Rumores sobre la Vuelta a España.
La Vuelta a España 2018 apunta a estrenar una cima inédita en su 73ª edición. Y la elegida por el equipo de Unipublic es el punto más alto del Pico del Buitre enclavado a 1-956 metros de altitud donde se sitúa el Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ) concebido y construido por el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA) para llevar a cabo grandes cartografiados astronómicos e inaugurado en 2013. Otro enclave -uno de los mejores del mundo para observar el Universo por su baja contaminación lumínica- para que la amplia difusión que otorga un evento como la ronda española sea conocido a nivel internacional.
No es el único interés del Gobierno de Aragón -que es el propietario del observatorio a través de su departamento de Industria e Innovación- ya quiere aprovechar la ocasión para matar dos pájaros de un tiro. Y es que el ejecutivo que preside Javier Lambán (PSOE) tiene la mitad de las acciones -junto a Ibercaja– de Aramon, la sociedad que gestiona las estaciones de esquí de Cerler, Panticosa y Formigal en Huesca y las turolenses de Valdelinares y… Javalambre. En las laderas del monte que preside el observatorio se sitúa la segunda estación de la provincia y, de momento, la última construida en España. Unipublic y Aramon llevan colaborando lustros y van alternando sus cimas en diferentes ediciones. Javalambre nunca ha estado en los libros de ruta y parece que ahora le llega su turno. La famosa de Formigal 2016, Valdelinares 2014, Formigal 2013, Cerler 2007 y Valdelinares y Cerler en 2005 fueron las últimas visitas a las cumbres aragonesas.
El acceso más normal para los esquiadores, amantes de la astronomía, ciclistas y turistas es a través de la autovía entre Teruel y Valencia por la salida sita en La Puebla de Valverde. Desde ese punto hay una ascensión de 22 kilómetros -hasta el aparcamiento de la estación- a menos del 4% de media y otros casi 3 kilómetros suaves hasta el Pico Javalambre (2.019 metros) y de ahí por otra pista de casi 10 kilómetros hasta el observatorio, pero no será la elegida. Solo para el público y la evacuación posterior de toda la caravana.
Ante tal liviano perfil, se ha buscado otra vertiente que arranca desde la otra parte como punto de inicio la localidad de Arcos de las Salinas. Desde allí parte una ascensión de 12 kilómetros desde los 1.050 metros hasta los reseñados 1.956 metros con una pendiente media del 7,5%. Pero la dureza se concentra en los sí asfaltados 5 kilómetros finales -con meta en el observatorio o quizás 500 metros antes- donde el desnivel medio no desciende del 10% con picos del 15%, dobles cifras que entusiasman el grupo de Javier Guillén y sus técnicos Fernando Escartín y Paco Giner, conocedores de la zona por su cercanía a su residencia de Valencia. El problema actual de esta pista es que no está asfaltada en su totalidad, pero está en proyecto -en fase de licitación- el dejarla perfecta para el estreno en el recorrido de la próxima Vuelta a España.
Si finalmente se confirma el Pico del Buitre en Javalambre, sería el segundo final inédito anunciado por Guillén tras el de Oiz y el quinto del mapa tras Caminito del Rey, La Covatilla y La Camperona.
La Vuelta a España ya tiene un nuevo Angliru, una inédita cima en la que los aspirantes al definitivo maillot rojo decidan por fin quién lo lucirá en la plaza de Cibeles de Madrid. Bizkaia, a través de su Diputación Foral, quería albergar el broche final a la 73ª edición y todo apunta a que lo ha conseguido como ya publicamos el pasado 29 de septiembre.
El Monte Oiz (1.026 metros de altitud), una ascensión de 20 kilómetros desde Gernika y de 5 -de hormigón- desde el Balcón de Bizkaia con porcentajes medios entre un 9,3% y un 14% -con dos picos del 20% y uno del 25%– se estrena en la historia de la prueba y -con salida desde la terminal de cruceros de Getxo, como confirmó después el el diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales– se emplazaría en la penúltima jornada. La otra vertiente se sitúa desde Iurreta con una parte inicial dura para pasar a un tramo más liviano y acometer los dos kilómetros finales hasta la cima con los desniveles apuntados. Una opción que, según el corte Unipublic, pierde opciones ante la otra subida. El todo o nada si la clasificación general no está decidida y/o para que uno de los supervivientes inscriba por primera vez su nombre en la cima vasca.
Una jornada que ya preanunció en la Cadena Ser de Bilbao, el diputado del Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), Unai Rementeria, tildándola de una etapa “espectacular, inaudita, nunca vista antes”, sobre un recorrido, “que conoceremos en breve” y que apunta a un trazado exigente previo a la explosión final de Oiz como corresponde a la peculiar orografía de la zona. Un hábitat para llegar con las reservas suficientes tras las anteriores diecinueve jornadas.
La historia y el espectáculo de los Lagos de Covadonga regresará dos años después a la 73ª edición de la Vuelta a España como una de las metas del previsible tríptico asturiano, una de las zonas siempre fieles y asiduas al recorrido como el pasado Angliru, donde Contador obtuvo su última victoria profesional antes del epílogo de Madrid. La cima de Ercina y Enol se preparará para conocer al sucesor del colombiano Nairo Quintana, donde David de la Cruz perdió su maillot rojo y hasta la fecha último español en lucirlo. La capital Oviedo apunta a lugar de inicio de la jornada.
Un escenario que celebra el centenario de la Coronación de la Virgen de Covadonga, los 1.300 años de los orígenes del Reino de Asturias, y el centenario de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, tres acontecimientos que Principado, Diócesis de Oviedo y Ayuntamiento de Cangas de Onís han aunado bajo el lema ‘Centenarios de Covadonga 2018’, como destaca ciclismoenasturias.com
Al día siguiente la salida sería desde Cangas de Onís –como apunta el periodista asturiano Juan Martínez Clavijo– para dirigirse hacia Cantabria y/o Euskadi donde se fija el último de los “ocho o diez” finales en alto -Guillén dixit- en el inédito Monte Oiz.
Y junto a la cumbre vasca y la señalada por este medio en la turolense Javalambre, desde el principado anuncian que el ascenso a Les Praeres será otra de las novedades del recorrido. Como publica elcomercio.es, el pasado mes de julio, Javier Guillén visitó Nava como pregonero de la última edición del Festival de la Sidra. El director de la Vuelta a España mantiene hilo directo con el Club Navastur, que cada año organiza la Clásica Cicloturista Lagos de Covadonga junto a Unipublic, y aprovechó su presencia para descubrir Les Praeres situada en Peñamayor. Las negociaciones van en buen camino y podría unirse así al tercer final en alto previsto que podría ser La Farrapona.
Les Praeres es una subida de 5 kilómetros desde Piloñeta con un 13,5% de desnivel medio con picos del 20% en su parte final, el guion perfecto del dúo Escartín-Giner. El problema-solucionable. es la estrechez de la carretera y su estado, lo que no es óbice para que la filial de ASO monte la meta con su equipo logístico de menor tamaño.