El también conocido por estos lares como Epic Fali escribe un artículo que resume bien lo escrito en este post desde el verano sobre el Club Unicaja Baloncesto, su planificación y desarrollo hasta ahora de la temporada...y la visión pesimista del futuro.
Ah, por cierto tambien es los que pide a Plaza y al club que cambien de corriente filosófica del Mindfullness al pensamiento crítico.
http://www.laopiniondemalaga.es/unicaja/2017/01/09/410-kilometros-lanzar-37-triples/901494.htmlR.Guerra escribió:410 kilómetros para lanzar 37 triples y poco más
El Unicaja vuelve a fracasar en Sevilla, donde encaja su tercera derrota en tres años, algo inédito en la historia del club, tras un partido frustrante
Los 250 aficionados malagueños que viajaron hasta San Pablo se fueron con mal sabor de boca, sin ver a los suyos competir ni tener opciones
- La baja de Musli descompone a los verdes, que hacen del lanzamiento de tres su única opción
El Unicaja y 250 malagueños se dieron ayer un «tute» hasta Sevilla para nada. Para ver al equipo lanzar 37 triples. Para ver al equipo sin ideas en ataque, sin sistemas, sin control. Para ver a un Real Betis Energía Plus con un plan, con un trabajo previo, con más hambre, más carácter y más ganas de ganar. El Unicaja se descompuso ayer en San Pablo. Fue muy poca cosa. Se limitó a lanzar de tres puntos. Esta vez salió cruz: 18,9% de acierto. Y perdió. Lo hizo de mala manera, dándole un disgusto gordísimo a su hinchada. Y demostrando que así, tal y como pinta la cosa, nos vamos a dar un golpecito en el pecho cumpliendo sólo los objetivos mínimos. Pero no habrá opciones reales ni de pelear por la Copa ni por la Eurocup y, ni mucho menos, por la ACB. En el cementerio de los cobardes hay enterrados cientos de ejemplos como los de este club y sus «objetivos mínimos».
Ahí está la hemeroteca y ahí están los análisis previos al comienzo de curso. El día que Dejan Musli se resfríe lo vamos a pasar mal, se escribió. No fue un catarro, sino un golpe en el cuádriceps. Sin el pívot serbio el Unicaja encontró la excusa perfecta para jugar a lo que más le gusta a jugadores como Nemanja Nedovic, Jamar Smith, Kyle Fogg o Adam Waczynski. Tirar, tirar y tirar. Sin jugar un sistema, sin buscar un pase dentro-fuera, sin atacar la defensa rival, sin castigarla... La baja de Musli deja sin recursos interiores a este Unicaja. Lo de N´Diaye es una broma de mal gusto. Un jugador superespecialista. Para ser el jugador 14 ó 15 en el CSKA o en el Madrid o en el Panathinaikos.
El Unicaja no puede permitirse el lujo de que su segundo pívot sea N´Diaye. La culpa no la tiene el senegalés, que hace lo que puede el hombre. El responsable es quien le fichó. O sea, el secretario técnico, Carlos Jiménez, y el entrenador, Joan Plaza. Porque si haces esa apuesta arriesgadísima tras el «caso Mbakwe», y además tu pívot de rotación es Viny Okouo, has de garantizarte el movimiento contando en tu plantel con un «cuatro y medio». Un jugador que pueda jugar por dentro y por fuera, que te tape una baja esporádica de Musli y que te abra el campo. Pero si en tu planificación, tus dos ala-pívots son dos «tres» reconvertidos a «cuatro», entonces la delgada cuerda que sostiene al equipo se rompe y todo salta en mil pedazos. Escrito está desde verano. Al igual que el tema del base, pero no quiero ser pesado. Ni tampoco malintencionado.
El Unicaja fue ayer una decepción de equipo. Fue siempre a remolque, por detrás del Real Betis Energía Plus, a su rebufo. Sólo mandó dos veces en el electrónico: 12-15 y 15-16. Carlos Suárez, que ha pasado de actuar como «tres» a hacerlo de «cinco», empató (61-61, a 3:46 del final). Pero no hubo forma ni manera. Porque el estilo del Unicaja, de lanzar de tres una y otra vez, sin penetrar (Nedovic, ¿qué te pasó?), sin sistemas ni patrón, le condenó. Zan Tabak trabajó bien el partido. No permitió ni un solo pick and roll y cerró su defensa para cerrar el rebote. Y el tridente Fogg-Nedovic-Smith en la recta final abrió la defensa malagueña en canal y fue un coladero.
Situar a los tres en la pista al mismo tiempo es como lanzar una moneda al aire. Si están inspirados, las meten y se sienten cómodos, hay pocos rivales que puedan ganarte. Pero si no le entran los tiros, se frustran y decae su actividad defensiva... estás muerto. Se aprovecharon de ello Vojdan Stojanovski y Triguero. Dos jugadores, con todos los respetos, de un perfil menor. Pero que a base de pico y pala esperaron su momento y coronaron el mejor trabajo del Betis.
Ir a Sevilla, pegarte 410 kilómetros en bus para tirar 37 triples y hacer, por momentos, un juego de balonmano, con los cinco por fuera pasándose la pelota, sin agresividad, sin penetrar, sin buscar opciones dentro, sin tratar de buscar superioridades... suena a poca cosa. Suena mal, la verdad. A rancio. Te deja más dudas que certidumbres.
El Unicaja metió 25 puntos en toda la primera parte. Pero luego permitió al Betis que le anotara 26 en el último cuarto. A base de «small-ball». Con tres escoltas jugando al mismo tiempo (Fogg, Nedovic y Smith). Sin un base y sin alero. Y sin pívots. Hay muchas cosas que no cuadran. Que chirrían. De la planificación y de la preparación y el desarrollo del partido. Y ya ha pasado la Navidad y se han ido los Reyes. Y este Unicaja no es nada fiable. Se va de los partidos de una forma asombrosa. Vive del triple, con los peligros que eso tiene. 37 se cascó en Sevilla. Y sólo dio seis tristes asistencias. Seis... Para pensarlo, analizarlo y hacer autocrítica. Aunque esto último va a ser más difícil...
Lo mas triste no fue (o va a ser) el frio y anodino partido en Sevilla, si no la constatación de que el club de baloncesto es actualmente mas un estorbo para el Banco Unicaja que algo positivo a cuidar, una carga molesta que absorbe más recursos de los deseados por la entidad y que están deseando que se desinfle lo más rápido posible.
Lo de empezar la temporada vendiendo que era la de la intentar la vuelta a la Euroliga parece que era un simple trámite de cara a la galería. Si no no se entiende que desde el presidente o directivos no salgan públicamente a enmendar la plana a las declaraciones conformistas y faltas de compromiso y ambición de Plaza ayer al acabar el partido. O ponerle las pilas al secretario técnico y entrenador para fichar a un pivot en condiciones que arregle en parte el desastre de confección de plantilla de este verano.
No Plaza, no. El Unicaja actualmente no es Disneylandia, ni Tivoli,ni una feria cutre de barrio. Seguir los partidos del equipo es un acto de fé solo apto para los mas forofos y sufridores. El equipo no engancha, no divierte. Al revés, frustra y aburre ver partido tras partido esa irregularidad y desconexión por falta de ideas y ganas de arreglarlas. Tiene mucho mérito que sigan acudiendo la mayoría de sus 7.100 abonados a los partidos y que mas de 200 acompañara al equipo a Sevilla.
La gente no tiene porque forzosamente gastarse una pasta en ir a Disneylandia a divertirse. Se ha demostrado que proyectos mas modestos, como el del Betis, pueden volver a atraer al público a San Pablo simplemente con esfuerzo, profesionalidad y un poquito de modesta inteligencia y racionalidad.
Un entrenador como Tabak (todavía con la L puesta) y un Berni recién llegado a los despachos técnicos han sabido crear, con muy poco tiempo y recursos un proyecto, que pese a sufrir 2 grandes bajas durante la temporada, tiene la ambición de superar sus objetivos de la temporada. Esperemos tener nuestro Tabak y Berni cuando estemos en el alambre de la desaparición, que a este anodino paso del club Unicaja va a llegar mas temprano que tarde.