La segunda parte ha sido otra cosa, en general un partido más duro, más físico. En el tercer cuarto ha habido momentos apañados pero se ha sufrido mucho con el tamaño de Tavares y la compañía de Randolph, que han metido mucho miedito. Unicaja además ha tenido problemas de contención defensiva y el RM ha leído bien esas situaciones yendo al aro con Doncic y Causeur. Apenas quedaban ventajas ofensivas además, salvo atacar de cara a Tavares por medio de Brooks; casi era un mismatch natural. Solo el buen trabajo en el rebote ha ido trampeando el asunto.
En el último cuarto la salida de McCallum ha sido vertiginosa. El chico es un personaje de cómic, en serio. Vive a caballo entre el suicidio y la borrachera. Pero el RM ha tenido toda la concha que se le supone a un equipo grande y ha vuelto al partido de nuevo. Ha metido un equipo pequeño tras el esguince de Tavares y ha sabido encontrar de aquí y de allá. Luego está lo que ya hemos visto este año tantas veces: Nedovic en el clutch, cuando la cosa se pone dura, no es fiable y hoy, sin embargo, Causeur sí. La verdad es que el francés ha tenido muchas pelotas y también su puntito de fortuna. Se comentaba por ahí lo de la defensa y puede ser que en esos unos contra uno hubiese sido inteligente darle derecha y llevarlo al centro a ver qué pasa pero... nunca se sabe, hoy estaba en racha y le salió cara. Los zurdos suelen ir al aro a izquierda y al tiro a derecha, sabe Dios qué hubiera pasado. Pudo ganar cualquiera, francamente.
La cosa se va poniendo fea. Pierden FCB, Granca, Valencia y Fuenla, pero Tenerife empata y la semana que viene visita Málaga.