Una vez finalizado el periplo italiano me atrevo a poner notas a los diferentes aspectos de las Eurocup Finals.
Sobresaliente: Las aficiones del Caja y del Cedevita. A la primera porque sinceramente lo he flipado. Hacía muchos años que no veía tanta pasión desbordada y me ha recordado a esa afición Baskonista que inunda los pabellones de las Copas del Rey. La del Cedevita porque lejos de ser más "Balcánicos" han sido los más "Latinos" de la F4. Geniales animando y especialmente agradecido por su simpatía y apoyo al Caja.
Notable: Cajasol y Kazan. El primer cuarto de la final me impide ponerle un sobresaliente al Caja, pero aún así la Final 4 del equipo ha sido bastante buena. Pocos esperábamos eliminar a la Benetton y plantar cara al Kazan, aunque fueran tres cuartos y caer dignamente. El Kazan simplemente era el favorito y ha cumplido con creces las espectativas, enhorabuena a los rusos
Insuficiente: El mal rollo que se desprendía de la grada opuesta la Cajista. Las aficiones de Kazan y de Benetton se preocuparon más de enseñar sus dedos corazones que de animar a sus equipo en contra del buen rollo que había en la grada hispano-croata.
El viaje organizado por el Cajasol. Ha dado la sensación de estar un poco improvisado, las excursiones un poco caras
y la cena del domingo sencillamente demencial... una descordinación tremenda. Calidad mediocre pagada a precio de oro según mi opinión.
Benetton. Decepcionante el equipo italiano quedando 4º en su Final 4, y puede que este resultado desemboque en su desaparición... esperemos que no, a fin de cuentas es un histórico del Basket europeo.
Muy Deficiente: La organización de la Euroliga y a la ciudad de Treviso. No me confundan, me refiero sobre todo a las comunicaciones, que yo no sufrí afortunadamente pero si bastantes conocidos míos que tuvieron que volver pidiendo el favor a los autobuses de prensa o de otros equipos. Que los partidos acabaran a las 23.00 y no hubiera ni un sólo método de transporte hasta Treviso (el Palaverde estaba en un pueblo a las afueras)y que no exista ningún dispositivo especial para transportar a las aficiones es para que la Euroliga se lo haga mirar. Sorprendente las escasas medidas de seguridad a la entrada del pabellón y que dentro se vendieran ¡¡latas!! de bebidas alcohólicas. Con estas cosas lo he flipado.
A fin de cuentas, ha sido un fin de semana para no olvidar, sin la guinda de la victoria final pero del que todos hemos vuelto con un buen sabor de boca, creo yo. Esperemos que pronto podamos volver a otra Eurocup Finals o a otro tipo de competición como esta, pero para ganarla.