por Hay_sinla »
04 Dic 2008, 22:26
Cabras cafeinómanas, renos micófilos, pájaros ebrios, hormigas adictas al néctar... la vida salvaje ofrece numerosos ejemplos de animales que buscan y consumen sustancias psicoactivas en su hábitat. Giorgio Samorini explora este desconocido fenómeno en su libro Animales que se drogan y sugiere que, lejos de ser exclusivo del hombre, el deseo de experimentar estados alterados de conciencia es compartido por algunos animales de forma natural y deliberada.
El autor, contradiciendo la creencia occidental de que el uso de la droga no es natural, abre nuestros ojos a la posibilidad de que los seres que consumen estas sustancias psicodélicas contribuyen a la evolución, creando nuevos patrones de conducta que serán adaptados por otros miembros de su misma especie.