Caboclo_desousa escribió:Otra cuestión es el "partido en las redes".
He acabado un poco harto de tanta polémica absurda (lo que hay es lo que hay, se acabó) en torno a la entidad y de tanta atención a cuestiones anecdóticas, como el hecho de que un aficionado apareciese en pantalla de espaldas a la cancha (lo que se interpretaba como que no le importaba el baloncesto, sino el Betis) o que se escuchase un "p. Sevilla" (que yo no oí, pero no dudo de su existencia).
A veces me da la impresión de que hay quienes se pasan de purismo baloncestístico. La verdad, mi experiencia es diferente: en mis veintitantos años de asistencia al pabellón no he percibido un conocimiento de este deporte tan exquisito como al parecer se dice que ha habido hasta ahora (y yo soy un buen ejemplo de aficionado que ha asistido y no soy experto en nada). Tampoco creo que la "finura" y "exquisitez moral" de los aficionados del Caja fuese tan relevante. Hay de todo y se ve de todo: los que gritan sin razón, los insultos constantes, los símbolos "extraños" (que me perdonen los dioses, pero una muñeca hinchable como emblema tampoco me parece un elemento de pureza ética).
En definitiva, que creo que ha llegado el momento de centrarse en lo que es: deporte. Quien sienta empatía o tenga ganas de ver baloncesto en Sevilla, que venga; quien no se sienta capaz por las razones que sea, que lo deje correr. Pero por favor, olvidemos ya argumentos como "el Betis ha robado el Caja" o distinciones maniqueas entre buenos (los supuestos "cajistas" de toda la vida) y advenedizos futboleros que vienen a terminar con las esencias para justificar la ruptura con el club. Una cosa creo que hay que reconocer: iniciamos una nueva etapa que no debe negar lo que ha sido en los últimos treinta años; pero es una nueva etapa. Habrá que aceptarlo, sumarse a ella de la manera que se desee o mantenerse al margen; pero no tiene vuelta atrás.
Caboclo_desousa escribió:Otra cuestión es el "partido en las redes".
He acabado un poco harto de tanta polémica absurda (lo que hay es lo que hay, se acabó) en torno a la entidad y de tanta atención a cuestiones anecdóticas, como el hecho de que un aficionado apareciese en pantalla de espaldas a la cancha (lo que se interpretaba como que no le importaba el baloncesto, sino el Betis) o que se escuchase un "p. Sevilla" (que yo no oí, pero no dudo de su existencia).
A veces me da la impresión de que hay quienes se pasan de purismo baloncestístico. La verdad, mi experiencia es diferente: en mis veintitantos años de asistencia al pabellón no he percibido un conocimiento de este deporte tan exquisito como al parecer se dice que ha habido hasta ahora (y yo soy un buen ejemplo de aficionado que ha asistido y no soy experto en nada). Tampoco creo que la "finura" y "exquisitez moral" de los aficionados del Caja fuese tan relevante. Hay de todo y se ve de todo: los que gritan sin razón, los insultos constantes, los símbolos "extraños" (que me perdonen los dioses, pero una muñeca hinchable como emblema tampoco me parece un elemento de pureza ética).
En definitiva, que creo que ha llegado el momento de centrarse en lo que es: deporte. Quien sienta empatía o tenga ganas de ver baloncesto en Sevilla, que venga; quien no se sienta capaz por las razones que sea, que lo deje correr. Pero por favor, olvidemos ya argumentos como "el Betis ha robado el Caja" o distinciones maniqueas entre buenos (los supuestos "cajistas" de toda la vida) y advenedizos futboleros que vienen a terminar con las esencias para justificar la ruptura con el club. Una cosa creo que hay que reconocer: iniciamos una nueva etapa que no debe negar lo que ha sido en los últimos treinta años; pero es una nueva etapa. Habrá que aceptarlo, sumarse a ella de la manera que se desee o mantenerse al margen; pero no tiene vuelta atrás.
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