenir de la historia adquiere una mayor significación y profundidad emocional. Es un film alternativamente cómico, ligero, dramático, incluso melodramático o melancólico, siempre de manera muy modulada por Decoin, sin abandonar una cierta dulzura en todo momento, de pulcra puesta en escena en un director yo diría mucho más solvente que creativo.


51. The Walls of Jerichow (John M. Stahl, 1948) - 6,5

Jerichow es una pequeña localidad de Kansas y la referencia bíblica se completa con esos muros que en el film apelan, entiendo yo, a cierta moral provinciana que constriñe a los personajes. El protagonista es un apreciado fiscal del condado casado con una mujer alcohólica, que rechaza los avances de la flamante esposa de su mejor amigo, la cual tratará de vengarse, y que se enamora de una joven abogada. Realmente es un hombre rodeado de mujeres, ya que incluso el tramo final del film se convierte en un drama judicial en el que tiene que defender a una joven acusada de asesinato. Sin embargo, a pesar de su bondad y estatura moral, muestra una limitada capacidad de resolución dentro de una historia dominada por la iniciativa femenina, aunque ciertamente desde una visión bastante arquetípica de los personajes. Visualmente es un film de planificación transparente y sencilla que resulta en un armónico fluir narrativo.


52. Na svoji zemlji (France Stiglic, 1948) - 4

Un film sobre partisanos eslovenos en el último año de la Segunda Guerra Mundial, toca los palos habituales de este tipo de films, el compromiso, el sacrificio, la nobleza de unos, la maldad de otros, el toque nacionalista dentro de un discurso panyugoslavo y el punto ideológico frente al capitalismo. Todo es muy meridiano y cristalino, todas sus intenciones, pero hay muy pocos elementos memorables en una obra que además se antoja demasiado envarada a nivel visual y carente de ritmo o nervio narrativo.


53. Der Prozess (Georg Wilhelm Pabst, 1948) - 6

Todo es igualmente meridiano en este film, que aborda ya la cuestión judía aunque retrotayéndose al pasado. La historia recrea un proceso judicial sufrido por un grupo de judíos en la Hungría del siglo XIX acusados sin el menor fundamento de asesinar a una chica desaparecida y víctimas del brutal antisemitismo que sufría el país. Sólo hay un personaje realmente interesante, el hijo torturado que se convierte en testigo de la acusación, pero incluso su perfil me parece un poco estereotipado. Donde sí destaca Pabst es en la puesta en escena, en su manejo de la luz y la sombra, en la fuerza de los personajes dentro del encuadre, y algunas secuencias ciertamente destacadas como la del sueño de la madre de la fallecida, que evoca el cine mudo con su imaginería y sus superposiciones visuales.


54. Senza pietà (Alberto Lattuada, 1948) - 6

Los efectos de la posguerra eran aquí también evidentes y en un plano mucho más directo, narrando en presente la odisea de una chica que huye de su casa en busca de su hermano y que por el camino ayuda a un soldado estadounidense negro herido de bala. Entre ellos se desarrolla una relación de fraternidad alimentada por el sentimiento de deuda que tiene él, y que viene a ser una luz en un mundo sin piedad, como reza el título del film. Es una obra desacostumbrada para un Lattuada famoso por sus comedias, de hecho cercana al melodrama, con tendencia a la oscuridad, que en su vertiente social no sólo toca la cuestión de la miseria y la amoralidad asociada a la supervivencia, sino también el racismo, especialmente dentro del ejército norteamericano. No es una película que brille por sus interpretaciones pero sin embargo está dirigida con mucho oficio por Lattuada, fluida en su narrativa, que luce visualmente en sus frecuentes pasajes nocturnos.


55. Adolescentes (Sébastien Lifshitz, 2019) - 7

Un Boyhood en versión documental que sigue el periplo vital de dos amigas en sus años adolescentes, en el tránsito a la madurez. Su elección no es nada azarosa, puesto que una es de clase media-alta y la otra de estrato sociocultural más bien bajo. Los pedazos de vida que vemos nos transmiten, creo que con bastante precisión, ese universo de pasión, inseguridad y emociones exaltadas propio de la edad, los pequeños cambios que se van operando y también cómo la vida las va alejando, quizás materializando esa barrera que su diferente acerbo familiar propone. Es difícil establecer el grado de intervención del director en la realidad mostrada, pero lo cierto es que no hay interacción directa de los personajes con la cámara, lo cual facilita entrar a fondo en la vida de los mismos, sea como criaturas reales o de ficción. La mirada es ajustada, nunca se siente impúdica, y la imagen elegante, haciendo de las chicas personajes reales, densos y con una estatura propia.


56. I Walk Alone (Byron Haskin, 1947) - 6,5

La primera de las varias ocasiones en que Burt Lancaster y Kirk Douglas compartieron pantalla es este noir sobre un hombre que sale de la cárcel tras 14 años de presidio y reclama a su próspero antiguo socio y mejor amigo que cumpla el pacto al que habían llegado con anterioridad sobre un reparto a partes iguales del negocio. El film está lleno de diálogos afilados y ametrallados por personajes en erupción emocional, carcomidos por el rencor, la avaricia o el miedo. Lástima que la puesta en escena de Haskin acompañe sólo lo justo, sin apenas potenciar visualmente los numerosos atractivos que a priori ofrece la historia.


57. Sweat (Magnus van Horn, 2020) - 5

Van Horn emprende en esta segunda película otro retrato de un personaje alienado, pero a través de una dinámica diferente al del joven protagonista de Efterskalv cuyos compañeros rehuían. La youtuber especialista en gimnasia deportiva que monopoliza las imágenes de Sweat tiene fans y seguidores, pero su vida es un simulacro a través de una pantalla que la separa del mundo real. El film tiene una estética brillante de luz y colores asépticos, como una artificialidad exacerbada, que sólo se rompe en un tramo nocturno cuando se da de bruces con la realidad física y humana. Este proceso de un personaje que vive en un mundo de apariencias y que accede momentáneamente a una realidad más profunda y descarnada me hizo pensar en Blow Up, incluyendo el final. Sin embargo las diferencias son insalvables, empezando por la obviedad del discurso, de la crítica sobre un personaje que al igual que monopoliza la pantalla también necesita ser el centro de atención en todo momento, y siguiendo por una puesta en escena en la que van Horn ha dejado atrás los elementos más hanekianos para entregarse a una cámara en mano a veces mareante, quizás buscando replicar los modos visuales de los nuevos medios de comunicación, también para reflejar la inestabilidad emocional de su protagonista. El problema es que en muchos tramos me resulta tan interesante como otro de esos vídeos de youtubers.


58. Ének a búzamezökröl (István Szöts, 1947) - 7,5

La historia se remonta al final de la Primera Guerra Mundial para evocar el propio presente de posguerra en Hungría, claro está, y es entonces cuando regresa a su pueblo un hombre que se siente responsable de la muerte de un compañero de armas y paisano por no haberle dejado comer más pan de lo que le correspondía, aunque auspiciado por la familia del fallecido se termina casando con la viuda del mismo. La película destaca poderosamente por su fantástica imaginería visual. En sus mejores momento, Szöts renuncia a una clásica narración a base de continuidad en la acción, optando por el contraste y diálogo de imágenes de notable singularidad estética que juegan con la luz, hermosamente compuestas en el plano largo y poderosas en el plano muy corto, y que nos lleva a menudo al terreno onírico (literal o figuradamente). La apertura en tierras siberianas o ese momento de reacción después de que el protagonista haya contado lo sucedido a quien ya es su mujer, son los más claros ejemplos de eso que comentaba, en un film de notable fuerza evocadora y poética.


59. They Made Me a Fugitive (Alberto Cavalcanti, 1947) - 6,5

Un noir británico de posguerra sobre un expiloto de la RAF que se une a un grupo de contrabando y termina en la cárcel cuando el jefe le tiende una trampa. El film describe una sociedad muy poco idílica a través de una estética nocturna muy atractiva en muchos de sus tramos. Los diálogos tienen chispa y el villano de la función muestra una jugosa combinación de refinamiento y genuina maldad que da mucho juego. Es una pena que la película no esté rematada apropiadamente, ya que las escenas de acción son un poco torpes.


Un saludo.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2021

por Genjuro » 30 Ene 2021, 14:54

60. Cheyenne (Raoul Walsh, 1947) - 6,5

Para librarse de sus cuitas con las autoridades, un jugador buscavidas se embarca en la búsqueda de un elegante asaltadiligencias autoapodado "el poeta" que trae de cabeza a Wells Fargo. Uno se acostumbra a esas coincidencias que serian llamativas en un pueblo de 100 habitantes y que en el cine se dan en el contexto de todo un país, pero lo cierto es que Cheyenne las lleva hasta un límite casi risible y sin embargo previsible. La película tiene un tono de comedia romántica y aventurera, subrayado por la estridente banda sonora de Max Steiner, siempre presta a diálogos juguetones, a desafíos dialécticos entre los personajes, incluyendo la pareja protagónica. Walsh no nos brinda una de sus exhibiciones narrativas, creo yo, pero su consumado oficio nunca falta.


61. State of the Union (Frank Capra, 1948) - 6

En esta adaptación teatral Capra retoma en alguna medida el esquema de Meet John Doe, el de un personaje que accede temporalmente a ser manipulado por poderes fácticos antes de que su sentido de la integridad le haga rebelarse. En este caso se trata de un exitoso empresario al quien la implacable propietaria de un grupo de comunicación, también querida suya, quiere hacer candidato republicano para las presidenciales. Hay una evidente crítica al juego de poder político, pero también ciertas dosis de ingenuidad en el discurso del film. Porque hay discursos, por supuesto, siguiendo la tradición capriana de un idealismo cuyo sustrato fáctico sigue siendo el New Deal. Pero la rutina no funciona igual que otras ocasiones, demasiado obvia, demasiado deudora del origen dramatúrgico en bastantes tramos del film sin que la puesta en escena de Capra consiga trascenderlo.


62. Capkovy povidky (Martin Fric, 1947) - 6,5

Cinco historias relacionadas con el crimen y la acción de la policía y la justicia, encadenadas de manera bastante curiosa, con el único nexo común de un comisario de policía que tiene intención de tomarse unas vacaciones pero que se las van frustrando de diferente manera. Son relatos ocurrentes con un punto insólito y chocante, con un matizado sentido del humor contrapunteado en ocasiones por la solemnidad de algunas situaciones. Frinc navega hábilmente por las diferentes tonalidades que ofrecen las historias, consiguiendo una gran cercanía con los personajes, todos entrañables a su manera.


63. Ehe im Schatten (Kurt Maetzig, 1947) - 6

Este film de la DEFA nos cuenta la angustiosa vida de una actriz judía en la Alemania nazi, a través de tres momentos particulares, en 1933, 1938 y 1943. Lo más interesante me parece su relación con su marido, no judío, con quien se casa tras las primeras medidas antisemitas. Siendo un personaje a veces equívoco aunque en el fondo noble, acaba representando la inconsciencia de toda una población incapaz de darse cuenta de la gravedad de la situación que estaban viviendo. En general se trata de un drama efectivo, un poco convencional a pesar de una vaga atmósfera pesadillesca, que sigue más o menos los patrones esperados en un film de estas características.


64. It Always Rains on Sunday (Robert Hamer, 1947) - 6

Típico film que condensa en 24 horas los avatares de una multiplicidad de personajes, historias cruzadas que gravitan en buena medida alrededor de los miembros de una familia londinense promedio. El mundo de la delincuencia ronda casi todas las líneas argumentales que despliega la película, como una amenaza que pesa sobre los personajes. Éstos forman una galería bastante colorida, aunque la puesta en escena de Hamer no pasa de correcta hasta la estupenda climática secuencia que se adueña del tramo final de la película, en un nudo ferroviario donde tiene lugar una intensa persecución nocturna que las imágenes nos ofrecen en todo su nervio y sensación de peligro.


65. Driftwood (Allan Dwan, 1947) - 4

Una película familiar sobre una niña que se queda huérfana y es recogida momentáneamente por el doctor de un pueblo, que está a la espera de recibir una carta para marcharse a ejercer a San Francisco. Por supuesto su llegada trastoca el habitual devenir de las vidas de aquellos con los que se cruza, en un historia de tono ligero y cómico. Aunque por momentos sea simpática, me queda la impresión de un film socavado por las concesiones a su público objetivo, a base de ingenuidad y humor a veces demasiado facilón, de obviedad y recursos argumentales muy básicos para emocionar, aunque es verdad que no cae en el burdo sentimentalismo. Al final, acaba siendo un alegato a favor de la América de provincias y muy especialmente de la familia.


66. Monsieur Vincent (Maurice Cloche, 1947) - 5,5

Biopic de Vicente de Paúl, nos cuenta sus desvelos por ayudar a los más pobres en la Francia del siglo XVII, un héroe que rehuye la comodidad y combate la moral establecida en la sociedad brutalmente estratificada del momento. En realidad no deja de resultarme una homilía sobre la caridad oficiada desde la pulcritud visual.


67. Intohimon vallassa (Teuvo Tulio, 1947) - 7

Como en la también finesa serie Niskavuoren, aquí encontramos igualmente una casa cuyo prestigio se pretende sagrado, un ente abstracto producto de la moral del momento al que sacrificar la libertad individual, en este caso de una joven enamorada a quien su padre obliga a casar con otro joven "más respetable". En manos de Tulio, la historia se convierte en un relato que juega a menudo con los códigos y la imaginería del terror, gracias al expresivo uso de una fotografía muy contrastada y de las angulaciones, como en esos recurrentes planos generales picados o los ligeros contrapicados cuando se acerca a algunas de sus criaturas. Las pasiones desaforadas son siempre material de trabajo para el director finlandés, que vuelve a recurrir a situaciones reconocibles en su filmografía, como las cabalgadas sobre troncos de los gancheros, o esas carreras furiosas con el tiro del caballo, que reflejan plenitud vital por un lado y tendencia a la locura por otro.


68. Seminole (Budd Boetticher, 1953) - 6,5

Un "Eastern" ambientado en Florida que recrea con muchas libertades la Masacre de Dade sucedida en 1835. El film sitúa a dos amigos de infancia en bandos opuestos, ambos contrarios a la guerra y enamorados de la misma mujer, resaltando el carácter potencialmente fraticida del enfrentamiento bajo la óptica pacifista del film. Más interesante es el antagonismo entre uno de ellos, teniente del ejército, y el mayor al mando del fuerte, un fanático obsesionado con expulsar a los seminolas de sus tierras. Es una relación que recuerda mucho a la que planteaba Fort Apache y en la cual seguramente está inspirada. Pese al artificio que a menudo destila la función, la estética del film, bañada en un fastuoso Technicolor, es un placer para los sentidos, en buena medida gracias a la ajustada puesta en escena de Boetticher, sencillo y preciso en el manejo de la cámara. Es una pena que el crescendo dramático termine con un tramo final tan ingenuo, prácticamente un deux est machina muy poco creíble.


69. Skepp till India land (Ingmar Bergman, 1947) - 7

El barco a la India del título de este temprano film de Bergman tiene algo de literalidad y mucho de simbólico, una especie de pasaje para escapar de una realidad deprimente en la que viven los personajes. Sea ese padre y marido abusivo a punto de quedarse ciego, el odiado hijo jorobado o la chica que ha aprendido a venderse para salir adelante, el sueño de huir en barco a exóticas tierras contrasta con la brutalidad con la que se refleja su situación presente. Bergman transmite muy bien esas pasiones que hacen conectar y enfrentarse a los personajes, entre ellos y con el mundo que les rodea, y dentro de una puesta en escena notable, nos ofrece una excelente secuencia climática en la que el hombre deviene definitivamente en monstruo encuadrando simplemente su sombra.


70. Soldaten og Jenny (Johan Jacobsen, 1947) - 6,5

Alrededor del encuentro casual entre un soldado y una chica, ambos con un pasado poco feliz, se mueven una serie de personajes y situaciones que siempre acaban convergiendo en esta pareja. Muy curiosamente, es un film cuyo discurso pretende descriminalizar el aborto y que me parece bastante feminista para el momento en que está rodado, al tiempo que aplica cierta idea divina al devenir de los acontecimientos que relata. O al menos la presenta como alternativa a la casualidad y fortuna a la que apelan con frecuencia los personajes. Dentro de la variedad de éstos, los hay más complementarios, utilitarios al universo que propone el film, pero todos consiguen tener una personalidad definida. Sin grandes exhibiciones, Jacobsen despacha algunas soluciones visuales interesantes, como esa descripción en off de la calle donde vive la chica mientras la cámara nos lleva a ella, o la visita del soldado al primer novio en la tienda, resuelta con las siluetas de ambos tras unos cristales translúcidos.


71. Ueru tamashii (Yûzô Kawashima, 1956) - 6
72. Zoku ueru tamashii (Yûzô Kawashima, 1956) - 6

Un díptico que tiene la unidad de un sólo film en el que se alternan dos historias de amor de difícil culminación. Aquella a la que el film presta mayor atención se produce entre una hermosa mujer infelizmente casada con un empresario mucho mayor, que es seducida por un atractivo competidor de éste, de edad mucho más cercana a la suya. Paralelamente también vemos los intentos de un hombre casado con una mujer enferma crónica por conquistar a la viuda de su mejor amigo, a su vez madre de dos hijos que rechazan cualquier atisbo de relación entre los dos. La rígida moral social, operando de diferente manera, se interpone en ambos escenarios, con esa tendencia tan japonesa al sacrificio femenino de los anhelos propios. No sé hasta qué punto era necesario este despliegue de metraje, porque el desarrollo de las historias me acaba resultando un poco redundante, con los personajes dando vueltas sobre las mismas ideas y situaciones, aunque también pueda ser una manera de hacer más patente el bloqueo que el constreñimiento social y moral produce en los mismos. Tampoco tengo claro que fuera necesario hacer tan despreciable al personaje del marido empresario, aunque es evidente la intención de facilitar la empatía del espectador del momento con una mujer que sopesa la separación o incluso el adulterio. Me parece interesante el punto en el que deja Kawashima la película, suspendida pero a la vez completamente finalizada a través de una elipsis que se precipita al vacío, aunque hubiera prescindido de la voz en off. La puesta en escena es muy sólida, pero deja pocos momentos para el recuerdo; me llamó la atención ese plano en el pasillo de un hotel cuando ella acude a su pretendiente, enmarcado por otros planos vacíos de situación.


73. The Spring River Flows East (Cai Chusheng & Zheng Junli, 1947) - 5

Melodrama que recorre la vida de una familia en paralelo a la Segunda guerra sino-japonesa. Mientras el marido se va a luchar y más tarde termina pervertido por las comodidades del mundo capitalista, su madre, su mujer y su hijo pasan todo tipo de penalidades para sobrevivir. Sin hablar de la guerra civil que se dirimía en el momento de realización de la película, el film retrata dos universos sociales y morales radicalmente opuestos, sin esconder en ningún momento sus simpatías. De hecho la película es muy poco sutil, los personajes están caracterizados a veces hasta la caricatura y las emociones estallan torrencialmente. Hay algunos montajes interesantes (como en la escena de la tormenta), pero tampoco me parece que la puesta en escena pase de correcta.


74. The Walking Hills (John Sturges, 1949) - 6

Un año después de The Treasure of the Sierra Madre este film narraba otra búsqueda de oro de un grupo de hombres, y la tensión que se genera entre ellos. En este caso el objetivo es un cargamento supuestamente perdido en un desierto en la frontera con México décadas atrás. El film juega con el desconocimiento que tienen los espectadores del pasado de los personajes, incluso del que tienen entre ellos mismos, siendo compañeros de última hora. Esto también provoca alguna situación un poco peregrina, como la cantidad de ellos que creen ser perseguidos por la policía. De todas maneras es un film de aventuras bastante efectivo, que toca los palos que se pueden esperar, despachado por un consumado artesano en Sturges.


75. Une simple histoire (Marcel Hanoun, 1959) - 7

Una mujer un su hija llegan a París con poco dinero y en busca de trabajo. Aunque no se dice explícitamente, podemos sospechar que su maternidad en soltería podría ser el origen de sus problemas, pero el film se ciñe casi en exclusiva a la implacable sucesión de pequeños hechos sin trascendencia individual. De esta manera, la simplicidad a la que apela el título está concienzudamente trabajada, con una puesta en escena desnudada de florituras, con una iluminación naturalista que aplana los elementos de la imagen, sin el menor asomo esteticista, incluso recurriendo a zooms ocasionales. Lo más llamativo es el uso permanente de la voz en off, casi monocorde, a menudo redundante con lo que vemos y con los diálogos que también son audibles. Es una estrategia que me hace pensar en la Rive Gauche, y genera un cierto distanciamiento con los personajes, como parte de ese dispositivo tan austero en contraste con el contenido agónico del relato. Y pocas elementos tan elocuentes de lo sistemático que busca Hanoun en su narrativa, y por tanto en el proceso que sufre su heroína en el marco de la sociedad y el sistema, como esa inexorable cuenta atrás del dinero que le resta.


76. Affair in Trinidad (Vincent Sherman, 1952) - 6

La pareja Hayworth y Ford se reunía en este film que busca mezclar el exotismo caribeño y ciertas atmósferas noir. Ella es la esposa de un hombre asesinado a quien la policía pide que se trate de hacer averiguaciones en la casa del principal sospechoso, acaudalado amigo del fallecido y pretendiente de ella. Partes de su planteamiento evocan a Notorious, aunque la principal diferencia es que al galán, en este caso su cuñado y también enamorado de ella por supuesto, se le mantiene en la ignorancia de estas circunstancias, de forma un poco artificiosa, pero seguramente no encontraron mejor manera de justificar que Ford le diera otra bofetada a Hayworth. La sombra de Gilda es muy alargada en esta película demasiado compuesta y calculada, pero así todo francamente disfrutable gracias al sólido hacer narrativo de Sherman.


77. Woman Basketball Player No. 5 (Xie Jin, 1957) - 6,5

Quizás el director más importante del periodo clásico de la China socialista recurría al baloncesto como marco notorio de una truncada historia de amor reverdecida por vínculos intergeneracionales, en la que el nuevo entrenador de un equipo femenino resulta ser el gran amor perdido de la madre de una de las jugadoras. Es un pasado que vuelve en sendos flashbacks evocados por sus protagonistas, y que también sirve como interlocución al presente en el discurso de responsabilidad individual y orgullo nacional que transmite la película (aunque afortunadamente el mensaje no ahoga su contenido). En realidad es una obra con mucho encanto, todo candor e ingenuidad, una calidez de la que es en gran medida responsable el trabajo visual de Xie, con esa sensación de sencillez que emanan sus planos sin perder nunca sentido narrativo y elegancia, y con su hermoso colorido que potencia los rojos y los verdes.


Un saludo.

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Bundy
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Re: Contador de películas 2021

por Bundy » 31 Ene 2021, 19:58

8.- Before my eyes (Mani Kaul, 1989) - 4
Un corto que era un encargo turístico del gobierno indio y que Mani Kaul se pasó por el santísimo forro de los cojones. Visualmente destaca sobre todo el juego de colores y sobre todo esos planos poderosísimos con los elementos circulando (sobre todo el agua y el fuego), pero creo que más allá de eso no me ha generado ningún interés sobre el conjunto general y lo noto bastante caótico.

9.- Duvidha (Mani Kaul, 1973) – 9
Un seguril, pero aun así un seguril fuera de lo que esperaba, Indecisión es un cuento popular muy centrado en la tradición y en los cuentos de fantasmas y Mani Kaul aprovecha las limitaciones de la Bolex que usaba. La más importante y brillante precisamente se descubrió en posproducción, pero ya se ven de partida muchos méritos durante el rodaje. Predominan muchísimo tres colores que son el blanco, el rojo y el amarillo, con naranjas y otros colores predominando, pero también en el rodaje hubo una limitación gorda y es precisamente la grabación de sonido y que la actriz principal no sabía hablar el hindi, lo cual hizo que Mani Kaul optase por reducir de forma tajante los diálogos y subir, a su vez, la cantidad de voz en off y narración. La mujer en este sentido apenas habla, y cuando lo hace siempre es fuera de plano, mientras que los hombres sí tienen permitido ser filmados mientras hablan. Sin embargo, Kaul descubre poco después en posproducción gran parte de los méritos de la película: primero, cómo consigue congelar o duplicar fotogramas y así aplicar pequeños trucajes mediante una especie de optical printer improvisada al cambiar la imagen de 16 a 35mm, y luego, combinando todo eso con la forma de empalmar, fundir y establecer un raccord en el que el color y los materiales -las telas, por ejemplo- sean el gran ejemplo. En ese sentido, es una película sutilmente sensual en tanto que siempre trata de afianzarse mediante los colores y las formas, y todo eso unido a la asincronía de las voces -otro gran hallazgo encontrado en las salas de montaje- sirve para retratar una película sobre la opresión de la mujer india dentro de un sistema puro de castas, un relato de fantasmas y, a su vez, una especie de tradición popular -oral y cantada- dentro de la pantalla. Sencillamente genial, aunque hubiese partes en las que me aburriese y que se debe a demasiada voz en off y un exceso en ocasiones de recrearse en sus habilidades. Y, aun así, una grandísima película.

10.-Siddeshwari (Mani Kaul, 1990) – 8,25
Quizá es todo lo contrario a lo que se suele estilar en un biopic, pero creo que en sí Siddeshwari es una auténtica obra de arte en lo que se refiere a recrear y presentar la vida de una cantante tradicional india. La idea de Kaul es directamente desordenar el tiempo y ordenar el sentido y el origen de cada uno de los cantos, sus influencias… y es curioso, porque lo que se produce no es solo una especie de antibiopic, sino también una especie de obituario y una lección de cinematografía en lo que respecta al uso del color y a la concatenación de la imagen con el sonido. La parte inicial es absolutamente admirable en tanto que linda en el extremo perfecto entre la manipulación narrativa, la concisión informativa y la maravilla técnica (la forma en la que los cuerpos se mueven, la maestría total y absoluta que Kaul exhibió en Duvidha en lo referente al montaje y sobre todo utilizando a la perfección la música como base), pero como siempre el problema de la película, como las películas que he visto hasta ahora de Kaul, es que muchas veces se recrea en conectar las imágenes tanto de forma sensorial que se acaba deshilvanando el sentido de la trama en exceso, aunque no sé si he sido yo que he perdido la atención en el cine o no.

11.-Ensalada de gemelas (Jim Abrahams, 1988) – 3,5
Una película sorprendentemente bien encuadrada y dirigida en tanto que su dirección trasciende lo funcional y sabe incluso ser bastante informativa y tener incluso su punto de chispa. El problema es que los chistes de gemelas y ciertos recursos fílmicos y narrativos en esta película ya son algo avejentados y predecibles en muchos frentes, y hace gracia que sean más honestos ciertos chistes sobre juegos de faldas que ese pilar central que son los chistes de gemelas, resultando en una comedia más bien floja.

12.-Thunderhoof (Phil Karlson, 1948) – 8
Una buena película de vaqueros que aprovecha muy bien el gasto en exteriores y actores en seguramente un espacio de producción muy pequeño (varios exteriores pequeños que seguro alguno será un decorado prefabricado, una sola zona interior), tres personajes con sus historias, deseos y rencores y un objetivo que es el que realmente un macgufin y un simbolismo ajeno a la película. Thunderhoof, así como su hembra, van transformando a los personajes y ponen a prueba sus principios ocultos, y creo que funciona bien porque es una película muy libre que, aunque le falla saber cerrar bien, es un trabajo en donde Karlson demuestra que tiene unas pelotas enormes y que no tiene miedo de llevar a esos personajes hasta la última de sus consecuencias. Tema aparte, es una película que mezcla western con cine negro y parte de ello se debe a saber integrar las sombras y claroscuros con los momentos más distendidos y llenos de luz. Quizá para mi gusto algo de contraste más acusado y una parte final un pelín explicativa y facilona cierran no del todo bien la película, pero aun así sigue siendo muy disfrutable.

13.-Uski Roti (Mani Kaul, 1971) – 6,5
Dos Hermanas haciendo pan en medio de ninguna parte desamparadas a la suerte de dos hombres sin el más mínimo escrúpulo. ¿Qué hace Mani Kaul con este guion? Hacer un ejercicio de observación suspendidos en el tiempo (a veces demasiado suspendido, hay momentos en los que Kaul se recrea muchísimo poniendo varios encuadres con la cara de una de las chicas o personajes porque sí), pero el desamparo sí se nota real, sí hay una tensión por cómo hay una carga y por cómo Kaul observa a los personajes y utiliza tan bien el silencio y la voz en off, pero tampoco le veo el atractivo que le vi a otras películas del director.

14.-Arrival (Mani Kaul, 1980) – 7

Buen corto que muestra India en todo su esplendor cultural. Es un auténtico viaje y además uno bastante disfrutón por cómo Kaul sabe conducir la imagen y el montaje, y en eso a mi gusto le da hostias como panes a Before my eyes, que me parece que es mucho más imperfecta a la hora de conducirte por sus imágenes.

15.-Druphad (Mani Kaul, 1983) – 9,25
Pues un documental francamente honesto consigo mismo, y, aun así, uno que va más allá de su propia línea. Imaginaos un documental que bucea sobre las raíces del flamenco español y habla de su completa evolución hasta la actual. Si os imagináis esto, ya os podéis imaginar la base de lo que representa Druphad, que no es sino la evolución de los cantos indios desde la base de la tradición oral -que, de hecho, sustenta toda su evolución- hasta su desarrollo dentro de los palacios y de ahí a volar por toda la India e incluso fuera de ella. El documental está lleno de amor por esos cantes y por ello se detiene a explicar los conceptos -aunque a veces se peca de ser demasiado obtuso en esas explicaciones, parece que el documental solo sea para oriundos indios si no estás totalmente atento a la película-, pero lo hace con mucho cariño e incluso parándose a ilustrar esos ejemplos sosteniendo planos fijos mientras los cantantes van interpretando los distintos gestos. Sin embargo, lo que la hace realmente mágica es, por un lado, ese hecho de mantener el plano cuando otros directamente utilizarían la imagen para complementarse con el sonido, y, por otro lado, Mani Kaul no se queda en la explicación de los sistemas e incluso la trasciende con varios planos y estructuras juguetonas a la manera de un Manoel de Oliveira (por ejemplo): hay un poeta que va recitando partes de la época y es como una variante lírica más dentro del documental, y Kaul se apoya en la figura física y verbal del profeta para ser más visceral -hay un plano increíble en dónde Kaul rompe el eje y el profeta suelta un discurso de la época que pasa del interior de un palacio a filmar al poeta hablando al exterior, como si pasase a ser un rey o general que suelta un discurso a los suyos- en términos audiovisuales; por otro lado, cuando la imagen no puede ser lírica y no queda otra que la explicación, hay una voz en off que navega por una filmación más dinámica, llena de movimientos de cámara, cambios de escenario o de lugar. Esa narración en off sirve de puente entre los cantares indios, las partes del poeta y las imágenes de Kaul, que en este documental son mucho más verbales que cualquier palabra hablada. Y en ese sentido, ahí comprimo toda la magia del director indio.

MartensitaRevenida
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Re: Contador de películas 2021

por MartensitaRevenida » 01 Feb 2021, 11:37

1.- Soul (PIXAR, 2020) - 4
Bodrio interdimensional no salvado por el habitual gracejo de Pixar al dibujar a sus personajes. Los terrenales me parecían feos, especialmente el gato, mientras que los espirituales me gustaban algo más.

2.- The New Mutants (Josh Boone, 2020) - 6,5
Entretenida película con un reparto interesante y guión aceptable para película de superhéroes. Me gusta como película de "origins", si es que luego vemos más de sus personajes. Nada claro este último punto.
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Re: Contador de películas 2021

por Bundy » 01 Feb 2021, 19:28

16.-When it rains (Charles Burnett, 1995) - 6,5
Los cortos de Burnett me ilusionan por lo sencilos que son, por el ir tan al grano que van y por ser pequeños trozos de vida de gente afroamericana en condiciones no muy dignas. Esta me parece bastante peor que Several friends porque acaba siendo más una especie de gimcana para pasar el rato como estructura narrativa en comparación con sus primeros cortos, pero a su misma vez y a nivel visual conserva el encanto del Burnett de siempre más una voz en off que me parece increíblemente atinada por ir al grano y darle un toque menos serio y más genuino.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2021

por Genjuro » 06 Feb 2021, 13:59

78. Ladro lui, ladra lei (Luigi Zampa, 1958) - 6,5

Esta comedia plantea un triángulo amoroso que no es tal: la bellina y el dueño de un comercio forman una pareja progresivamente enamorada, y luego está el amigo de ella de siempre, un ladrón que acaba de salir de la cárcel. En realidad el personaje que interpreta Sordi es una especie de secundario en espíritu que toma el protagonismo como un vendaval cada vez que aparece en pantalla, un héroe en el presidio, un caradura que lleva sus timos al límite de la audacia. Zampa nos presenta una Italia que piensa no sólo en mejorar económicamente, sino también obsesionada con el materialismo y donde la corrupción moral campa a sus anchas, de manera que el personaje de Sordi termina emergiendo como un hilarante elemento subversivo.


79. Waga machi (Yûzô Kawashima, 1956) - 6,5

Kawashima ha mostrado las más de las veces un destacado sentido del humor en su cine, así que tiene mucho sentido que este oblicuo vistazo a la historia reciente de Japón esté marcado por el tono tragicómico, particularmente encarnado por su protagonista. Se trata de un hombre que participó en la construcción de una carretera en Filipinas a principios de siglo, activista para convencer a sus camaradas trabajadores de acabar la obra a pesar de las terribles condiciones de trabajo, y que porta orgulloso esa herencia predicando a sus allegados un fanático culto al trabajo. No deja de ser una versión paródica del imperialismo nipón, de una mentalidad antediluviana que llevada al paroxismo provoca el desastre. El film abarca medio siglo en la vida de este hombre cuya historia va reverberando en las generaciones que le siguen. Kawashima se mueve cómodamente en los microcosmos sociales que plantea, aquí una humilde calle en Osaka, retratando a pintorescos personajes que siempre tienen su fondo de humanidad. Quizás más significativa que brillante, es otra sólido jalón de su filmografía.


80. Armored Car Robbery (Richard Fleischer, 1950) - 6,5

Noir conciso y directo sobre el robo a un furgón blindado y las pesquisas de la policía para dar con los ladrones. La acción avanza como un reloj al ritmo que marca su amoral protagonista, un ladrón perfeccionista obsesionado con no dejar rastro. Quizás no tenga nada especialmente memorable, pero se ve sin pestañear.


81. La muralla (Luis Lucía, 1958) - 6

Resulta casi inaudito que esta película salvase la censura, por más que utilice el (sagrado) paraguas del catolicismo, aunque supongo que esto demuestra la brutal importancia de éste en el régimen, además de que parte de la hazaña habría que adjudicársela a la exitosa obra de teatro de Joaquín Calvo Sotelo que adapta. No sólo hace un retrato demoledor de la sociedad española del momento, una nítida representación de la hipocresía moral, del fariseísmo que no solo alcanza a la burguesía economica, política, al postureo religioso e incluso a la propia institución de la censura, sino que insinúa poco veladamente el carácter usurpador del franquismo a través de la figura de un antiguo oficial del bando nacional que aprovechándose de la Guerra Civil falsificó una herencia para quedarse con el patrimonio que no le correspondía. Cuando el protagonista sufre un ataque y lo interpreta como un aviso de Dios, decide restituir los bienes a su legítimo dueño, pero se encuentra con la oposición en bloque de todo el microcosmos que le rodea, la muralla a la que hace referencia el título. El film hace de la comedia satírica original un drama de atmósfera milagrera. La pena es que, además de unos personajes estereotipados herencia probable del matiz genérico del original teatral, la puesta en escena no pase de discreta. De hecho el momento menos anodino, más expresivo, la visualización que hace de la muralla humana, le queda demasiado artificioso.


82. Eva (Gustaf Molander, 1948) - 6,5

Este temprano guión de Ingmar Bergman ya nos ofrecía conflictos morales sobre el amor y la muerte, disquisiciones sobre la existencia de Dios o el sentido de la vida. Lo protagoniza un joven angustiado por un recuerdo de su infancia cuando causó sin querer la muerte de una niña ciega con la que estaba huyendo. La muerte hace acto de presencia onírica en la escena más poderosa del film, con ese juego entre la luz y la oscuridad de la mujer tentadora. Ella es como un reverso de su prometida (la Eva del título), una posible femme fatale de carácter órfido que se le representa en su sueño subconsciente quizás como la mujer edénica en ese crítico momento de ofrecer la manzana. De todas maneras los conflictos se resuelven de una manera un tanto simple y delineada, tras esa escena en la que el protagonista rema mientras unas sobreimpresiones visuales nos (le) devuelven sus momentos más traumáticos.


83. The Window (Ted Tetzlaff, 1949) - 7

Curioso cruce entre la óptica infantil y el cine negro en esta variación de la fábula El pastor mentiroso en la que un niño habituado a soltar todo tipo de embustes es testigo de un asesinato cometido por sus vecinos y por supuesto nadie le cree cuando lo cuenta. La amoralidad del género se potencia por esa posibilidad de encontrar lo monstruoso en el ámbito más cercano, ejemplificado aquí por una pareja de vecinos perfectamente normal y simpática, lo que nos acerca también al género de terror, especialmente en la estupenda secuencia final en un edificio abandonado, dominada por las sombras y la amenaza.


84. The Brothers Rico (Phil Karlson, 1957) - 6,5

Noir tardío que versa muy apropiadamente sobre unos hermanos que tratan de alejarse del crimen organizado. Al hermano mayor, empresario ya legítimo, le encargan que busque al Rico más joven, que ha desaparecido tras ejercer de conductor en un "trabajo" y tiene a la organización nerviosa. La familia se convierte en corriente de transmisión, como una herencia quizás inexorable, en la razón de existir y actuar de los personajes, también de sacrificarse. Es muy llamativo que el cuidadoso crescendo dramático, el detalle con el cual Karlson ofrece el periplo del protagonista, acabe resuelto de manera tan brusca y precipitada, restando peso a todo el metraje precedente.


85. Lo scapolo (Antonio Pietrangeli, 1955) - 5,5

Un omnipresente Alberto Sordi volvía a encarnar a otro de esos cretinos, fatuos y petulantes especialidad de la casa, un hombre joven que rechaza el compromiso matrimonial y trata de ejercer de donjuán. La ridiculización del macho italiano es evidente en un director que siempre mostró interés por el fenómeno del machismo, pero por el camino la película acaba muy contagiada del mismo. Efectivamente, la colección de bellinas que desfilan por la pantalla tienen una función adyacente al protagonista, todas inexplicablemente dispuestas a tener una relación y casarse con semejante mamarracho. Y en este contexto, la efectiva comicidad de Sordi desafía mi capacidad para aguantar la vergüenza ajena de un personaje que hace el ridículo permanentemente. Al menos, a nivel visual Pietrangeli entrega una obra cuidada, de cierta elegancia estilística, como en esos travellings en los que sigue a los personajes por la calle.


86. Eruptia (Liviu Ciulei, 1957) - 6

El debut de Liviu Ciulei, uno de los directores más importantes del cine rumano a pesar de acreditar únicamente tres largometrajes en su carrera, se materializaba en una obra inscribible en el género de "película de ingenieros" que al parecer era muy prolífico por aquellos tiempos. De la mano de una joven llegada en prácticas, asistimos a los esfuerzos de un grupo de trabajadores liderados por un ingeniero de monolítico porte y determinación para encontrar petróleo en una zona que ya se cree exhausta. La previsible relación de amor/odio que se establece entre los protagonistas demuestra los principales problemas de la película, la poca densidad humana de los personajes, el muy limitado interés que Ciulei parece sentir por ellos. No hay elaboración para reflejar su evolución y respuesta emocional, las cosas suceden porque así lo establece el argumento y no porque veamos un desarrollo en pantalla. En su lugar el director sí que se muestra fascinado por el trabajo de cámara, por los movimientos y encuadres usando objetos y elementos arquitectónicos con profundidad de campo, lo que quizás no sorprende tanto viniendo de un director primerizo con estudios en arquitectura.


87. Six Bridges to Cross (Joseph Pevney, 1955) - 6,5

A pesar de tratar el mundo del crimen y la policía, no me atrevería a calificar este film de noir. La relación que describe entre un policía y un joven delincuente al que hiere en acto de servicio está lejos de la amoralidad tan típica del género. Por más que el ladrón se muestre incapaz de enderezar su conducta, por más que el policía reaccione en ocasiones con dureza y por más que jueguen al gato y al ratón, hay inequívoca calidez en los personajes, y en esos contrastes encuentra el film su mayor interés. Es cuestionable a nivel de casting el momento en que Tony Curtis toma el testigo de Sal Mineo encarnando al delincuente: si un treintañero Curtis ya va a asumir el personaje cuando es todavía menor de edad, no entiendo qué pinta Mineo en la película. En cualquier caso, Pevney realiza un solvente trabajo, preocupado por retratar a sus personajes y potenciar su faceta humana y contradictoria.


88. Springfield Rifle (André De Toth, 1952) - 6

Un western sobre un mayor unionista destacado en un fuerte encargado de nutrir de caballos a su ejército infructuosamente, porque bandas de ladrones se los roban sistemáticamente para venderlos a la Confederación gracias a la información que algún espía les pasa. Nacido en un estado sureño, en un momento dado al protagonista le hacen un consejo de guerra y le condenan a muerte, aunque se escapa y se une a la banda de ladrones de caballos. Trato de hacer memoria de si hay alguna otra razón por la cual nunca me llego a plantear la fidelidad del mayor, ni siquiera un nanosegundo, más allá de que esté interpretado por Gary Cooper, pero realmente no se necesita más. Aunque pierde interés en su tramo final, según las cartas se van descubriendo y la acción toma protagonismo, los conflictos dramáticos están muy bien dispuestos por De Toth, en otro ajustado trabajo de puesta en escena.


89. Yûwaku (Kô Nakahira, 1957) - 6,5

El pasado retorna de alguna manera en esta comedia romántica en la que un hombre viudo maduro rememora su primer amor y se plantea si podría volver a casarse mientras su hija, vivo retrato de la madre, flirtea con su pasión artística y con los artistas. No son las únicas relaciones amorosas que se plantean en un film en el que determinados personajes remedan lo hecho por su generación precedente. La película presta el punto de vista a varios de ellos, dándoles voz en off, para configurar un crisol que se mueve a menudo en amplias estancias con multiplicidad de personajes. De hecho, Nakahira busca una cierta coreografía en muchas de estas secuencias, con travellings y panorámicas que enlazan a los intérpretes y nos dan una situación precisa de la geografía de la escena; igual que sucede con los escenarios enfrentados a ambos lados de una calle y desde los cuales se observan los personajes, lo cual está recogido con un excelente manejo del espacio. Éstos se descuelgan a veces con actitudes que tienden a lo grotesco, supongo que buscando alimentar la comicidad, pero eso les quita cierta autenticidad. Y luego el machismo del film se hace en ocasiones un poco difícil de digerir.


90. The Flame (John H. Auer, 1947) - 6,5

Un drama romántico bajo la sombra del noir en el que un matrimonio orquestado para conseguir la herencia del esposo, a quien le queda poco tiempo de vida, va transitando emocionalmente de lo impostado a lo real. Tenemos relación fratricida, bailarina/cantante de dudosa moralidad (con un excelente número por cierto), chantaje, crimen y narración en flashback, elementos típicos del género. Pero además tiene momentos un tanto lóbregos, de densa oscuridad, en particular gracias al uso de un órgano que toca el enfermo, y que le da una relativa solemnidad a la película que termina por atrapar también a los personajes y sus intenciones.


91. Kvinna utan ansikte (Gustaf Molander, 1947) - 6,5

Otro guión de Bergman para Molander, comparte con Eva un protagonista masculino atormentado y sendas mujeres que representan los arquetipos de madre y **** (muy tópico por supuesto, pero es cierto que tienen su complejidad). El hombre, casado y cuyo matrimonio no fluye todo lo que le gustaría, se ve irremediablemente atraído y seducido por una joven pintora con aires de femme fatale. Las corrientes que se producen entre ellos, los equilibrios de poder, el fatalismo que parece albergar su relación, los demonios interiores que les se manifiestan haciendo daño a sus seres queridos, son elementos que dan mucho juego a la relación. La estructura es un poco confusa y efectista en cuanto el punto de vista, supuestamente el de un amigo escritor, o quizás por esa condición de escritor se toma libertades narrativas que se pueden interpretar como parte de un proceso de fabulación. En todo caso, es otra obra muy estimable.


92. Only the Valiant (Gordon Douglas, 1951) - 6,5

Hay una notable depuración escénica en esta historia sobre un capitán que cumple las ordenanzas a rajatabla y que tras atrapar a un jefe indio genera un problema a su destacamento por no matarlo. Rodada en blanco y negro, tiene un volumen desacostumbrado de escenas nocturnas, y cuando la cámara sale a campo abierto lo hace en terreno casi lunar, con vocación minimalista. Hay una cierta voluntad claustrofóbica en todo ello, unos personajes atrapados por la situación, especialmente ese protagonista malentendido en sus decisiones con quien antagonizan todo tipo de caracteres (incluyendo el interpretado por un siempre inquietante Lon Chaney o el que encarna Ward Bond en su fordiano rol de borrachín). Cuando la película se mantiene en el enfrentamiento personal, cuando guarda esa dimensión de cámara, resulta particularmente satisfactoria. Baja el pistón en todo el tramo final que dirime la suerte de los personajes en secuencias de acción que no mantienen el notable trabajo visual del resto del film.


93. Byl jednou jeden král... (Borivoj Zeman, 1955) - 6

Los países socialistas no renegaron de filmar cuentos de príncipes y princesas, pero el mensaje se adecuaba al consumidor, por supuesto. Y para bien, creo yo. Aquí nos presentan un reino dirigido por un rey ególatra que quiere casar a sus hijas con príncipes y decidir cuál de ellas será la heredera. El film hace sano escarnio cómico de todo lo relacionado con la corte y la realeza, siempre manteniendo una mirada amable sobre los personajes. La puesta en escena es bastante elegante, capaz por ejemplo de ofrecer un travelling relativamente largo de dos personajes enamorados que se miran en silencio. Todo ello resulta en una obra francamente agradable de ver, simpática y entrañable.


94. Ashita kuru hito (Yûzô Kawashima, 1955) - 6,5

Alrededor de un matrimonio en crisis se formulan varias recombinaciones posibles en este film sobre relaciones sentimentales. Es una mirada poco amable sobre las mismas, con unos personajes masculinos que tienden a la insularidad, y los femeninos que lidian con la frustración lo mejor que saben. A decir del film, el modelo de marido ocupado y ama de casa se antoja abocado a largo plazo a la desconexión emocional. Kawashima explora estas relaciones con personajes de densidad humana, donde no hay buenos ni malos, sino criaturas con diferentes prioridades no siempre compatibles, también con cortapisas emocionales producto de la educación y las costumbres sociales, que pueden diferir según cambia la generación.


95. Razzia (Werner Klinger, 1947) - 6,5

Un trümmerfilm centrado en la lucha policial contra las mafias del mercado negro de posguerra, la acción gira alrededor de la familia de un inspector de policía, en cuyo seno se sintetiza el dolor por las pérdidas pasadas, la esperanza de un futuro mejor y el peligro del presente. La galería de personajes tiene carisma y su narrativa avanza sin descanso recurriendo con frecuencia a llamativos match cuts que generan continuidad entre diferentes secuencias, y que creo yo también sirven para reflejar cómo las decisiones y acciones de cada uno no son inocuas, sino que tienen consecuencias en los demás.


96. Tiga Dara (Usmar Ismail, 1956) - 4,5

Son curiosas las coincidencias entre este clásico popular de la cinematografía indonesia y el film checo de Borivoj Zeman que gloso más arriba: aquí también hay tres hijas potencialmente casaderas y se destaca a la más discreta y hacendosa, ese perfil de esposa ideal de los años 50, en este caso la hija mayor que su abuela quiere casar para que no que quede solterona (aunque no ayuda a percibirlo el hecho de que la actriz, que contaba sólo 22 años, parezca adolescente). Los personajes confabulan para que eso suceda entre diferentes números musicales que jalonan el metraje. Todo es muy transparente, bastante ingenuo, Ismail cumple tras la cámara, pero no le termino de encontrar demasiada gracia.


Un saludo.

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Bundy
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Re: Contador de películas 2021

por Bundy » 12 Feb 2021, 22:50

17.-Bu su (Jun Ichikawa, 1987) – 8
Una chica que huye de la historia de sus padres se refugia en Tokio para evitar el pasado. Sin embargo, el director deja claro que el propio trauma ha dejado tan marcado a la chica que es imposible no actuar de la forma en que ella lo hace. De hecho, todos los adolescentes en esta película son recreados como lo que son: gente buscando siempre conexiones de todos los tipos, dejándose querer por puro interés, dedicándose a algo por puro complejo o escapismo, atacando a otros para desplazar sus emociones negativas a hacer daño a otros… Los adolescentes son un caos y todos lo sabemos, pero Jun Ichikawa aquí lo representa al dedillo por cómo retrata y encuadra la ansiedad (esos planos muy cercanos con ligeros picados y contrapicados, la forma cómo evoca la ansiedad u otros sentimientos típicos de la adolescencia con movimientos de cámara, con transiciones, rompiendo el eje cuando es necesario, etc) y aunque no me parezca Tokyo Marigold, sí me parece una gran película por cómo, incluso siendo un total y absoluto material de cine indie japonés, tiene una personalidad tremenda por cómo consigue mostrar emociones y pasajes que van volando y saliendo como suele ser muchas veces en la vida adolescente, y cómo las impresiones de alguien pueden variar tanto. He visto muchos directores poner foco innecesariamente en las escenas y generando más diálogo de la cuenta, pero siempre me sorprende ver a Jun Ichikawa en el otro extremo: ¿qué queda de los recuerdos que siempre tenemos como seres humanos, sino las partes que nos interesan, los momentos que nos han marcado y las sensaciones que se quedan en nosotros, buenas o malas, propias o desde/para los demás?

18.-Resident Evil (Paul WS Anderson, 2002) – 7,75
La habré visto bastantes veces, pero esta es la primera en que comprendo realmente las virtudes de Paul WS Anderson tras la cámara. A nivel visual es algo alucinante, pero también por su dosificación narrativa y por la tensión que el director genera durante los 30 primeros minutos. Tiene cierta composición de escena (sobre todo está obsesionado con romper el eje y rodear con la cámara a los personajes, lo cual va como dedillo a las pelis de terror/acción para fomentar la paranoia) que cuaja muy bien incluso cuando hay momentos de guion en los que realmente te daría para descojonarte vivo de los deus ex machina que uno se gasta, pero el amor que Anderson desprende por el cine de terror (Romero, Carpenter) o por el trashy (una referencia de ello es el Verhoeven comercial) indica un resultado que tiene aroma del cine de acción de los 80 y 90 con algo de cine de terror, buenos efectos especiales y, aunque algún golpe de guion más que gratuito, un auténtico gozo para pasar un buen rato en una película con un director que sabe perfectamente qué hacer.

19.-Bouquets 1-10 (Rose Lowder, 1995) – 6,5
Pues buena sesión de películas sobre flores y montaje que tampoco me ha generado mucho más allá de alguna idea muy bien encontrada en alguna ocasión que otra.

20.-Aki tachinu (Mikio Naruse, 1960) – 8,25
Pues gran trabajo de Naruse sobre la infancia y la gilipollez que arrastran los adultos y jóvenes que dejan al protagonista totalmente solo y aislado de todo o le miran como si fuese un perro abandonado del que deben hacerse cargo. La película pues es brillante a nivel de guion por tono, por equilibrio (nada de esto funcionaría sin el contrapeso que hace el personaje de Junko) y también por ciertas ideas que me funcionan. Me chirría mucho esa concesión que Naruse tiene que hacer para explicar lo que pasa con su madre -y bien hecho esto habría sido hasta innecesario de explicar-, pero por lo demás creo que sin ser especialmente llamativo en la puesta en escena hay ciertos momentos en los que Naruse va tirando de panorámicas y de algunos cortes para resaltar lo importante y darle todavía más relieve en el guion (se nota mucho en cómo el montaje va contrastando en los momentos clave entre los planos generales y los más cortos y también en la importancia de cuerpos/elementos en el encuadre -en este sentido, considero que es una película muy buena dentro de su minimalismo audiovisual).

21.-Bell, Book and candle (Richard Quine, 1958) – 7,5
Sobre el etalonaje de Quine ni hablo porque es precisamente uno de los más únicos de la historia de Hollywood, y aquí Bell, book and candle no solo tiene un elenco increíble sino que a eso se añade un color muy bien mezclado y fluido de azules, verdes y rojos en cuanto a iluminación que le dan ese toque etéreo y a la vez fantasioso que beneficia tanto a esta comedia sobre una bruja que hechiza a alguien y poco a poco se va enamorando de él. A nivel argumental hay momentos que sin más porque el humor a mi gusto está como demasiado fuera de tono en ocasiones, aunque al final acaba siendo una película bastante honesta y directa además de atrevida para lo que suele ser Hollywood en ciertos frentes (claro, que es más fácil cuando tienes a Kim Novak, James Stewart y Jack Lemmon, aunque claro, Kim Novak no sé si tenía el mismo estatus que iba a tener después de Vértigo).

22.-Regen (Joris Ivens y Mannus Franken, 1929) – 7,75
Precioso documental que funciona como uma poesia visual sobre la lluvia y sus efectos en el paisaje urbano de una ciudad. Sería brillante si no fuera porque por momentos se siente muy ortopédica en su montaje, pero por lo demás es una gran película muda.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2021

por Genjuro » 13 Feb 2021, 13:43

97. Come Next Spring (R.G. Springsteen, 1956) - 6

Como Hellfire, ésta es otra película de Springsteen sobre un personaje reformado, un hombre que regresa a su hogar tras abandonarlo años atrás con un serio problema de alcoholismo. El film cuenta el proceso que va restituyendo su lugar en la comunidad y en su familia. A pesar de los problemas y pequeños escollos, hay una mirada un tanto edénica sobre la América rural y la propia institución familiar. Es un film sencillo en su desarrollo narrativo y acabado visual, un poco convencional pero con sus momentos emotivos sin caer en lo sensiblero.


98. This Earth Is Mine (Henry King, 1959) - 7

Precedente de Falcon Crest (con su particular Angela Channing o su Chao-Li) ambientado en el mismo valle de Napa californiano, nos cuenta las vicisitudes de una poderosa familia de viticultores durante los estertores de la Prohibición. El amor por la tierra y los viñedos, la ambición, las luchas de poder, las relaciones sentimentales, todos estos elementos están relacionados y entrelazados en un argumento que de hecho tiene algunos rasgos de culebrón. Sin embargo, a pesar de su condición de melodrama, del despliegue de pasiones que realiza, todo se mantiene en una proporcionada medida y magníficamente retratado por un Henry King pleno de elegancia manejando el scope.


99. Sapphire (Basil Dearden, 1959) - 6

Como haría dos años después en Victim con la homosexualidad, Dearden realizaba un policiaco centrado en otra temática relativa al odio y la discriminación: el racismo. La acción comienza con el descubrimiento del cadáver de una chica, blanca en apariencia pero hija de una pareja interracial. La investigación nos lleva de la mano, de manera trepidante e infatigable, a conocer toda suerte de caracteres con sus variadas maneras de reaccionar ante los diferentes colores de piel. De hecho, uno de los problemas del film es que el tema está omnipresente, prácticamente no hay escena que no se aproveche para introducirlo y los personajes quedan quizás demasiado condicionados por esa necesidad de trazar diáfanamente su posición al respecto. Todo esto no impide que el film se vea sin pestañear.


100. Mother India (Mehboob Khan, 1957) - 7

Melodrama épico que sigue los pasos de una mujer, esposa y madre, a lo largo de los años, de penurias y tragedias, como símbolo de todo un país. En una circunstancia que debe (o debía) de ser bastante frecuente en la India, la semilla del posterior drama se planta para celebrar el acontecimiento más feliz de la película, su boda, costeada por su suegra hipotecando las tierras a un interés leonino tras ser engañada por el prestamista, villano de la función. La ignorancia, la falta de educación, juega un papel fundamental en la dinámica de explotación que muestra el film, muy diáfana en principio pero que gana en complejidad cuando sus hijos crecen y el más rebelde de ellos no acaba de transigir con la situación, optando por medios expeditivos. De esta manera, la injusticia no sólo representa el germen del dolor y sufrimiento de los más débiles, sino también de la violencia que termina sacudiendo a toda la sociedad. En todo caso es el honor, la dignidad de los personajes, el valor que más cotiza en la película. Su generoso metraje es bastante irregular, pero abundan escenas excelentes, como la de la boda, de una gran belleza cromática, o los encadenados que muestran el trabajo en el campo de los personajes. Se puede rastrear, creo yo, la influencia del cine soviético por ahí, en el montaje, en los encuadres de los personajes, como esos rostros capturados en pares que guardan ángulo recto entre sí, o el volumen y dimensión que consiguen los primeros planos. Los números musicales, pocos para el metraje, no molestan, algunos tienen su gracia, y ciertos excesos dramáticos y algunas escenas un tanto convencionales son el peaje a pagar con gusto por un film que no desmerece la ambición de su autor.


101. Josep (Aurel, 2020) - 6

En este film animado, el ilustrador Aurel homenajea y recrea a vida de otro artista como fue el catalán Josep Bartoli, particularmente su penosa estancia en un campo de concentración francés tras huir exiliado con la caída de Barcelona. Para ello echa mano de otro personaje, uno de los gendarmes que le guarda, lo que le permite dar un punto de vista externo y contrapesar en alguna medida el papel galo en la historia. Me parece bastante manido el hecho de que se lo cuente a su nieto, reforzando ese papel de transmisión y memoria de la historia (supongo que también para tener un punto de conexión con el público potencial juvenil) y propicia la escena que menos me gusta de la película, ese final tan forzadamente significado. Lo más atractivo me parece la estética de la película, como Aurel traspone el estilo de Josep para trasladar sus vivencias.


102. In Between Dying (Hilal Baydarov, 2020) - 4

Un joven que deja abandonada a su madre moribunda va teniendo encuentros episódicos según escapa de un mafioso local. Se trata siempre de mujeres sufriendo algún tipo de abuso que son liberadas en algún sentido, pero se nos viene a decir que todas forman parte de un todo mayor, una condición femenina que hace una de todas ellas. La película es un tanto críptica, pero podría tratarse de un proceso de toma de conciencia del protagonista respecto a la mujer. En cualquier caso, no termina de convencerme ese aire poético, místico y trascendente que se da la película, ni siquiera me parece que esté especialmente bien filmada. Sí, Baydarov recurre con mucha frecuencia a grandes planos generales que quedan muy socorridos estéticamente en pantalla, con los personajes a menudo en pequeño y de espaldas, como seres un tanto anodinos en el fragor de la realidad, pero tampoco me parece que lo haga con especial brillantez, y cuando pasa al plano más corto se le ven las costuras en la puesta en escena.


103. Patterns (Fielder Cook, 1956) - 6

Una situación de mobbing dentro del comité ejecutivo de una gran empresa le sirve a este film para hablar de la deshumanización inherente al capitalismo, especialmente acusada en la dinámica de una gran corporación bajo cuyas magnitudes y prioridades el individuo tiene muy poco valor. Nos introducimos en ese mundo de la mano de un nuevo ejecutivo, un hombre sin dobleces, que viene a trabajar con un vicepresidente, aunque el objetivo último del presidente de la compañía es que le acabe sustituyendo tratando de provocar su dimisión. Hay algo de teatral en la película, por la dramaturgia y porque casi todo el argumento se resuelve a base de diálogos. Tampoco la puesta en escena, que resulta un poco televisiva, combate esa sensación. Pero no deja de ser un film interesante con personajes trazados con precisión e incisivo en su desarrollo.


104. The Damned Don't Cry (Vincent Sherman, 1950) - 6,5

Todos los personajes claves de esta película recorren o han recorrido un camino parecido en el cual han dejado de lado la moralidad para satisfacer su ambición, aunque el relato se centra en una mujer que rememora en flashback el camino que le ha llevado al presente callejón sin salida. Aunque me cueste asumir el rol de mujer deseada por todos de una Joan Crawford de 46 años, su personaje me parece muy bien dibujado, con sus frustraciones como esposa y su arribismo que le lleva a mezclarse con el mundo del crimen organizado, con la evolución personal que sufre y las contradicciones en las que acaba atrapada. Me parece la más sólida de las tres películas que he visto de Vincent Sherman, aunque aquí tampoco muestre especial genio visual, en esencia una apañada puesta en escena al servicio de unos personajes muy bien perfilados, lo que no es poco.


105. Siamo uomini o caporali (Camillo Mastrocinque, 1955) - 6

La premisa de esta película es que el mundo se divide en hombres y caporali (término italiano con varias acepciones y todas apropiadas para el caso: capataz, cabo del ejército, persona arrogante y un individuo que procura mano de obra ilegal o por retribuciones menores de las legales), y que todos estos caporali tienen la misma cara, en este caso la de Paolo Stoppa. La historia es un vehículo para el lucimiento de Totò en sucesivos episodios que van jalonando los avatares de un pobre hombre que recurre a menudo a la picaresca para salir adelante durante los años de la guerra y posteriores. El film descansa casi exclusivamente sobre su indudable capacidad cómica, sobre su figura de aroma chaplinesco, pero es una obra irregular y un poco deslavazada, de discurrir algo mecánico, puesta en escena con solvencia pero de manera funcional.


106. Giraffe (Anna Sofie Hartmann, 2019) - 6,5

Hay algo inaprensible en este film, en la historia que teje, en los personajes que muestra, en los espacios que transita, un mundo provisional, de paso, en transformación. Su protagonista realiza algún tipo de estudio o reportaje sobre las vidas y las casas de una localidad que van a ser derruidas en el proceso de construcción de una autopista. Ella está de visita, al igual que temporal es la estancia en la zona del joven obrero polaco con quien inicia una relación. Todo grita desarraigo y desnaturalización, quizás desmemoria también. La narración de Hartmann es un tanto esquiva, elíptica, muy centrada en cuidados planos fijos o de muy suave movimiento que sólo en momentos determinados buscan conectar o relacionar, que nos devuelven la idea de un mundo quizás provisional.


107. Manos sucias (José Antonio de la Loma, 1957) - 6

Cine negro a la española que transita ambientes familiares en el género, que me hacen pensar particularmente en ejemplos del cine galo (Des gens sans importance de Verneuil o la posterior Chair de poule de Duvivier), con ese mundo de los camiones o el aislado escenario de una gasolinera. La gasolinera es precisamente el objeto de deseo de un camionero que deja atrás todo reparo moral para conseguirla y que se casa con una potencial femme fatale cuando tiene miedo de que ella haya sido testigo de su delito. Es un film que se dirime, claro está, en términos morales, y tiene algunos momentos francamente interesantes, como los grandes planos generales mostrando la orografía casi lunar de la zona, o como ese excelente plano general en el cual el protagonista fuma en penumbra con la gasolinera iluminada más en segundo término.


108. Time (Garrett Bradley, 2020) - 5,5

Para la familia de Fox Rich el drama comenzó cuando ella y su marido tuvieron la mala idea de robar un banco a punta de pistola. Siendo ella condenada a pocos años y él a nada menos que a 60, este documental relata el dolor de la separación, la militancia en pro de una justicia menos cruel y la lucha por conseguir la liberación de ese hombre que lleva dos décadas en prisión. La gran baza de esta obra es el material que la protagonista tiene grabado, vídeos caseros de ella y sus hijos principalmente, con los que Bradley juega para materializar el paso del tiempo, el tiempo que no acaba, el tiempo perdido, el tiempo que no puede volver (como sugiere la agridulce secuencia final). Ahí se encuentra lo más jugoso de una obra que me acabó dejando bastante frío, quizás por ese carácter de predicadora que tiene su protagonista, por ciertos tics convencionales como el uso de crescendos musicales para momentos emotivos, quizás porque a pesar del pulcro blanco y negro de las escenas actuales tampoco la puesta en escena me atrae particularmente.


109. La venganza (Juan Antonio Bardem, 1957) - 6,5

El odio atávico entre dos familias cristaliza en el antagonismo entre un hombre que acaba de salir de la cárcel por un delito que no había cometido y la persona que él cree responsable de ello, y va supurando cuando emprenden la ruta compartiendo cuadrilla para segar como temporeros. Esa labor como segadores es fundamental en el film, que de hecho se presenta como un retrato de la siega. Y es también en el trabajo donde Bardem busca la potencial solidaridad y amistad de los personajes. Si inequívoco es su retrato alegórico de una España dividida (y con culpables definidos), también es su óptica de clase, muy evidente en la huelga de jornaleros. Es una pena que a los personajes les sobre un discursivo arrojo y pasión que a veces le falta a la puesta en escena. El film tiene planos y escenas atractivas, pero cuando sube la tensión no termina de dar réplica a las emociones pasadas de rosca de sus personajes. Eso sí, no está nada mal la secuencia del incendio y su montaje de rostros iluminados por las llamas.


110. Las mil y una (Clarisa Navas, 2020) - 6,5

La protagonista de esta película es una tardoadolescente más bien tímida e inocente que vive en el barrio de Las mil viviendas en Corrientes y que sufre una experiencia iniciática a través de la relación que establece con otra chica de vida disoluta. Sus mejores amigos son dos hermanos homosexuales y ellos tres forman una especie de núcleo de vulnerabilidad ante una violencia que les rodea producto seguramente de la marginalidad que tiñe al barrio, que Navas va cartografíando en largos planos cámara en mano siguiendo o precediendo a sus personajes. El hiperrealismo es la nota dominante para atrapar unas vidas que sabemos en transición hacia lo desconocido en un entorno muy poco confiable. Es curioso cómo el film arrincona a la heterosexualidad hasta lo anecdótico, aunque corre el riesgo de connotar negativamente otras opciones sexuales dados los ambientes y algunos personales que retrata. Pero éstos rezuman autenticidad a pesar de algunos tics, y el film sabe mantener la distancia adecuada recurriendo, llegado el caso, al fuera de campo visual.


111. Fûsen (Yûzô Kawashima, 1956) - 7

Las relaciones sentimentales que plantea Kawashima en este film son la plasmación más evidente de cómo la desigualdad social, el clasismo y el machismo provoca la cosificación y mercantilización de las interacciones humanas. Su protagonista es un maduro empresario que ve cómo a su alrededor se van pudriendo los valores humanos, en su familia al calor del dinero que gana, pero también fuera de la misma, como el caso de ese conocido que dirige un club nocturno. Su hija pequeña es la esperanza de cierta pureza e inocencia, un baño de calidez en pantalla, y ambos protagonizan el excelente final con un sostenido plano/contraplano en la distancia. Es la culminación de un muy buen trabajo de puesta en escena de Kawashima, de una sobriedad nada adusta, muy preciso en la atención a sus personajes, desarrollando las situaciones siempre con el tiempo y el tono adecuados.


112. Last Holiday (Henry Cass, 1950) - 7

Cuando a un hombre de sana apariencia y vida anodina le diagnostican una enfermedad terminal de efecto inminente, decide utilizar todos sus ahorros para disfrutar de sus últimos días en un hotelito de postín. Su carácter franco pero al tiempo misterioso respecto a sus circunstancias personales le granjea el respeto del microcosmos que allí se da cita y que tan bien retrata el film, con caracteres de trazo muy definido y distintivo que nunca llegan a la parodia. La película habla de la falta de empuje vital, de la inercia que nos arrastra en nuestra vida diaria, pero pone todavía más énfasis en el clasismo, en cierta hipocresía de una clase alta de vida disipada que mira a la realidad desde la barrera y por encima del hombro. Me ha sorprendido la fluidez, la relativa delicadeza, el sentido orgánico que logra crear el trabajo de un director muy poco reputado como Henry Cass, que despacha una obra que exuda simpatía sin dejar de ser crítica en alguna manera.


113. Au royaume des cieux (Julien Duvivier, 1949) - 6,5

El subgénero carcelario en la variante de reformatorios ha deparado un puñado de títulos muy interesantes, y éste es otro más, en el cual una joven enamorada entra en una de estas instituciones justo cuando se produce un cambio para mucho peor en la dirección de la misma (y Duvivier lo muestra con un excelente plano de sus manos colocando los objetos del escritorio que lo dice todo). La nueva directora rivaliza en maldad con el alcaide que interpretaba Donald Sutherland en Lock Up, pero su crueldad no traspasa la pantalla, se queda como una caricatura en un relativo segundo plano mientras las chicas asumen el protagonismo. Las piquillas, la camaradería, los arrebatos de rebeldía, la verdad es que las dinámicas que se producen entre ellas le sientan muy bien a la película. Es una pena que algunos tics visuales, como los sucesivos barridos, como algunos montajes demasiado frenéticos, siempre con esa obsesión de capturar y relacionar a una multiplicidad de chicas, afeen el resultado de una obra que en otros momentos luce ciertamente atractiva, como por ejemplo en muchas de las escenas de exteriores durante la riada.


114. The Small Back Room (Michael Powell & Emeric Pressburger, 1949) - 6,5

Si el marco de este film es (la retaguardia británica de) la Segunda Guerra Mundial, la verdadera guerra en pantalla se libra en el interior de su protagonista, un científico especializado en explosivos que siente dolor físico crónico debido a la pérdida de una pierna, y que de resultas le cuesta controlarse emocionalmente en su vida privada y sentimental. El film incluso nos ofrece una curiosa escena onírica de estética expresionista plasmando sus obsesiones. Esto está bastante bien hilado con su trabajo, especialmente el artificiero, que nos lleva a un clímax que tiene mucho sentido con su propio estado, como si él también fuera una bomba a desactivar.


Un saludo.

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crespo
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Re: Contador de películas 2021

por crespo » 16 Feb 2021, 09:20

Es una delicia volver a ver en pantalla grande "El Chico", de Charlie Chaplin. La historia es conocidísima, simple y sin doblez, pero al mismo tiempo, con un fondo mucho más rico y complejo. No es "El Gran Dictador", pero es preciosa.

Hasta luego...
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GIPSY KING

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Re: Contador de películas 2021

por Philip_Marlowe_ » 16 Feb 2021, 11:26

Enero

1. I’ve Always Loved You 1946, Frank Borzage, 7
2. Laura 1944, Otto Preminger, 9,5
3. Le Corbeau 1943, Henri-Georges Clouzot, 8
4. The Dark Knight 2008, Christopher Nolan, 5,5
5. Clouds of Sils Maria 2014,Olivier Assayas, 6,5
6. Coming Attractions 2010, Peter Tscherkassky, 8
7. The Thin Red Line 1998, Terrence Malick, 10
8. 2046 2004, Wong Kar-wai, 8
9. Metropolis 1927, Fritz Lang, 10
10. Bacurau 2019, Kleber Mendonça Filho, Juliano Dornelles, 6
11. Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives 2010, Apichatpong Weerasethakul, 7,5
12. A Fish Called Wanda 1988, Charles Crichton, 7
13. In the Mood for Love 2000, Wong Kar-wai, 8,5
14. The Godfather: Part II 1974, Francis Ford Coppola, 10
15. The Godfather 1972, Francis Ford Coppola, 9,5
16. Heat 1995, Michael Mann, 8
17. The Usual Suspects 1995, Bryan Singer, 7
18. The Naked Kiss 1964, Samuel Fuller, 8,5
19. Rain 1929, Joris Ivens, 7
20. Tabula Rasa 1989, Peter Tscherkassky, 6
21. Outer Space 1999, Peter Tscherkassky, 6,5
22. Dream Work 2001, Peter Tscherkassky, 6
23. ¡Ni te me acerques! 2020, Norberto Ramos del Val, 2,5
24. The Exquisite Corpus 2015, Peter Tscherkassky, 7
25. Notorious 1946, Alfred Hitchcock, 9,5
26. The Terminator 1984, James Cameron, 6
27. Terminator 2: Judgment Day 1991, James Cameron, 6,5
28. Labyrinth 1986, Jim Henson, 6
29. Le Havre 2011, Aki Kaurismäki, 7
30. Miracle Mile 1988, Steve De Jarnatt, 7
31. Arrival 2016, Dennis Villeneuve, 7
32. Stromboli 1950, Roberto Rossellini, 8,5
33. Germania anno zero 1948, Roberto Rossellini, 9,5
34. Europa '51 1952, Roberto Rossellini, 9
35. Out of the Past 1947, Jacques Tourneur, 8,5
36. The Neon Demon 2016, Nicolas Winding Refn, 7,5
37. The Thing from Another World 1951, Christian Nyby, 7
38. Ghost 1990, Jerry Zucker, 5
39. Only God Forgives 2013, Nicolas Winding Refn, 7

Genjuro
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Re: Contador de películas 2021

por Genjuro » 20 Feb 2021, 10:27

115. Wake of the Red Witch (Edward Ludwig, 1948) - 5,5

Aventuras marinas protagonizadas por un John Wayne en un peculiar papel; porque no es un héroe inmaculado, sino que tiene arrebatos violentos; por el final que le depara la película, aunque sea profundamente romántico; y porque la no menos peculiar estructura narrativa le escamotea el punto de vista. Efectivamente, la historia de este capitán que hunde su barco como venganza contra el armador que le había quitado a su enamorada, se presenta bajo la óptica y la voz en off de su primer oficial, y todo el núcleo central se articula a través de dos flashbacks relatados por otros dos personajes diferentes. También es interesante que en esa relación antagónica el villano sienta más admiración que odio por su oponente. Por lo demás es un film bastante resultón y entretenido, aunque la pelea subacuática con un pulpo gigante se la podían haber ahorrado. Wayne debía de tenerle cariño a esta película porque bautizó a su compañía productora con el nombre de la naviera para la que trabaja su personaje y utilizó al propio Ludwig para la primera producción.


116. Tahader Katha (Buddhadev Dasgupta, 1992) - 4,5

En los once años pasados por un hombre entre la cárcel y una institución mental tras combatir el colonialismo y matar a un oficial inglés, la India consiguió su independencia y se produjo la Partición. Su liberación, en un estado demacrado, supone darse de bruces con una realidad que le desencanta profundamente, otra ejemplificación de la máxima lampedusiana, como si toda su lucha no hubiera servido para nada. Su frágil estado mental juega con la dicotomía de la locura en él o en los demás, en esos compañeros de viaje que de alguna manera le han traicionado (el amigo ahora político o su propia mujer). La presencia recurrente de espejos y de un mago refuerza esa sensación de espejismo, de apariencia falsa que toma la realidad para él dolorosa. El problema de este interesante planteamiento es que el aparato dramático que lo sostiene es bastante pobre, particularmente evidente en la relación con su esposa, con quien tiene una conversación poco después de su primer reencuentro en la que ella vomita todos los temas que les conciernen y no hay más desarrollo ni preparación de los mismos. A Dasgupta le interesa en particular el preciosismo de su puesta en escena, que nos depara imágenes de exquisita fotografía trufadas de travellings laterales o circulares de dudosa necesidad, una demostración de un supuesto virtuosismo en el fondo un poco vacío.


117. El vampiro negro (Román Viñoly Barreto, 1953) - 7

No sé si remake o variación explícita del clásico de Fritz Lang M, porque introduce curiosos y fundamentales cambios respecto del original. El más importante, que el mundo del hampa no juega casi ningún papel respecto al infanticida, lo que no significa que se elimine el rol totalitario que representaba, que aquí se traslada a las instituciones legales, policía y justicia, personalizadas en particular en el fiscal que lidera la investigación, inflexible e implacable, especialmente con aquellos de posición social más débil, y a la postre también hipócrita. El homenaje es claro en un cineasta que debía de ser bastante cinéfilo: no sólo su trabajada estética de luces y sombras remite al expresionismo alemán, sino que también recurre a la famosa melodía de Grieg que silbaba Peter Lorre, e incluso el tramo final en el sistema de alcantarillado nos invita a pensar en The Third Man. A la postre, a pesar de esto, me parece una revisión con más personalidad y más satisfactoria que la emprendida por Losey dos años atrás.


118. Ila Ayn (Georges Nasser, 1957) - 6,5

Un film libanés muy sencillo en forma y contenido sobre la cuestión de la emigración en el que una sufrida familia de campesinos ve cómo el padre se marcha a Brasil sin volver a tener noticias suyas, y sólo para que el hijo pequeño quiera seguir sus pasos dos décadas después. La repetición cíclica es así el motor de su narración, muy evidente por ejemplo en las dos elipsis que utiliza Nasser para saltar adelante en el tiempo, creadas a partir de la repetición de labores de labranza. Para un film que no se regodea nada en la pobreza y los padecimientos de sus personajes (es verdad que tampoco tendría sentido, dado su discurso anti-emigración), es una pena que tenga que recurrir en su tramo final a un golpe dramático torpemente puesto en escena para resolver la historia, aunque el cierre del film en sí esté a la altura del mismo (me encanta un breve plano en el que se ve la sombra de un personaje disolverse, y hubiera estado bien que fuera su última imagen en la película).


119. Beat the Devil (John Huston, 1953) - 5,5

Hay algo muy propio de Huston en esta historia sobre un grupo de personas que se van a embarcar con destino a África Central con un negocio de minas de uranio como objetivo: en el espíritu de aventura, el crisol de personalidades, en cierto cinismo y actitud desencantada o en la presencia de Bogart, claro está. La aproximación es fundamentalmente cómica y por eso también los personajes bordean la caricatura y en algún caso dejan de tener entidad para servir al golpe de efecto (lo que también le ha pasado más veces a lo largo de su filmografía). La función tiene su gracia, pero según se remata me da la impresión de que tira por la borda cualquier inversión emocional en los personajes.


120. Luz nos Trópicos (Paula Gaitán, 2020) - 5

Gaitán emprende en este film un viaje a través del tiempo y del espacio que también se deja sentir a nivel de metraje con sus cuatro horas largas de duración y en el que recoge la virginidad natural y el primitivismo indígena para mirar también al mundo moderno. Al menos es lo que intuyo, porque la directora no lo pone demasiado fácil en una obra muy críptica y, me da la impresión, un poco autoindulgente. Me gustan ciertas escenas en las que juega con el formato en celuloide, me puedo dejar llevar por las partes más contemplativas, por esos planos-secuencia que progresan a apacible ritmo fluvial (el río y el agua en general son presencias recurrentes, como si fueran vasos comunicantes), pero también me resulta frustrante e irritante en otros momentos.


121. Elokuu (Matti Kassila, 1956) - 5,5

Extraña estructura la de esta película polifónica cuyo personaje principal es el alcohólico guardabarreras de un canal que recibe la visita de una amiga a pesar del disgusto de su mujer. El amor parece ser el tema mayor, ese momento en que cristaliza o se pierde, que puede moldear el futuro de una pareja o explicar las derivas que han llevado al presente. Así el film nos ofrece las circunstancias de varios personajes que se mueven alrededor del protagonista, en quien desemboca la acción con un artificio narrativo según el cual se nos ofrecen sucesivamente tres secuencias que acaecen a diferentes personajes en el mismo momento, y que desembocan en el mismo lugar. Kassila juega con el pasado, con las ensoñaciones, visualizando también la propia conciencia, con desigual éxito, pero es cierto que al menos muestra cierta audacia por el camino.


122. El batallón de las sombras (Manuel Mur Oti, 1957) - 5,5

Una puesta en valor de las mujeres que vista hoy en día resulta tremendamente machista, pero lógica enmarcada en el momento. Con un planteamiento coral, nos acerca las variadas historias de los vecinos de un edificio lleno de hombres soñadores, ilusos, cuando no inútiles, y de mujeres sufridas que sostienen los hogares (en la sombra, como alude el título). Todo es un poco mecánico por la insistencia en los patrones de género y un dibujo de personajes que a veces se acerca a la caricatura, y también por esos remates tan inevitablemente sentimentales de cada línea argumental. Lo que más me ha gustado es la puesta en escena, la expresividad de la imagen, que fluye con sensación de libertad a pesar de ser un film de interiores, gracias a la pericia de Mur Oti transitando entre sus diferentes personajes.


123. Dear Comrades! (Andrei Konchalovsky, 2020) - 6,5

Las flagrantes contradicciones entre el discurso promovido oficialmente en la Unión Soviética sobre sus propios valores y la realidad de un régimen totalitario son las que Konchalovsky resalta en su proceso de
Reconstrucción de la masacre de Novocherkassk que tuvo lugar en 1962. El personaje de una jerarca local nostálgica de Stalin y cuya hija participa en las manifestaciones proporciona el punto de vista más adecuado para resaltar esas contradicciones que mencionaba antes. Konchalovsky carga un poco las tintas en su dibujo de caracteres y además me cuesta creer el comportamiento del agente de la KGB que ayuda a la protagonista, pero le queda un potente retrato de una época y unos modos. La utilización del formato académico, junto al blanco y negro, además de apelar al tiempo descrito en el film, coarta el espacio de unas imágenes que a menudo están pidiendo un formato panorámico, por la propia naturaleza de unos hechos que involucraron a una multitud de personas y también por los encuadres de algunos planos, pero entiendo que podría servir para trasladar la limitación de libertades del régimen al espacio físico que muestra la pantalla.


124. La Traversée de Paris (Claude Autant-Lara, 1956) - 5,5

Comedia ambientada en tiempos de la Ocupación en la que un par de pintorescos personajes trasladan a través de París, a pie, de noche y en maletas, los trozos de un cerdo para el mercado negro. La función es entretenida, pero me parece bastante gratuita, en particular todo lo referente al personaje interpretado por Jean Gabin, cuya lógica interna es un poco cuestionable. Se trivializa la situación pero no se lleva la comedia hasta sus últimas consecuencias. Autant-Lara despacha un solvente trabajo visual cuyo punto álgido es una escena de detención resuelto en un plano en el que sólo se ven las siluetas de los personajes.


125. Sun Children (Majid Majidi, 2020) - 5,5

A Majidi, como buen representante de la cinematografía iraní, siempre le ha interesado el mundo infantil, y aquí nos cuenta las andanzas de unos niños que viven del trabajo y la delincuencia y que se apuntan a una escuela porque a través de su sótano se podría llegar a un supuesto tesoro. El film pone en valor la educación como elemento integrador mientras señala a ese mundo adulto que pervierte los sueños y esperanzas de los jóvenes. Las formas y el tono del film están un tanto adocenados, cocinados para facilitar su digestibilidad. Por ejemplo, una escena montada con bastante brillantez como es la del salto de valla del colegio trae incorporada la música que resalta la trascendencia del acto. Y por otro lado, los personajes acaban respondiendo a esquemas demasiado predefinidos.


126. Oedo go-nin otoko (Daisuke Ito, 1951) - 7

Durante la Ocupación americana, que acabó al año siguiente, se limitaron las representaciones del Japón Feudal y toda su escala de valores. Estando este film ambientado en ese periodo, no es de extrañar que las combatiera a través de una historia que enfrenta a la clase samurái, representada aquí por un despótico grupo hatamoto, y el sufrido pueblo llano, cuya cabeza visible es un jefe yakuza (no de perfil delincuente). El líder de los hatamoto, personaje torturado entre sentimientos de deber, honor, ambición, deseo, decencia o remordimiento, emerge como la figura clave, y el film acaba pivotando sobre la muerte por su espada de su propia amante cuando rompe sin querer un plato de gran valor económico y simbólico. Es quizás el momento más brillante de la película, culminado por ese montaje con la cuerda de un pozo. Es muy interesante cómo el film juega con los códigos de representación, ya que el incidente es reproducido (con variaciones) posteriormente en una obra kabuki, pero ya su ilustración original se da un aire interpretativo que sugiere una cierta tendencia hacia dicha forma teatral.


127. DAU. Natasha (Ilya Khrzhanovskiy & Jekaterina Oertel, 2020) - 4,5

Una de las varias obras salidas del megalomaníaco proyecto DAU, a saber, la recreación de un instituto científico en tiempos estalinistas a modo casi de Gran Hermano, aunque en ese caso hablamos de un film de cámara, con apenas cuatro o cinco personajes relevantes y un puñado de largas secuencias. En ellas atendemos a diversas dinámicas de poder y seducción culminadas en un último tercio en forma de interrogatorio en el que queda en evidencia la crueldad de un sistema totalitario y cómo va configurando la personalidad y el comportamiento de quienes se ven sometidos al mismo. No es un film agradable por contenido, que nos muestra humillaciones mientras juega al hiperrealismo, alargando las escenas con lacerantes resultados en unos escenarios un tanto claustrofóbicos. Tampoco es agradable en las formas, grabado con cámara en mano, sin excesiva reflexión sobre la puesta en escena, creo yo. De hecho, me ha recordado a Lars Von Trier en ciertas cosas.


128. Nomadland (Chloé Zhao, 2020) - 6,5

Una mirada a los márgenes de los Estados Unidos, a la trastienda del Sueño Americano, de la mano de una mujer viuda que emprende una vida nómada en su furgoneta encadenando trabajos de temporada. Hay una soterrada crítica a un sistema que produce sacudidas violentas y que luego tiende a expulsar del mismo, o a dejar un tanto de lado, a aquellos que no son capaces de adaptarse. Pero apunta sobretodo al terreno más personal e íntimo, con una mirada agridulce al pasado pero también una actitud inconformista con el presente. A pesar de los numerosos encuentros que tiene, los paisajes y los cielos son quienes más arropan a su heroína. La puesta en escena desprende sensación de provisionalidad a través de una cámara que flota y de un montaje que tiende a cortar secuencias para llevarnos al siguiente destino. Eso sí, quizás a Zhao se le va la mano con cierto preciosismo fotográfico (ya presente en The Rider) y con la banda sonora, forzando un tanto la emoción melancólica que busca su film.


129. The Star (Stuart Heisler, 1952) - 6,5

En un papel que parece diseñado para ella, Bette Davis interpreta a una diva hollywoodiense arruinada incapaz de aceptar que su carrera como gran estrella ha terminado, obsesionada con volver al primer plano cinematográfico. El arco argumental de la mayor parte del metraje es bastante predecible en su esencia, y esa permanente enajenación de la realidad se puede hacer un poco cansina puntualmente, pero el tramo final ofrece una pequeña circunstancia que multiplica el juego de espejos que plantea la película. En todo caso es un film efectivo y muy bien narrado por Heisler.


Un saludo.

Simpkins
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Re: Contador de películas 2021

por Simpkins » 21 Feb 2021, 19:37

Esta semana he visto 2 películas, que creo que merece la pena comentar y de las que me gustaría conocer vuestra opinión si las habéis visto..

Por un lado. Las niñas.

Termine el metraje pensando que había visto una versión descafeinada d'Estiu 1993 (ambas películas guardan bastantes parecidos tanto en temática, como en el planteamiento e incluso en el recurso de apertura y cierre de la película), pero con el paso de los días es una película cuyas imágenes y fragmentos iban volviendo y las sensaciones mejorando.

Por el otro. Falling

El debut en la dirección de Viggo Mortensen y que a mí me ha parecido un bodrio infumable prácticamente a todos los niveles, pero que parece que la crítica no se atreve a dejar mal del todo.
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crespo
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Re: Contador de películas 2021

por crespo » 22 Feb 2021, 14:05

La de Mortensen creo que la pone mal, pero requetemal, nuestro inefable antonio1004. Así que tienes un aval fiable y casi insobornable para tu tesis.

Ayer me vi 2046, de WKW, y me pareció entre delirante y flipante, o escrito en un viaje entre la depresión y una crisis de ansiedad.

Las escenas en las que coinciden el protagonista y la que interpretaba a la ciega en "La Casa de las Dagas Voladoras" -coincidían los dos en esa otra peli- y el relato del tren y las azafatas androides, lo mejor y más subyugante de la obra.

Bestial.
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GIPSY KING

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