No sé quien ha puesto el enlace:
http://www.skyhook.es/2017/03/fotis-kat ... -completo/Pero la entrevista es una pasada. Las fotos de la entrevista.... sin comentarios.
Sorprende que para continuar tu carrera elijas un sitio como Murcia, que realmente nunca había hecho nada importante.
Sí, pero lo de Murcia era lo que te decía antes. Hablé con Alejandro Gómez y José Miguel Garrido, aparte de que les conocía de unos años antes porque habíamos coincidido en varios eventos, y me cayeron muy bien, como personas primero y luego hablando de basket. Y puedo decir que no tengo ningún reparo ni me da ninguna vergüenza venir a Murcia. Además, yo estaba con la selección griega y ellos no tenían problema, con el riesgo que supone llegar más tarde a la pretemporada. Seguimos hablando y me gustó mucho el reto de dar ese salto que tan cerca que se estaban quedando de dar, y eso requería un esfuerzo tremendo. Sorprendió a mucha gente, cada uno con su interpretación: que no tenía equipo, que quería volver a España… Pero al final ha sido un año que he disfrutado mucho, ¿y sabes qué es lo que la gente no entiende? Que desde el mismo día en que yo era oficialmente entrenador de UCAM Murcia teníamos un cartel: favoritos para los playoffs. En uno de los equipos de media tabla, y no puedes fallar. Y eso pesa. A mí personalmente no, porque ya lo sabía y me gustó el reto.
Pero a algunos jugadores sí podía pesarle ese cartel, porque coges un equipo que el año anterior se había quedado a punto y contigo siguen nueve de esos jugadores.
Claro, porque vienen de hacer ya una gran temporada, pero en esta partes de que tienes que estar sí o sí. ¿Por qué? Porque tú eres un entrenador con currículum, se mantiene en bloque de jugadores, etc. Pero no puedo estar desde el primer día en la pretemporada, vuelvo de la selección con un grupo que está entrenando, pero con una mentalidad diferente, y hasta que aprendemos lo que queremos hacer, o lo que estaba queriendo yo, y conozco a mis jugadores para sacarle rendimiento… Todo esa lleva tiempo. Pero no lo teníamos. Uno de los objetivos era entrar en la Copa del Rey, pero por uno o dos partidos y otra tontería no entramos, y nos encontramos con que si esto es un fracaso, que si tal…
¿Te sorprende precisamente eso, que la gente se pueda echar encima pese a que nunca se había entrado en Copa ni playoffs?
No, no me sorprendió para nada, de verdad. Lo que me sorprendió positivamente fue la reacción del público, con mucha paciencia conmigo a pesar de que perder es culpa del entrenador, y con mi equipo. Y cada vez teníamos más apoyo, sin conseguir buenos resultados. Eso creo que es la clave, y la gente no lo sabe. A mí la afición me ha apoyado y me ha arropado tanto que les estoy muy agradecido, igual con el equipo, que no jugaba nada nervioso en Murcia. Cuando empezamos la liga nos toca un calendario muy complicado, con los equipos de Euroliga en las primeras jornadas, perdido con polémica el primer partido… Pero no bajamos los brazos, y después de cada derrota la gente tenía más argumentos para poder hablar de algunos jugadores o del grupo en general, pero apoyaba. Y en el proceso es un año que yo he disfrutado mucho y en que he aprendido mucho también. Luego al final desde fuera es muy fácil decir que si este jugador vale, este otro no, este vale para Euroliga, aquel nada, tal… Pero trabajamos cada día con estos jugadores, como Antelo, y lo digo en su favor porque ya sabemos cómo es, que le cuesta mucho soltar el balón y dar ese pase extra a la esquina, pero al acabar la temporada es algo que tiene en su repertorio. Y no me quedo con uno solo, sino que todos estos jugadores, dentro del proceso de jugar como equipo y en colectivo, van mejorando.
Hay jugadores a los que sacas mucho rendimiento: Antelo, Facu, Radovic…
Radovic llega un poco bajo de forma, nervioso por querer dar un paso adelante. Pero una vez cogido el ritmo, en la competencia que había entre él y Antelo por el mismo puesto, se ayudaron mutuamente los dos, y eso nos hizo crecer mucho equipo. Luego con otros como Scott Wood, con quien trabajamos mucho individualmente porque yo creo que en esta liga debía jugar de 2, podíamos haber obtenido mejor resultado, pero entra también el factor de cómo es cada uno.
¿Tal vez muy introvertido, difícil de conocer?
Pero eso es algo normal. Me refiero a que uno reacciona o no. Pero repito, no es nada fácil que a un equipo como UCAM Murcia le digan “tienes que estar sí o sí en los playoffs”. Y hablamos de la ACB, no de cualquier liga. Eso te exige mucho como jugador, como entrenador, como profesional y como todo. Y ese reto me gustó realmente mucho. Pero para mí no es ninguna sorpresa, tienes que currar todos los días y trabajar como equipo por ello, porque estar en los playoffs por primera vez en tu historia no es nada fácil.
Entre medias te toca gestionar la difícil papeleta de la salida de Lima y la entrada de Faverani casi al mismo tiempo, dos jugadores que son muy distintos.
Sí, era una dificultad con la que trabajamos ya desde el principio, porque a mí me hubiera gustado que Lima se quedara, y a veces era pesado con la dirección deportiva porque jamás me relajo, nunca disfruto en plan “qué bueno es Benite”, vamos a tirar cohetes y tal. Siempre estoy pidiendo más cosas. Lo hablábamos con Alejandro y José Miguel, que en muy pocos momentos hemos estado relajados, tomando un café y simplemente disfrutando, porque siempre estábamos pensando en cómo mejorar –también es la manera de crecer-. Era muy difícil, porque Faverani estaba en proceso de recuperación y aún por coger la forma, Lishchuk tenía problemas para seguir dando todo lo que estaba haciendo… El cambio también llega en el momento en que parece que estamos pillando cómo defender los bloqueos directos, saltando con Lima, y otra vez tienes que adaptarte a una nueva manera defensiva, esperando atrás y buscando cómo tapar tus debilidades.
Pero el equipo estaba ahí, con todas las carencias que podíamos tener y la regularidad que nos faltaba a veces, estábamos compitiendo. Y además, éramos un equipo del que todos los entrenadores se estaban quejando. Era muy curioso, me sorprendió mucho, porque llegaba en las previas, no después. Pero si vamos por la plantilla del año pasado, jugador por jugador, aparte de Facu –que no es un jugador que pegue pero es muy pegajoso- y Rojas, ¿quién más? Lishchuk era fuerte pero muy noble. ¿Scott Wood? ¿Benite? ¿Cabezas? ¿Antelo? Pero no me disgustó, porque si nos veían así es porque nos tenían respeto y que nosotros teníamos una identidad como equipo.
¿Esa identidad o esa dureza mental era uno de tus retos con este equipo? Al principio de la temporada pedías al grupo que se quitara complejos de encima, que el parqué y las canastas son iguales en todos sitios.
Eso fue lo más difícil. Porque no es que no me escucharan o que no me oían. Igual no lo creían. ¿Cuál es mi trabajo? Convencerles. Vamos a probar eso, como mínimo vamos a perder menos balones. Pero por favor, lo que no quiero es salir a una cancha blanditos, que nos pasen volando por encima. A mí me duele mucho eso, porque al final acaba el partido y estás pensando “podía haber hecho eso”, “podía haber intentado aquello”, y así es como peor te puedes ir de un partido. Sí que puedes salir a por todas y que te pasen por encima igual, pero que sea luchando y dando todo lo que tenía cada uno. ¿No meter? Bien. ¿Cometer errores? Bien. ¿Pero ser blando, sin sangre y estar deseando que acabe el partido? Da igual contra quien sea, siempre te tocará contra algún equipo que tenga un pedazo de entrenador, una estrella que no hay quien la pare, un tirador que no falla ninguna, etc. Pero cuando después de jugar contra ti se van pensando “qué pesados estos cabrones”, tú te has creado una identidad.
Es lo que hicimos en Bilbao. Había partidos que jugábamos fatal, pero podíamos llegar a los dos últimos minutos del partido con opciones que si no hubiésemos forjado esa identidad no habríamos tenido. Y hemos ganado partidos sólo por eso.
El año pasado se ve a otro UCAM Murcia en los partidos apretados, sobre todo en la segunda vuelta, y parece definido que en ese tipo de finales juegan Cabezas y Campazzo juntos, con Carlos de 1 y Facu de 2. ¿Crees que este fue un aspecto muy clave en la mejora final del equipo?
¿Qué te he dicho? Fíjate la diferencia entre mis dos últimos equipos, la paciencia que había en Murcia y la prisa que tenían en Kuban. Y yo sé que me he equivocado con algunos jugadores. Cuando digo que los jugadores tienen que conocerme, también tengo yo que conocerles a ellos. En Murcia llegó un momento en la segunda vuelta que vi que los momentos más críticos tenía que jugarlos con los dos bases en la cancha. En la primera vuelta no. ¿Por qué? Porque no había conocido tanto a mis jugadores. En Kuban no he tenido la oportunidad de hacerlo, y repito que yo me he equivocado, ahora están jugando de maravilla y ganando partidos, pero me hubiera gustado tener tiempo para conocerles. Yo no digo que sea perfecto y que lo sepa todo, estoy hablando de algo que llega con el día a día. El año pasado al principio vi que tenía a mi base, mi tirador, mi especialista defensivo… Podías ganar partidos así, pero al final tienes que probarlo todo. Y además, cuando pierdes es cuando te salen las ideas, cuando tienes que morder, probar cosas… Si pierdes siempre de la misma manera tienes que cambiar algo, y fue así como llegamos hasta el esquema ideal para nosotros.
¿Cuándo sabes que no sigues en Murcia?
Fue tan tenso y bonito el modo de acabar la temporada… Perdiendo en casa contra Manresa y la manera de como perdimos en Santiago contra Obradoiro, pudimos pensar que habíamos tirado la temporada, con todo el trabajo que habíamos hecho, y la lástima y la decepción nos inundaban a todos. Pero ni ahí, ni luego entrando en playoffs, ni después de jugar contra el Real Madrid, pasaba por mi cabeza si iba a seguir o no. Además, apenas tenía tiempo de pensar, porque tenía que salir muy rápido al Preolímpico con la selección, no tuve muchos días en Murcia para quedar con la gente y no tenían claro lo que querían hacer –y muchos pensaban que tenía un contrato más largo, no por sólo un año-, así que fui agente libre. Yo esperaba –lo he dicho en algunas entrevistas y he sido siempre sincero- que un equipo como Murcia, que iba a jugar dos competiciones, hiciese un esfuerzo, aunque no sé cómo quedaron mis palabras, porque me han dicho que al presidente no le gustaron.
Hace no mucho dijo que no volverías a entrenar a UCAM Murcia mientras él fuese el presidente.
Ya, pero lo que quiero decir es que ni el club tenía claro de qué presupuesto dispondría, qué equipo hacer, los cambios, etc. Creo que también se iba a partir con el mismo presupuesto, y si no me equivoco ahora es de menos. Cuando hablé con Alejandro Gómez le dije que, para yo seguir y hacer algo en EuroCup, tenía que haber un proyecto de verdad, hacer un esfuerzo por mejorar la fisionomía del equipo y mantener el nivel en las dos competiciones, que no es nada fácil. Sin hablar de dinero, ni del mío ni del equipo. No hubo noticias, tampoco una vez acabado el Preolímpico, así que tampoco entramos en una negociación.
Desde que mismo termina la liga se comienza a ligar tu nombre a grandes de aquí. Se habla especialmente de Baskonia y Barcelona, así que Murcia también te sirve a ti para revalorizarte como entrenador. Digo esto porque el hecho de llegar a un club de menor entidad no es algo a lo que se atrevan muchos entrenadores de primer nivel, pero a ti te refuerza.
Pero si yo fuese a Murcia con la mentalidad de recuperar mi nombre en ACB y pensando sólo en eso, fracasaría. Seguro. Y yo cuando digo que sí a Murcia, voy con todo: mi piel, mi corazón… Todo. Me gustó lo que me contaron y vine. No busqué aprovecharme de Murcia porque así luego podría estar mejor, ni estuve pensando en acabar bien la temporada para después esto o lo otro. Si hubiese pensando eso habría salido mal todo, y lo digo por experiencia, porque me ha pasado, y además a mí se me nota mucho en la cara si no estoy entregado. Pero hace ya diez años que la gente me conoce en España y los clubes saben cómo soy como entrenador e incluso como persona, porque no es difícil. Con una entrevista ya puedes hacer una radiografía de más o menos cómo soy.