Bueno, pues en vísperas de que Paul George vuele a cualquier equipo salvo al nuestro y haciéndome eco de la petición de no dejar el hilo morirse tras la migración generalizada al telegram, me gustaría recopilar en un mensajito ciertas consideraciones de última hora realizadas en el grupo al respecto de la agencia libre y la off-season en general, a fin de que, antes de que Magic y Pelinka nos sorprendan con su siguiente jugada maestra, yo al menos vaya con mis cartas al descubierto y no pueda acusárseme a posteriori de subirme a ciertos carros por los que nunca abogué. Y es que son cada vez más las voces que afirman que el traspaso de Russell pudo ser acertado y, siendo ésta una opinión muy respetable, me parece ya más cuestionable apoyarla por el simple hecho de que fue lo que pasó, y ahora urja inventarse argumentos inverosímiles para acomodarse en la opresiva realidad cotidiana en la que nos ha tocado vivir. La complacencia es un vicio tolerable siempre y cuando se haga acompañar de la honestidad y la coherencia, no del autoengaño.
No negaré que una parte de mí preferiría que si George ha de acabar en otro equipo, el suspense se resuelva lo antes posible para que, aquellos que desde la noche misma del traspaso de Russell insisten en que todo forma parte de un meticuloso plan de Magic que acabará con los huesos de Cliftonantho indefectiblemente en nuestro paraíso lacustre, dejen no solo de abrigar falsas esperanzas sino de intentar hacernos a los demás comulgar con sus ruedas de molino. Lo diré por última vez: ese traspaso no tenía como fin traer a George en el corto plazo, ni nos reportó ningún activo interesante para incluir en nuestra oferta, ni mejoró nuestra capacidad de ponerle un máximo pues ya contábamos con ella antes de firmar el traspaso. Me parece muy bien que trate de justificarse el movimiento aludiendo a otra razones: el espacio salarial que hemos conseguido a medio y largo plazo (que no a corto), la diferencia de calidad bruta (y brutal) entre Mozgov y López, e incluso la valoración subjetiva que cada cual tiene de D'Angelo que, como los culos, todos tenemos una. Pero George no vendrá o dejará de venir por ese traspaso.
Pasando página ya (no solo de D'Angelo sino también de Paul George, que ya va siendo hora),
y de acuerdo con las aparentemente razonables cuentas de Eric Pincus, nos quedarán, dependiendo de si decidimos rescindir unilateralmente a Black o no, de 12 a 19 kilos para gastar en esta agencia libre (las cuentas salen si a los casi 80 kilos comprometidos para esta temporada se suman los 10 que deberían sumar entre todos los rookies). Descartando mayores movimientos, tenemos cuatro jugadores que, para bien o para mal, parecen tener asegurada su presencia en el quinteto titular, lo cual significa que no deberíamos realizar ninguna inversión importante para reforzar sus respectivas posiciones. Hablo de Ball en el puesto de base, Ingram en el de alero, Randle en el de ala-pívot y Lopez en el de 5. La necesidad de no reincidir en estupideces pasadas se ve subrayada por la ruta que parece haberse emprendido con el dumpeo de Mozgov: ofrecer un pastizal y/o un contrato largo a un jugador de segunda fila que ni siquiera tenga asegurada la titularidad echaría por tierra lo poco de bueno que ha tenido el traspaso de Russell. Sería, directamente, para matarlos.
Por tanto, si algún contrato de entre 12 o 15 kilos aproximadamente puede ofrecerse este verano, yo propongo que sea para la única posición en la cual no tenemos ningún jugador titular consistente, la de escolta. Es cierto que Clarkson no está en un estatus menor que Randle y no se merece menos que él la titularidad, pero el hecho de que una gran parte de la temporada pasada la cumpliese como sexto o séptimo hombre, sumado a que en las últimas semanas Luke prefirió emplearlo como "base", me hace pensar que Clarkson podría volver a empezar la próxima temporada desde el banquillo. Además, este pequeño aunque no nimio espacio salarial nos permite arremeter nuevamente un viejo deseo que compartimos muchos seguidores de los Lakers; el de hacernos con un escolta eminentemente defensivo, capaz de defender tanto a bases como a escoltas y liberar así de presión a nuestra base ofensivo principal, y si es posible, que sepa tirar de tres (cualidad que necesitamos con una urgencia mayor que nunca tras la salida de Lou, Young y D'Angelo). Hay varios jugadores de este perfil en principio disponibles en esta agencia (Beverley, Mills, Simmons, Ingles...) pero es probable que la mayoría se vayan a cifras sutilmente superiores, o que no estén interesados en venir, o que no estemos interesados nosotros en ellos (desde luego, yo no he oído rumor alguno sobre ningún jugador de este perfil, entre toda la alharaca que Pinky and the Brain han suscitado alrededor de George, poniendo todos los huevos en la misma cesta repitiendo el peor de los vicios de Kupchack. Y es una pena, la verdad).
Por último, no deberíamos perder de vista que hemos drafteado a Hart en este draft y que, quizá, convendría foguearlo bien en la Summer League antes de afirmar rotundamente que no contamos con un escolta titular. Sin haberlo visto jugar ni un segundo, de momento tiene mi aprobación. Vamos, que tendría que desilusionarme para que prefiriera en su lugar a ningún otro jugador de la plantilla, y eso incluye al propio Clarkson, a Nwaba, a Brewer, y demás fauna. Tampoco a mi me gustaría gastar en un buen escolta por gastar, especialmente por lo que dicho contrato podría perjudicarnos en un futuro, si es que el tal Hart resulta ser lo suficientemente bueno. En principio, según lo dicho, solo se le exigen dos cosas: tiro y defensa. Si demuestra que las sabe hacer medianamente bien, da igual lo malo que pueda ser tomando decisiones o poniendo la bola en el suelo, Luke debería ponerlo de titular antes que nadie y ajustar el sistema de acuerdo a su incorporación.
Y así veo un poco las cosas, para que no se diga. Si hemos de tirar por el camino de la austeridad, de acuerdo. No veo urgencia en gastarnos una pasta en un jugador del perfil comentado, pero si hemos de gastar el espacio salarial que nos queda para este año, que sea en reforzar lo que no tenemos en lugar de multiplicar los cromos que ya tenemos repetidos hasta la saciedad (exteriores sin tiro, interiores sin defensa, y cabralocas en general).