Sasa Radunovic escribió:tikis mikis escribió:Sasa Radunovic escribió:Si una empresa decide prescindir de un trabajador durante la vigencia de su contrato, tendrá que afrontar sus salarios pendientes o la indemnización que corresponda, ya que es el empleador el que ha decidido extinguir esa relación laboral.
Si la empresa intenta, mediante diversas artimañas y menoscabos ala dignidad profesional, que sea el propio trabajador el que voluntariamente extinga ese contrato para así ahorrarse la indemnización o los salarios pendientes, si, es una situación de acoso laboral.
Independientemente de que cobre mucho,poco,te caiga bien o te caiga mal el jugador. La situación aquí es muy clara, València Basket decidió que no quería continuar con su relación laboral con Quino Colom, pero quiere que sea el trabajador el que extinga esa relación "voluntariamente" para ahorrarse el dinero que le costaría la decisión empresarial que ha tomado.
Desde cuando ha dejado de cobrar?
Artimañas y menoscabos a la dignidad profesional? Acaso está en una esquinita del pabellón con una pelota desinflada en las manos?
Eso de que sea el jugador el que extinga voluntariamente,es de tu cosecha. O es que es algo nuevo el que un jugador que no juega negocie una rescisión?, si no se avienen, pues a cobrar y chimpún, o se está obligado también a ponerlo a jugar?
Eso sí, me parece pornográfico asociar este caso a un acoso laboral.
El caso de Colom es un caso evidente de lo que se llama "mobbing estratégico"Mobbing Estratégico
Este es un tipo de acoso descendente o “institucional”. Se caracteriza porque el acoso laboral se da por parte de la empresa al trabajador con el objetivo de que el acosado rescinda su contrato de forma voluntaria. Es una presión hacia el empleado para que tome la decisión de irse. De esta manera, la empresa no tiene que pagarle la indemnización que le correspondería por despido improcedente.
Los comentarios sobre que esto no es algo nuevo o que se ha hecho toda la vida no justifican nada. Si, las empresas, también los clubes deportivos profesionales, han utilizado desde siempre el mobbing estratégico para presionar a empleados de los que habían decidido prescindir pero quieren evitar asumir el coste económico de esa decisión empresarial.
Los comentarios, reiterados y realizados por varios foreros del estilo, "que no se queje porque le están pagando", "si cobra el sueldo no hay acoso", etc, denotan, primero un desconocimiento de lo que es el acoso laboral, segundo, un sorprendente alineamiento con una práctica empresarial muy poco edificante (y delictiva, aunque difícil de probar) de parte de personas que supongo que también sois trabajadores.
Es que sigues basándote en una premisa que te inventas o presupones que es así, y es la de que el club descargue todo en el jugador para que sea él el que rescinda voluntariamente. Y eso dista mucho de lo que seguramente es lo que ha pasado, y es el hecho de que no se ha llegado a un acuerdo entre las dos partes en las cantidades y ya está.
Y evidentemente siempre estaré al lado del trabajador, pero comulgar con ruedas de molino no.
Porque si nos ponemos exquisitos, si tengo un trabajo en el que dependo mucho de mi físico, y es evidente que lo ha descuidado , lo que no voy a recibir van a ser palmaditas en la espalda por parte de mi jefe...