por Hay_sinla »
02 Ago 2014, 18:50
Alfonso Martínez jugó una temporada en el Aismalíbar de Montcada, un equipo de empresa, ya desaparecido, que era entonces uno de los grandes. Con él estuvo a punto de conseguir su primer gran título, la Copa del 56, que entonces era el más importante, porque la primera edición de la Liga española iba a ponerse en marcha unos meses después. A punto, pero...
"¡Qué robo! Sólo faltó que sacaran la pistola", recuerda Alfonso. "Jugábamos la final contra el Madrid, en su pista, el frontón Fiesta Alegre. Ya éramos campeones, porque el partido había terminado y habíamos ganado por un punto". Él había conseguido -dicho sea de paso- la que debía ser la canasta decisiva. Pero dejemos que siga con su relato: "El cronómetro era un reloj antiguo, gigantesco, con unas manecillas grandísimas, que se controlaba desde la mesa. El delegado del Madrid, Máximo Arnáiz, echó las manecillas veinte segundos hacia atrás. De momento no nos enteramos y seguíamos celebrando el título: '¡Campeones, campeones!' Pero Arnáiz le dijo a uno de los árbitros, Luciano, que era de Valladolid: 'Oye, Luciano, que faltan 20 segundos'. El otro contestó: '¡Cómo! ¡Alguien ha tocado el reloj!'. Y el delegado: 'Yo no he tocado nada'. Total, a jugar los 20 segundos". El Madrid forzó la prórroga con un tiro libre y acabó llevándose el título”.
Grande Máximo Arnáiz, que fue jugador-entrenador del Madrid antes de la guerra.