No sé como explicar todo lo que ha pasado. Es verdad, las cosas no me están yendo como yo quisiera últimamente, el vicio ha traspasado el límite de lo que podría considerarse normal, y como he dicho ya en más de una ocasión, cada crítica que veía en éste foro se transformaba en mi peor pesadilla.
Ésta mañana, cuando leí la dura crítica de Petar (sí, Petar, nada de Petardo), me entró un veneno en el cuerpo del que me fue imposible liberarme. Me sentí esquizofrénico, por culpa del vicio. Hice lo que no tenía que haber hecho (ni yo ni nadie). ME CARGUÉ MI ILUSIÓN Y LA DE 30 PERSONAS MÁS.
No fuí consciente de ello.
Es más, creía que me sentía feliz por hacer lo que había hecho. A partir de ahora tendría más tiempo para dedicarme a otras cosas, y centrarme en ellas.
Pero a veces el corazón puede más que la cabeza. Creerme o no, el día, minutos después de cometer la "locura", ha sido terrible, TERRIBLE. No quisiera aquí contaros mi vida, pero he sido incapaz de concentrarme en todo lo que he hecho. Todo me ha ido fatal, y lo peor es que dentro de mí sentía todo el dolor que he provocado en las personas a las que he "odiado" en éste foro.
Me siento fatal. No es ninguna tontería afirmar que si dejo esta liga, tardaré mucho tiempo en volver a ver un partido de NBA, y baloncesto en general.
Quiero ayudar. Quiero devolver todo lo que os he quitado. Me ofrezco voluntario a reestablecer todo lo que he destruído. Quiero volver. Siento que ésto me pertenece, y quiero reestablecer contacto con la gente que he odiado (porque en el fondo no la odio).
Entendedme o no, si me voy, tendré una gran espina clavada en mi corazón para el resto de mi vida. Es increíble decir esto cuando no os conozco a ninguno de vosotros. En el fondo os llevo dentro. Porque las críticas que vierto no son sinceras, son producto del veneno que a veces entra en mi cuerpo.
No puedo escribir más. Me duele en el alma todo lo sucedido. Estoy a punto de derramar lágrimas, y ésto no es hablar por hablar.
Lo dicho, entendedlo.