Ya que estamos de Semana Santa, allá va la novena.
Mitología griega, de Aquiles a Zeus (disfrazado de jugador bajito).
Como es sabido, especialmente por Brad Pitt, Aquiles fue el héroe de la Guerra de Troya, según algunas leyendas un guerrero invulnerable en todo su cuerpo salvo en su talón, ya que su madre, la ninfa Tetis, intentó hacerle inmortal al sumergirle en el río Estigia. Sin embargo Aquiles moriría en el transcurso de loa batalla al ser alcanzado por una flecha envenenaba en su talón, su único punto anatómico vulnerable; Tetis olvidó mojar el talón por el que le sujetaba.
Es irónico que Sabas, el pívot más dominante que había conocido la vieja Europa con permiso de Cosic, se encontraba postrado en una cama del Hospital Central de Kaunas precisamente por su talón de Aquiles, el gigante e imparable lituano también era vulnerable. Los seis años de actividad frenética, el caso omiso a los síntomas y alertas en forma de dolor, hormigueo continuado y desarrollo de tendinitis crónica en las articulaciones de Arvydas culminan con la rotura del tendón.
Tras el diagnóstico del doctor Mironov, el médico personal de Boris Yeltsin, surge una nueva polémica entre autoridades locales y centrales, un conflicto de competencias más, las primeras solicitan que Sabonis sea operado y tratado en Lituania con ayuda de expertos extranjeros si fuera necesaria; en Moscú exigen que la intervención sea realizada en la capital estatal bajo la supervisión del propio Mironov y de Vasily Avramenko, un reputado médico deportivo vinculado a varias federaciones soviéticas y que ya había intervenido en la rehabilitación de varios deportistas olímpicos aquejados de lesiones similares.
Sabonis junto a Kestutis Vitkus, agosto de 1988. Todo parecía ir bien tras la primera intervención.
El criterio lituano se impone, no sin esfuerzo y trabas burocráticas; el 29 de mayo, una semana después de la rotura, es operado en Kaunas por el microcirujano Kestutis Vitkus con asesoramiento de expertos finlandeses encabezados por Pekka Peltokalli. La operación es un éxito.
La lesión de Sabonis supuso un shock en la concentración soviética y plantea un desafío para Gomelsky que debe afrontar el Eurobasket de Grecia sin su mayor referente, su estrella indiscutible. No es la única baja, Belostenny y Kurtinaitis sancionados por la autoridades de Moscú no podrán acudir tampoco a la cita helena, un panorama sombrío para el zorro plateado, además de Sabas deberá ingeniárselas para suplir a su principal bastión defensivo en la zona, el rocoso e imprescindible Belostenny y al alero comodín en el que confía ciegamente por su excelente tiro de 6,25 e intensidad en los momentos calientes, Rimas Kurtinaitis.
Para el aficionado europeo aquella selección soviética es a priori un equipo menor, vemos como Gomelsky tiene que recurrir de nuevo al veteranísimo apagafuegos Jovaisa, a un Tkachenko con problemas físicos que merman aún más su movilidad, convoca un juego interior bisoño con los inexpertos Goborov y Babenko y un jugador de 2,15 que ya había participado marginalmente en la selección pero que dista, está en las antípodas, de ser un pívot curtido y duro como Belostenny, el entrañable Víctor Pankrashkin es ante todo un tirador de media y larga distancia con mínima presencia defensiva.
Nos sorprende, además, la inclusión de Sarunas Marciulionis, un auténtico desconocido y que al parecer juega de escolta. En esta ocasión se permite viajar a Gomelsky y por consiguiente perla lituana acudirá a la selección, por fin, sin sobresaltos de última hora.
El inicio de la competición será muy duro para la CCCP, para abrir boca espera la Yugoslavia de Drazen Petrovic, una selección en constante renovación y que se presenta en Grecia con una batería de jovenzuelos con un físico exuberante, los aleros altísimos Kukoc y Paspalj, el gigante con un salto descomunal Vrankovic, dos pívots con clase como Divac y Radja, el base Djordjevic, prometedor proyecto del Partizan, acompañados por los veteranos Radovanovic, Grbovic, Cvjeticanin, Zoran Radovic y Aza Petrovic.
Marciulionis, estreno y consagración en su debut.
El choque inaugural despeja dudas, los soviéticos sorprenden con un escolta zurdo fortísimo, el desconocido lituano y debutante Marciulionis se erige como líder de la selección, todos nos preguntamos de dónde ha salido y elucubramos las más diversas teorías acerca de este jugador que cuenta ya con 23 años y nos resulta un extraño elemento, inexplicable, es lituano, no un jugador de la remota Siberia que haya estado escondido ¿por qué un jugador como Sarunas nuca ha participado en una competición oficial? ¿Se trata de un talento de desarrollo tardío? Los periódicos españoles no dudan en halagar la nueva perla soviética aunque la coletilla “tosco pero efectivo” le acompaña a cada comentario. Aún desconocíamos que las intrigas políticas, los arrestos de Gomelsky y las rencillas entre Obukhov y el Coronel nos habían privado de disfrutar de un jugador enorme; Sarunas debió ser una pieza fundamental de la URSS desde 1984, deportivamente debería haber sido así.
La URSS se impone 93-100 en un encuentro igualado, Marciulionis es el máximo anotador de su equipo con 18 puntos y además muestra un dominio físico aplastante, un primer paso poderosísimo le permite asistir con fluidez y generar ventajas, como el propio Sarunas comentó “el baloncesto es muy sencillo, rompes por velocidad, si no te tapan tiras, si recibes ayudas…asistencia, es así de fácil” claro, con esas piernas se podía permitir pensar de esa manera.
La CCCP se impone en todos los partidos de la primera fase en un grupo complicado, derrota con apuros a los corajudos griegos, arrasan a una España que había dado motivos de esperanza a sus seguidores gracias a la regularidad de Epi y del chato Jiménez, con el emergente exterior y elegantísismo Montero, y un Romay desatado en defensa, normal, y en ataque, nada normal, con exhibiciones impensables, increíbles, inusitadas, ante Grecia y Francia.
Sarunas frente a Checoslovaquia, Havlik muy atento,sí. Pasado y futuro, Tkachenko y un famélico Kukoc.
Yugoslavia por el contrario empieza con dudas, a la comentada derrota ante la URSS se une en la siguiente jornada un inesperado fracaso ante los anfitriones, la modesta Grecia vence por 8 puntos poniendo a los plavi contra las cuerdas y al borde de la eliminación.
Galis anota 44 puntos. Zeus durante ese campeonato se disfraza de jugador de baloncesto bajito, de New Jersey y con aspecto landiano. Odio la frase atribuida a Larry Bird con Michael Jordan de protagonista tras una noche mágica en el Garden del entonces 23 de los Bulls, odio la frase por repetitiva, cansina y recurrente. Aunque sea una contradicción no se me ocurre mejor manera de plasmar lo que hizo Nikos Galis en el Eurobasket de 1987, un recital abrumador de anotación frente a los defensas más variopintos que podían verse en Europa, desde bases bajos a aleros de 2,07 con ayudas incluidas, Galis anotó más de 33 puntos por partido, tiros de cuatro metros por elevación y tras arrancada, juego al poste, penetraciones ante pivots con dos-tres rectificados lanzando el balón en caída, tiros por debajo del sobaco del defensor...una extraña gama anotadora de un jugador de características irrepetibles.
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Nikos Galis frente a Drazen. Los plavi aún no conocían su antídoto.
El achaparrado jugador norteamericano se nacionalizó en 1981 y desde entonces fue la estrella indiscutible del combinado griego, sin embargo su selección jamás aspiró a medallas o a grandes logros, las exhibiciones anotadoras de Galis sólo sirvieron hasta entonces para maquillar resultados y dar algún que otro susto, poca cosa. El Eurobasket desata la locura en Grecia, la selección helena consigue un hito histórico pues alcanza las semifinales, no se conforman con eso, otra vez Yugoslavia, otra vez la impotencia de Drazen Petrovic y los suyos, Galis vuelve a destrozar a los balcánicos con 30 puntos en una segunda parte con remontada épica, Fanis Christodoulou, un orondo alero alto con clase, tiro y un sorprendente rápido primer paso y el eterno escudero "galiano" P. Giannakis, un base que presenta el físico más musculoso del conjunto griego contribuyen decisivamente con Nikos ante la desesperación de Kreso Cosic.
Fanis Christodoulou, un alero fuertecito de los de verdad.
Una final inesperada, la URSS en semis se deshace sin grandes problemas de España, equipo que entró en barrena cada vez que se enfrentó a soviéticos o yugoslavos, con 26 puntos de Marciulionis y un Valdis Valters en estado de gracia en la dirección.
Los soviéticos, a pesar de las bajas, han mostrado un excelente nivel y son los grandes favoritos, por el contrario la gran final se desarrollará por derroteros incómodos para ellos, los griegos se aferran a un partido que parece romperse en varias ocasiones con una fe inquebrantable, Galis anota delante de las mejores piernas del viejo continente, Sarunas Marciulionis tampoco puede frenarle y por encima del gigante del basket europeo, Tkachenko. En un ambiente exaltado, histérico, bronco, el partido tras un inicio dubitativo da paso a una lucha encarnizada por cada balón, las respuestas alternas en una y otra canasta se suceden, se otea un final propio de una tragedia griega, con Giannakis y Fassoulas eliminados Grecia debe afrontar los últimos minutos con los limitados Andritsos, Ioannou y Kambouris en pista acompañando a Galis y Fanis; la URSS sólo ha perdido a Sarunas por faltas. Pero Grecia se agarra a un partido imposible, Jovaisa, una vez más el viejo Jovaisa, da su penúltimo clinic de fintas, tiro y sapiencia, Sergejus transmite inteligencia y tranquilidad a unos compañeros consumidos por los nervios y el miedo escénico, con mención especial para Volkov, otra vez desaparecido en un partido importante para su selección.
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Ambientillo de la final ¿alguien en su sano juicio hubiera validado la canasta de Jovaisa?
Noche de héroes accidentales e insospechados, a falta de seis segundos Andritsos empata el partido con dos tiros libres, el desconcierto se apodera de jugadores, árbitros y jueces de mesa, el balón trastrabillado y a trompicones llega a las manos de Jovaisa, anota ¿dentro o fuera de tiempo? Pero hombre, que estamos en Atenas. No se concede la canasta. Más épica, cinco minutos más, tres triples soviéticos fantásticos, dos de Valters y uno Jovaisa con una ejecución que hoy lleva la firma de Siskauskas, respuesta de Galis y Andritsos, Tkachenko eliminado, nuevo empate, faltan seis segundos, Galis se la juega, pedrada, Goborov que cierra el rebote sale despedido presuntamente empujado por Kambouris, nadie ve nada, bueno sí, falta del propio Goborov. Dos tiros libres, Kambouris, otro héroe accidental, anota los dos, faltan cuatro segundos, el balón aún tiene tiempo de llegar en pésimas condiciones a Jovaisa abierto a la esquina, el triple no entra. 103-101. Una locura agónica.
Una semana después de la final llegan buenas noticias para Sarunas Marciulionis, en el draft es elegido por Golden State Warriors en una modesta sexta ronda, eso sí. Sorprende en Europa que la NBA ya estuviera tras la pista de aquel chico del Statyba, por supuesto tiene su lógica, Don Nelson ha fichado por los Warriors. Tras dos años de contactos telefónicos entre Donnie Nelson y Marciulionis ambos descubren que tienen una afinidad especial, intereses y vocaciones parecidas, un hecho acaecido unos meses antes influyó sobremanera en el afianzamiento de su amistad. En Panevezys, donde se encontraba concentrada la expedición del Statyba para jugar su partido frente al Lietkabelis, Sarunas recibe la visita de un desconocido con un postre típico lituano, un regalo tradicional de bienvenida en las manos y un "sólo tengo esto que ofrecerle" a modo de saludo; aquel desconocido le narra su historia, su hijo adolescente padece una rara enfermedad cardíaca que precisa de una válvula artificial que no se encuentra en ningún hospital de Lituania e implora la ayuda de Marciulionis. Sarunas llama a Donnie Nelson y éste tras varias pesquisas no halla la manera de encontrar y enviar esta válvula a Lituania. Nelson con la ayuda de su madre, Sharon, y su congregación cristiana de Milwaukee mueven los hilos pertinentes para llevar a aquel chaval a Estados Unidos. Final feliz, el hijo de aquel desconocido de Panevezys es operado con éxito por el especialista Jim King en Estados Unidos.
Una noticia ensombrece un verano feliz para Marciulionis, la elección del Draft de los Warriors es anulada a instancia de Atlanta Hawks, Sarunas por unos días es demasiado mayor para ser elegible y por tanto es un agente libre, eufemismo en aquella Unión Soviética con Ted Turner y sus excelentes, privilegiadas, relaciones con las autoridades de Moscú. En esos momentos el futuro profesional de Sarunas, de producirse la apertura de fronteras, está muy cerca de Atlanta Hawks.
La rehabilitación de Sabonis mientras tanto va por buen camino, su tendón responde adecuadamente, se recupera sin contratiempos en Kaunas, pese a la reciente intervención puede caminar sobre la arena de la playa del río Nemunas e incluso juguetear al fútbol, el pasatiempo favorito de los jugadores del Zalgiris. Hay motivos para ser optimistas, tanto que Sabonis acompaña al Zalgiris en la concentración de pretemporada en Palanga, ciudad costera del Báltico que siempre irá unida a Arvydas, de hecho actualmente es el dueño de un Hotel de Lujo en esta ciudad. La recuperación sigue su curso previsto, Sabas no participa en los entrenamientos pero continúa con el fortalecimiento de articulaciones y ejercicios suaves en la playa.
Sabas con su pasatiempo favorito, si Clemente se llega a enterar...menudo central grandote.
Sucede lo que nadie podía ni quería esperar, Sabonis en las escaleras del hotel de concentración pierde el equilibrio, resbala, apoya de mala manera todo su cuerpo sobre el pie intervenido, Arvydas se desploma, su maldito talón de Aquiles no aguanta y se rompe de nuevo, por completo.
Las noticias que llegan a este lado del telón de acero son confusas pero se percibe la gravedad del problema, hay dudas razonables, nadie puede afirmar que Sabas podrá volver a jugar ni en qué condiciones, del optimismo de la primera intervención habíamos pasado a una fase de desconcierto, pesimismo y prisas, con los JJOO de Seúl a la vuelta de la esquina. Gomelsky insta a Sabas para que luche y no arroje la toalla, el Coronel le promete que hará todo lo que esté en su mano para ayudarle, sabe que Sabonis es el pilar fundamental en su selección para lograr un nuevo oro olímpico, el del reencuentro de potencias. Así es, sus contactos norteamericanos, Ted Turner, los Trail Blazers que le eligieron en el draft de 1986 y el conocimiento de los engranajes burocráticos para lograr la aprobación de Moscú resultan ser fundamentales para una esperanza de recuperación. Sabonis será operado en Oregón por el celebérrimo Doctor Robert Cook.
Tras la intervención vendrá una durísima rehabilitación en Portland y Atlanta, el secretismo sobre su estado físico y anímico es total, se habla de depresión y de nulas posibilidades de retorno a la práctica baloncestística, el visado que autoriza la permanencia de Sabonis junto al doctor Vitkus en Estados Unidos se prorroga, no son buenas noticias.
La pretemporada 87-88 de Zalgiris será atípica, por primera vez deben afrontarla sin su jugador franquicia y el club debe defender el título del Mundial de Clubes que en esta ocasión se disputará en Milán. El club de Kaunas ficha a la carrera a un pívot prometedor, Brazdauskis, formado por Sargunas en Panevezys y con una trayectoria en clubes tan variopintos como Lietkabelis, ASK Riga y Statyba, jugador con movilidad y cierta clase en ataque pero muy tierno en el aspecto defensivo.
Brazdauskis, Miglinieks y Chomicius, una final descafeinada.
Zalgiris, como en los últimos tres años, realiza otra ofensiva para lograr el fichaje de Marciulionis, Sarunas la deniega de nuevo. Pero se llega a un acuerdo sorprendente, acepta realizar la pretemporada con Zalgiris y eso incluye partidos amistosos en España y el mencionado Mundial de Clubes de Milán. Zalgiris, pese al refuerzo temporal de Sarunas, se muestra muy vulnerable en la zona, el pundonor de Lekarauskas y Civilis no bastan y la excelente aportación ofensiva de Bradzauskis no tapan el agujero interior enorme en defensa, la ausencia de las ayudas e intimidación de Sabas pesan en demasía y lastran todo el juego de los verdes, volcado más que nunca en el intercambio de canastas y en el tiro exterior, partidos de ritmo frenético a más de 100 puntos. Derrota clara contra Monte Líbano con actuación estelar de Paulinho Vilas Boas, derrota en la prórroga ante Cibona con 30 puntos de Marciulionis y derrota, tres de tres, por dos puntos frente a Maccabi, pese a los 41 puntos de Sarunas. Zalgiris, vigente campeón de la competición, se debe conformar con salvar la honrilla, disputará el insustancial partido que decide los últimos dos puestos del torneo; ni eso, los verdes acaban hundidos y ni siquiera son capaces de derrotar a una selección universitaria norteamericana compuesta por jugadores secundarios que terminan su periplo universitario y anhelan un contrato, aunque sea de temporero marginal, en la NBA. Viejos conocidos ACB como Winston Crite y sobretodo Joe Arlauckas dan la puntilla definitiva a un ya derrotado y hundido Zalgiris.
Marciulionis juagando para Zalgiris, 20 años pensando que lo había soñado. Ni el caso Byrd Courtis me dio tantos quebraderos.
Zalgiris no participará en la Copa de Europa, probablemente un alivio, al igual que el resto de equipos soviéticos sólo participarán en la Liga doméstica, ya se sabe, año olímpico, la prioridad absoluta es la selección y hay que preparar concienzudamente el asalto al oro. ¿Con Sabonis? Todo hace indicar que no.
La Liga CCCP, más descompensada y aburrida que nunca, finaliza con la victoria rotunda de CSKA en una final desangelada ante Zalgiris. El equipo del ejército en su afán recolector de las principales estrellas jóvenes del momento había desmantelado de paso a sus directos rivales, en especial al Stroitel de Kiev. Una victoria agridulce. Insulsa.
Día 5 de mayo de 1988.
12.30. Sin noticias de Sabas.
Gracias a los foreros sunara, jordan forever y meej por las fotazas escaneadas, y como veis ya pirateadas.