perezososanchez escribió:Yo también soy partidario de los cupos, pero es una discusión que existe desde que se pusieron y ambas opciones son defendibles.
En mi opinión, se dejaría de invertir en jugadores de la cantera y se reclutarian muchos extranjeros de medio pelo.
Faverani, brasileño. Lima, brasileño.
Cate, rumano.
Cualquier jugador cupo del Baskonia: extranjero.
Doncic y Radoncic: balcánicos.
Tavares: Caboverdiano.
Nuestro Lazar Mutic: balcánico.
"Nuestro" Todorovic: balcánico. El otro Todorovic: balcánico.
Y así puede seguir hasta el infinito la lista de extranjeros "de medio pelo" que las canteras españolas llevan reclutando desde hace años y que cuentan como cupos igual que si fueran de Alcobendas, Miranda de Ebro o La Hoya del Campo. Así que el argumento de las canteras no me convence en absoluto porque todos los equipos reclutan talento allá donde creen encontrarlo y luego esos jugadores en poco tiempo ya son cupos. Y, por otro lado, el argumento de las selecciones nacionales que suele mencionarse tampoco tiene ningún sentido, pues ya hemos visto que muchísimos son extranjeros y los casos como Mirotic o Ibaka son la excepción (tanto es así que ya sabemos que solo puede jugar uno de ellos cada campeonato).
Yo soy de la opinión de que el jugador español que vale, acaba llegando. Los mejores están en la NBA (salvo Llull), los segundos mejores en el Madrid o Barsa o en equipos top europeos a precio de oro, los terceros mejores en Unicaja, Valencia y Herbalife a a precio de plata; y los demás con buen nivel se subastan como caviar entre el resto de equipos.
La cosa es si queremos defender las canteras o realmente solo a los jugadores españoles de nacimiento porque sí.
Creo que, sin necesidad de poner cupos, entre un jugador nacional de nivel X y cualquier extranjero de nivel X, un equipo español preferirá siempre al jugador español por un tema de mayor identificación, de ser posible referente del equipo, de posible carrera a largo plazo en el club, etc. Pero lo que no es de recibo es tener que contar con un número determinado con independencia de que sean los mejores o los que mejor te vienen según tus necesidades y que entonces, como ese jugador nacional de nivel X se dispara de precio, esto sea un sálvese quien pueda.