Empezaremos por todo un personaje, que descubrí en una base de datos del Barça y cuyos anecdotario he encontrado navegando por aquí: se llamaba Albert "Albie" Grant, y fue el primer americano netamente profesional que tuvimos. Venía de ser un destacadísimo jugador en la NCAA, que hacía vibrar como poco a los aficionados de la Long Island University. Llegando a promediar 20 ppp y 12 rebotes era un jugador de una habilidad extrema, que quizá actualmente sería una leyenda del Playground. Más bien bajito para su posición, malabarista nato, prepotente al más puro estilo Ali y según parece bastante simpático y de educadas maneras fuera de las pistas, le gustaba exhibirse dentro de éstas, y ello fue lo que le costó la carrera... En el básquet.

Xabier Añúa lo define así: "Un center puro. Bajito, de 1'96 pero con unos movimientos tremendos.Manejaba la tecnica individual bajo el aro de forma increible y su potencia tremenda. Basta ver sus records de rebotes en LIU. Nos enseñó como cerrar las entrradas por la linea de fondo, cosa que en aquella epoca nos era desconocida. "
Tras unos magníficos inicios en la AAU, militando en los ABC Freighters (que después ingresaron en la ABA como New Jersey Americans), el segundo mejor equipo de la Gran Manzana en esa época tras los Knicks, llegó a Barcelona en 1969 rebotado del Madrid, donde Pedro Ferrándiz lo rechazó al parecer por parecerle el reverso de todo lo que representaba Wayne Brabender, y lo recomendó a Xabier Añúa. Llegado a Barcelona, enseguida se ganó a los periodistas con sus inventivas fantasmadas y su afable carácter "Conmigo y cuatro buenos juveniles ganamos al Madrid" fue una de las primeras cosas que dijo (estaría quemado por el desplante de Ferrándiz. Por cierto, en el Clásico donde jugó él nos ganaron de 60. CR9 y él hubieran hecho buenas migas

Pero esta afabilidad se tornaba prepotencia barkleyiana, locura y mamarrachismo total cuando Grant entraba en una pista. A este malabarista loco - y bastante gilipollas, cabe decir - le encantaba exhibirse ante sus compañeros, cosa que sacaba al entrenador Xabier Añúa de sus casillas según contó en este mismo foro el mismo Añúa. Entre sus geniales excentricidades durante los entrenamientos estaba su truco favorito: hacer toda clase de malabares y tiros a canasta mientras se fumaba un puro. Dicen que no había manera de que el veguero le cayera, tanta era su calidad individual. Seún dice Añúa, se todos cagaban en él y su familia cuando se ponía así, que era casi siempre.
En Liga estaba cuajando buenas actuaciones y era el máximo anotador de la competición, pero cuerpo técnico, compañeros y directiva no estaban nada contentos con él. Su chulería y prepotencia en pista (dice el artículo de PC-Barça que llegaba a fallar tiros expresamente, supongo que para poner emoción en los partidos fáciles) llegaron al paroxismo en La Coruña. Ese día nos jugábamos unos puntos imprescindibles para ganar la Liga ante el Don Bosco. Al final del partido los coruñeses ganaban de uno, y a Grant le hicieron una personal a escasos segundos para el final del partido. Anotó el primero sun problemas. Y entonces tocó el segundo, el tiro libre peor recordado de la historia del club. En lugar de tirar, Grant, sin motivo aparente, se puso a hacer malabares con el balón, concretamente esto:

Albie se largó a Madrid a los pocos días, aparentemente para acabar sus estudios de Medicina en una universidad de la capital. O no? Jaume Rius estaba un día hablando con un directivo de la época cuando le comentó las largas conversas que tuvo con el bueno de Albie sobre política. Dicho directivo, el Sr. Sadurní, le comentó que esas amistosas conversas y el interés que mostraba no eran desinteresados: Albie Grant no era tan solo un jugador de baloncesto. Eso era secundario para él. Su verdadera profesión era la de... Agente secreto! En efecto, Grant trabajaba para la CIA pasando informes sobre la situación política en España. Incluso dicen que tenía toda una emisora de radio sofiticadísima en la habitación del hotel. Solo algunos directivos lo sabían.
Probablemente, esta vez cubierto como estudiante, en realidad se fue a Madrid a seguir con su verdadera profesión (aunque se dice que llegó a disputar algunos partidos en Segunda con el Vallhermoso, el futuro Inmobanco, equipo mítico para los aficionados de la épca). Allí se le recuerda con cariño: solía ir a Magariños a entrenarse de tanto en cuando con la gente de Estudiantes, sobretodo con su amigo Wayne McCoy. Éste auténtico jugón (eso dicen ellos) que militó un tiempo en el club estudiantil dando un notable rendimiento solía invitar a otros americanos a jugar con él. uno de ellos, cuaretón, sorprendía a los juveniles y a los asistentes con unos malabares increíbles, superiores a los de McCoy, y encima el tío jugaba con un puro en la boca. Casi no se lo creían cunado el mismo Grant, siempre sociable, les decía que era un exjugador del Barça. Con el tiempo Grant había perdido esa prepotencia de su juventud, y se comportaba con exquisita educación dentro y fuera de las pistas. En Madrid se le recuerda como un auténtico gentleman en todos los aspectos. Un buen día, la cuasualidad hizo que Grant se reencontrara con Añúa en Magariños, y charlando, charlando el norteamericano le contó a su ex-entrenador que él cada día se pillaba un taxi para irse para allí, le decía que se esperara en la puerta, se entrenaba dos horas y volvía al taxi. Añúa se preguntó de dónde sacaría el dinero (le estaría vacilando Grant como en los viejos tiempos?

Vivió cerca de 20 años en Madrid y volvió a EE.UU. a principios de los 90, tras graduarse como doctor en medicina, y supongo también que porque el Tío Sam ya no requería sus servicios. A su vuelta a EE.UU. trabajó como maestro en varios institutos de secundaria.
La historia no tiene final feliz. Tras años de sufrimiento, pues su caso era al parecer muy grave, el prepotente, espavilado y simpático Albie Grant falleció de diabates el 16 de abril de 2004 a la temprana edad de 60 años. No dejó más familia que su hermana Annette. Descanse en paz.
Tras Grant llegaron muchos otros extranjeros más raros que un perro verde. He llegado a leer que el primer americano que tuvimos que era una persona realmente normal era Marcellous Starks. Y, qué decir, tembién ha habido cada español más excéntrico... Tarín, por ejemplo, que tengo entendido que era un tipo muy majo, pero...
Me gustaría que compertiéramos un buen rato hablando de los personajes curiosos que pasaron por aquí. Os apuntáis?