TerminaL escribió:Yo tengo uno de estos.
Lo adiestramos con Clicker y el bichardo estoy segurísimo que podría ir suelto, pero no lo hago, porque sigue siendo un animal con sus reacciones imprevisibles y hay que tenerlo controlado, por ejemplo, si yo me desmayo y el animal está suelto y alguien se acerca a socorrerme, no sé cómo va a reaccionar él, aunque sea el perro más feliz, juguetón y curioso que te puedas tirar a la cara.
Si quiero que corra, me lo llevo al Monte o a una zona amplia sin afluencia de gente, y nos divertimos los 2 un rato.
Me ha recordado a los dos perros lobo checoslovacos que he atendido. Uno es un pedazo de pan al que le puedo hacer lo que quiera sin preocuparme, y otro tuvieron que sacrificarlo porque se abalanzaba a los niños por la calle. Ahí no vale decir nada del dueño, porque era un chaval normal como cualquier otro, pero es uqe el perro estaba desequilibrado.
Lo normal cuando, por ejemplo, le miras una pata, es que empeiece levantando el labio; luego gruñe, y ya por último echa la boca. Pues ese ****** esperaba tranquilo, y cuando te estabas levantando después de hacerle lo que tenías que hacerle se te abalanzaba sin avisar. Yo una vez salvé un dedo de milagro, y a mi compañero le cerró la mandíbula a un centímetro de la nariz. Un ******** con toas las letras.