Pues voy a por El caso Alaska Sanders.Akimich escribió:A mí me parece imposible no aborrecerlo porque me parece imposible no aborrecer a Marcus Goldman. Es que constantemente me da la impresión de que Dicker está encantado de conocerse a sí mismo y al final desvirtúa la lectura, al menos en mi caso.Iñigo escribió:Joel Dicker es claramente comida rápida. Una de dos, o te encanta o la aborreces. En mi caso, podría meterla en los "guilty pleasures", sí, pero es que el género que suele abordar es el que me va, qué le voy a hacer. Así, me gustaron "La verdad sobre el caso Harry Quebert", y "La desaparición de Stephanie Mailer", pero me aburrió soberanamente"El libro de los Baltimore ". Tengo pendientes éste que has leído y la última novela: "El caso Alaska Sanders". A ver.Heidegger escribió:75. Joël Dicker: “L’énigme de la chambre 622” (novela).[/b]
Empiezo por el final. Hace unas semanas leí una entrevista a Joël Dicker, creo que en "El País", en la que se quejaba por la falta de consideración crítica que tiene su obra. Motivado por esta reflexión, me animé a leer una de sus novelas. Le concedo que, a nivel formal, intenta introducir innovaciones estructurales en un género ya de por sí viciado, el de la novela negra. En “L’énigme de la chambre 622” se confuden los planos, haciendo de la ficción una excusa para vehicular hechos reales vividos por el propio autor (la relación con su editor recientemente fallecido, fundamentalmente). Más allá de esto, no me parece que la obra esté especialmente bien escrita, y el desenlace es inverosímil y tramposo. Usa también artificios narrativos que chirrían por su evidente torpeza: no se descubre quién es la persona asesinada hasta llegar a la página 400, con el único objetivo de epatar al lector. Lectura sencilla de verano, pero con poca profundidad.
PD: Envidio sinceramente tu capacidad de lectura.
Tengo en la cola inmediata a Pierre Lemaitre por tu culpa, veo que me toca hacer lo mismo con Sara MesaHeidegger escribió:Mis lecturas de septiembre:
85. Luis Landero: “Lluvia fina” (novela).
86. Laura Baeza: “Niebla ardiente” (novela).
87. Mónica Ojeda: “Nefando” (novela).
88. Sara Mesa: “Un incendio invisible” (novela).
89. Riikka Pulkkinen: “Lumo” (novela).
90. Javier Cercas: “Soldados de Salamina” (novela).
91. Tarja Roinila: “Samat sanat” (ensayo).
92. Mariana Enriquez: “Éste es el mar” (novela).
La nueva novela de Pulkkinen es desconcertante. A nivel formal es impecable: su uso del idioma es brillante, y el uso de los múltiples recursos y registros narrativos a los que recurre es deslumbrante (destaco el uso de la segunda forma del pronombre personal como voz narrativa). Ahora bien, no sé muy bien qué pensar de la historia. Tengo que darle una vuelta. Por lo demás, sigo fascinado con el uso que Mesa hace del espacio físico, convirtiéndolo en "Un incendio invisble", su primera novela, en un contexto distópico y asfixiante, lleno de dolor y desesperanza. La lectura de los artículos de Tarja Roinila, traductora finlandesa fallecida recientemente, debería ser un ejericio obligatorio para todas aquellas personas interesadas en la traducción como actividad creativa y hermenéutica. Sería interesante que alguien se animara a traducirlos.
Me paso a decir, tras terminar la novela, que "más de lo mismo". El aura de pretenciosidad que destila Marcus Goldberg, alter ego de Dicker, es estomagante. Solamente se lía con tías guapas que se enamoran perdidamente de él; la policía es tonta hasta que aparece él y les guía para resolver el caso; siempre hay un giro de guion que se supone nos tiene que impactar; todo el mundo le admira por el éxito que tiene como escritor, y así se lo hacen ver varias veces a lo largo del libro. La historia como tal, lo dicho, es más de lo mismo, comida rápida. Muy previsible.Iñigo escribió:Pues voy a por El caso Alaska Sanders.Akimich escribió:A mí me parece imposible no aborrecerlo porque me parece imposible no aborrecer a Marcus Goldman. Es que constantemente me da la impresión de que Dicker está encantado de conocerse a sí mismo y al final desvirtúa la lectura, al menos en mi caso.Iñigo escribió:
Joel Dicker es claramente comida rápida. Una de dos, o te encanta o la aborreces. En mi caso, podría meterla en los "guilty pleasures", sí, pero es que el género que suele abordar es el que me va, qué le voy a hacer. Así, me gustaron "La verdad sobre el caso Harry Quebert", y "La desaparición de Stephanie Mailer", pero me aburrió soberanamente"El libro de los Baltimore ". Tengo pendientes éste que has leído y la última novela: "El caso Alaska Sanders". A ver.
PD: Envidio sinceramente tu capacidad de lectura.
Sara Mesa es, en mi opinión, una de las escritoras españolas de mayor talento, pero su obra genera reacciones encontradas. La última novela de Lemaitre te va a gustar, intuyo.enepi escribió: Tengo en la cola inmediata a Pierre Lemaitre por tu culpa, veo que me toca hacer lo mismo con Sara Mesa
Que opinas de Soldados de Salamina? yo puse un comentario aqui en el hilo del anho pasado
A mi me gusto bastante y lo pase bien leyendolo, y eso que Cercas tiende a alargar los libros de manera innecesaria y no todo lo que cuenta me interesa. Pero me sorprendio bastante que un libro de una tematica tan especifica (porque va sobre la guerra civil pero en realidad sobre un olvidadisimo falangista), tuviese el exito de publico que tuvo y llevado al cine.Heidegger escribió:Sara Mesa es, en mi opinión, una de las escritoras españolas de mayor talento, pero su obra genera reacciones encontradas. La última novela de Lemaitre te va a gustar, intuyo.enepi escribió: Tengo en la cola inmediata a Pierre Lemaitre por tu culpa, veo que me toca hacer lo mismo con Sara Mesa
Que opinas de Soldados de Salamina? yo puse un comentario aqui en el hilo del anho pasado
"Soldados de Salamina" me ha convencido, sobre todo por la sensación de extrañamiento que produce: si no sabes nada del contexto vital de su autor, las fronteras entre la ficción, la biografía histórica y la reflexión metaficcional se difuminan, provocando que el lector carezca de anclajes referenciales. ¿Ha existido realmente el personaje del soldado que le perdonó la vida a Sánchez Mazas? ¿Era Cercas amigo de Bolaño? ¿Fue el chileno una figura clave en la reorientación del trabajo de escritura de la novela?
La semana pasada en el telediario de la primera recomendaron un libro (por lo visto lo hacen todos los días o bastante a menudo, cosa que desconocía), El libro del sepulturero de Oliver Potzsch que parece ser que está arrasando y me hizo pensar en estos de Dicker por su innegable éxito. A mí el autor ni me sonaba, no sé si has leído este o alguno de sus libros y valen la pena.Iñigo escribió:Me paso a decir, tras terminar la novela, que "más de lo mismo". El aura de pretenciosidad que destila Marcus Goldberg, alter ego de Dicker, es estomagante. Solamente se lía con tías guapas que se enamoran perdidamente de él; la policía es tonta hasta que aparece él y les guía para resolver el caso; siempre hay un giro de guion que se supone nos tiene que impactar; todo el mundo le admira por el éxito que tiene como escritor, y así se lo hacen ver varias veces a lo largo del libro. La historia como tal, lo dicho, es más de lo mismo, comida rápida. Muy previsible.Iñigo escribió:Pues voy a por El caso Alaska Sanders.Akimich escribió:
A mí me parece imposible no aborrecerlo porque me parece imposible no aborrecer a Marcus Goldman. Es que constantemente me da la impresión de que Dicker está encantado de conocerse a sí mismo y al final desvirtúa la lectura, al menos en mi caso.
Ni idea. No había oído hablar del libro o del autor, la verdad, pero leo que es de "mi género", así que lo mismo me lo agencio.Akimich escribió:La semana pasada en el telediario de la primera recomendaron un libro (por lo visto lo hacen todos los días o bastante a menudo, cosa que desconocía), El libro del sepulturero de Oliver Potzsch que parece ser que está arrasando y me hizo pensar en estos de Dicker por su innegable éxito. A mí el autor ni me sonaba, no sé si has leído este o alguno de sus libros y valen la pena.Iñigo escribió:Me paso a decir, tras terminar la novela, que "más de lo mismo". El aura de pretenciosidad que destila Marcus Goldberg, alter ego de Dicker, es estomagante. Solamente se lía con tías guapas que se enamoran perdidamente de él; la policía es tonta hasta que aparece él y les guía para resolver el caso; siempre hay un giro de guion que se supone nos tiene que impactar; todo el mundo le admira por el éxito que tiene como escritor, y así se lo hacen ver varias veces a lo largo del libro. La historia como tal, lo dicho, es más de lo mismo, comida rápida. Muy previsible.Iñigo escribió:
Pues voy a por El caso Alaska Sanders.
Estoy ahí, yo también necesito darle otra oportunidad pero en mi caso compré el viernes pasado Cara de pan.PouPierce escribió:A mí Sara Mesa me dejó bastante frío. El otro día compre Familia, a ver qué tal.
Ay! Rozando el larguero . Leí un libro de Buzzati titulado Los indómitos de la montaña que publicó la misma editorial (Gallo Nero) pero está dedicado al alpinismo. Buzzati era un apasionado de la montaña y un completo enamorado de los Dolomitas.KYS escribió:Aprovecho el mensajem ya que leí a Buzzati a raíz de este hilom para preguntar si alguien conoce el libro del mismo autor sobre el Giro de Italia y ver que tal está.
Es un libro que está bien KYS, pero no lo suficientemente bien como para recomendarlo a alguien que no es aficionado al alpinismo. Es verdad que en el libro hay muchas localizaciones que como buen aficionado al ciclismo reconocerías, sin duda, pero no me parece motivo suficiente como para animarte a leerlo, así que me reservo el cartucho de recomendarte algo y seguro que surgen ocasiones mejores .KYS escribió:Mmm no soy yo de alpinismo pero me puede interesar igual la opinión, ¿qué te pareció? Gracias
Yo apenas he leído a Cercas, así que tengo una pespectiva diferente —he de decir que su universo literario apenas me atrae—. Ahora bien, "Soldados de Salamina" funciona muy bien gracias a su aparente falta de focalización temática: lo que en principio parece ser una novela sobre la Guerra Civil, rápidamente se convierte en una exploración metaliteraria sobre la literatura como proceso creativo. En la parte final, el foco vuelve a cambiar para centrarse en la figura de ese antihéroe que vive sus últimos días en una residencia de ancianos en Francia. El propio Cercas, en las notas a la última edición de la novela, comenta que no sabe muy bien de qué trata su libro.enepi escribió: A mi me gusto bastante y lo pase bien leyendolo, y eso que Cercas tiende a alargar los libros de manera innecesaria y no todo lo que cuenta me interesa. Pero me sorprendio bastante que un libro de una tematica tan especifica (porque va sobre la guerra civil pero en realidad sobre un olvidadisimo falangista), tuviese el exito de publico que tuvo y llevado al cine.
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