Por favor, chicos, a todos nos encanta Ludovic Fàbregas (como en su momento nos gustó el innombrable), pero no podemos negar que se ha comportado como un miserable (equiparable al de aquél en el año 2000). Y si analizamos todo hasta el más mínimo detalle, lo ocurrido con el occitano es mucho peor, porque éste se declaró "culer i català" por elección y convicción (casi toda su familia es catana, ya sea nacida en la propia Catalunya o en nuestra tierra hermana del norte). Sin obligarlo el periodista del MD, Fàbregas manifiesta que hay opciones de quedarse en el Barça más allá de 2023. Sin embargo, queda constancia de que tal afirmación era una mentira, porque, estando bajo contrato con el club y no sé si con el permiso del mismo, se persona pocas tiempo después en las instalaciones del equipo más loser de Europa y oficializa un acuerdo con el subcampeón húngaro.
Si la sección nos trae un pivote TOP, de calidad como Fàbregas, no me importaría que éste se marchara ya, siempre y cuando pague la totalidad de la cláusula de rescisión (más de un millón de euros). Si el Veszprém no quiere o no puede afrontar el pago, Fàbregas debe seguir. Y en caso de bajada de rendimiento, a la grada.
Me parece que el PSG había reducido el presupuesto de forma importante. Llegó a ser de casi 20 millones cuando estaban los Abalo, Gensheimer, Sagosen, Omeyer, etc. Decía 12 porque así lo leí en un portal francés, pero según
éste, el PSG 21-22 presupuestó 17.8 millones...
Yo pensaba que era bastante menos. En esa estructura, debe haber un Bartomeu, porque no me lo explico.
Y siguiendo con el presupuesto, la sección debe hacer algo, porque nuestros 7 millones es una cantidad importante pero muy pobre en el balonmano actual. Hay que llegar a 9 o 10 millones sí o sí.
toni_20 escribió:
Basta ver cómo el personaje de CandelasJr se aprovecha de bulo con Dyego para decir que el club no puede pagar su ficha, etc etc y que por eso el Valdepeñas lo quiere.
No sabía quién era hasta que lo mencionaste. Sus tweets sobre el imaginario interés de Valdepeñas por Dyego son una oda al disparate.