Capi_Carroña escribió:Respecto a las preguntas que hacías:
- ¿Qué tiene un cerdo que no tenga una lechuga?
Un sistema nervioso muy complejo, resultado de millones de años de evolución, que le permite sentir dolor, stress y miedo.
Dos cosas al respecto:
1- ¿Y por qué es eso importante?
La respuesta es la de costumbre: porque se parece a nosotros, ni más, ni menos.
Lo que plantea nuevas dudas: ¿cuánto hay que parecerse para recibir el mismo tratamiento?
2 - Cuidado con lo del dolor, estrés y el miedo.
A menudo identificamos respuestas análogas con que la motivación sea la misma que la nuestra y eso no es necesariamente así.
De lo que apuntas, se desprendería que sí considerarías ético comer/matar a seres que no sufran esas circunstancias... cosa que retomaré más adelante.
Capi_Carroña escribió:- ¿En qué se parecen un bacalao y una vaca para meterlos en una misma categoría?
Ambos son Metazoa; Eumetazoa; Bilateria; Deuterostomia; Chordata; Craniata; Vertebrata; Gnathostomata; Teleostomi; Euteleostomi. Su linaje se separó del de las lechugas probablemente hace mas de 1000 millones de años. Su proximidad filogenética hace que, entre otros muchos caracteres, compartan el sistema nervioso complejo citado más arriba.
No el mismo. Y ahí está uno de los meollos de la cuestión.
El sistema nervioso de los peces tiene el mismo plan general que el de los mamíferos como consecuencia de su larga historia evolutiva común, por supuesto, pero ni siquiera tiene las mismas estructuras. En particular está ausente un elemento fundamental en esta historia: el neocórtex.
He aquí la gran cuestión: para sentir ese dolor y ese miedo hay que tener unos niveles de conciencia(*) que tienen muy pocos organismos.
Retomando el argumento del dolor/estrés/miedo, muchos organismos excluidos de la dieta vegana cumplen el requisito (por no hablar de derivados como huevos y lacteos) sencillamente porque no tienen estructuras con las que sentirlo.
No debemos confundir la reactividad a los estímulos con sentir dolor/estrés/miedo: un organismo que carece de estructuras que soporten altos niveles de conciencia no pueden tener esos padecimientos.
Creo que algo que ejemplifica bien a lo que me refiero es justamente el caso opuesto: la insensibilidad congénita al dolor, personas conscientes del daño cuando se les causa pero que no perciben el dolor.
El problema es que habitualmente confundimos respuestas similares a las nuestras con que tengan un trasfondo de sufrimiento que nosotros padecemos cuando tenemos esa respuesta.
Por ir a algo gráfico y llevado al extremo: si vemos a algo vivo retorcerse damos por supuesto que sufre y padece terriblemente... porque es lo que hacemos nosotros. Sin embargo, una cola de lagartija seccionada -típico como defensa ante el predador- se retuerce y obviamente no sufre porque ese trocito de cola de lagartija no tiene con qué sufrir.
(*) Por hacer una clasificación orientativa, sin ánimo de debatir sobre ella:
1 Apercepción.
Nivel mínimo de conciencia propio de todo sistema nervioso por el hecho de ser reactivo respecto a los estímulos.
Depende de estructuras básicas del SN (diencéfalo, tronco cerebral y equivalentes en invertebrados).
Da lugar a respuestas reflejas y al aprendizaje de asociaciones simples, apareciendo en todos los metazoos.
2 Conciencia.
Está en relación con representaciones más complejas y exige la integración de estrategias diferentes de procesamiento: el sujeto discierne entre un estímulo y el contexto que representa.
Depende del hipocampo y el neocórtex, de manera que aparecería sólo en algunos reptiles, en aves y en mamíferos.
3 Conciencia de sí mismo.
La conciencia de sí mismo exige un nivel máximo de metarrepresentación, poder ponerse como objeto de la propia atención, y depende del tálamo y del neocórtex. En particular, están especiamente implicadas las regiones de los lóbulos parietales, occipital y temporal.
Entre los animales chimpancés, orangutanes y casos contados más han demostrado tener aptitudes para alcanzar este nivel (si bien es cierto que el tipo de pruebas empleadas puede ocultar que otros las posean).
Capi_Carroña escribió:- Dicho de forma genérica, ¿cuál es el motivo que nos lleva a dar protección a algo y no a otras cosas? ¿Cuál es el criterio diferencial que marca la frontera entre lo que hay que proteger y lo que no?
Aquí distinguiría dos aspectos:
El primero es el ético, por el que me parece razonable tratar de infringir el mínimo dolor posible a otros seres. Es muy fácil inflingir dolor a un cerdo (tengo un amigo que hizo su tesis sobre la caracterización de receptores de nuevas moléculas anestésicas y uno de los modelos que usaba eran cerdos, alguno de sus experimentos era muy desagradable, necesario pero ciertamente desagradable, el cerdo lo pasaba realmente mal y era muy fácil darse cuenta de ello) y muy difícil hacerlo a una lechuga. Sobre todo me parece razonable tratar de no inflingir un dolor/stress continuado. Yo no soy vegetariano, pero movido por esas consideraciones como poca carne y solo de animales que han sido criados en libertad o semi-libertad y a los que se les ha sometido a un mínimo sufrimiento (en principio solo el día de su ejecución, llamemos a las cosas por su nombre). Me resulta sorprendente que quien se haya tomado la molestia de informarse sobre cómo está montada la ganadería industrial pueda luego comerse un filete sin ningún remordimiento. Luego está la infinita cantidad de gente que no gusta de informarse, ni de eso ni de nada, ojos que no ven...
No voy a ser yo el que te discuta nada sobre causar el mínimo dolor/sufrimiento posible a nada. Es más, yo te subo la apuesta y lo extiendo a la mínima alteración posible de la naturaleza.
En este sentido el problema es lo que te decía antes, que se mete en ese saco de dolor/sufrimiento no ya a bichos que es discutible que sea propio meterlos en ese saco, sino a muchos otros que indudablemente no tienen cabida en él.
Un bacalao -no fue nada casual que yo mencionara inicialmente un pez- es reactivo al estímulo y tiene un sistema nervioso complejo, pero no podemos hablar de que tenga dolor/sufrimiento porque carece de las estructuras nerviosas necesarias para sentir eso.
Lo que ocurre es que vemos las cosas a través de nuestros ojos y damos por supuesto que la reactividad del bacalao a la excitación de sus receptores nerviosos tiene el mismo procesado que en nuestro caso. Y no es así. Si no tiene con qué ser ni siquiera consciente de que existe, aún menos puede dolerle nada.
En realidad, a ese respecto, es igual que la lechuga. Sólo que la lechuga no es reactiva... o, mejor dicho, no lo es de forma análoga a la de las personas y por ello no lo tenemos en cuenta. Porque, por ejemplo, un vegetal sometido a situación de estrés tiene una respuesta estomática para evitar la pérdida de agua por transpiración.
Claro que no sufre por ello porque no se da cuenta... como el bacalao.
Capi_Carroña escribió:El segundo aspecto es el impacto ecológico ya comentado antes, mucho menor en una lechuga que en un cerdo.
Claro. Pero como ya comentaba también en la respuesta a Akin, otras cosas también tienen un altísimo impacto ecológico y no se renuncia a ellas por ello (ni siquiera los veganos).
Además, ese impacto ecológico es tal por la demencial superpoblación del planeta. El mismo modelo desarrollado a una escala menor es perfectamente sostenible.
Capi_Carroña escribió:Y por supuesto es obvio para cualquiera que no quiera vendarse los ojos que el gran problema de la humanidad es su crecimiento desmesurado. Del cual deberían inquietarse los propios humanos que son los que se van a dar cuenta de la catástrofe. Las otras especies, afortunadas ella, no saben qué es lo que está pasando.
Bonito remate a mi argumento sobre la conciencia
It has become a cliche to remark that nobody boasts of ignorance of literature, but it is socially acceptable to boast ignorance of science and proudly claim incompetence in mathematics. Richard Dawkins
Amicus Plato sed magis amica veritas.