MEMORIAL
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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 12 Ene 2022, 23:09

La final de la Copa del Rey de 1985 con el dr.Corbalan impartiendo doctrina contra el Joventut::



Mis disculpas: está repe.

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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 12 Ene 2022, 23:37

Aprovechando el último choque una miscelanea de enfrentamientos contra los chicos del bressol:

1948, Aunque sea una derrota (es breve) impagable como documento filmado, Final de la Copa :



1982 , con Delibasic, Sagi-Vela, Rullan, Beiran padre, lo que se dice old school, vaya.



Temporada 1991/1992 (se sufre con la visión y el sonido)



Semifinales de la ACB de 2007, primer partido:



2007, Plaza contra Aito, Raúl López decidiendo, Rudy enfrente y el pepino pululando por ahí



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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 13 Ene 2022, 10:17

La liga de 1993;

Primer partido de la semifinal contra la Demencia;




Primer partido del playoff final de liga disputado contra el Joventut de Badalona.
Encuentro disputado el 13/05/1993:



EL quinto y definitivo partido de las finales en el que en su primer año con Sabonis en el Real Madrid se gana la liga.
Partido recordado, entre otras cosas, por el triple que Chechu Biriukov anotó sobre la bocina al término de la primera parte y que significó el punto de partida de la remontada del Real Madrid.
Encuentro celebrado el día 23/05/1993.

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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 26 Ene 2022, 04:48

FANBASKET escribió:Final ULEB CUP 2007 - La única que tenemos de esta competición

https://www.youtube.com/watch?v=KEBrcAp2k-U
Y el partido de vuelta de la semifinal contra el Unics, en el que había que remontar los 7 puntos de la derrota de la ida, y vaya que se hizo! Con Bullock, 27 puntos y Reyes, 23 puntos y 16 rebotes, saliéndose.


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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 26 Ene 2022, 05:26

La Recopa de 1997, no está mal eso que al primer año que dejes de jugar la máxima competición continental vaya y se gane la que sería siguiente en el escalafón. Es el otro título, mucho menos recordado, que se ganó con Obradovic en el banquillo, y el único que ganó Bodiroga como jugador del Madrid.

El 15 de abril de 1997, el Real Madrid se proclamó campeón al vencer al Mash Verona (78-64).
Se cumplen 24 años de la cuarta Recopa de Europa del Real Madrid de baloncesto. El equipo dirigido entonces por Obradovic y con el actual entrenador, Pablo Laso, en la plantilla, se impuso con claridad en la final disputada en la ciudad chipriota de Nicosia al Mash Verona por 78-64. Herreros (19 puntos), Arlauckas (18) y Bodiroga (17 y 7 asistencias) fueron los artífices del título madridista.

La final estuvo dominada de principio a fin por el Real Madrid, que llegó al descanso con una ventaja de 6 puntos (36-30). Pero en la segunda parte, los de Obradovic pusieron la directa y consiguieron una renta superior a los 10 puntos que supieron dosificar para llevarse la final.

78-Real Madrid: Santos (2), Herreros (19), Bodiroga (17), Arlauckas (18), Orenga (13) – A. Angulo (1), Laso (3), Antúnez (4), Morales (0) y Smith (1).
64-Mash Verona: Iuzzolino (6) Bullara (2), Keys (12), Dalla Vecchia (8), Boni (11) – Jerichow (10), Galanda (2) y Londero (13).

https://www.realmadrid.com/noticias/202 ... baloncesto



Con sonido ambiente y quizá mejor imagen;


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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 26 Ene 2022, 06:02

La Recopa de 1984, el primero de los 4 títulos de esta competición, también es el Real Madrid el máximo acaparador en el palmarés empatado con el Cantú.

Finalizada la temporada 1983/84, la liga española no tenía representante para la Recopa. El Barcelona, campeón de la Copa del Rey, también se había alzado con el campeonato liguero e iba a participar en la Copa de Europa. El Inmobanco, finalista, desapareció al no encontrar patrocinio para su continuidad en la élite dejando “vacante” la representación del baloncesto español en esta competición. Pero solo por el momento.

La primera Recopa del Real Madrid
Hay que recordar que el Real Madrid no se presentó a jugar en semifinales, como medida de boicot por los derechos de retransmisión, contra el Barcelona.

Real Madrid y Cotonificio de Badalona presentaron sus candidaturas para jugar la Recopa. Esta circunstancia llevó a realizar un sorteo para dilucidar quién sería el representante español. El sorteo tuvo lugar en los locales de la Federación Española de Baloncesto con la elección del equipo madrileño para disputar la Recopa.

El presidente del equipo badalonés criticó el método y las formas de esta resolución atacando públicamente al presidente de la Federación y al de la Asociación de Clubes, a la vez que presentan alegaciones que son desestimadas por la Federación. El Consejo Superior de Deportes también rechaza el recurso presentado por el Cotonificio sobre el tema de la Recopa.

Finalmente, el Real Madrid es el representante español de esta competición europea.

Fase de clasificación
Tras disputarse dos eliminatorias previas ya se conocen los equipos que junto a Scavolini de Pésaro (actual campeón de la competición) y Real Madrid, que pasaron directamente a los cuartos de final, se competirán por llegar a semifinales. Éstos fueron: Cibona Zagreb (Yugoslavia), Hzverda Parbudice (Checoslovaquia), Solent (Inglaterra), Saturn (Alemania), Panathinaikos (Grecia) y Simac Milán (Italia).

Conformados los grupos, los favoritos para pasar a semifinales con la Cibona y el Simac por parte del grupo A y el Real Madrid y el Scavolini en el grupo B. La única duda podría suponer quién se enfrentaría al equipo madrileño en semifinales quedando segundo de su grupo, pues tal era el favoritismo de pasar esta ronda como primera.

La “venganza” del Real Madrid, bien en semifinales si la Cibona acababa segunda o en la final, esperaba dos años después que los yugoslavos derrotaran al equipo español en la final de esta misma competición en 1982.

Una venganza que a punto estuvo de no producirse. Si bien el Real Madrid se alzó con el primer puesto de su grupo, como se presumía, perdiendo únicamente en la pista del Panathinaikos, en el otro grupo a punto estuvo de saltar la sorpresa: cada equipo ganó un partido al resto de rivales, quedando los cuatro equipos den 3 victorias y 3 derrotas. Para dilucidar el orden clasificatorio, hubo que echar mano del basket average quedando de la siguiente manera:

Imagen
Imagen

Las semifinales ya estaban servidas:

Cibona Zagreb – Real Madrid y Scavolini Pésaro – Simac Milán

Semifinales
Las dos eliminatorias tuvieron unos derroteros similares: victoria ajustada en cancha rival para sentenciar en su propia pista.
El Real Madrid ganó un partido realmente difícil teniendo en cuenta la problemática que siempre encierra jugar en tierras yugoslavas. En la vuelta, tuvo suficiente que sus hombres clave (Fernando Martín, Brian Jackson, Wayne Robinson y Juan Antonio Corbalán) jugaran a un excelente nivel para derrotar sin paliativos al rival.

Un rival dirigido por Mirko Novosel y que contaba entre otros con Aleksandar Pétrovic, Zoran Cutura, Andro Knego y Nakic. En la temporada siguiente se incorporaría Drazen Pétrovic a la Cibona.

Por parte de la Simac de Milán destacaron Franco Boselli, Marco Lamperti, Mike D´Antoni, Roberto Premier y Dino Meneghin.

Previa de la final
Este trascendental partido de la segunda competición continental de clubes, organizada por la FIBA, iba a tener lugar en el pabellón de Ostende (Bélgica) con capacidad para 2.500 espectadores: un recinto escuálido y ridículo para un evento de esta categoría. Pero eran “cosas” de la FIBA, que sorprendía a todo el mundo con estas decisiones.

El Real Madrid partía con cierto grado de favoritismo ante su rival. Una Simac que llegaba a este encuentro sin uno de sus americanos. Y no por lesión.

Para confeccionar su plantilla había renovado a Mike D´Antoni (a la sazón no tenía todavía pasaporte italiano y ocupaba ficha de extranjero) y se reforzaba fichando a Earl Cureton, un pívot de 2,06 metros que se proclamó campeón de la NBA en la temporada recién finalizada con los Philadelphia SeventySixers. Era el complemento ideal para Meneghin, aportando rebotes y una media de 18 puntos por partido en las seis primeras jornadas de la liga italiana y 20 puntos de promedio en las eliminatorias de la Recopa.

A principios de noviembre decide aceptar una oferta de los Detroit Pistons para jugar en la NBA y deja plantado al equipo lombardo. Rápidamente el Milán reacciona fichando a Antoine Carr, al que pueden inscribir en la liga italiana pero no en la competición europea. La reglamentación de la Recopa, impedía la inscripción de un nuevo jugador si el sustituido ya había participado en esa competición. Un lastre que asumiría el equipo italiano.

La final
A pesar de su favoritismo, el Real Madrid entraba en la pista con cierta presión. En una final influyen demasiadas cosas. Quizás se acordaban de lo que había ocurrido dos años antes, y eso contribuía al comportamiento en determinadas situaciones.
El equipo español puso de inicio a Corbalán, Iturriaga, Jackson, Robinson y Martín. Por su parte, los italianos lo hacían con D´Antoni, Premier, Bariviera, Gallinari y Maneghin.

La Simac salió decidida a parar el contraataque madrileño, una de sus principales armas ofensivas. Y con una defensa zonal 1-3-1 presionante (principal arma defensiva de los italianos y de la cual Dan Peterson es un maestro) atenazaron el juego en estático de su rival.

Lolo Sáinz mantuvo en pista el cinco titular durante toda la primera parte a pesar del pésimo porcentaje de Brian Jackson: una canasta de siete intentos. Cabe recordar que era el máximo anotador madridista de la competición.

Wayne Robinson se encargó de la marca de Dino Meneghin, además de anotar puntos importantes cuando había que hacerlo. No se entendía que no moviera el banquillo para intentar otras alternativas al juego.

Dan Peterson movió bastante el banquillo: no importaba que quien se sentara estuviera en racha anotadora, quería mantener una defensa presionante para ahogar al rival y llevar el partido a su conveniencia.

Se llega al final de la primera parte con el marcador 38-34 favorable a los italianos. Una pequeña diferencia a pesar de los malos porcentajes del Real Madrid y la ineficacia de los árbitros con bastantes decisiones equivocadas casi siempre en contra de los madridistas.

En la reanudación, Lolo Sáinz introduce a Rafa Rullán por Jackson. Un cambio que algunos pensábamos debió haber realizado mucho antes.

Rullán dio un recital de cómo jugar este tipo de partidos, tanto en defensa como en ataque. Ésto dio alas al equipo, que se vino arriba tanto en el juego como en el marcador.

Pero en los últimos cinco minutos de partido se confiaron: ya no tenían ese juego fluido, los italianos presionaban más, utilizaban todo tipo de marrullerías (con el beneplácito de los colegiados), Premier y Lamperti no perdonaban en ataque…
Y con 81-80 en el marcador, favorable a los transalpinos, a falta de nueve segundos llegó la “jugada” decisiva: Corbalán se jugó un tiro, ante la premura de tiempo, que se estrelló entre el aro y el tablero. Y Jackson atrapó el balón. Intentó tirar, pero fue objeto de falta… de todo el equipo italiano. Los árbitros pitaron la falta ante las quejas de Dan Peterson.

Jackson anotó los dos tiros libres dejando el marcador en el definitivo 82-81, a pesar del intento desesperado de D´Antoni por anotar.

El Real Madrid se proclamó campeón de la Recopa, su primer título en esta competición, dejando claro que para hacerlo hay que demostrarlo en la cancha y sudar para conseguirlo.

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https://www.tiempodebasket.com/recopa-1 ... y-triunfo/


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Re: MEMORIAL

por arvydasbiriukov » 26 Ene 2022, 10:10

Segunda parte de la final de la Copa de Europa de 1974 frente al Varese, final que supuso la 5ª Copa de Europa para la sección.


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Re: MEMORIAL

por arvydasbiriukov » 26 Ene 2022, 12:47

Maccabi 93-102 Real Madrid en la Copa de Europa de la temporada 1985-86.

Lo más destacado del partido la monstruosa actuación de Wayne Robinson con 42 puntos y 11 rebotes.


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Re: MEMORIAL

por arvydasbiriukov » 26 Ene 2022, 13:10

Primer partido del Real Madrid en un Open McDonalds; Real Madrid 108-96 Scavolini Pesaro.

Petrovic 34 puntos y 10 asistencias, por los italianos Gracis 37 puntos


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Re: MEMORIAL

por arvydasbiriukov » 27 Ene 2022, 10:11

En la Liga Europea de la temporada 1992/93 el Real Madrid era el mejor equipo de Europa y durante el torneo dejó alguna exhibición como el histórico 83-51 a la Benetton de Treviso de Toni Kukoc. Al descanso los italianos sólo llevaban 19 puntos.

Biriukov con 22 puntos fue el máximo anotador del partido en un día en el que Sabonis se quedó sólo en 9 aunque pilló 14 rebotes.

Estos dos equipos acabarían llegando a la F4 pero contra pronóstico ambos caerían ante el Limoges de Young y Maljkovic que acabaría levantando el título de campeón.


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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 29 Mar 2022, 11:29

RED RONIN escribió:La séptima! Copa de Europa de 1980 contra los queridos macabeos:

Hace 2 días se cumplió el aniversario de este hito:

42º aniversario de la séptima Copa de Europa de baloncesto

El Real Madrid venció al Maccabi en la final disputada en Berlín (89-85).

El 27 de marzo de 1980, el Real Madrid conquistó su séptima Copa de Europa de baloncesto. Nuestro equipo derrotó al Maccabi en una final que se disputó en Berlín (89-85). Dos años después de alzarse con la Sexta, los madridistas volvieron a proclamarse campeones. Esa temporada, el conjunto dirigido por Lolo Sainz firmó un doblete, tras ganar también la Liga.

Real Madrid y Maccabi llegaron a la final después de una fase regular en la que terminaron en las dos primeras posiciones con un balance de 7 victorias y 3 derrotas. Liderados por Rullán (27 puntos) y Meister (21), los blancos dominaron el partido y el marcador (48-40 al descanso y 89-85 al final) para llevarse el título. Tras la Séptima, llegarían tres Copas de Europa más que convierten al Real Madrid en el club más laureado de la competición.

FICHA TÉCNICA 
89-Real Madrid: Corbalán (9), Brabender (12), Szczerbiak (16), Rullán (27), Meister (21) – Llorente (2), Querejeta (2) y Prada (0).
85-Maccabi: Aroesti (0), Berkowitz (10), Silver (0), Perry (22), Williams (31) – Boatwright (22), Zisman (0), Keren (0) y Schwartz (0).

https://www.realmadrid.com/noticias/202 ... baloncesto

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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 11 May 2022, 09:31

El partido del triple doble de Luka Doncic (17 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias) en un Real Madrid - Real Betis Energía Plus de la temporada 2017-18, jornada 33 el 9 de mayo de 2018.

El base del Real Madrid firmó el primer triple-doble en la Liga Endesa en 11 años. El más joven en lograr un triple-doble... y el jugador que menos tiempo ha necesitado para lograrlo (22:34)


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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 04 Jul 2022, 10:18

Una de esas poco habituales victorias contra el Cska en Moscú.

Sexta jornada de la Euroliga 2001-2002, en la que el equipo entrenado por aquel entonces por Sergio Scariolo sería apeado a la postre en el Top16 (fase inmediatamente anterior a la F4 en aquellos tiempos)



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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 08 Jul 2022, 16:27

No hay demasiados encuentros, aparte de la final de la Copa de Europa de 1974 que ya ha sido posteada, de la época de Ferrandiz disponibles en YouTube, uno de los pocos es este que supuso uno de los 2 partidos concertados para homenajear tanto a Emiliano como a Buscato en sus despedidas entre el Real Madrid y el Joventut y el Real Madrid y una selección de jugadores europeos los días 14 y 16 de junio de 1973 respectivamente. En la selección europea hubo jugadores como Cosic, Jelovac o el propio Buscato.




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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 16 Jul 2022, 08:47

Primer partido del Torneo de Navidad de 1987 celebrado un 25 de diciembre frente a una selección Argentina que el año anterior había derrotado a los USA en el mundial de 1986 celebrado en España;
Seleccion Argentina: Miguel Cortijo, Carlos Romano, Esteban Camisassa, Aldo Yodice y Jorge Gonzalez (2.31 mts, que luego acabaría dedicándose al Pressing Catch)




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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 16 Jul 2022, 10:02

El Torneo Internacional de Clubes de Baloncesto (Torneo de la Asociación), fue una extinta competición internacional de clubes de baloncesto, de carácter masculino, organizada por la ACEB (Asociación de Clubes Españoles de Baloncesto, actualmente con las siglas ACB), aprobada por la FEB y denominado "Memorial Héctor Quiroga",1​ donde se enfrentaban los mejores equipos y campeones continentales del momento.

La Competición Europea de Clubes, cuyo Torneo oficial, también denominado "Memorial Héctor Quiroga", estaba organizado por la ACEB, y cuyos participantes accedían por invitación (siendo considerada la competición precursora de la Supercopa de Europa FIBA, que tampoco tendría futuro), se fue con los años redefiniendo y desdibujándose, a medida que se convertía en el Torneo de verano oficial de la ACEB (Torneo Internacional de Baloncesto ACEB, Real Villa de Puerto Real), disputándose sus encuentros a partir de la tercera edición en la localidad de Puerto Real (Cádiz), hasta que con los años se fue apagando hasta desaparecer,.2​

Aquella Competición Europea de Clubes de la ACEB, posteriormente disputada en Puerto Real, fue el Torneo oficial que enfrentaba a los mejores equipos continentales (a modo de Supercopa europea del momento), y uno de los torneos más prestigiosos, en una época en la que el baloncesto iba creciendo y cambiando, sin que la recién nacida Supercopa de Europa FIBA (que apenas duró dos ediciones) se volviera a disputar. Sin embargo, en la actualidad si existe una Supercopa de Europa femenina de la FIBA.

Hay que tener en cuenta todos estos precedentes de enfrentamientos entre campeones continentales, a modo de introducción, como precedente inmediato de la Supercopa de Europa de Baloncesto. De esta manera, el Torneo Internacional de la ACB era la competición europea de carácter internacional considerada la Supercopa Europea de entonces (bajo un organismo español) y el precedente de la Supercopa de Europa FIBA de aquellos años.

https://es.wikipedia.org/wiki/Torneo_In ... Quiroga%22

El Real Madrid ganaría 3 de los 9 torneos disputados los de 1984,1988 y 1989

En la temporada 1989/90 correspondiente al VII Torneo Internacional (VI Memorial Héctor Quiroga), se enfrentaron Real Madrid (Campeón de la Recopa de Europa), F.C. Barcelona (Campeón de Liga Española), KK Split -Jugoplástika Split-(Campeón de la Copa de Europa y de la Liga Yugoslava) y Olimpia Milano (Campeón de la Liga de Italia), venciendo el equipo blanco en la final frente al conjunto italiano tras una emocionante prórroga.12 13 Poco después (los días 26 de septiembre y 3 de octubre) se deberían haber enfrentado nuevamente el campeón de la Copa de Europa y el campeón de la Recopa de Europa, en lo que debería haber sido la segunda edición de la Supercopa de Europa FIBA, no disputada finalmente por la no comparecencia y negativa del conjunto yugoslavo de disputar el encuentro de esta joven competición que no tendría continuidad.

Real Madrid - FC Barcelona (Torneo Puerto Real, 9.10.1989), un Madrid entrenado por George Karl donde Biriukov se sale con 32 puntos (6 triples) y Fernando Martin hace un doble doble; 20 puntos, 10 rebotes y 1 tapón aún siendo expulsado a 4 minutos del final.



De la final jugada al día siguiente solo he encontrado los últimos 7 minutos del partido y parte de la prorroga, posiblemente el último gran partido de Fernando Martín (31 puntos, 12 rebotes) en un Madrid que disputaría los últimos minutos con Romay como único pivot y sin Biriukov en frente de Antonello Riva, Mike D´antoni, Bob Mcadoo, Marc Iavaroni o Riccardo Pittis entre otros.



Como bonus los escupitajos de Petrovic a Neyro en la edición de 1986, aquellos lodos trajeron los barros por todos sabidos:



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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 16 Jul 2022, 10:15

Dia de reyes de 2002, como parte de los actos del centenario del club;

Muchos aficionados seguramente no lo recuerden, pero hubo un día en el que Magic Johnson vistió la camiseta del Real Madrid. En concreto fue el Día de Reyes de 2002, durante la celebración del Centenario del conjunto blanco.

En el Raimundo Saporta se disputó un amistoso entre el Real Madrid y un combinado de ex jugadores de la NBA, entre los que estaba Magic Johnson (junto a él, nombres como Cedric Ceballos, Anthony Miller, Greg Minor, Tellis Frank; el entrenador fue el ex madridista Larry Spriggs). Y durante 5 minutos, Magic se cambió de equipo y se vistió de blanco para jugar con la camiseta del Real Madrid.

https://www.gigantes.com/gigantes-vinta ... al-madrid/

Ganó Real Madrid 110-104


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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 16 Jul 2022, 13:36

FANBASKET escribió:Paliza del Madrid al Barcelona de 39 puntos de diferencia en el Palau Blaugrana en Euroliga 2016

63-102: El Madrid propina una paliza histórica al Barça

https://www.youtube.com/watch?v=cT6khzK0V00
Actualizo enlace que el anterior había muerto




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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 16 Jul 2022, 14:15

El primer partido de la final ACB de 1986, retrasando el futuro sorpasso cule fue el partido de Marcos Carbonell



Marcos Carbonell, héroe por un día
Imagine que es usted un junior del Real Madrid de los ochenta, que no ha debutado con el primer equipo' Imagine que una plaga de lesiones provocan su inclusión en la convocatoria de una final liguera contra el Barça' Imagine que los jugadores de su puesto se van cargando de faltas y le ponen a calentar' Imagine que sale a falta de dos minutos para la conclusión del partido, con el marcador igualado' ¡Y lo decide! Pues eso le sucedió a Marcos Carbonell

«Carbonell salió porque no había nadie más y aunque me llamen cobarde, yo no saco a un junior para que cargue con toda la responsabilidad y luego le pueda pesar toda su vida» (Lolo Sainz). «Ha sido un jabato» (Ramón Mendoza). «Cuando el entrenador me dijo que saliera, lo único que pensé fue en hacerlo lo mejor posible. Soy rápido y aproveché esa cualidad para salir de la presión. El Barcelona pensó que me escondería: Epi estaba encima de Itu y Solozábal me presionaba a mí, pero no excesivamente. Esperaban mi pase para robar el balón. (...) Después del partido, Robinson me dio dos besos que casi me aplasta la cara. (...) Todos me invitaban a refrescos y a comer» (Marcos Carbonell). Frases como éstas se podían leer en los periódicos de la época, a mediados de 1986, cuando se celebraba la tercera final ACB de la historia.

Pero vayamos por partes. Porque para llegar hasta aquí este vigués, que comenzó a jugar al baloncesto a los 12 años en los Maristas, tuvo que dejar de practicar sus otros cuatro deportes: balonmano, voleibol, atletismo y fútbol. ¿Por qué el basket, entonces? «Simplemente, porque lo hacía mi hermano Fernando, que era mi ídolo. Mi única obsesión consistía en ser como él». Y no lo consiguió, pues era mejor. De lo contrario, un tal Vicente Rodríguez (sí, sí, el actual seleccionador femenino) no se hubiera acercado a él para entrenarle, enseñarle y conducirle, posteriormente, hasta el subcampeonato de España infantil, por delante de equipos como Real Madrid, Barcelona, Estudiantes' «Cholas es como un segundo padre para mí».

Claro que pronto se tendría que despedir de él. A los 14 años los de Concha Espina le citaban para una prueba. «Siendo cadete, me pusieron a entrenar con juveniles y juniors. Yo hasta entonces nunca la había metido para abajo. Y allí lo hice por primera vez, ¡y a dos manos!». Quizá eso terminara de convencer a Clifford: «Bueno, chaval, si te llama el Barcelona o cualquier otro equipo, diles que no. Te vienes con nosotros». Y en efecto: cuando los blaugranas entraron en comunicación con su padre, era demasiado tarde.

Campeón de España Juvenil (con Raimundo Gorgojo al mando), subcampeón de España Junior (perdieron la final por un solo punto), internacional de la categoría (Antúnez era el segundo base y Laso el tercero del combinado que cayó por un único punto en los cuartos de final del Torneo de Mannheim ante Estados Unidos)' La carrera de este aficionado al senderismo tomaba una velocidad tan vertiginosa que tan sólo un grave accidente de tráfico en 1984 pudo truncarla. O detenerla. Aquello no tuvo mucha publicidad en aquellas fechas porque, amén de que el club tratara de ocultarlo, su mejor amigo se quedó parapléjico y a él se le desplazaba la undécima dorsal, lesión que le mantuvo paralizado ocho largos meses y, lo que es peor, «me impidió volver a ser el mismo, sobre todo físicamente».

Sin embargo, no fueron pocas, bien es cierto, las virtudes de este prodigioso atleta. «Yo creo que mi mayor virtud consistía en que siempre o casi siempre era capaz de darle la bola al mejor. No sé como lo hacía, mas me las apañaba. Es más, incluso un día me vino el padre de un compañero del equipo junior pidiéndome que le pasara más a su hijo, que ya sabía que no era de los mejores, pero que si no, apenas mejoraría».

Y es que no se ha de calificar de sencilla la vida de un adolescente forastero en el Real Madrid. «Entonces no lo cuentas porque estás en el Real Madrid y por tus padres, pero lo cierto es que había cosas que no funcionaban, por ejemplo las pensiones que nos buscaron. Luego sí, el colegio, los entrenadores o el cuerpo médico estaban mejor, mucho mejor, pero aun así la cosa no resulta fácil para alguien que viene de fuera. Por eso entiendo a los padres que se trasladan con sus hijos. No se imaginan cuánto les ayuda eso. Mira a Gasol: no creo que hubiese llegado donde está de haber viajado solo a Memphis. En serio te lo digo. O a Santos, el único no madrileño que triunfó de verdad, que vivía con su tío. Luego está la exigencia del propio club. Ahora no es así, que quedan décimos y el entrenador todavía anda exculpándose como puede y preguntándose quiénes son los responsables de lo sucedido, pero entonces acabar segundos era un desastre. Para el primer equipo y para las categorías inferiores. Aquí se hacía un mal año y todo el mundo iba a la calle. Yo fui el primero que aguantó seis temporadas seguidas en la cantera».

Así, bajo estas circunstancias, se afrontaba la final de Liga del 86. Madrid - Barça al mejor de tres partidos, primero y tercero en el viejo Pabellón de la Ciudad Deportiva, con Corbalán, Del Corral y Antonio Martín de baja por lesión y Chechu Biriukov eliminado en el minuto 27 (61-54). Vamos, que los únicos exteriores que quedaban en liza se llamaban Iturriaga y Townes (Romay, Fernando Martín, Robinson y Rullán completan la formación). Total, que también eliminan a Linton, con tres minutos por disputarse y los blancos uno abajo. Seguidamente, toma la palabra Marcos:

«Yo ya llevaba ocho minutos calentando. Estábamos tres juniors y Lolo me eligió a mí. ¿¡Marcos, sales!'. 'Que si quería hacerlo? Hombre, yo no lo dejé todo para venirme hasta Madrid a no hacer nada. Llevaba la tira de años currándomelo y aún no había debutado. Por supuesto que quería. Hay quien se pregunta cómo es posible que no hubiese disputado un solo minuto hasta entonces. Me preguntan si el problema era Corbalán; y no: el problema era Lolo. El tío quería ganar siempre, hasta en los 'bolos' amistosos, por eso no nos sacaba. Solía decir 'a quien paga, un respeto'. Pero yo no le critico. Teníais que ver cómo llevaba el equipo. No es nada fácil dirigir a un grupo así, aunque desde fuera parezca todo lo contrario. Culto, honesto, con un control emocional alto, no entiendo cómo podía haber quien le criticara. Pues eso, que salí y me tocó emparejarme con Solozábal [1 de 7 en triples aquella tarde], al que había estudiado bien. Como sabía que ellos pensarían que me cortaría, agarre el balón y decidí no soltarlo hasta poder dárselo al mejor, es decir, Fernando Martín. Facil, 'no? Así lo hice un par de veces [aunque en la planilla oficial sólo le ponen una asistencia] y ganamos el partido (83-80). Lo siguiente que recuerdo es una nube de periodistas encima de mí y al resto de compañeros riéndose por ello».

Unos días después, el conjunto merengue certificaba su título en el Palau (86-88, con 26 puntos de FM), ya solamente con los siete magníficos sanos. «Lo peor de todo es que no pude ir a la celebración porque estaba de exámenes. A ver, había que sacar el COU y la Selectividad [más tarde llegaría el FP II de Informática, la Diplomatura de Empresariales y, actualmente, la Licenciatura, que pretende compaginar con la carrera de Psicología. Por algo este treintañero es ahora Responsable del Área de Ciencia y Tecnología del Grupo P&A, una importante consultora que asesora a empresas como Citröen, Pescanova, Phillips, Flex o Aena]. No obstante, aprobé y, además, me dieron una reproducción de la copa. Había empezado a ganarme el respeto de aquellos fenómenos».

Que esa era otra de las grandes batallas. «El nivel de exigencia que se imponían para cada entrenamiento y cada partido sólo se puede calificar de bárbaro. La gran presión no era la que venía de fuera; era la suya». No se nos olviden, claro está, las bromitas de rigor («la peor era cuando había que saltar al pabellón, abarrotado como siempre, correr hasta el centro de la cancha y saludar. Lo típico era ordenarle al nuevo que se pusiera el primero y justo al salir, todo el mundo se quedaba en el túnel, menos el pardillo de turno, que hacía el paseíllo y, posteriormente, se le caía la cara de vergüenza. Por suerte yo no pique, pero otro compañero sí y el papelón fue de traca».

Pasemos, a continuación, a los nombres propios: «Del Corral era increíble: no he visto a nadie con una capacidad humana y de trabajo semejantes. En los viajes se quedaba hasta las tantas con sus libros de medicina. Además, hacía guardias nocturnas y luego entrenaba y rendía como el que más, sin haber dormido apenas. A Romay también le quiero mucho, aunque fuera de La Coruña. Está claro que nadie es perfecto. Otro superclase era Fernando Martín, un icono de pundonor y valentía. Yo siempre digo que a él no había que pasarle el balón; con dejárselo cerca bastaba: lo cogía y lo metía, punto. Ganador. Luchador. Fajador. Una vez, durante un partidillo de entrenamiento en el que íbamos de rivales, le robé la bola con un pequeño manotazo y él, cuando salía en contraataque, me agarró de los pelos. Yo me puse hecho una furia, dándome la vuelta y gritando ¿¡te voy a matar!'. Entonces él se echó a reír, con todos detrás: 'Bien, gallego, eres valiente. El chico tiene carácter'. Pero, un momento, que me dejo al número uno de cuantos he visto: Mirza Delibasic. Con diferencia. Yo era juvenil cuando él pasó por el club y siempre me quedaba a verlo entrenar. Aquello era impresionante. Iba de lección en lección. En cierta ocasión, agarró un rebote defensivo de espaldas al centro de la cancha, por donde ya corría Brabender, al que le dio un pase de espaldas, sin mirar, que cayó justo en sus manos. 'Cómo era posible? 'Cómo sabía por dónde pasaba? Si no le había visto... Llegué a pensar que era cosa de magia. Con decirte que hasta le dio algún balonazo en el pecho a Ferrnando Martín, que las pillaba todas. '¡Ayyy! Hay que despertar, Fernandito', le decía con la sonrisa siempre dispuesta».

En lo que a técnicos se refiere, se queda con el citado Sainz y su amigo Ricardo Hevia («de la escuela de Lolo, así que nunca puede ser un fraude, pero no tiene ni su cultura ni su control emocional»), sin duda el perfil clásico de entrenador que deja hacer. «Es que yo no he abandonado mi casa, a mi familia, a mis amigos, para que llegue un tío y me diga que lo único que tengo que hacer es defender y defender. El buen entrenador es aquel que respeta el talento de los jugadores. Por ahí empezó el declive del baloncesto, por la aparición de tíos que, como no sabían, cogían a diez gregarios y los ponían a defender como mulas. En la NBA nunca pasaría eso porque allí lo tienen bien montado de verdad y saben cuál es el producto que manejan».

Tras levantar aquel título, el único en su trayectoria, regresó con los juniors. Más aventuras, por tanto: «Una vez, regresé un domingo de madrugada de un viaje con el primer equipo y a la mañana siguiente jugaba con los míos. Como es lógico, me dormí un poco y salí hacia la Ciudad Deportiva algo apurado. En aquel tiempo había controles antiterroristas cada dos por tres y a mí ese día me tocó uno. Y era el partido o el control. Tenía que decidir, así que no paré. Y encima mi coche era de Pontevedra: más sospechoso. Así que me empezó a perseguir la Guardia Civil, hasta que me detuvo un agente a punta de metralleta. Por allí no tardó en aparecer un inspector vestido de gabardina para avasallarme a preguntas, en plena calle y vestido el menda con el chándal del Madrid. Después de las pertinentes explicaciones, exámenes de la documentación y un registro exhaustivo del vehículo, el tío me mira fijamente y me dice: 'Coño, si a mí tu cara me suena. Hombre, ¡Cargoooool!'. Y eso que me había mirado la documentación. 'Sí, soy yo', le contesté. Me deseó suerte y me permitió marchar».

Como ésta, le pudo contar un montón a sus futuros compañeros del Breogán («digamos que no fue una buena experiencia, aunque guardo excelentes recuerdos de la afición y de la comida, porque la gente del club demostraba día tras día una falta de profesionalidad tremenda. Uno estaba a su bar, el otro a su inmobiliaria, mientras en el vestuario se armaban unos follones terribles, con graves faltas de disciplina y todo. Además, la espalda me hacía pasarlo cada vez peor y decidí dejarlo, al menos profesionalmente. Tenía 22 años») y Frigolouro Porriño («de Segunda División, opté por jugar allí mientras terminaba mis estudios para cumplir el sueño de compartir equipo con mi hermano»), las últimas estaciones deportivas de un tipo sencillo que ayudó a escribir la historia de una de las sociedades más laureadas del mundo, aunque sus rectores no osaran invitarle al Centenario.

«No lo escondo, ni lo niego: salí del Real Madrid porque no era lo suficientemente bueno para jugar allí. Pero de algo estoy orgulloso: hice lo que pude». Es Marcos Carbonell, héroe por un día, crack para siempre.

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RED RONIN
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Re: MEMORIAL

por RED RONIN » 16 Jul 2022, 14:34

En aquel mismo año de 1986 2 futuros mitos madridistas se jurarían amor eterno, sobre todo por parte de Sabas, disputando la final de la Copa de Europa;



Si algún imparcial y buen aficionado al baloncesto pudiera haber elegido a los 2 contendientes que se medirían en la final de la Copa de Europa de Budapest de 1986, muy posiblemente hubiera optado por la Cibona y el Zalguiris.

No le faltaban ingredientes ni atractivos al duelo. La Cibona era el vigente campeón de Europa (muy a pesar del R. Madrid) y aunque había perdido a 2 de sus titulares de la anterior final (Alexander Petrovic y Andro Knego), se había mostrado intratable en la liguilla europea y consiguió su pase a la final de una manera brillante con un genial Drazen Petrovic que había promediado 40.2 puntos por partido. El otro contendiente, el Zalguiris, ofrecía no pocos atractivos, ya que tenía entre sus filas al otro gran jugador europeo del momento, a un joven pívot llamada Sabonis (¿les suena?) que era todo un derroche de fuerza, brío y agilidad (aún no había sufrido la terrible lesión en su talón de aquiles que sin duda ha condicionado, su, por otra parte, no poco brillante carrera deportiva).

Dos veces se habían enfrentado ese año, y si bien no se dilucidó un dominador claro, ya que ambos equipos ganaron sus respectivos encuentros caseros, si sirvieron esos partidos para generar unas enemistades y antipatías irreconciliables, que provocaron una tensión que después sería decisiva en la propia final.

En vísperas de la gran final, se desató una guerra de nervios y declaraciones, en la que los lituanos menospreciaron a los jugadores de la Cibona tachándolos de meras comparsas por la enorme dependencia que tenían de Petrovic, al que además Sabonis llamó payaso y egoísta.

El día de la final llegó y el ambiente era impresionante, al menos en la grada ya se apreciaba una victoria yugoslava porque los seguidores de los lobos azules eran una inmensa y ruidosa mayoría. El Zalguiris presentaba un cinco inicial que bien podía haber sido el de la URSS de sus mejores tiempos con hombres como Iovaisha, Kurtinaitis, Homicius y Sabonis. Tampoco le iba la zaga la Cibona que también presentaba a muchos internacionales yugoslavos (Petrovic, Nakic, Cvjeticanin, Cutura, Arapovic).

El partido en cuanto a juego no fue demasiado brillante, los jugadores estaban quizás muy tensos y por eso incurrían en demasiados errores, los nervios estaban a flor de piel y Arapovic por ejemplo se esforzaba por sacar de sus casillas a Sabonis, con contínuas provocaciones, ante la imposibilidad de pararle. La primera parte del Zar fue pletórica (17 pts, 8 reb, 2 tp, 2 asist) con canastas de 2, con triples, asistencias por la espalda, ganchos, tiros desde todas las posiciones (ojo, en suspensión, sí, sí entonces saltaba... y de que manera) su dominio resultó aplastante, sin embargo la igualdad se mantuvo en el marcador gracias a la buena labor de Cvjeticanin y Usic (13 y 14 puntos respectivamente en la primera mitad) ya que Drazen estaba muy errático (no anotó hasta el minuto 8).

Sólo la entrada en juego del Genio de Sibenik con 2 triples consecutivos y 15 puntos totales en esta primera parte posibilitó que la Cibona se fuera al descanso con una ventaja de 8 puntos, 47 a 39.

En la segunda parte la Cibona logró mantener una ventaja estable de 10 puntos que dosificaba magistralmente ante el intermitente juego lituano, donde los denodados esfuerzos de Sabas y el pundonor del veterano Iovaisha resultaban insuficientes ante el inexistente tiro exterior de su equipo en el que Kurtinaitis no anotaba y Homicius tampoco estaba nada lúcido, y todo ello pese a que de nuevo Drazen tardaría 8 minutos en anotar sus primeros puntos.

Sin embargo a pesar de todo, los soviéticos en el minuto 32 consiguieron acercarse en el marcador, fue entonces cuando tuvo lugar la jugada clave del partido, Nakic se escapa en contraataque y sufre una dura personal de Kaprivikas, el yugoslavo le contesta con un codazo, es entonces cuando definitivamente Sabonis suelta toda la ira y adrenalina que tenía contenida ante las continuas provocaciones que sufría y tras cruzar el campo como un poseso llega a la altura de Nakic, al que le suelta un impresionante puñetazo que hace que termine con sus huesos en el suelo. Tras la consiguiente refriega de jugadores de uno y otro equipo, Sabonis es eliminado y se va al banco con 27 puntos, 12 rebotes, 3 tapones y 3 asistencias, dominado por la impotencia y la frustración.

Desde entonces se acabó el partido, Zalguiris erraba uno tras otro sus ataques, y Petrovic aprovechó la situación para llegar a los 22 puntos y comenzar su tradicional show con regates, asistencias espectaculares, pases por la espalda. En definitiva, los lobos azules acabaron bailando y humillando al Zalguiris. De esta manera la Cibona lograba proclamarse por segundo año consecutivo como campeón de Europa. Muchos años más tarde, Sabonis, en una entrevista, aseguraba que su mayor frustración como jugador había sido la derrota en aquella final, que en buena medida vino marcada por su agresión a Nakic. Seguramente aunque nunca lo reconoció, también se arrepintió de haber llamado comparsa a jugadores como Cvjeticanin (24 pts.), Usic (23), Cutura (14) o Nakic (que logró 11 rebotes y 4 tapones).

https://www.solobasket.com/cibona-de-za ... uropa-1986

V
asos comunicantes, condenados a cruzar sus caminos. Con el Zalgiris y la Cibona, Kaunas y Zagreb, dos centros de poder del baloncesto mundial. Con la Unión Soviética y Yugoslavia, antes de Croacia, Lituania y el enorme significado global que tuvo Barcelona 92. Enfrentados o en el mismo lado de la historia: dos leyendas del Real Madrid, antes Petrovic (1988-89) que Sabonis (1992-95). Dos jugadores drafteados por la misma franquicia NBA en tiempos (1986) en los que los europeos no eran elegidos de forma sistemática y a veces indiscriminada, como ahora: los buenos, muy arriba. Los que ya veremos si lo son, después y por si acaso. Nacidos en 1964, Petrovic dos meses antes, los dos fueron seleccionados por Portland Trail Blazers: Sabonis con el número 24, en primera ronda. Petrovic con el 60, en lo que fue la tercera de un draft maldito. Len Bias, el extraordinario número 2, murió dos días después de ser elegido por una sobredosis de cocaína. La droga marcó también las carreras de Chris Washburn (número 3), William Bedford (6) y Roy Tarpley (7).

Sabonis había sido elegido por los Hawks en 1985, con el número 77, pero todavía no tenía 21 años cuando se aireó su nombre y el pick de la franquicia de Atlanta fue anulado. Un año después, compartió generación con Petrovic, una ironía del destino para dos enemigos acérrimos en un año peliagudo. El 17 de junio se celebró el draft. Dos meses y medio antes, el 3 de abril, la Cibona de Petrovic ganó al Zalgiris de Sabonis una mítica final de Copa de Europa. Justo un mes después de la ceremonia al otro lado del Atlántico, la Unión Soviética del gigante de Kaunas levantó una semifinal imposible en el Mundial de España, derrotó en la prórroga a la Yugoslavia de Petrovic (91-90) y jugó la final, donde rozó la proeza contra Estados Unidos (85-87).

La comitiva de los Blazers vio ese duelo mundial en suelo español. También Curry Kirkpatrick, periodista de Sports Illustrated que encontró francamente divertido que la franquicia de Oregón hubiera amarrado a dos jugadores que eran sencillamente sensacionales… pero que no se podían soportar. “Es el chiste del año en el Viejo Continente”, escribió.

Budapest, epicentro de la rivalidad
Sabonis no tuvo problemas en definir públicamente a Petrovic como un jugador “egoísta” y un tipo “despreciable”: “las cosas horribles que dice de mí demuestran que está desequilibrado”. Petrovic, lo contó su entrenador en la Cibona, Zeljko Pavlicevic, vivía con una ansiedad nociva los días previos a cualquier duelo contra su némesis: “Jugaba dos partidos, uno para que ganara su equipo y otro para demostrar a Sabonis quién era el mejor”. Pavlicevic llegó a expulsar del entrenamiento a Petrovic en vísperas de un duelo contra el Zalgiris porque el jugador, consumido por esa obsesión, era incapaz de controlarse.

En el baloncesto de selecciones, Sabonis ganó a Petrovic aquel duelo de 1986 y, por encima de todo, la final olímpica de 1988: 76-63, con 20 puntos y 15 rebotes de Sabonis y 24 puntos y 4 asistencias de Petrovic. Cuando Yugoslavia aplastó sus demonios contra los soviéticos en la final del Mundial 1990, en Buenos Aires, estaba Petrovic pero no Sabonis. En 1992, ya con Croacia y Lituania y en los Juegos que cambiaron el baloncesto para siempre, el primero se llevó la plata y el segundo el bronce, pero no llegaron a enfrentarse.

En pista, Petrovic sobrevolaba el territorio en la zona de Sabonis, que se tomaba como algo realmente personal el control de las apariciones en cascada del base, que dejaba atrás a su defensor y retaba a unos pívots por entonces mucho menos móviles que ahora y literalmente vendidos: si salían de su espacio, Petrovic los burlaba sin problemas. Si esperaban, el genio de Sibenik anota suspensiones que era capaz de meter, una detrás de otra, con los ojos cerrados. Sabonis, un 2,21 de movilidad prodigiosa antes de las lesiones que marcaron su carrera, era capaz de molestar lo suficiente a Petrovic para hacerle la vida (algo) imposible. Y para conseguir que sus duelos tuvieran un alto componente de cara a cara aunque no compartían posición. Era, por encima de todo, una cuestión de voluntades.

En 1986, antes del draft y del Mundial de España, la Cibona ganó su segunda Copa de Europa seguida, las dos únicas que hay en sus vitrinas. Un año después de amargar al Real Madrid, el equipo todavía yugoslavo superó a un Zalgiris (todavía soviético) que jugó su primera final y que no fue campeón hasta 1999. La final, una de las más recordadas de siempre, se disputó el 3 de abril a las siete de la tarde, en el Sportcsarnok de Budapest. Una cancha con capacidad para 12.500 espectadores en la que había clara mayoría balcánica: 8.000 por 4.500.

La Cibona controló el partido: 47-39 al descanso a pesar de 17 puntos y 8 rebotes de Sabonis, que acabó con 27+17 pero expulsado (el último clavo en el ataúd de su equipo) a falta de ocho minutos y tras agredir a Mihovil Nakic. Petrovic no brilló en el día del título (22 puntos, 6/18 en tiros). No al menos al nivel de aquellos increíbles años de supernova casi incomprensible: en esa Copa de Europa 1985-86 promedió 37 puntos. Le metió 44 al Maccabi, 47 con 25 asistencias al Milán, 49+20 al Real Madrid y 51+10 a un Limoges al que torturó con siete triples seguidos en la primera parte.

Dos historias enfrentadas en Portland
Petrovic ya no ganó más Copas de Europa después de aquellas dos. Sabonis se desquitó en 1995, cuando ascendió a lo más alto del panteón del Real Madrid, en Zaragoza. Ninguno ganó tampoco un anillo de campeón de la NBA, aunque el lituano lo tuvo cerca: en los playoffs de 2000, sus Trail Blazers dominaban a los Lakers en el séptimo partido de la final del Oeste, en el Staples Center. Tenían 15 puntos de ventaja en el último cuarto y un pie en las Finales… pero arreciaron Kobe Bryant y Shaquille O’Neal, que firmaron una remontada histórica culminada con un alley oop que es una de esas imágenes que todo el mundo ubica, un hito de la historia de los playoffs. Eran unos excepcionales Blazers (Sabonis, Stoudamire, Rasheed Wallace, Scottie Pippen, Steve Smith…), un equipo que había ganado 59 partidos (59-23) y que bien pudo ser campeón. El mejor en el que jugó en Estados Unidos un Sabonis que no dio el salto, entre asuntos burocráticos y problemas físicos, hasta 1995, justo después de ser campeón de Europa con el Real Madrid.

Para entonces, dos años antes de hecho (un maldito 7 de junio de 1993), Drazen Petrovic ya se había dejado la vida en una carretera de Alemania. Acababa de jugar una temporada fabulosa con los Nets: más de 22 puntos por partido con casi un 45% en triples. Con 28 años, el descorche al otro lado del Atlántico de un jugador que sin embargo rumiaba un enfado mayúsculo porque los Nets no le ofrecían el dinero que él sentía merecer. Mucho se ha escrito después sobre sus intenciones: cambiar de franquicia, abandonar totalmente la NBA y regresar a Europa, fichar por el Panathinaikos si optaba por esta segunda opción… Sea como fuere, al menos demostró que su lugar también estaba entre los mejores en la Liga más grande del mundo. Lo hizo en esos Nets, después de menos de dos temporadas (1989-91) sin ningún éxito en Portland, la franquicia en la que luego jugó Sabonis. El gigante junto al que, caminos siempre cruzados muy a su pesar, definió una inolvidable era de baloncesto.

https://as.com/baloncesto/2022/03/04/eu ... 88031.html

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