Con el permiso de @icnios, pondré los resultados de los
cuartos de final del torneo femenino del Campeonato de Europa de waterpolo Budapest 2019...
ESLOVAQUIA v PAÍSES BAJOS 2-22 (0-6, 0-3, 1-7, 1-6)
RUSIA v ITALIA 13-7 (3-2, 3-3, 4-1, 3-1)
GRECIA v ESPAÑA 9-12 (3-4, 2-2, 1-3, 3-3)
HUNGRÍA v FRANCIA 16-3 (5-2, 3-1, 5-0, 3-0)
Como era de esperar, pasaron a las semis las 4 mejores selecciones del europeo y de Europa. Países Bajos y Hungría superaron a Eslovaquia y Francia sin problemas. Igualmente, Rusia y la selección estatal vencieron sus partidos cómodamente. Y esto último sí es una sorpresa, porque tanto Italia como Grecia son rivales de enjundia y con jugadoras de primer nivel como las griegas Eleftheriadou y Plevritou y las italianas Queirolo y Emmolo, todas ellas integrantes de algunos de los mejores equipos del continente (v. gr. Olympiacos, Vouliagmeni o Ekippe Orizzonte).
amc81granada escribió:Vaya diferencias de nivel en los diferentes equipos. Desconozco si es la tónica habitual, pero me llama la atención la cantidad de goleadas escandalosas que ha habido. Y después que dos equipos tan potentes en categoría masculina como Croacia y Serbia, tengan un equipo femenino tan flojo me resulta sorprendente.
Saludos
El waterpolo es un deporte especial, que vive mucho de lo que se denomina 'tradición'. Pocos son los casos en que tanto los chicos como las chicas de una misma Federación son, coetáneamente o no, competitivos. Tal es el caso de Hungría e Italia, que desde siempre, o casi siempre, han sido de lo 'mejorcito' en europeos, mundiales y olimpiadas.
Más común es el escenario de un combinado de los dos siendo TOP. Por un lado, las selecciones femeninas de países como Países Bajos, Estados Unidos, Australia, Canadá son infinitamente mejores que sus homólogas masculinas. Todo lo contrario sucede con Serbia y Croacia, donde el waterpolo masculino es casi el deporte nacional, mientras que el femenino vive en el mayor de los anonimatos.
Quedan los casos de Rusia, Grecia y España...
Primero, el waterpolo soviético y ruso siempre ha sido dominador, si bien últimamente los hombres no luchan por las medallas y las mujeres sí.
Segundo, Grecia es "un quiero y no puedo". Tiene jugadores extraordinarios, clubes poderosos deportiva y económicamente, y campeonatos de liga muy famosos y competitivos. No obstante, las dos selecciones nacionales profesionales carecen de ese gen competitivo para medirse de tú a tú con los mejores. Eso sí, la situación cambiará en categoría masculina con la llegada al profesionalismo de los 'monstruitos' griegos. Los Papanikolaou, Chalyvopoulos, Gkiouvetsis, Papanastasiou, Kakaris, Nikolaidis o Alafragkis han dominado con mano de hierro los mundiales sub 18 y 20 y los europeos sub 19 desde 2017, de modo que Grecia será, salvo hecatombe y a partir del lógico proceso de maduración, el ogro del waterpolo masculino en los próximos años.
Tercero, España vive de generaciones de oro. En hombres están la maravillosa selección que entre 1992 y 2001 ganó un oro olímpico, una plata olímpica y dos mundiales, así como la actual. En cambio, el combinado estatal femenino vive su particular edad de oro desde 2012 con la plata olímpica y que dura hasta la actualidad, gracias a la extraordinaria labor de cuatro equipos catalanes: Mataró, Sant Andreu, Mediterrani y, muy especialmente, Sabadell.
En cuanto a los resultados abultados, decir que tristemente es habitual cuando hay un enfrentamiento entre una selección TOP y otra inferior, con independencia del campeonato (liga mundial, copa del mundo, europeo, mundial y olimpiada). Es lo que tiene el waterpolo y su tradición dispar en cada país.