No es cuestión de racionalidad, sino de no mezclar culos y témporas.bigladiesman escribió:Niego en redondo la catalanidad del Español, en efecto. Lo de la Penya lo retiro, es que me enerva García-Albiol.
Fue fundado por uno de los mayores impulsores de la represión de la cultura y la lengua catalana junto a sus amiguetes, nacido de puro odio porque no los admitían en ese “club extranjero” que era el Barça. A lo largo de su historia ha ido vinculado repetidamente a las élites franquistas catalanas, y la su supuesta “catalanidad” fue un invento del presidente Pardo o Meler porque se veía venir el fin del franquismo.
A lo largo de los años se ha tolerado la presencia de elementos de lo peor de la extrema derecha catalana y de nostálgicos del franquismo en Sarrià, Montjuïc y Cornellà, haciendo cánticos terribles contra el objeto de su odio irracional como es todo aquello que sea blaugrana.
Es necesario vivirlo día a día para entenderlo. Mi señor padre dejó de frecuentar un bar donde desayunaba, que erauna Peña españolista por el miedo a las amenazas contra los culés que proferían en ese lugar. Hace tiempo sacaron el lema “no sois el rival, sois el enemigo”. Pues si tanto lo desean, así será, por mi parte, para siempre.
Qué quieres, tu eres un tipo racional y realista, pero yo un romántico acabado.
Ser catalán, navarro, español o islandés es una cuestión administrativa: naces ahí y en virtud de su legislación eso te concede X derechos e Y obligaciones.
Entre esos ciudadanos encontraremos todo el espectro ideológico que queramos, pero ninguno de ello será por ello más ni menos catalán, islandés ni nada.
No existen mejores ni auténticos escoceses.
Estás identificando el hecho administrativo de ser ciudadano de tu estado/comunidad autónoma/región/ciudad/lo que sea con tener tu misma ideología.
Otras dos cuestiones relevantes:
+ El origen de las cosas no responde necesariamente a su realidad actual.
Por poner un ejemplo muy relacionado: el nacionalismo español.
Ahora resulta fácil asociarlo a una derecha rancia y, a menudo, con ramalazo nacionalcatólico. Sin embargo, su origen está, precisamente, en la lucha de los liberales frente al absolutismo (apoyado por la iglesia) y en el reconocimiento de que la soberanía emana de los ciudadanos. De hecho, en guerras anteriores al S.XX el bando nacional era el liberal.
+ En España, incluyendo Cataluña, puestos a mandar al exilio a todo aquel que tenga relación con un pasado franquista, quedan sólo los inmigrantes.
Una cosa es lo repugnante que resulte la gente que a día de hoy quiere legitimar el golpe de estado y la dictadura franquista, pero otra muy diferente es rememorar una suerte de la medieval limpieza de sangre.