Historia fabulada para asustar a los cachorros culés cuando su conducta no se adecúa a las normas de la secta fundada por Cruyff en los `90. El pezuñato tiene su origen en las horrorosas garras de un seres de aspecto desaliñado y acento portugués, que actúan únicamente en los campos de fútbol de Cataluña. Sus víctimas predilectas son los niños culés a quienes atrae absorbiendo todo su adn transformándolo en horchata valenciana.
Es utilizado por los integrantes de esta secta como amenaza cuando los niños no tiquitaquean en el círculo central, disparan a puerta sin haber anestesiado antes al público, hablan español en la intimidad, se niegan a ser objeto de tratamientos médicos alternativos o a repetir 20 veces al día el IV Mandamiento del Cruyfismo: "El Real Madrid no juega a nada".
