En el fascículo de hoy presentamos: La Batalla psicológica.
o cómo irse preparando en el caso de que su indeciso nuevo fichaje le de largas diciendo que le gusta más un equipo euroliga o en la NBA (siempre una categoría superior a la suya). Esto es especialmente importante en los casos de encontrar un "alero Tarzán". Para esos jugadores que siempre van de liana en liana y nunca sueltan la que tienen hasta que tienen bien pillada a la otra.
Puede pensar que esto de fichar a alguien es como ligarse a una titi. Gran error... Hay un elemento extra que siempre interviene en estas negociaciones. El agente. Este individuo actúa como futura suegra cazadotes, queriendo colocar a su "hijita" al mejor postor, y encima por un plazo limitado, que puede ser largo en caso de que la edad de la "candidata" se aproxime a la jubilación, o corto si se prevé una mejora en el valor de mercado de la susodicha.
Lo primero que suele funcionar es la firmeza y luego la indiferencia. Digan un número y una cantidad de años y nunca suban ustedes su oferta inicial.
Ante eso el agente contestará que tiene a alguien más, de su misma categoría y que paga más o de una categoría superior y que paga lo mismo. Lo del agente es un farol, y sobre todo si es de los potentes y avispados. El objetivo del agente es incrementar el caché del jugador y por tanto cobrar una comisión mayor.
La indiferencia tiene además la ventaja de que no se entra en una escalada de ofertas, o lo que se suele llamar "subasta".
No se fien nunca del agente. Son seres traicioneros y con varias caras, que siempre van a su propio interés. Y ni se le ocurra pronunciar nunca la palabra "comisión" en su presencia. Simulará estar ofendido durante un par de días y buscará un equipo más que sumar a la subasta.
Una vez visto el agente que no somos unos pardillos nos empezará a considerar como dignos de hacer negocios con él, aunque no se relaje, especialmente si ha hecho ya muchos tratos con el agente.
Últimamente los agentes cuentan con armas que no existían antes. Además de la clásica y socorrida filtración a la prensa o "rumor", ahora disponen de páginas web y twitter, donde dan bombo a sus patrocinados directamente, sin necesidad de prensa.
Por tanto nunca se fie de los rumores y sobre todo no salga de su posición de firmeza e indiferencia.
Lo siguiente que tiene que comprender es el llamado plan B. Un agente siempre debe percibir que existe un plan B. Y para ello lo mejor es tenerlo realmente, y por supuesto con un agente distinto, a ser posible un agente nuevo, pero con el suficiente nombre en el país para que no le ocurra un "catástrofo". De catástrofos a la Tucker hablaremos otro día.
Estar siempre mirando otras posibilidades y haciendo que su director deportivo (si lo tiene) o en su defecto su ojeador jefe (si ese es el cargo) trabajen a destajo y propongan sin sacarlo a la prensa otras posibilidades es la mejor forma de esperar acontecimientos. Es lo que se llama "paciencia activa".
Luego llega el combate en sí, donde pueden pasar 2 cosas: que el agente de nuestro objetivo principal vaya a una "subasta pública" o que la cosas se mantengan más o menos en secreto.
- Si las cosas van en secreto, cuiden a ese agente como oro en paño, es de los llamados "agentes como dios manda, o al menos sugiere". Una rara especie. Puede que esté muy interesado en su equipo o que su jugador le haya pedido que quiere jugar en su equipo. Esa combinación es la ideal, el trato entre personas honestas, pero no suele ser el habitual.
- En el caso de que exista "subasta pública" ataque al agente con sus mismas armas. Siempre debe tener un as en la manga, aunque sea un farol. Y quien pregunte, mentiras a él.
Por ejemplo, y en un simil de poker, si nuestro jugador objetivo es una "reina" y su agente es una "J", al rumor del agente "J" siempre contestaremos que estamos trabajando en la adquisición de un jugador "reina" con un agente "As".
Hay que tener cuidado en eso, porque los agentes "ases" suelen cobrarse estos favores, y más si su jugador ha de esperarnos.
El truco está en igualar siempre la oferta dando la posibilidad de que la jugada se la lleve otro, algo que cortocircuita las habilidades de los agentes primerizos, pero que enardece los animos de un agente "As".
Y por ultimo, está la fase de cierre. Hay que ser especialmente cuidadosos y cautos en ella, y tener mucho temple. Cualquier filtración a la prensa o a su afición puede dar al traste con una operación largamente trabajada.
En estos casos se recomienda el uso de instrumentos de espera pasiva, como ir redactando las frases que dirá en la presentación o rezar el rosario.
Llegar al momento de firma no es fácil, y menos aún a la presentación.
Suerte.