por ОБЕЗьЯНА »
17 Nov 2011, 00:37
No parece muy cuestionable que dijera y pretendiera eso. Yo no sabía los hechos concretos (de hecho, pensaba que el propio Haywood planeó matarlo él mismo), pero si es algo conocido que el jugador quiso asesinar al técnico.
En su opinión, totalmente fuera de raciocinio por el uso de las drogas, Westhead era el culpable de su caída.
La verdad es que se hace muy complicado comprender cómo una franquicia, y no una franquicia cualquiera, puede llegar a una situación así sin ver antes ni un solo indicio de problemas de actitud, físicos, o de rendimiento.
Supongo que, en otra situación, los compañeros habrían alertado de ciertas conductas, más evidentes quizá para ellos. Pero el miedo a una investigación, viendo que estaban muchos en el mismo saco, hizo que nadie hablara. Y los 4 ó 5 que no tenían ciertas costumbres, viendo que la cosa funcionaba, y las victorias caían, pues callarían igualmente ante el peligro de desmontar una plantilla con potencial de campeón, como así fue.
La verdad es que el artículo es magnífico. Yo tb lo he leído entero, y eso que a estas horas ya me escuecen los ojos de tenerlos todo el día de la pantalla a los libros. He descubierto que Haywood e Imán eran pareja, cosa que, extrañamente, nunca había conocido, pese a haber leído varias cosas sobre el jugador, incluido un reportaje que Slam le dedicó hace ya algún año, y que releí no hace mucho. Maravilloso, Gonzalo. Una historia mil veces leída y que ha sido como descubrirla de nuevo, por que parece otra.
No sé si es necesario explicarlo, o si se desprende de toda la situación, pero Spencer Haywood habría que decir que era una estrella desde su entrada en la NBA. Posiblemente, el primer alero fuerte verdadero. Es decir, el primer jugador por encima de 2 metros que, a la vez que buena mano y anotador, era capaz de sacar muchos puntos cerca del aro y de ayudar en el rebote. Hasta el momento la mayoría de equipos jugaban con un 5 y dos aleros más o menos intercambiables que se acercaban ambos más a lo que era un 3 clásico actual y que conseguían sus puntos mucho más tirando y penetrando, como mucho, que posteando, aunque tb había equipos que utilizaban otras combinaciones, como los Bullets con Unseld y Hayes, que incluso se vio forzado a jugar de 5 hasta la llegada de Wes.
Pero un ejemplo claro hubieran sido esos aleros de los Knicks campeones, Bradley y DeBusschere y saliendo del banco Jackson y Lucas, o los más modernos Nuggets con English y Vandeweghe.
En la ABA fue mejor jugador en su primer año.
En la NBA, Haywood es un jugador que empieza a realizar estadísticas maravillosas en el puesto de 4, con partidos de 20+20 y con medias cercanas a los 20+13. Aunque su cénit no dura mucho, en su mejor momento es una fuerza imparable. No hay quien lo separe de los tableros y su tiro a la media vuelta es indefendible. Sus 2.03, más o menos, y su potencia de salto, lo hacen alguien especial.
Una lástima que su carrera tomara el giro que tomó. Hablaríamos si no, posiblemente, de uno de los 15 ó 20 mejores jugadores de todos los tiempos, a lo sumo. Pero, como se ve (o creo yo que se ve) en la historia que nos ha traído Gonzalo, no sólo la cocaína fue la causante de su caída. El cambio de ciudades, una vida afectiva un tanto desafortunada y la soledad que, aunque parezca mentira, puede afectar tb a los deportistas famosos y millonarios, le afectó decisivamente.